Jisung suspiró agotado mientras terminaba de responder el último mensaje de su novio, no iba a responderle ningún otro más, pero él no tenía porque saber eso. Luego se encargaría de darle alguna buena excusa.

— Aún no sé porque sigues con él. — Le preguntó un día Chan, su amigo. - No le quieres, Hyunjin no merece eso.

— Claro que lo quiero. — Dijo con convicción — Solo no quiero seguir hablando con él en este momento y no quiero lastimarlo.

— ¿Y no puedes decírselo?

— ¿Qué parte de "no quiero lastimarlo" no entendiste?

— La parte de que eres un imbécil Jisung.

Dicho eso, se levantó con brusquedad del césped y se alejó de Jisung dejándolo en completa soledad.

"A Chan le gusta Hyunjin." — Recordó por enésima vez en el día. ¿Exactamente qué esperaban que hiciera con eso?

Él quería a Hyunjin y Hyunjin le quería; sí, tal vez lo trataba como la mierda a veces, pero estaba cambiando. Él mismo le había dicho a Hyunjin que meterse con él no era buena idea, sin embargo, este había sido terco y había logrado que Jisung estuviera con él.

A veces Jisung solía pensar que Hyunjin estaría mil veces mejor sin él, que era mejor que Hyunjin fuese libre y no estuviese atado a él. Jisung era consciente de lo tóxico que él era y de lo tóxica que también era su relación.

Dios, ambos se habían separado un poco más de un par de veces y, sin embargo, eso no parecía ser suficiente.

— ¿De nuevo en tus pensamientos, Han? Deberías decirle a Chan que no te deje solo. — La voz de Minho lo sacó de sus pensamientos y una vez alzó su mirada sintió que podía respirar en paz.

Eso era Minho para él. Paz, tranquilidad, amor.

— A Chan no le gusta la manera en la que trato a Hyunjin, supongo que fue a buscarlo y a decirle que termine conmigo de una vez por todas. — Se encogió se hombros mientras buscaba algún cigarrillo en sus bolsillos maldiciendo cuando no encontró ninguno.

Minho extendió uno hacia él — ¿Y no tiene razón?

— Mierda, ¿tú también? Se supone que estás de mi lado. — Se inclinó cuando Minho sacó el encendedor de su bolsillo siendo consciente de la cercanía que tenía con el azabache.

— Estoy de tu lado Sung, por eso te aconsejo que termines con él. — Lo miró a los ojos buscando alguna confirmación o aceptación de sus palabras, pero solo se encontró con el mismo vacío indiferente de sus ojos y aquel brillo peculiar que salía a relucir a veces.

— Entonces... Deja de decirme que termine con él. — Cortó la cercanía y se recostó en el césped suspirando gustoso cuando sintió el humo quemarle un poco los pulmones.

— De acuerdo.

Ambos terminaron recostados en el césped mientras miraba el nublado cielo frente a ellos, miles de preguntas esperando brotar de ambos labios y al final, siendo retenidas por aquella fuerza inexplicable que no los dejaba hablar.

— Hyunjin está llamando. — Le avisó mientras lo zarandeaba para que despertara de su ensoñación y contestara la llamada.

— ¿Aló? — Contestó perezoso - Sí sí...¿Sucedió algo?...¿Estás seguro?... Ok ok, cálmate un poco, ¿quieres? — Minho frunció el ceño cuando Jisung se levantó — Llego en 15. — Dicho eso, colgó la llamada y dirigió su mirada hacia Minho.

— ¿Te vas?

— Me voy. — Afirmó — Sucedió algo en el apartamento de al lado y Hyunjin está algo asustado, así que voy a socorrerlo — Soltó una suave sonrisa y se inclinó — No me extrañes demasiado.

- Nos vemos SungSung.

- Ajá, adiós Lino.

Una vez la silueta de Jisung se desvaneció entre la multitud Minho, volvió a recostarse en el césped.

Alzó su vista al cielo observando las nubes oscuras que se aproximaban indicando una fuerte tormenta y malos días.

Un buen presentimiento se instaló en su pecho y con una pequeña sonrisa se dirigió a su hogar.

Un puchero molesto sale de sus labios cuando ve que Jisung parece no querer contestarle otra vez.

Se había acostumbrado a los malos hábitos de su novio de no responder los mensajes cuando no tenía más ganas de hablar con x persona.

