Una semana. Jimin llevaba una semana trabajando en el Restaurant Golden. Llegaba a su casa tarde,y con un cansancio de querer dormir por tres días seguidos.

Durante esa semana Jimin sentía que el alfa Jeon lo miraba mucho. A veces era Jimin quien lo hacía pero de repente este miraba a su dirección y era allí donde su miradas chocaban. Jimin no era capaz de mantenerle la mirada, así que siempre era él, el que quitaba sus ojos del otro.

El hombre siempre estaba gritando y ordenando, se notaba que se molestaba fácilmente cuando alguien no hacía bien su trabajo.

Cuando los cortes estaban disparejos, unos más anchos y otros más angostos, o, unos grandes y otros pequeños.

Jungkook era una persona que gritaba responsabilidad y perfección.

De vez en cuando el también ayudaba, pero más que todo lo hacía para mostrarles a los demás que el trabajo que hacían estaba mal.

Jimin le admiraba de cierta forma, ya que, había empezado a trabajar como Chef profesional desde los 24, llevaba seis años, quizás no eran muchos años a comparación de otros, pero había ganado popularidad, por su forma de ser, por su actitud déspota, por tener un carácter fuerte y ser una persona sin tapujos. Lo que Jeon Jungkook pensaba, Jeon Jungkook lo decía.

Sin importar quien fuera. Y esto llamó la atención de todos. Con restaurantes de alta gama contratándolo para sus cocinas. Jungkook daba éxito a cualquier lugar. Ya que sus recetas eran las más vendidas también..

Jungkook y su disciplina podían llevar al éxito a cualquier restaurante en banca rota.

Jimin llegó al restaurante temprano como siempre, se cambió y una vez salió ya estaban los dos compañeros con los que se llevaba bien.
EunWoo y Hoseok. Habían hecho una buena amistad con ambos chicos, que, aunque no tenían mucho de conocerse, a Jimin les agradaba.

Hoseok llegó segundos después. Los tres se dirigieron a la cocina donde empezarían su labor.

Lograron divisar a HaeJi, la omega que los había atendido..

-Hola chicos. -Saludo la omega.

-Hola. -Respondieron los tres.

-Jimin, el chef Jeon quiere hablar contigo. -Jimin creyó escuchar mal. ¿Hablar con él? ¿De qué querría hablar ese alfa con él.

- ¿Conmigo? -Se señaló a sí mismo. Ella asintió.

-Ven conmigo. -Jimin a pasos torpes lo hizo.

En el camino se fue debatiendo por que ese alfa querría hablar con él.
¿Será por las miradas que le da?

Llegaron a una puerta -Puedes pasar. -La omega se fue, dejando la puerta abierta y Jimin sintió desfaceller al entrar al cuarto.

Su omega saliendo y soltando sus feromonas.

Todo el lugar olía al alfa, Tequila con menta. Por un momento sintió sus piernas flaquear. Pero logró recomponerse.

Y digamos que Jungkook estaba de igual forma, el olor de ese omega seguía prendido en su nariz, tal y como el primer día. Rosas con chocolate.

Jimin llegó frente al hombre, quien tenía un vaso de whisky en sus manos.

-Señor Jeon, ¿Mando a llamarme? -Pregunto. El hombre lo escaneo por unos segundos hasta que dejó el vaso en la mesa.

-¿Dígame Park, usted leyó el reglamento del restaurante?...

Jimin no entendía por que le decía eso, claro que el lo había cumplido, y hasta ahora el podían apostar que no había incumplido ninguna.

-Por supuesto. -Dijo más que seguro.

-Entonces si lo leyó. Sabrá que una de la reglas, las cuales esta en las más importantes, es que ningún mesero o chef puede ingresar a mi cocina con su olor natural.

-Eso lo se.

-Entonces... ¿Por qué desde el primer día usted a ingresado a mi cocina con su olor a omega?.

Se lo dijo mas que serio. Con esos ojos negros, que a Jimin le parecían extraños que estuvieran brillando, podía apostar que estaban más negros que la misma noche.

-No he hecho eso. -

Jungkook se levantó de su asiento y camino a él.

-No mienta. Por que justo ahora puedo olerlo. -Ese era su omega, queriendo llamar la atención de ese alfa

-No entiendo por que me acusa, yo desde el primer día he usado supresores. Justo como ahora.

Jimin no iba a comentar qué el también podía olerlo, que aunque no fuera tanto, su olor siempre permanecía allí, débil, pero haciéndose notar.

Ambos sintiéndose al borde de la locura.
Y Jungkook haciendo un esfuerzo sobre humano para poder controlarse.
Su celo estaba cerca, y en ese estado podría cometer cualquier locura.

Y el omega de Jimin podía sentirlo, al igual que él empezó a sentir como Jimin empezaba a dejar salir su esencia, haciendo enloquecer al lobo de Jungkook.

Si Jimin no salía de allí, Jungkook a sería capaz de tomarlo y marcarlo.

Jimin se asusto al ver los ojos de Jungkook tornándose negros y brillosos, no era un tonto como para no saber que el alfa estaba entrando en celo.

Jungkook cerró fuertemente los ojos y se dio la vuelta.

- Salga de aquí.

Y Jimin no espero más.
Fue directamente al baño y se rocío de más supresores.

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Ni se imaginan lo que viene después de esto....

Byssss♥️💜♥️