Cap.21-Lo prometo.
La brisa golpea mi rostro con brusquedad y las gotas de agua caen pesadas por todo mi cuerpo.
Aquí vamos.
Esquivó la Blogger y persigo a Malcom quien es el guardián, para enconder mi cabezota tras suyo en lo que encuentro la snitch dorada.
El partido se encuentra duro, con los Gryffindors rudos y la tormenta agobiante, más aparte nuestra falta de práctica, dudo mucho que tengamos chances de ganar a menos que les parta un rayo a los contrincantes.
Heidi pasa aun lado de nosotros con su escoba y gira leve para tomar la Quaffle.
Herbert empuja a los gemelos lo más que puede para distraerlos y evitar que Angelina quiera anotar otro punto.
Todos haciendo algo, viniendo de aquí para haya, con gotas de agua como adorno. Mientras tanto el joven Harry súper dotado en quidditch Potter y yo nos quedamos viendo el partido como mensos hasta ver la pequeña bola dorada.
Sin embargo, no se siente como un partido normal.
Todos mis amigos son parte del equipo, por lo que no me distraigo con facilidad, pero ahí está ella a tantos metros de mi, observandonos, carga un letrero gigante apoyando a su equipo Gryffindor con una túnica roja que por la parte de atrás tiene escrito «Clearwater 00» Prenda posiblemente ragalada por Oliver el día de su cumpleaños para hacer juego con la camiseta de «Wood 01» porque tenía que ser aún más obvio que son NOVIOS.
Entonces estamos ahí, los amigos de Wood contra los míos y este partido deja de ser por la copa. Es por Mae.
Por eso ya le voy a echar ganas, así es.
Dejo mis escondite y emprendo un viaje por toda el campo para encontrar aquella esfera dorada, en tanto los demás protegen los arillos y a Harry.
Por ahora es más difícil verla por la distracción de la lluvia, pero el tintineo amarillo pasa más ágil por mis ojos y cuando creo tener ventaja, puedo ver qué me contrincante se mueve a sincronización con la snitch y yo lo persigo, claro que lo hago.
Esquivó Bloggers por acá, gemelos por allá, empujones de Oliver por atrás y una escoba más rápida que la mía por delante.
Al parecer no me dejaran obtener el premio.
Bruscamente la escoba del Gryffindor sube una pendiente imaginaria y aunque dudo hacerlo también, veo la Snitch escapando y me apresuró para tomarla, subimos, subimos. Hace más frío cada vez, la lluvia cae directo en mi rostro.
Estoy cada vez más cerca, Potter también.
Estira la mano.
Estiro la mano.
Avanza.
Avanzo.
¡PUM!
Un estruendo suena, algo brumoso aparece y Harry cae.
Sujetó las Snitch en instinto y pronto vuelo hacia abajo.
Todo pasa tan rápido, pero no tanto como el pequeño cuerpo de Harry callendo inconsciente.
Hago mi mayor esfuerzo por sujeta su mano para evitar un accidente, hasta que es demaciado tarde.
Mi escoba descompensa mi peso y salgo rodando aun lado con fuerza, hasta que me encuentro en el pasto.
Veo el cuerpo de Potter flotar y acto seguido somos desalojados del campo.
Mi pecho sube y baja con necesidad de aire, pero siento que no lo consigo. Me siento aturdido, confundido.
Giro la cabeza lentamente, observó todo el revuelo de gente que me obliga a avanzar, apretujados unos a otros para salir del campo.
¿Que ha pasado?
—¿Está muerto?
—¿Viste eso? Cayó como una paloma cuando chocan contras las ventanas del colegio.
—Yo creo que ahí queda el flacucho —susurran varios compañeros.
—Debe estar muerto, que mal era mi favorito.
Con tanta presión de por medio, sujetó la Snitch con fuerza y camino en dirección contraría.
Pero pronto, escucho mi nombre entre la multitud, llamándome.
—¡Cedric, viejo! —es Herbert y toca mi hombro cuando llega a mi lado —. ¿Dónde estabas? ¿Que haces?
Le mostré mi mano con la snitch.
—Tengo que regresar y explicarle lo que ví a Dumbledore.
El rubio abre la boca impactado, casi congelado.
Me arrebata la esfera y la levanta en el aire creando asombro entre los demás.