"Debió estar conteniendose" — Pensó al notar el esfuerzo en los mensajes anteriormente enviados.

— No había americano, así que traje un capuchino de vainilla. Espero que te guste — Dice mientras pone la bebida enfrente de él.

— Felix, ¿cómo no van a tener un lindo y rico americano en esa estúpida cafetería a la que fuiste?

— Para tu información, ¡Yo trabajo allí! Y no creí que justo no tuvieran, tienen que rellenar el stock por la tarde.

— Mejor nada... — Murmura dándole un sorbo a su café.

— ¿Disculpa? Dijiste algo? — Pregunta con un tono acusatorio a lo que Hyunjin niega rápidamente.

»— Más te vale. — Amenaza juguetón y Hyunjin le saca la lengua en un acto infantil.

— Deberías preocuparte por tu abrigo, aún sigue en mi apartamento.

— ¡Cierto! Necesito que me lo devuelvas, tampoco es mío. — Hyunjin abre sus ojos sorprendido y observa a Felix quién responde a su mirada con un encogimiento de hombros.

Ambos ingresan al apartamento de Hyunjin entre risas. Hyunjin reconoce que siempre está feliz y animado cada vez que está con Felix. Reconoce que hace un tiempo él y Jisung no pueden sentirse así de confiados y en paz con el otro.

Siente un tirón en su pecho y una parte suya quiere llorar por eso, pero se fuerza a concentrarse en Felix.

— ¿Crees que es necesario que la lave antes de llevarla con su dueño? — Pregunta Felix mientras caminan hacia la cocina.

— Nop, ya lo hice yo. ¿Quieres una soda o prefieres jugo?

— ¿En qué momento pasamos de que vendría por mi abrigo a tomar jugo en tu casa? Y sí, quiero jugo.

— ¡Me dijiste que estabas sediento en el camino! Eres como un barril sin fondo.

— ¡No dije eso! — Reclamó Felix —Dije que caminar desde el campus hasta acá me había dejado cansado y que quería llegar rápido a mi casa a refrescarme y tomar algo.

— Bah, es lo mismo — Hizo un movimiento con su mano quitándole importancia. — Entonces — Miró a Felix —prefieres jugo de naranja o de-. — Su voz se interrumpió al ver un pequeño cuerpo caer repentinamente del cielo y atorarse en una rama de su gran planta.

Pero Hyunjin estaba seguro de que esta no iba a resistir el peso del bebé.

— ¡El bebé! — Grita sin poder evitarlo y se acerca rápidamente al balcón con Felix siguiéndolo por detrás.

Cuando llegó, fue demasiado tarde.

El bebé se había caído de la rama.

Un nuevo sollozo lo hizo tensarse.

Su respiración estaba agitada y se aferraba con brusquedad a su cuerpo mientras buscaba una especie de seguridad que Jisung no estaba seguro de poder darle.

— Tranquilo Hyunjin, todo estará bien. Respira conmigo, vamos. — Trató de apartar la cabeza del contrario de su cuello con suavidad, pero no lo consiguió.

Suspiró e inhaló con fuerza antes de apartar la cabeza de Hyunjin y tomar con fuerza su barbilla.

— Inhala. — Ordenó y Hyunjin obedeció
— Exhala. — Le dijo un par de segundos después.

Repitieron el proceso unas cuantas veces, cada respiro menos forzado que el anterior, hasta que Hyunjin estaba recostado sobre Jisung mientras acariciaba su cabello y dejaba besos en su rostro.

— É-Él se cayó... — Murmuró.

— No se cayó Hyunjin.

— El bebé se.... — Un nuevo sollozo lo interrumpió.

— El bebé está bien. Fue un milagro que el vecino de abajo estuviera justo ahí.

— P-pero, ¿Y si el vecino no hubiese estado ahí? El bebé habría...

— El vecino estaba ahí. Y si estuvo ahí, fue porque tenía que estar ahí. No hay más que eso.

Hyunjin asintió y terminó por acomodarse sobre su novio antes de tomar una pequeña siesta que calmara sus nervios.

— Te despertaré en media hora.... — Le susurró en el oído con dulzura y sencillez, Hyunjin soltó un gemidito afirmativo antes de caer en los brazos de Morfeo.

Cuando recibió la llamada de Hyunjin nunca se esperó que algo como eso había pasado. Mucho menos se esperó que un completo desconocido se encontrara en su departamento tratando de consolar a su novio, pero este evitando que se le acercara o tocara.

