Minho estaba por entrar en pánico pero se auto-obligó a calmarse y a comportarse como un adulto, tomó las manos de Jisung y lo sacó de la cocina con cuidado hasta llevarlo a la sala. Subió las escaleras y rápidamente armó un bolso con ropa, pañales, chupetes y todo lo que él creía necesario.

Quitó el pantalón de pijama que tenía y lo cambió por un jean, sin ni siquiera subirse el cierre, bajó las escaleras y le colocó a Jisung un short de tela, pues estaba en ropa interior, Minho se colocó unas conserve y a su omega unas pantuflas que usaba al estar por casa.

Con el corazón a mil por hora, Minho arrancó el auto y salió para el hospital. Joder, su bebé ya estaba en camino.

—¡Súbete el cierre!—Se quejó Jisung respirando agitadamente.

—¡Lo haré cuando ese semáforo este en rojo!—Responde alzando un poco la voz debido a los nervios. Con sus manos temblando le hizo caso a su omega—Trata de aguantar, amor, estamos a diez minutos.

—¡Si ese maldito hijo de puta no avanza San va a nacer aquí!—Grita para después soltar un quejido de dolor por las fuertes contracciones.

Minho hizo una maniobra, algo peligrosa a decir verdad, para pasar al auto de enfrente. Jodido imbécil que se le ocurre usar el teléfono mientras conduce. Jisung no paraba de quejarse de los dolores y las contracciones, sus ojos estaban llorosos y apretaba con fuerza el asiento.

Al llegar al hospital colocaron a Jisung en una camilla, este no paraba de quejarse y de retorcerse rogándole a Minho que el dolor pare.

—El doctor Jung está en su día libre, vamos a tener que solicitar otro médico—Dijo una enfermera de forma tranquila.

—¡Pero él está a cargo de la cesaría!—Exclama Minho sosteniendo la mano de su omega.

—Él está en su día libre, señor. Vuelva en otro momento—Repite mirando sus uñas, cómo si no tuviera a un omega apunto de parir. Minho frunció el ceño ya harto de la actitud de esa omega.

—¡No me importa si está en su jodido día libre! ¡Mi omega está por tener a nuestro cachorro y no podemos esperar "otro momento" y él es el único médico a cargo de la cesaría! ¡Llama a Jung Hoseok, ahora!—La omega salió casi despavorida al escuchar la voz de mandó de Minho. El alfa se alarmó al escuchar los sollozos de Jisung, se dio la vuelta y lo vio encogido en su lugar con la cabeza agachada—No, no era para ti, amor.

—Me asustaste...—Murmura con las lágrimas bajando por sus rojas mejillas. El alfa lo abraza dando tiernas caricias en su vientre y cabello.

—Lo siento, mi vida.

Jisung se removía en sus brazos por las contracciones, le dolía la espalda, los hombros y las piernas, le dolía todo y solo rogaba para que pare pronto. Minho no sabía que hacer para tratar de calmarlo, ninguna enfermera o medico venia para ayudarlos. Sentía que su corazón estallaría de los nervios y el miedo.

Luego de casi diez minutos de espera, por fin unas enfermeras se llevaron a Jisung para cambiarle la ropa y ponerle una bata mientras preparaban todo para la cesaría, Hoseok llegó prácticamente corriendo hasta Minho y lo dio unas prendas para así entrar con su omega. Los nervios lo carcomían.

—¡Esto es tu culpa!—Lloriqueo el omega el tener una fuerte contracción.

—Y tú vas a tener la culpa de romperme los dedos—Se queja haciendo una mueca.

—Bien, Jisung, ahora te pondremos la anestesia, ¿bien? Sentirás algo de sueño, cuenta hasta tres y cuando menos te los esperes ya tendrás tu bebé en brazos. 

El omega asintió y a los segundos sintió un liquido frio por su brazo, observó a su alfa y este se inclinó para dejar un beso en su mejilla susurrándole que lo amaba. El agarre de su mano cada vez era manos fuerte hasta que finalmente cayó dormido.

—Podemos empezar—Dice el obstetra tomando un bisturí y acercándolo al vientre de Jisung—Puedes salir ahora, Minho.

—Gracias a Dios.

[🍼] 

Había pasado casi una hora y no tenía noticias ni de Jisung ni de su cachorro, Changbin estaba a su lado con expresión neutra mientras jugaba con sus dedos.

