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🍲¦capítulo 11

Cuatro días, habían pasado cuatro días desde que Jungkook había descubierto la marca de Jimin.
Cuando estaban cerca Jungkook podía sentir el olor de Jimin, sentir como el omega necesitaba de él.

Y Jungkook sabía muy bien que Jimin no le pediría atención, por lo cual, en estos cuatro días el se había encargado de dársela.

Su hermano le había dicho que deseaba conocer al omega, a lo cual él se había negado, no habían motivos, no habían razones para llevarlo a casa.

Ellos estarían hasta que la marca desapareciera. Jungkook no estaba enamorado de Jimin, Jimin no era su omega, solo era su lobo siendo caprichoso como siempre.

Pero estamos hablando de Jeon SongYoo, ese omega de seguro ya le había ido con el chisme a sus padres, los cuales vivían en Busan.
Su madre, esa hermosa mujer que ansiaba poder verlo unido a alguien y poder ver pequeños revoloteando.

Siempre era lo mismo, pero después de la última vez que él se interesó en alguien, salió siendo una catástrofe. Una horrible pesadilla para el Jungkook de 24 años. Y desde esa fecha jamás volví a enamorarse. Sólo era sexo sin compromiso.

Porque así era mejor. No deseaba volver cometer los mismos errores.

Ese día en particular estaba calmado, facilitándole a Jimin el poder darse un descanso, no sólo era físico, sino mental, ya que su mente estaba atascada de tantos problemas sin resolver. Y cada uno de ellos le preocupaba. La marca ya no le molestaba, la atención y cuido que recibía del alfa dejaba satisfecho a su omega.

Siempre cuando era hora de irse y el lugar quedaba solo, Jungkook le marcaba con su olor.

No habían llegado más lejos, pero ambos deseaban más. Necesitaban de sus cuerpos y besos.

Jungkook le había dicho que llegara a su oficina una vez estuviera solo todo el lugar, y así lo hizo, sus pasos iban en dirección al alfa, pero paro estos al escuchar una voz más adentro. Se hizo aún lado, de modo que no pudiese verle la persona cuando saliera.

- ¿Entonces viene la otra semana?

- Sí, dijo que su vuelo se retraso por problemas, pero que estará en Seul lo antes posible.

- Dile que lo quiero en el restaurante una vez toque Seul.

HaeJi asintió, se despidió del alfa y salió de la oficia.

Jungkook se echo su cabello hacía atrás, estaba inquieto, su lobo estaba inquieto y sabía el porqué.

- Jimin ¿Vas a quedarte ahí o vas a entrar?...

Había olvidado que el alfa podía olerlo. Aún así entró al lugar del alfa, su omega ya rasguñaba su pecho por querer salir. Jungkook de igual forma, se levantó de dónde estaba para llegar al alfa.

Sus brazos viajaron a la cintura de Jimin y lo envolvió de allí, llevó su nariz a la fuente de olor de Jimin y lo marco con su olor.

Los besos llegaron segundos después, Jimin mordió su labio inferior para callar un jadeo. El alfa hizo algo que en estos cuatro días no habían hecho, y fue besar a Jimin. Pero Jungkook culpaba a su lobo, era él, el que necesitaba de eso. Era él el que lo hacía actuar de esa manera.

Jimin le correspondió, por que no solo su parte lobuna lo deseaba. Muy dentro de él, también lo hacía.

Lentamente llevó sus manos al fornido pecho de Jungkook, mientras que este último era incapaz de quitar sus manos de la cintura del omega. Y es que la forma en la que sus manos se acoplaban a ella era tan imposible de separarse.

¿Quién iba a creer que estaría en esa situación con el Chef Jeon Jungkook?...

Jungkook los guió al enorme sofá, donde dejó caer el cuerpo de Jimin y luego él se dejo caer sobre el cuerpo del omega.

Siguió besando los labios del omega y acariciando sus muslos. Para seguido empezar a quitar los botones de la camisa de Jimin. Y cuando estuvo fuera del cuerpo del omega, llevó sus labios al pecho de este, donde beso y mordió a su antojo.

Jimin respiraba entre cortado, conteniendose de dejar salir un gemido.
Jungkook quien deseaba tocar más el cuerpo de Jimin empezó quitar toda la ropa que hacía falta, al igual que el, solo se quito la filipina.

Desde un principio deseo tener a Jimin así, solo a su disposición, con su piel lechosa y brillante en todo su esplendor.

- Dime la verdad Jimin. ¿Aquella vez fue tu primera vez?...

Su mano viajo a la entrada de Jimin, la cual dejaba salir su esencia.

-Si... -Casi fue inaudible, pero Jungkook logró escucharlo.

Jungkook ante esa información no supo que decir o como sentirse.

- Voy a prepararte.

Jungkook metió un dedo, empezando con su trabajo de poder preparar bien al omega.
Mientras que este se perdía en las deliciosas sensaciones que el alfa le hacía sentir.

Una vez Jungkook creyó que era suficiente, se instalo en la entrada de Jimin y empezar a entrar en el de forma lenta, hasta que toda su hombría estuvo completamente dentro de Jimin.

-Mhhg~ -No era solo su lobo el que disfrutaba de las expresiones fáciles de Jimin, sino también Jungkook, por que verlo en ese estado, solamente le daban ganas de cometer una infinidad de cosas que prometió jamás volver a hacer.

Pero Jimin era perfecto para Jungkook.

Empezó a embestir al omega, quien gemia y Jungkook disfrutaba de cada palabra que salía de Jimin.

Y una vez más sus manos no pudieron estar quietas, las llevó al cuello del omega, su otra mano viajo a la cintura de Jimin.
Jimin era un romántico de primera, que siempre se imaginaba escenarios como esos, pero con la persona correcta y siendo tan dulce y delicado.

Pero había algo dentro de él, algo que le pedía que fuera más rápido y fuerte. Necesitaba que el alfa le tomará del cuello e hiciera de todo.

Jimin con sus labios entre abiertos llevo su mano a la del alfa, quien solo la tenía posada en su cuello, pero no hacía presión .
Y Jungkook por un momento quiso quitar su mano, pero cuando el omega hizo presión por encima de su mano fue incapaz de contenerse.

Llevó su otra mano a una de las piernas de Jimin y la levantó, su mano hizo presión en el cuello.

-M-más~... -no era suficiente, pero si Jungkook se dejaba llevar por completo ya no tendría solución.

- Tu no das las ordenes omega.

Dio una fuerte estocada, llegando hasta el punto dulce de Jimin, quien arqueo su espalda y gimio fuerte.

Cuando sintió que iba a correrse salió rápidamente de él, había anudado una vez en él, no volvería a pasar. Jimin le miró con él ceño fruncido. El quería el nudo.

Jungkook solo pudo sonreír de lado, y terminó corriendose en el abdomen de Jimin, y el omega igual.

Jungkook beso sus labios por ultima vez.

- No me mires así Jimin.

Jungkook sonrió ante el gesto del chico. Ya que no dejaba de verle de forma indignada. Pero no podían culparlo, prácticamente ese alfa había sido su primera vez, y ahora también había sido su segunda vez.

Jimin apenado miro hacia otro lado. Jungkook tuvo la lujuriosa vista del cuerpo de Jimin sudoroso, con leves chupones y mordidas de él.

Y al instante se arrepintió, un omega tan dulce y hermoso como Jimin no se merecía ese tipo de trato.

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Más adelante conocerán la historia de Jungkook.

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