—¡Cedric cogió la snitch! ¡Hufflepuff ganó! ¡GANAMOS!
—AAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH!!!!!
Muchos gritan, festejan, aplauden. Hacen literalmente una fiesta en medio de la conmoción, pero como buen samaritano. Le quitó la bola a Herbert y corro devuelta al campo. Alejándome de cualquier disturbio de estudiantes. Los docentes siguen ahí, pero el cuerpo ya ha sido trasladado a la enfermería.
Oliver sigue ahí, como representante de Harry durante los partidos, resive órdenes.
—¡Oliver! —llamo su atención. A lado de él se encuentra la profesora Mcgonagall y se que no pude ser más inoportuno pero que más da.
Wood voltea.
—Cedric ¿Que pasa? —le muestro la snitch —. Tomaste la snitch. . . Así que Hufflepuff ganó.
No sé porque, ante eso la profesora volteó rápidamente y me miró. Impactada, curiosa incluso enojada.
Trago saliva sonoro.
—Señor Diggory veo que ganaron.
Niego rápidamente con la cabeza y ambos cierran la boca : —Vine a devolverla y explicar que sucedió. Tal vez ayude un poco con lo de Harry —digo extendiendo la bola hacia la maestra quien la coge —. La atrapé justo después de su caída, estoy muy seguro que ha sido un dementor, apareció de repente y solo ataco a Potter. Quise sujetarlo pero mi escoba salió de órbita por la caída en picado. Creo que nos es justo darnos el gane cuando algo así paso. Mi equipo y yo estamos dispuestos a posponer el partido...
—No —interrumpe él. Ladeó la cabeza confundido.
—¿Que?
—Si, ¿Qué? —Repite Mcgonagall.
El Gryffindor suspira —Jugaste bien y ganaron. La cogiste primero, ese es el trato. Ganaron por fin. Felicidades.
—Pero yo no creó...
—El señor Wood tiene razón, la tomaste muy independiente de lo que pasó con el señor Potter.
—¿Que hay de él? ¿Se encuentra bien?
—Se encuentra en la enfermería —asiente la señora y nos toca a ambos por el hombro —. No sé preocupen, les sugiero que vayan a las duchas y no salgan del castillo. Puede ser peligroso.
Doy un último suspiro antes de irme con el capitán de Gryffindor como compañía. Quien luce lujubre haciendo que en automático remordimiento llegue.
—No estoy dispuesto a aceptar el triunfo —le digo, pero me lanza un quejido de fastidio.
—Ya déjalo Cedric, ganaron limpiamente y si no aceptas. Mi honor de capitán se irá al lago negro.
—Pero...
—¿Sabes? —Me mira por primera vez y detiene la caminata en seco. Casi creo que se pondrá a llorar pero no lo hace, reprime enseguida —. Ya no importa. Hoy perdí dos cosas valiosas en mi vida. Tu al menos ganaste una de ellas, así que valorala ¿Bien?. Nos vemos más tarde iré a las duchas.
Ay, juro que no fue mi intención hacerlo sentir mal.
Pero es decir, verlo irse solo, por los charcos de lodo y esa llovizna ligera. Da más lastima.
✨✨✨
Mis compañeros por dónde quiera que vaya me felicitan así sin más. Sin preguntarme la realidad de las cosas y eso me hace cargar con bastante culpa. Sin embargo trato de no ser grosero y sonreír aunque por dentro me haga sentir la peor persona.
Dentro del castillo, todos hablan sobre lo que pasa y uno que otro Gryffindor me manda sus maldición, pero claro que lo entiendo perfectamente.
Es decir, era injusto. Nadie sabía lo que estaba pasando. Mucho menos Potter quien terminó siendo el afectado principal.
Cómo puedo entre tantos empujones, llegó veloz a la enfermería. La cuál se ve abarrotada de alumnos de Gryffindor, esperando en la puerta.
Ellos captan mi presencia y aunque creo que me matarán, la primera en acercarse es Mae.
Ella.
—Cedric por Merlin ¿Te encuentras bien?
—Yo estoy bien ¿Que tal Harry? Dime qué no murió o que se lo chuparon enterito esos mortífagos.
Por lo que se, es terrible eso de que te chupen la felicidad enterito. Podría ser feo y yo muy emocionado de que la chica que me gusta haya preguntado cómo estoy.
