¿Por qué de un momento a otro todos parecían interesados en Jungkook?.

Claro que casi todos tenían un flechazo por el jugador de Basketball, pero, nunca fue como ahora. Cuando Jungkook había pisado la Universidad, tuvo alrededor de cuatro chicas, las cuales le entregaron una carta y muchos dulces, todas con una tímida sonrisa.

Jungkook no entendía por qué de un momento a otro se le estaban confesando, cuando entro a su salón, un chico se cabellos castaños y lentes gruesos se le había acercado para hacer lo mismo.

Claro que no leería ni una de esas cartas y mucho menos comería los dulces, suficiente tuvo con haberle aceptado esa clase de obsequios a JiSoo y terminar confundiendo a la chica.

Su amigo Yoongi le había ayudado a botar las cartas, pero para su mala suerte, más seguían llegando, se vio en la necesidad de rechazarlas, no tenía porque aceptarlas, no cuando estaba saliendo con Jimin, quizás no era formal, pero iba muy enserio con el lindo animador, y muy pronto formalizarian.

No había visto a Jimin todavía, ya que, ambos tenían exámenes y a la hora del receso tampoco se vieron, Jimin le había dicho con anterioridad qué a la hora del receso iría a la Biblioteca con Taehyung a repasar unos temas.

Sabía lo aplicado que Jimin era en sus estudios, y más porque era el capitán del equipo de animadores, ellos debían tener excelentes promedios.

Así que, lo entendía.

Pero también lo extrañaba, aveces Yoongi le decía que parecía un tonto, no eran novios aún, y ahora cuando fueran sería peor de empalagoso. Pero era inevitable no serlo, no cuando Jimin era como una linda masita que daban ganas de comerlo  a besos.

Desgraciadamente, sus pensamientos se vieron interrumpidos por una persona, al ver como el chico frente a él tenía una caja de lo que parecía ser bananas Milk, bufo, sabía lo que venía. Y Jungkook no quería ser grosero o lastimar con sus palabras a cada persona que se le acercara con dobles intenciones.

— ¿Puedo ayudarte en algo? — Pregunto, el chico tenía sus mejillas rosas, de seguro por la vergüenza.

Y no era lo mismo cuando miraba a Jimin, cuando las mejillas se este se tornaban rojitas, ya sea por un beso robado, por sus lindos cumplidos o cuando se fundian en un fuerte abrazo.

Con Jimin todo era diferente, pero ver esa reacción en alguien más, no le gustaba para nada.

— B-bueno yo... Yo quería darte esto. —Extendió la caja y espero a que Jungkook la tomara.

Jungkook miro la caja pequeña llena de sus bebidas favoritas y luego al portador de esta.

— ¿Se puede saber por que me das esto? —Pregunto seriamente Jungkook.

— Se que son tus favoritas, y quería obsequiartelas. Podemos conocernos y...

— No. —Jungkook le corto antes de que continuará.

— Podemos tener una amistad....

— Tampoco. — el rostro del chico cambio al instante. — No aceptaré nada, lo siento. —Ya le había pasado una vez, no volvería a pasar.

— Pero-...

— ¿Por qué hacen todo esto? —Pregunto Jungkook, quería saber por que de un momento a otro habían empezado a darle esa clase de cosas.

— Por que tu dijiste que ibas a empezar a recibir regalos para encontrar pareja.

Jungkook nunca creyó escuchar unas palabras tan estúpidas. ¿El buscando pareja?. El primer lugar, él jamás lo haría de esa forma. ¿Por que gastar dinero?

—Mira, esta más que claro que esos son chismes, jamás he dicho eso. Estoy saliendo con Park Jimin. ¿Por que aceptaría todos esos regalos? Sea quien sea la persona que dijo eso, les está mintiendo. No estoy en busca de pareja. Ya tengo a la persona indicada y con la cual quiero todo en esta vida. Así que por favor, no sigan gastando su dinero se esa forma.

Jungkook no espero a que el chico le diera una respuesta, se levantó de su lugar y se fue. Eso ya era el colmo. En ese momento, deseaba encontrarse con esa persona que ha divulgado tales cosas.

¿Acaso no era tan obvio con Jimin? La mayor parte del tiempo estaban juntos, se abrazaban y besaban frente a todos. No entendía por qué todos podían creer tales cosas.

Cuando iba caminando por los pasillos se encontró con Jimin, unos diez metros los separaban, pudo ver algo en la mirada del chico, y no le gustó, camino rápido lo que le faltaba para estar a su lado.

— Jimin... —llamo.

Mientras tanto, Park era un manojo de pensamientos. Taehyung le había dicho todo lo que estaba pasando. Jungkook aceptando cartas y regalos, por que según muchos, Jungkook estaba buscando pareja.

Incluso se encontró a un grupo de chicas que le declararon guerra, solo por ver quien se quedaba con Jungkook.

Para él, era imposible creer que Jungkook haya dicho esas palabras, pero habían unos que le habían dicho que Jungkook había aceptado sus obsequios. Se negaba a creer, pero también necesitaba escuchar de Jungkook qué todo era mentira.

— Jungkook... Tu... —

—No. —dijo y negó al mismo tiempo. Sabía por medio de su mirada que sobre todo lo que estaba pasando esa mañana quería preguntar. — Sabes que no, yo estoy contigo. Con la única persona que quiero tener algo es contigo.

Se acercó a él, para tomarlo de su rostro con ambas manos.

— ¿Me crees? —Pregunto con el corazón afligido.

Jimin asintió, se abrazo al cuerpo de Jungkook y beso sus labios frente a todos. Jungkook le devolvió el beso con una sonrisa.

— Creeme que no tengo ni la más mínima idea de quien está haciendo estos rumores. Pero son mentiras.

— Lo se. Te creo Jungkookie. —Le dijo Jimin. —Cuando Taehyung me dijo me negué a creerlo. Solamente necesitaba escucharte decirme que todo es mentira.

— Así es precioso. Mira que tuve que rechazar una caja de banana Milk. —dijo Jungkook.

— Yo te comprare dos. —

Jungkook sonrió y negó. — Mejor yo te comprare dos de fresa.

— O mejor me la compras ahorita. No he desayunado y tengo hambre.

Y segundos después, Jungkook lo llevaba de la mano directo a la cafetería, bajo la mirada de todos le compro el desayuno a Jimin y se sentaron en una mesa vacía, mientras Jimin disfrutaba  de su comida, Jungkook disfrutaba de ver a Jimin, solamente a él.

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