|CAPÍTULO 2|
Heme aquí llegando al enorme terreno de la universidad. Se trata de varios edificios en los que funcionan distintas carreras. Mis clases serán compartidas con alumnos de medicina y cualquier carrera perteneciente al área de salud. Los departamentos en que residen los alumnos se encuentran algo apartados a unos diez minutos caminando de las aulas. Tengo que buscar al representante que se supone me estaría esperando en la entrada. El guardia me permite ingresar comentándome dónde puedo buscarlo y decido observar todo a mi alrededor.
No es tan distinto de Seúl, tal vez cambia el hecho de que la infraestructura no es tan moderna y hay mucho verde. Escucho mi celular sonar con el tono de mensaje. Mi madre está un poco inquieta —ansiosa— por la lejanía. Solo estamos a media hora de viaje, pero ella se preocupa porque su hijo se alimente bien y este cómodo o no pase frío. Jamás cambiará. Mi sonrisa va cediendo cuando me encuentro en la entrada de las habitaciones con una pareja. Parece que están discutiendo y no sé si acercarme e interrumpirles o dejarles seguir.
También porque algo comenzó a inquietarme y es el hecho de que el chico me recuerda a alguien.
Carraspeó arrastrando las ruedas de mi valija, me detengo fingiendo distraerme con mi teléfono mientras busco a alguien por los alrededores. Ellos finalizan con lo que estaban haciendo y reparan en mí.
—Cuando termine el día hablamos.
—Eres un idiota.
La chica se va con un gesto dramático de su largo cabello y escucho al otro suspirar fuerte. Sonríe y se acerca a mí. Que no sea quien pienso que es por favor.
—¿Jeon JungKook?
—Así es.
Sonríe.
—Bienvenido. Mi nombre es Cha EunWoo y soy el representante de nuestra carrera.
Sí, es él. Quien en mi infancia fue mi peor pesadilla.
•••
Se había refugiado debajo de la sombra de un enorme árbol después de almorzar su buena ración de comida. Habían servido hamburguesas y puré de papa. Él comió tres junto a un tazón del puré y ahora en el fresco le agregaría un helado de choclo antes de que sonara la campana para regresar a clases. Hacia mucho calor, estaba transpirando pero con una enorme sonrisa en sus labios al probar el dulce. Unas risas llamaron su atención, de reojo vio a varios de sus compañeros mirarle e hizo todo por verse invisible, pero no. Al ver que se acercaban intentó levantarse y huir hacia alguna autoridad. Su masa corporal contrarrestaba su agilidad por lo que terminó en el piso cuando lo empujaron.
El corazón de JungKook palpito tan fuerte al ver a los niños a su alrededor burlarse tan solo con sus miradas y risas.
—¿Cuándo dejaras de comer, ballena?
—Casi deja sin comida a media escuela.
—No puede levantarse. Oing oing.
Eran hirientes con sus palabras. ¿Por qué eran así de crueles con él cuando nunca les había hecho nada?
—Oye bola de grasa te estamos hablando.
El niño se agachó para empujarlo, le pareció divertido agarrarle el cabello y JungKook intentando defenderse lo empujó, este trastabillo y terminó golpeando a otro de sus compañeros lanzándolo al piso.
—EunWoo, ¿estás bien? Lo siento.
El niño de dulce rostro se miró las manos llenas de tierra y alguna que otra rama, sus pantalones de jean claro ahora estaba sucio.
—Mira lo que hiciste gordo.
Regañó otro. El tal EunWoo se limpió y miró con asco a JungKook. Nunca le había caído bien al ser el favorito de la maestra y por tener la inocencia que tenía. Era una odiosa molestia para él.
—¿Te gusta comer, JungKook?
Todos se sorprendieron ante la calmada pregunta. EunWoo extendió su mano hacia JungKook y él con duda la tomó. Los niños volvieron a reírse cuando el pelinegro hizo una mueca de fuerza por ayudar a levantar al otro.
