Advertencia: Este en un final alternativo.

~22 de febrero~

~10: 40 am~

El azabache estaba justo donde Hanma le dijo que tenían planeado lastimar a Emma, pero estos ni siquiera llegaban, se subió al auto para tomar su café de la máquina expendedora.

Cuando estaba dispuesto a relajarse mientras esperaba vió a dos rubios al otro lado de la calle, salió del auto con rapidez.

—Buenos días— se acercó a los menores —¿Tu eres Emma Sano?.

—¿Quién es usted?— la rubia desconfiada de acercó a Hanagaki, quien se puso nervioso.

—Soy agente de policía— mostró su placa para que los menores tuvieran más confianza, pero fué lo contrario —Solo quiero hacerles unas preguntas.

—No tenemos tiempo ahora— la niña caminó al otro lado de la calle, cuando Keiichi pudo oír el ruido de un motor a lo lejos.

—Mierda— sin esperar más tiempo se arrojó a la menor haciendo que ambos cayeran, el encima de ella.

—Emma-chan— Takemichi trató de ir con ella pero la moto paso junto a el haciendo que cayera al pavimento debido al miedo.

—Niña, ¿estás bien?— se movió revisando la cara de la menor quien lo miraba sorprendida.

—¡Era Kisaki!— el rubio salió de su trance, y caminó hasta los contrarios

El más grande se levantó ayudando a la menor a ponerse de pie. Una figura mediana se acercaba con rapidez.

—¿Quién demonios eres?— corrió hasta su hermana alejándola de ese hombre.

—El tenía razón— suspiró sonriendo, pudo evitar que la rubia muriera.

—Mikey, el salto sobre mi—;el tono en el que Emma lo dijo podía mal interpretarse, por lo que Keiichi retrocedió unos pasos.

—Kisaki traía un bate— Takemichi mencionó lo que pudo ver haciendo que Mikey abriera los ojos aún más.

—Alguien me dijo que los atacarían— Para el de ojos azules todo era confuso, el ya tenía la teoría de otro viajero temporal.

—Los llevaré a casa— los tres chicos se miraron intercambiando miradas desconfiadas —Solo para asegurarme que estarán bien.

La primera en subir fué Emma, quien después de mirar a joven a percato de que era un espécimen de calidad. La siguieron los muchachos, todos en el asiento de atrás.

—¿Quién te dijo que Kisaki vendría?— la voz de Hanagaki era desesperada.

—Bueno, mi informante prefiere estar en el anonimato— Sonrió haciendo que una mueca tomará lugar en la cara del menor —No pensé que habla con la verdad.

—Aun así viniste— Keiichi miró por el retrovisor, los ojos vacíos de Mikey le recordaban a alguien.

—Bueno, alguien que quiero mucho confía en el.

No tardaron mucho en llegar a la dirección que los menores le dieron después de su pequeña charla. Todos descendieron del vehículo.

—Te agradezco el proteger a mi hermana— Manjiro se inclinó un poco, hasta para Emma esto era nuevo. El no bajaba la cabeza jamás.

—No se preocupen, de todas formas es mi trabajo— hizo un ademán para la mas pequeña, aquella chiquilla tenía cierto parecido con sus hermanita, sin esperar más subió a su auto para prenderlo.

—Bueno, queda claro que no eres un mentiroso.

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~6:40 pm~

~Keiichi~

Me acerque a la sala de interrogatorios, Hanma seguía jugueteando con el vaso dónde le lleve café antes de irme. Sin duda este chico no durmió nada.

—Te traje esto— le dí el paquete de galletas que saque de la máquina expendedora.

—¿Hasta cuándo debo estar aquí?— me reí por su desesperación, es un sinvergüenza.

—Hasta que yo lo diga— Me senté frente a el.

—¿Por qué tengo que quedarme?— lo ví dejar de lado la bolsa.