—Tranquilízate.

—No.

—Ho, ya te van a llamar para ver a Jisung y a San. Deben estar bien, tranquilo—Anima levantándose de la silla.

—¿Te vas?

—Sera mejor que no haya ningún alfa cerca cuando estas con tu familia, créeme. Y para conocer a MinHee llámanos en dos semanas. Mándame fotos—Termina de decir para abrazar a su amigo y darle pequeñas palmadas en la espalda—Felicidades, amigo.

—Gracias, Chang—Sonríe—¿Para cuanto tú y Félix?

Seo ríe bajito—En unos días tendré mi celo... Veremos que pasa.

Changbin se fue, dejando a Minho en la sala de espera mordiéndose su labio inferior ansioso. Prácticamente salto del asiento al ver al medico acercarse a él.

—Sígueme, Minho.

El alfa camino detrás del profesional por ese pasillo pintado de una amarillo pastel y paredes pintadas con dibujos animados y lobitos bebé, abrió una puerta color blanca y lo dejó ingresar para después cerrar la puerta, sonrió al ver a Jisung acostado en la camilla observando el techo y luego ladeo su cabeza levantando la comisoria de sus labios de manera perezosa.

—Hola...—Susurra de forma ronca y rasposa.

—¿Cómo te sientes?—Pregunta sentándose en una silla a su lado mientras tomaba su mano.

—Cansado y algo adolorido.

—Disculpen...—Interrumpe una enfermera junto con una especie de carriola en sus manos—Aquí esta su cachorrito—La chica se acercó a Minho y le enseñó como sostenerlo—Necesito su nombre, por favor.

—Lee San—Dice el alfa observando a su hijo vestido con un mameluco blanco y envuelto en una manta rosa. La chica salió de la habitación dejando a la pareja sola junto a su hijo recién nacido.

—¿De verdad ya lo tenemos aquí?—Pregunta Jisung observando a San removerse en los brazos de su alfa observando todo lo que sus pequeños ojos le permitían.

—Sí, cosita—Afirma—¿Quieres sostenerlo?

—¿Puedo?—Pregunta con algo de miedo.

—Claro, solo tendremos cuidado con tus puntos—Con cuidado Minho apoyó al cachorrito recién nacido en el pecho de su omega—¿Qué tal?

—Creo que tiene hambre—Sospecha viéndolo lloriquear y removerse entre sus brazos, con cuidado bajo un poco la bata acercando a San hasta su pezón y rápidamente este empezó a succionar. Jisung hizo una mueca haciendo reír a Lee—No te rías, se siente raro.

—Oh, vamos, no creo que sea tan diferente a cuando yo lo...

—¡Cállate!—Exclama no muy alto y sonrojado hasta las orejas.

—¿Qué? Solo decía, mami Sung—Bromea sentándose en la camilla.

—No me digas mami sino San me va empezar a decir así—Se queja observando a su hijo alimentarse.

—Ambos sabemos que te va a decir así de todas formas.

Jisung rodó los ojos—Tu papi es un tonto.

—Y tú amas a este tonto—Finaliza dando un dulce beso en su mejilla.

Lamentablemente, tenía razón.

[🍼]

Luego de unas casi tres horas le dieron de alta a Jisung y pudieron irse al departamento. Jung les explicó los cuidados que debía tener tanto del bebé y de su operación, que debía descansar bien y no hacer fuerza y de San solo dijo que hay que tener cuidado con los ruidos fuertes y que solo va a comer y dormir, por ahora.

Jisung le dijo a Minho que moviera la cuna de San a su habitación ya que quería que durmiera con ellos aunque sea los primeros dos meses.

—Tendremos que llevarlo al pediatra en unos días—Dice Minho ayudando a Jisung con su pijama.

—¿Sabes cuando le pondrán las vacunas?—Pregunta algo asustado.

—No, amor. Eso le tenemos que preguntar al pediatra.

—No quiero que sufra...

—Yo tampoco pero es para que este bien y saludable, amor—Murmura acurrucando el cuerpo de Sung contra el suyo teniendo cuidado con su herida. Han suspiró y cerró sus ojos dispuesto a dormir inhalado el aroma a chocolate de Minho.

Las primeras noches con San iba a ser fáciles pero ya veremos más adelante.