—No me respondiste —lo abrazó por los hombros—, ¿te gusta comer?
JungKook temeroso, asintió. Sus ojitos brillaban por las lágrimas acumuladas. EunWoo sonrió.
—Te daré de mi ración de puré de papa entonces.
Se dejó arrastrar hasta un rincón cerca de la entrada del comedor, sus mejillas se tornaron rojas y eso fue otra razón de burla. Entonces EunWoo recibió un plato de plástico que aventó al rostro de Jungkook sin vacilación embarrando de comida. Muchas risas, comentarios sobre su cuerpo, un empujón que terminó con él en posición fetal sobre el piso de seca grama. Su mochila siendo abierta y desparramada en el suelo para que terminarán llenos de suciedad.
Lo abandonaron ahí regocijados de su travesura. JungKook totalmente avergonzado no hizo más que abrazarse a si mismo mientras lloraba desconsolado. No entendía por qué tanta maldad. Nunca lo entendería.
•••
Era solo un niño con problemas de peso, uno inocente que no veía maldad en nadie y esos niños se divertían haciendo mal a otros. Nunca entendí porqué Cha EunWoo me tomaba de punto solo a mí, porqué con todos los demás era bueno y solo conmigo se desquitaba hasta de lo más tonto. Tampoco es algo que ahora me quite el sueño, lo trate en terapia demasiado tiempo y rencoroso no soy. Solo no puedo evitar sentir la incomodidad por su trato tan amable ahora que me habla y muestra todo.
—¿Alguna duda, JungKook?
Es unos centímetros mal alto, su rostro de mirada dulce es la misma pero con facciones más definidas.
—Por ahora no.
—Bien. Yo no sueño quedarme en la residencia, tengo mi propio apartamento a minutos de aquí, pero cualquier cosa que necesites tienes mi número o nos veremos en clases.
Se despide y cierra la puerta detrás de él. Estoy solo. La habitación es grande, tiene una hermosa vista al campus y sus paredes son de un impecable blanco. Hay dos camas de plaza y media con acolchado, también dos escritorios, el mío está vacío por completo. La parte del closet está vacía para llenar y puedo ver qué hay un mini bar a un costado. Se ve cómodo y acogedor, también percibo un agradable aroma en el ambiente y decorarlo a mi manera no me llevará tiempo.
El baño es compartido según EunWoo y la lavandería queda a solo tres edificios de aquí. Tendré que organizar mis horarios para todo.
Estoy ordenando cuando escucho la puerta abrirse. Un chico alto aparece hablando por teléfono, está comiendo una batata asada y lanza su mochila sobre la pila de papeles que está sobre su cama. Repara en mí cuando voltea, me saluda con la mano sonriente y continúa.
—Aja, ajá, wuaaaaa, ¿en serio?... ¡Omo!... Oh, oh, aaaahh… Bien, nos vemos en la hora del almuerzo. —no estoy pendiente de lo que hace pero lo siento acercarse—. Hola, tu debes ser Jeon JungKook mi nuevo roomie, bienvenido. Mi nombre es Kim Mingyu. Estoy haciendo la licenciatura al igual que tú. —es risueño. Se quita la camiseta mientras se mueve para cambiarse por otra y sigue hablando sin parar— Hace calor, ¿tienes tu horario a mano? Dentro de un rato tenemos clases.
—Lo sé, intentaré acomodar un poco e iré. El representante de la carrera dijo que podía tomarme mi tiempo.
—Oh, ya veo que conociste a EunWoo. Bien, te esperó entonces.
Comienza acomodar el caos en su mesa y cama. Me comenta que si deseo puedo agregar bebidas o comida de mi agrado en el minibar, también me cuenta algunos detalles sobre los horarios y secretitos necesarios para no meterme en problemas si quiero usar las instalaciones en horas no permitidas. Salimos minutos más tarde, él se toma el tiempo de mostrarme todo a detalle. EunWoo parecía más concentrado en mostrarse importante que en hacerme sentir cómodo.
