Jungkook fue abriendo sus ojos lentamente, las sábanas se sentían diferentes, tenían un aroma dulce, uno que lo tenía locamente enamorado.

Cuando recordó algo, abrió los ojos de una, miro a su alrededor y como lo pensó, se había quedado a dormir en casa de Jimin. Recuerda que después del beso en la cocina, subieron a la habitación del rubio y pusieron una película, comieron la pizza y las bebidas que Jungkook había llevado también.

Luego el sueño los venció, se metieron bajo las mantas y cayeron en el mundo de los sueños, no sin antes robarse tiernos besos.

Miro el cuerpo de Jimin, sus ojos cerrados y su respiración tranquila, era como ver a un lindo ángel. Sonrió enamorado y beso la mejilla del chico dormido.

Desgraciadamente tenía que despertarlo. Eran las 6:05am, el tenía que ir a su casa para ducharse y luego ir a la Universidad, y su lindo animador también debía hacerlo, y más porque llevaba examen a primera hora.

— Bebé... Despierta.... — Lo movió un poco, Jimin se quejo, el quería seguir durmiendo. Jungkook sonrió ante la dulce imagen, Jimin había arrugado su naricita.

Jungkook empezó a dejar muchos Besitos en ella, así como siempre quizo hacer.

— Tienes que despertar bonito. Tenemos que ir a la Universidad. —siguió hablando por lo bajo.

Jimin se abrazo más a su cuerpo.

— No quiero. —Dijo con su voz amortiguada.

— Recuerda que tienes examen.

Y la mención de dicho examen fue una alarma para Jimin, abrió sus ojos y se levantó.

— ¡Jungkook, el examen! —El pelinegro lo agarro de la cintura y lo volvió a sentar en la cama.

— Tranquilo, aún es temprano. — Jimin miro la hora en el reloj que tenia en la mesita de noche.

— Tienes razón. Pero tu debes irte ya. Se te hará tarde. —

— Lo se. ¿Crees que tus padres estén aquí? —Jimin asintió.

Lo más probable es que ellos ya supieran que Jungkook se había quedado a dormir.

— Se levantan tarde, así que no te preocupes por ellos.

— Bien. Me iré ahora. Te veo en la Universidad. — Le dio un beso corto.

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Jimin llego a la Universidad apresurado, después de que Jungkook se había ido, él se volvió a dormir, despertó tarde y solo alcanzo a ducharse, su madre le había preparado un delicioso desayuno, pero tuvo que rechazarlo.

Llevaba un examen a primera hora y no debía faltar, en el camino iba pidiendo al cielo que el maestro no estuviera en el salón, de ser así, pobre de él.

Cuando llego, pudo respirar en paz, se adentro al salón y tomo su puesto.

— ¿Y tu por que no respondes el maldito teléfono Park Jimin? —Le dijo Taehyung, entonces Jimin recordó que lo había dejado olvidado en su cama.
— ¿Lo olvidaste? —Pregunto.

— Creo que hoy no es mi día. —Dijo sacando sus cosas. — Solo espero que nada malo pase con mi examen. — Dijo Jimin

Minutos después llego el maestro.

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Jimin había terminado el tedioso examen, para cualquier persona que no haya estudiado pudo haber estado difícil, pero él sintió que después de todo, no fue complicado y confiaba en su inteligencia, así que, ese examen ya estaba aprobado.

La otra semana empezarían con las prácticas, ya que toda esa semana sería de exámenes, la nueva coreografía qué tenían para los campeonatos sería difícil

Pero confiaba en el talento de su equipo, por lo que, estaba seguro que todo saldría bien. Jimin se encontraba en una mesa, debajo de un gran árbol que proporcionaba sombra y brisa fresca.

Su cabeza estaba llena de muchos pensamientos, primero, no se había topado a JiSoo, aunque ella fue de diferente facultad, siempre la miraba.

No sabía como se daría las cosas con ellos, ya iniciarian las prácticas, a él le gustaba ser alguien profesional en lo que hacía, por lo que, ese pequeño percance que habían tenido no sería algo que complicaría o pusiera tenso las prácticas.

Eran un equipo, y no debían por que tener pleitos, mucho menos por un chico, sabía que la indiferencia de JiSoo afectaba todo el equipo.

Deseaba poder hablar con ella, pero, también quería que las cosas se calmaran un poco, tal vez la otra semana sería buena idea hablar con ella.

Por el momento, lo dejaría así.

Unos brazos  envolvieron su cuerpo, y la deliciosa fragancia varonil de Jungkook llego a sus fosas nasales. Luego sintió los labios de Jungkook en su mejilla.

— Hola, precioso. — Saludo Jungkook. Se sentó junto a él.

— Hola Kook. —Sus mejillas estaban rojitas. Todavía no se acostumbraba a la forma en que Jungkook le llamaba, o a esos besos inesperados qué le deba.

— ¿Todo bien, llegaste a tiempo para el examen.

— Sí. Solo que olvide mi teléfono. — Puchereo, en ese momento le hacía falta su teléfono. Además, Taehyung no salía aún.
— ¿Que tal tu, si llegaste a tiempo?

— Sí, aunque tuve que darme una ducha rápida. Ahora que lo recuerdo, ¿desayunaste? —Jimin negó. Jungkook se levantó y extendió su mano a Jimin.
— Entonces vamos a la cafetería.

Jimin tomo la mano de Jungkook sin protestar, ya que, su estómago si tenía hambre.

Cuando llegaron, las pocas personas que habían los miraron, uno aún no se podían creer que estuvieran juntos, otros los miraban con dulzura, y otros parecían envidiosos, ya que, muchos deseaban una oportunidad con Jimin, y otros más a Jungkook. Y otros simplemente no les daban importancia.

Jungkook pidio dos sandwich de pavo, dos refrescos, y una barra de galleta de chocolate para él, y unos mochis para Jimin.

El pelirubio lo miro, aún sin poder creer que Jungkook supiera todas esas cosas de él, lo que le gustaba y no. Amaba los mochis y refrescos de Uva. Claro que él también sabía sus cositas de Jungkook, como por ejemplo que amaba esas galletas de barra, las banana Milk, que las películas de Harry Potter eran sus favoritas,que disfrutaba la música de Jazz, y más para estudiar o meditar.

Habían muchas cosas más que conocer, pero eso, sería con el tiempo.

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