—Porque lo disfruto— Le dedique una sonrisa burlona, en definitiva no me cae nada bien —Ahora come, aunque eres mayor estaré en problemas si te privó de los alimentos— señale las galletas con la barbilla.

—No soy un puto mocoso— Ignoró mi advertencia con un tono arrogante.

—Lo eres, y te comportas como uno— Me acerqué poniendo la bolsa directamente en su cara.

—Eso no dice tu hermana— No podía asegurar si fué mi mente haciendo una mala jugada pero creo que me dijo eso.

—¿Qué dijiste?.

—Que los dos se parecen en algo— Hablaba de mi hermana, por lo que intrigado me acomode para escuchar mejor.

—Son un puto dolor en el culo—- podía hablar así de mi, pero de Saori jamás.

—¿Cómo la llamaste?— lo tomé por el cuello de la camisa.

Ví como una sonrisa se pinto en su rostro, lo solté, parece disfrutar el dolor. Maldito psicópata.

—Gracias por la comida, cuñado— oírlo arrastrar la última palabra me haría molerlo a golpes, por lo que termine saliendo del cuarto.

~Saori~

~5:30 pm~

Apenas salí de la escuela pude escuchar algunos rumores de una pelea, nada que me interesará mucho. Estaba caminando fuera del salón junto a mi amiga, por la ventana pude ver a dos tipos acercarse a Kano, iban vestidos de rojo, era el uniforme de Tenjiku.

Tomaron el cuello de Kano, lo empujaron para después caminar lejos de la escuela. Nos acercamos para ver si se encontraba bien.

—¿Te dijeron algo.

—Me preguntaron dónde estaba Saori— tomó su mochila que seguía en el suelo para sacudirla.

—¿Y les dijiste?— la voz de Hiromi parecía más un grito.

—Obvio que no sabía— mostró una sonrisa orgullosa.

—Gracias— suspiré cerrando los ojos.

—Pero ¿Por qué te buscan— avanzó hasta quedar cerca de mi.

—Es por su novio— Hiromi acompañada de su chisme hizo que Kano me mirara extraño.

—Te llevaré a la estación— Hiromi tomó mi mano para avanzar en dirección al metro.

—No puedo dejarlas ir solas— Kano se adjunto a nuestro recorrido.

Volteabamos a todos lados esperando ver algo, pero al parecer si se fueron.

—Yo acompaño a Hiromi de regreso— La actitud de Kano era más amable que de costumbre.

—No gracias, prefiero a los tipos de rojo— Hiro le contestó con cierto sarcasmo —No me sería de ayuda si te dejan noqueado.

—Dios, no me lo recuerdes, aún me duele la mandíbula— lo ví ponerse rojo por los comentarios de Hiromi.

—Lamento eso.

—No es tu culpa, fuí un idiota, yo no debí golpearte, solo estaba molesto porque de verdad me gustas... como sea espero puedas perdóname- después de la efímera charla subí al tren, y los ví marcharse.

Para cuando llegué a casa estaba muerta de miedo, pensé que los tipos me siguieron hasta la estación.

Sonó el teléfono y tuve que contestar porque Sayuri estaba en el baño.

—Hola, buenas noches— era lo voz de la señora Ogawa.

—Buenas noches señora.

—¿Saori?— escuché su respiración agitada —¿Estás bien?.

—¿Le pasa algo?— Su voz era más alterada de lo que uno espera para su edad.

—Es que unos sujetos estaban dando vueltas por tu casa, pensé en avisarle a tu hermano.

—El está trabajando, pero si quiere llamo a una patrulla.

—No te preocupes hija, solo me angustie por ti.

Después de hablar cosas menos importantes colgué, mi hermano de seguro tenía un día ocupado. Le contaría después de que arreglará todo el asunto de Shuji.

¿Hanma tuvo que lidiar con eso siempre?

Disfruto un montón escribir este final.🛐

Ustedes pueden tomar como canónico cualquiera de los dos (el que más les guste)

Emma está viva ✨