Supongo que hay cosas que no cambian.
Me perturba un poco que me haya tratado con mucha amabilidad o simplemente no me reconoció. Supongo que su acoso en su niñez solo fue una cosa tonta de niños que no marcó a otro en su vida y él tan solo olvidó.
Entramos a la primer clase, Mingyu me lleva con él a la parte media del enorme salón. Son como gradas con mesas y bancos alargados, enfrente cerca de la puerta hay un escritorio y un atril, supongo que aquí también es una sala de exposición. Los alumnos siguen llegando, a decir verdad me siento algo nervioso.
Hay dos chicos que pasan al lado nuestro y saludan a mi compañero chocando sus manos. También me saludan a mí, lo cual me desconcierta un poco por la confianza. Se sientan detrás nuestro y hasta que no llega el profesor no paran de hablar poniéndome al día del tema que están tratando en clases ahora.
Minutos más tarde entra el profesor y el ruido va cesando, saluda acomodando su maletín y carpetas sobre la mesa. Observa a todo el alumnado, se queda unos segundos en mi persona, sonríe levemente. Busca entre sus pertenencias algo, una tarjeta que sujeta entre sus dedos y se coloca enfrente de todos.
—Tenemos un nuevo alumno —todos voltean a verme e trato que mis nervios no se muestren— ¿Jeon JungKook? —asiento—. Bienvenido señor Jeon. Veo que es uno de los que lideran el cuadro de honor.
Se escucha la colectiva sonora exclamación de sorpresa, asiento por segunda vez evitando el contacto visual con cualquiera. Me felicita y da una vez más la bienvenida para comenzar las clases. Antes me advierte que es muy estricto y que no por las calificaciones casi perfectas que tengo tendrá compasión. Prosigue, yo decido mantener mi atención en mis apuntes aún cuando tengo ojos curiosos en mí cuchicheando a escondidas.
Sí, ya sé que soy la nueva atracción. Dejen de ser tan obvios.
Hora y media más tarde salimos, soy detenido en la puerta por la misma chica que vi hoy discutiendo con EunWoo.
—Hola, bienvenido a nuestra universidad JungKook. Mi nombre es Park SooYoung, soy parte del centro estudiantil. Esperó que tu estadía sea cómoda y ante cualquier inconveniente que tengas o si necesitas algo acudas a mí.
Hay muchos ojos sobre nosotros, me pone nervioso tanta atención.
—Claro, no hay problema. Muchas gracias.
Ella extiende su teléfono celular hacia mí, tiene una carcasa rosa chillón simulando una cartera Chanel.
—¿Podrías darme tu número, por favor? Te agregaré al grupo de la universidad
—Ah, gracias, Mingyu ya lo hizo.
Indicó hacia él, ella gira su rostro para mirar pero parece no reconocer de quién estoy hablando. Insiste.
—De todas maneras, lo creo necesario, eres nuevo y me gustaría que todos mis compañeros de carrera estén al día —o es muy risueña y amable o me esta coqueteando— Digamos que eres especial, anda.
Suspiró aceptando. No es tan diferente de la universidad de Seúl, excepto que allá mis compañeras eran un poco más… atrevidas y entusiastas. Cuando se lo devuelvo hace una llamada automáticamente mi teléfono vibra en el bolsillo de mi pantalón.
—Agéndame cómo Joy —interesante— puedes hablarme cuando quieras, eh. Una vez más, bienvenido, JungKook.
Se junta con su grupo de amigas y una de ellas en particular capta mi atención. Está demasiado seria, pareciera aburrida de la situación en sí y no eufórica como las demás. Uno de los chicos golpea mi hombro llamando mi atención, los sigo mientras hablan fascinados de lo ocurrido recientemente ya que una de las chicas más populares y bonitas me habló y yo sigo sin saber cómo actuar.