A ver, calma Cedric.
Ella niega con una risa:—Harry está bien. Tuvo una leve contusión pero pronto despertara. Solo dejaron pasar a sus amigos más cercanos.
Asentí un poco más tranquilo.
Suficiente para darme cuenta que algo andaba mal con ella.
Su rostro parecía triste y sus ojos rojos e hinchados.
Quise preguntar pero ella cambio el tema lo más próximo.
—Hufflepuff debe estar celebrando.
—Tal vez, pero me siento mal por ello. No fue justo.
—Cedric, claro que lo fué. No sabías lo que pasaba.
—¡Claro que sí! Casi veo a Potter morir. Fue aterrador.
—Sin embargo, nadie salió herido —se alza de hombros y baja la mirada —. Oliver lo acepto y los demás no les importa.
—¿Que tal Oliver te dijo algo? Hablé con el al terminar el partido, pero se veía mal.
Mae muerde su labio con pena.
—Lleva un buen rato en las duchas —rie sin gracia, luego sorbe su nariz y es otro indicador para darme cuenta que efectivamente a llorado —. Agradezco mucho que hayas venido a apoyar moralmente. Todos están aquí para ver a nuestro compañero.
Cambia de tema.
—Quisiera pasar a verlo también.
—Yo igual quise, pero al parecer no nos dejaran hacerlo —dice aún evitando la mirada.
Me quedo un momento pensando en que hacer. Por un lado quiero hablar con Oliver pero sería imposible.
Luego Harry casi muere en un partido escolar y me pone los nervios de punta.
Entonces viene Mae con el rostro tan apagado y se me rompe el corazón verla de esa manera.
—Mae —la llama y por fin, cuelga sus ojos sobre los míos como si dependiera su vida de ello y mi estómago comienza a cosquillear. Puede que sea amor o el almuerzo de la mañana eso sí quien sabe —. ¿Y tú? ¿Estás bien? Parece que acabas de llorar.
Sujetó su mejilla con delicadeza y siento arder su rostro.
Es como si estuvieramos en una película cursi de amor. En una burbuja de fantasía.
—Me encuentro perfecta.
—No mientas —le pido, tomándola por la cintura.
Regla número trece del libro de Herbert Fleet: Seducirla en momentos de vulnerabilidad.
Guiño de ojo coqueto.
—Cedric yo... —suelta otro suspiro y la acerco más a mi, pero se resiste y aflojó más el agarre. Al parecer no soy tan bueno en esto —. Tengo que decirte algo importante.
Me sujeta la mano rápidamente y sale de mi maneobra, rompiendo esa hermosa burbuja que hemos creado.
Herbert no me dijo que hacer en estos casos.
¿Ya le hago el amarre?
—¿Que? —Pregunto confundido.
Y esa sensación de mariposas se expande a mi cuerpecito chiquito completito.
Mae me abraza de repente.
Señores y señoras, adolescentes sin nada que hacer y estudiantes son ansiedad por tareas. Chicas de 12 años y jóvenes de 25 añotes. Compañeros de todas las casas, docentes y conserjes del colegio. Mundo mágico, squibs y Muggles. ¡Cedric ha muerto!
—Vendre al gran comedor más tarde, antes de la cena. Ven también y te contaré un secreto.
Mi corazón se acelera, claro que lo hace.
—Por supuesto vendre...
—Prometelo.
Entonces aún pegada a mi regazo levanta la barbilla y los ojos de cachorro aparecen.
—Lo prometo.
Y sin más, la chica de mis sueños sale corriendo.
Con una ilusión en mi, de por medio.
Será el momento perfecto para declarar mi afortunado amor.
💙💙💙💙💙💙💙
Hey Honeys it's me!
¿Que creen que le diga?
¿Que creen que pase?
¡Apuestas, apuestas! Hagan sus apuestas.
Team Cedric o Team Oliver.
Hagan comentarios que yo las leo y hagan muchas pa que actualice pronto porque si no no lo hago😼.
Jeje mentira 7u7.
Espero les haya gustado ya se que no fue tan gracioso, pero se viene lo serio y cambiara completamente la vida de los personajes.
So... Aquí las dejo!
Nos vemos pronto y besos a todas ustedes bellas damas del Don Humberto Diggory.
Las AMOOOOO.
Bye 💙✨
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