Advertencias: Lengua vulgar, violencia.

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Pese a ser miércoles, Keiichi visito a Saori. Fue una sorpresa llegar de la escuela y verle en casa.

—Llegaste temprano— dijo poniendo una caja frente a el.

—Siempre llegó a esta hora— aclaró dejando su mochila en el suelo

—Te traje algo— le pasó la caja con cierta emoción apenas la jóven tomo asiento.

Saori la abrió, de inmediato la volvió a tapar y la regreso al más alto.

—Vamos, no seas aguafiestas y acepta mi regalo— habló Keiichi con las mejillas infladas.

—No puedo, parece una cámara costosa y todavía no es mi cumpleaños.

—Tomalo como un regalo por descuidarte últimamente— contestó con una sonrisa de oreja a oreja.

—Mi hermano es tan raro— dijo el voz alta y con un tono de resignación ofendiendo al mayor.

—Hace un año dijiste que te gustaría conservar cada momento— su voz era melancólica —Ahora puedes hacerlo.

Saori lo miró con sorpresa, no esperaba una respuesta tan contundente de su hermano y solo pudo aceptarla. Lo primero a lo que le tomo foto fue a su hermano, quién le recriminó por quedar cegado con el flash.

De inmediato salió la polaroid, que no tardó mucho en revelarse. Era extraño que el pasará tanto tiempo con ella, casi siempre estaba ocupado.

—Debo hablarte sobre algo— Keiichi sostuvo sus manos con amabilidad, mientras la más baja le observaba con atención —Sayuri estuvo un poco enferma hace unos días, tenía mareos y vomito— fué interrumpido por la azabache.

—¿Esta mejor?— pregunto angustiada, Sayuri le agradaba desde que salía con su hermano.

—Esta embarazada— soltó esperando una reacción un tanto celosa.

—Dios, es una excelente noticia— contesto la más baja —Serás padre Keiichi— terminó de hablar para abrazarle.

Después de hablarle de algunos detalles, los dos hermanos se tuvieron que despedir. Ella sabía que su hermano cuidaría bien a su hijo, como en su momento lo hizo con ella.

El de verdad seguía avanzando, y si quería seguir con el sin ser una carga debía hacerlo también.

—Debo terminar mi tarea— comentó para si misma para no sentir la soledad en esa casa vacía.

Pasó el resto de la tarde haciendo sus deberes, escuchando música , al dar las 10 en punto ya estaba bañada, y se encontraba preparando su mochila para el día siguiente. Cuando se escucharon golpes en la puerta.

Vió por el picaporte, de nuevo era Hanma, quien parecía podría perder el equilibrio en cualquier momento.

Saori de inmediato abrió la puerta, para auxiliarlo, en cambio el joven perdió la fuerza y cayó sobre ella. Realizó más esfuerzo físico que nunca, para quitar el peso del alto que le impedía respirar, le movió para ver su rostro, estaba inconsciente. La menor enseguida le arrastro aún más adentro, y cerro la puerta.

Tenía heridas por toda la cara, y en los brazos. Saori empezaba a temer de Hanma, siempre que lo veía estaba herido.

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El ojiambar se removió, la luz tenue del sol le causó malestar en los ojos, estaba tapado con una manta, en un sillón que no conoció de primer momento. Se levantó encontrando a Saori con su informe puesto, estaba desayunando en la pequeña mesa de la cocina.

Hanma no llevaba puesta su camisa, en cambio tenía un jodido parche térmico en el abdomen y vanditas en la cara. La joven no se había percatado de su presencia, hasta que soltó un suspiro ronco, haciendo que Saori brincara en su asiento.

—¿Ya te sientes mejor?— preguntó con alivio, pobre chica tenía miedo de que muriera.

—¿Tú tomaste mi camisa?— contestó Hanma mirándole con hostilidad.

—Yo solo la limpie— soltó Saori levantándose para servir otro plato.

—No— pronunció deteniendo a la joven —Maldición, solo dame mi camisa— se acercó a ella un poco más.

—Claro, es que tú ayer estabas muy mal, y cuando trate de llamar a una ambulancia te negaste— se dirigió a donde estaba la lavadora —Y tambien tuve que quitartela para revisar si tenías alguna herida— la tomo y así regreso junto al ojiambar quien tenía el rostro serio.

—¿La lavaste?— cuestiono nuevamente, esa chica le parecía desagradablemente extraña.

—Te aconsejo decirle a la policía lo que paso— dijo tendiendo la prenda frente a el. Por parte de Hanma solo se escucho una risa burlona —Deberías comer algo— trataba de persuadirle.

—Se ve de la mierda— sentenció de manera cortante, recibiendo un sonido de disgusto por parte de Saori —Como sea, debo irme— se colocó la prenda y comenzó a caminar hacia la puerta.

—Espera— le habló casi desesperada —Sal por la ventana de atrás.

—¿Ah?— Hanma no comprendía el porque le pidió eso —¿Estás jodiendo?.

—Mis vecinos no te pueden ver saliendo de aquí— contestó con una sonrisa nerviosa.

El más alto solo cambio de dirección, Saori le tomo el brazo y pasaron unos segundos en los que estaba pensando como tener una conversación normal con el.

—Ten, el desayuno es lo más importante del día— y puso una manzana en su mano, Hanma le miro unos segundos con desdén, para después seguir avanzando.

Apenas lo vió salir por la ventana Saori se golpeó la frente.

—"El desayuno es la parte más importante", que estúpido fue eso— se repitió en voz baja, tenía las mejillas rojas de la vergüenza.

Le quedaban unos minutos antes de salir de casa, así que dispuso a dejar todo en su lugar. Aún con la vergüenza por su intento de comunicarse con Hanma de manera normal se dispuso a salir, camino durante unos 10 minutos hasta toparse con Aki que recién salía de casa.

—Uy, tienes una cara como si no hubieras dormido— comentó al ver el rostro de Saori.

Yo creo que el Hanma es el fifas😈

Muchas gracias por leer ❤️