Salimos afuera, hay un sol radiante y debemos pasar por un camino para llegar a la cafetería. No tengo mucha hambre así que prefiero sentarme mientras ellos van en busca de su comida. Reviso mi teléfono, respondo a los mensajes de mi madre y de Ara, también de algunos amigos en Seúl y de Yoongi que me desea un buen primer día, y agrega que si tengo algún colapso nervioso lo llamé.
—¿En serio no tienes hambre?
Pregunta Mingyu, niego. Se sienta a mi lado con dos bandejas llenas de comida que no se dónde va meter. Los otros dos lo hacen frente a nosotros. Entonces uno de ellos habla.
—Aun no nos hemos presentado. Soy Kim YuGyeom —con su pulgar apunta a su lado— él es Jeong Yuno, pero le decimos Jaehyun de cariño.
El tal Jaehyun rueda los ojos llevando fideos a su boca.
—Uh, esa historia es muy cómica —me golpea suavemente el hombro con el dorso de su mano—. Cuéntale Gyeomi.
—Resulta, procede y acontece que un día nuestro aquí amigo presente —el susodicho vuelve a rodar los ojos con fastidio—, se postuló para una empresa de entretenimientos.
—Pasó los primeros filtros.
—Llegó a trainee e iba a debutar en un grupo de idols.
Lo miro, no parece muy interesado en contar su propia historia. Los otros dos sin embargo.
—¿Qué sucedió después?
YuGyeom le golpea el brazo, con un gesto le dice que siga y Jaehyun soltando sus palillos cuenta sin gracia.
—Me dijeron que fuera a casa, que esperásemos porque pronto seríamos los próximos.
Y Mingyu agrega divertido.
—Meses después su grupo debutó, pero sin él.
Se ríen. YuGyeom procede a mostrarme a través de su teléfono el grupo en cuestión. Creo que Ara los ha mencionado porque es uno de no más de dos años en escena creo y ella ha bailado alguna que otra coreografía de ellos. Preguntan sobre mí, por qué vine a mitad del semestre, cómo es la vida en Seúl, me ofrecen comida y me niego. Mingyu me obliga a probar unos dumpling de cerdo, cedo, es demasiado persistente y menciona que estoy súper flaquito. Él no para, se sirve otro plato de sopa y verlo comer me da hambre, así que sirvo un ramen mientras ellos siguen chismeando sobre personas que no conozco pero son compañeros de carrera.
Entonces la cafetería entera se va silenciando. Las voces y risas se ven suplantadas por cuchicheos y mi atención se desvía hacia la puerta. Cha EunWoo entra como aquellos personajes de kdrama en que el viento mueve su cabello. Literalmente al abrir la puerta la brisa mueve su cabello por el cambio de temperatura es mínimo pero digna de escena que da mucho cringe. Al instante una chica de cabello lacio y negro entra de su mano. Es la desinteresada del grupo, la vi también dentro de la clase. Se me hizo extraño pues parecen pareja y yo pensando que Joy lo era. Claramente mis nuevos compañeros me aclaran las dudas que no exprese en voz alta pero pensé.
—Son la pareja soñada de la universidad —dice Jaehyun.
Pasan por al lado nuestro, parecemos que no existimos. Se sientan unas cinco mesas más alejados dónde los esperan otro grupo y me siento en la secundaria de vuelta junto a los populares cuando todos ellos miran a nuestra mesa, mejor dicho a mí. Ser nuevo parece que te convierte en todo el show.
—¿Qué tal te trató el Unu?
Sorbo de mi café frío y me encojo de hombros.
—Bien.
—Debe hacerlo, después de todo es quien nos representa —rueda los ojos Mingyu, terminó de comer pero no contento come una manzana verde. Y YuGyeom agrega en un murmullo.