Al final, tuvo que decirle a Felipe (o algo así) que se fuera con su feo abrigo, que él se haría cargo de la situación y aunque esté quiso poner resistencia terminó cediendo.

Jisung terminó por removerse en el suelo, acarició con suavidad la cabeza de Hyunjin antes de suspirar y decidir que iba a tomar una siesta para no sentir el frío e incómodo piso en su espalda.

Vaya día de mierda.

El sonido irritante del timbre lo despertó de la no tan cómoda y profunda siesta que estaba durmiendo. Miró a su alrededor confundido e irritado.

- ¡Hyunjin! Soy yo! Chan! - Enarcó una ceja ante los gritos y se levantó siendo cuidadoso de dejar a Hyunjin en el suelo.

Terminó por quitarse la sudadera que tenía puesta para colocarla encima de él, temblando ligeramente por el repentino frío que azotó su cuerpo.

Caminó hasta la puerta y la abrió con más brusquedad de la que le habría gustado.

— ¿Qué necesitas? - Preguntó mirándolo sin vergüenza de pies a cabeza.

— ¿Dónde está Hyunjin?

— Durmiendo, ¿por qué? Necesitas algo Chan?

— Quiero hablar con él. — Demandó.

Jisung frunció el ceño antes de dirigir su mirada hacia adentro y luego mirar a Chan de nuevo.

— Hyunjin está durmiendo. — Repitió con calma.

— Lo sé, pero necesito-

— Puedes decírselo después, adiós Chan. —Pensó en azotar la puerta justo frente a su cara, pero el pie de Chan se lo impidió.

— ¡Déjame pasar!

— ¿Qué mierda Chan? Quita el pie, ¡vete de aquí!

— ¡No voy a ir a ningún lado!

— Tú... Pequeña mierda, te aseguro que no quieres verme enoja-

— ¿Sunnie? — La voz de Hyunjin interrumpió la discusión. Chan elevó su mirada hacia Hyunjin y se sonrojó dirigiendo su mirada al suelo.

— Hyun. — Responde abriendo sus brazos y haciendo que Hyunjin se entrometa entre ellos. — ¿Te desperté?

— Te fuiste... — Es lo único que dice antes de alzar su mirada y encontrar a Chan en el marco de la puerta.

»— ¿Qué hace Channie aquí?

— Quiere decirte algo. — Le dice y Chan aprieta sus puños antes de morder su labio inferior y alzar su mirada hacia Hyunjin.

— No quiero hablar contigo. — Hyunjin se separa de Jisung y se aleja con pasos pesados, pero firmes hacia la habitación — No te demores.

Jisung alza sus cejas con una expresión de genuina sorpresa, no se esperaba la actitud molesta de Hyunjin y su curiosidad aumentó mientras veía a Chan contener sus lágrimas.

— ¿Le dijiste que terminara conmigo? — Preguntó directo.

— Si lo hice o no, eso no es de tu puta incumbencia, Jisung.

— Si lo es porque soy yo el que va a lidiar con sus lágrimas y sollozos después. — Jisung espera pacientemente por un par de minutos, pero cuando Chan no parece decir nada hace el amago de cerrar la puerta de nuevo y este habla.

— Vi a Hyunjin hablar con alguien que no conozco. No del todo — Comienza su relato — Es alguien más o menos nuevo, pero me pareció raro ver lo cercanos que eran ambos. Ten cuidado. — Alza su mirada para encontrarse con la confusión en el rostro de Jisung.

— Si estás tratando de decirme que Hyunjin podría estar engañándome, ahorratelo, no estoy para tus dramas inútiles. Confío en Hyunjin y eso debería de ser suficiente para ti. Adiós. — Cierra la puerta bruscamente y sus pies se dirigen a la habitación, pero se detienen al escuchar un nombre prácticamente desconocido y algo que hizo que su corazón se removiera con inseguridad.

"¡Su nombre es Lee Felix! Él sabe de lo tuyo con Minho y ahora tú sabes lo de él con Felix. ¡Vaya relación de mierda la suya!"

¿Qué tal? Les va gustando? Es, probablemente, lo más largo que he publicado hasta ahora.

Consta de solo tres capítulos, y al final habrán ciertas aclaraciones por si las actitudes o situaciones no quedaron claras.

¡Espero les guste mucho!

¡Gracias por leer! ♡