—Haz de cuenta que estamos en Mean Girls y que nosotros somos el grupo donde eres la pelirroja que viene de África, solo que versión hombres.
—O sea que Cha EunWoo es como la chica rubia malvada.
Mi mente recuerda el pasado, no me da miedo pero si asco e impotencia. Jaehyun responde.
—EunWoo no es malo, de hecho es bastante amigable. Solo que ninguno le llega a su poder adquisitivo de hijo de papi.
Una vez más nuestra atención va a esa mesa. Yo en particular miro la interacción de la dos chicas, la de Joy y la desinteresada. Se sonríen, una no para de hablar y la otra aunque escucha parece aburrida. Tiene un piercing en el labio. Interesante. Yo he querido ponerme alguno más aparte del que tengo en la ceja, me llaman bastante la atención pero solo llegué a tatuarme el brazo. Mi madre casi enloquece cuando se dio cuenta meses después, papá fingió no saber nada y Ara quien me acompañó a cada sesión igual.
Tiempo después la campana suena. Es momento de levantarnos e irnos. Juntamos las bandejas, ayudo a Mingyu que no ha parado de hablar ni comer. Este chico me desconcierta, tiene un cuerpo entrenado y parece que no se limita con la comida. Disfruta y yo soy el que cuenta las calorías. Dejo todo sobre una mesa y volteó, entonces sucede lo imprevisto y tengo a casi media universidad mirándome.
Acabo de tirarle toda la comida a la desinteresada en su ropa. Su falda está empapada del jugo del kimchi y me mira con odio.
—Lo sien…
—¿Eres idiota? ¡Mira lo que hiciste!
—Lo siento, no fue mi intención.
Estoy por ayudarle. Le extiendo mi mano con pañuelos de papel pidiendo permiso para acercarme. Entonces ella me asesina con la mirada y hace algo que me deja congelado. Me lanza un vaso de café frío en la cara. Uno de los cubos de hielo impacta en mi ojo y hace que me vaya hacia atrás.
El amargo sabor de mi pasado aparece una vez más, excepto que está vez no me lanzo al piso de manera fetal como un cobarde.
Le hago frente, nadie se acerca, todos miran, cuchichean, algunos graban. La desinteresada me mira con odio, yo solo le sonrió tratando de parpadear ante el ligero dolor.
—Muy maduro de tu parte, eh.
—¿Qué esperabas, estúpido? Que te diera las gracias, ¿sabes que esto es de Celine?
—Lo siento, no conozco a nadie que se llame Celine.
Refunfuña indignada, en un cabreado siseo me pide que lo solucione de inmediato y yo solo la miro. Giro tomando más papel y me seco el rostro. Me dirijo a los chicos que están estupefactos mirando más alejados.
—Iré a cambiarme, nos vemos en clases.
—Oye, ¿quién te crees que eres? Vas a pagarme por arruinar mi ropa.
Grita, la ignoro, tomo mi mochila, ahora tengo ojos encima por culpa de la camiseta blanca que se me pega al torso. Sí, se me marca todo, tengo los pezones erectos porque la temperatura del café frío y el hielo me erizaron la piel, también la absurda situación. Me insulta una vez más a mis espaldas, así que tomo la caja con pañuelos dentro, casi que se lo lanzó a la cara y antes de irme dejando sorprendidos a todos le sonrió a la desinteresada deseándole una buena tarde.
Definitivamente no es lo que tenía para mí primer día de clases en la universidad.
Holis, volví después de tanto tiempo. Lamentablemente me bloquee con esta historia así que va sufrir ligeros cambios en la trama. 🤦🏻♀️😔😭
Creo que no será tanto un enemies to lovers pero aún así lo será. Tenganme paciencia por favor.
Creo que lo mío en una historia no es planear, me pasó que planee las personalidades conflictos, relaciones y sus cambios a través de la historia pero no me resultó, así que voy a improvisar un poco como siempre hago y que todo salga bien.
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