Capitulo uno: El capitán eres tú.

Me limpié el sudor de la frente mientras miraba a mis compañeros aterrizar de sus escobas para escuchar mis quejas sobre la práctica.

—Creo que debemos trabajar más el lado derecho. Heidi, Malcolm, necesito que protejan esa área —Ordeno y ellos asienten —Herbert, práctica más, te falla cuando la blogger llega por arriba. Por favor.

—¡Amigo! Llevamos solo una semana de a ver vuelto —Reprocha el semi rubio —Tranquilizate, aún falta mucho para que comiencen los partidos.

—Si, Ced —Apoya Heidi cansada —Aun tenemos tiempo de sobra, déjanos respirar.

Hago una mueca pero termino asintiendo. De una manera accesible.

—Tienen razón equipo. La próxima semana anunciaré los días que practicaremos. Ya pueden irse.

La mayoría se va del campo y mis amigos, Herbert, Malcolm, Max y Heidi se quedan para hablar conmigo.

—No te agobies, mi buen amigo —Habla Max con una sonrisa de apoyó —Te irá genial como capitán este año.

—Quiero ganar la copa, se que el equipo de Gryffindor a venido mas fuerte que nunca —Dije, tratando de dar explicación a mi comportamiento —Es la primera vez que seré capitán.

—¡Y lo harás estupendo! —Exclama Herbert —Solo tienes que relájate.

Asiento mientras mis amigos se adelantan a los vestidores y yo me quedo a recoger las escobas o el equipo de pelotas que hay por el campo.  A estas horas ya no hay nadie del equipo de Hufflepuff y cómo puedo levantó el equipo yo solo.

Me dirijo a lo vestidores, para dejar descansar el equipo, pero como me concentro más en mi caminata, no me doy cuenta de que alguien está parado frente de mi hasta que habla.

—Hola Diggory —Dice la voz femenina.

—Oh Disculpa no te Vi —Conteste.

Ella, porque es una chica, me sonríe negando.

—No te preocupes —Mae Clearwater vuelve a concentrarse en sonreír y cabe decir que tiene una sonrisa agradable —¿Han terminado de practicar?

—Si, solo recogía las pelotas ¿Por qué?  —Pregunto. La castaña baja su libro que tiene sostenido entre sus brazos y pecho, logrando ver el escudo de Gryffindor —¡Ay, lo olvidé! Gryffindor ocupará el campo. Lo lamentó.

—Descuida.

—No sabía que jugabas Quidditch. 

—En realidad no lo hago. El capitán me mandó para decirte que no te molestaras en recoger las pelotas —Ambos miramos el equipo a un lado de mi que reposaba en el suelo —Pero veo que ya te molestaste.

—Puedo llevarlo de vuelta. 

—Muchas gracias Diggory, que atento de tu parte.

Me causaba conflicto escucharla llamarme por mi apellido, recalcando que nos conocemos desde primer grado. Claro que Mae, siempre se me hizo linda, pero jamás llegamos a tener una relación de algún tipo, aparte de las pedidas gentiles de ayuda entre las clases. Incluso, si no fuera prefecto de mi casa, ni siquiera recordaría mi nombre, y lo digo porque yo no recuerdo el de la mayoría que está en mi curso.

Casi no se de la vida de los demás, en realidad me pierdo muchas noticias qué pasan entre las vidas de mis compañeros, a Heidi le parece bien que no sea tan entrometido como la mayoría en el colegio, pero en cambio a Herbert le parece ridículo que no esté al tanto de la vida de los demás. Puede ser ello una razón, por la que me consideran tan callado.

Ignoro mis pensamientos cuando veo a Oliver Wood y el resto de Gryffindors preparándose para la práctica.

—Gracias Diggory —Pronuncia el castaño tomando el equipo con sus propias manos. —Felicidades por tu puesto de capitán este año.

Le doy una sonrisa y acepto la mano que me extiende. Por reojo veo a los demás susurrado entre sí.

—Te lo agradezco, creo que habrá buena competencia —Señalo a su equipo en forma de alago y mis compañeros de clase, los gemelos Weasley me miran de una forma desagradable pero les ignoró.  —¿Ya has hecho pruebas?

—Tengo a mi equipo completo. ¿Qué tal tu?

—La hice ayer, aunque también el equipo estaba completo. Pero ya sabes , este año es obligatorio tener a tres suplentes.

—¿Suplentes? ¿DESDE CUANDO? —Wood parece alterado y voltea a ver a la única chica que no tiene uniforme deportivo —Mae ¿Por qué no me lo dijiste?

¿Mae era su asistente?

—El capitán eres tú, no yo.

Oliver comienza a regañarse a si mismo, pero de otro ángulo parece que los demás tienen la culpa por hacerlo trabajar bastante, y creo que le entiendo de cierta forma. Aunque parece más dramático que yo.

Nervioso volteó a ver a mi compañera que tiene una cara de vergüenza por las actitud de su amigo.

—Deberia irme ya.

—Claro, nos vemos más tarde.

Me despido del resto del equipo que solo me devuelve sonrisas forzadas, para emprender camino a los vestidores. La carpa estaba vacía a excepción de mi, por lo que no me da vergüenza quitarme el resto del uniforme por mi ropa normal cubierta por la túnica del colegio.  Después recojo mis cosas para ir de vuelta al castillo.

Cuando vuelvo a mi sala común, veo a mis amigos sentados enfrente de la chimenea que realizan los últimos deberes que les falta. Apenas llevábamos una semana de clases y el profesor Snape se había vuelto loco con los proyectos.

—¿Ya casi terminan? —Pregunta Max interesada en los demás.  

—Me falta poco —Contesta Herbert.

La tarea la hice el mismo día que la había dejado, y es que mis años de experiencia servían para saber, que los ensayos del profesor de pociones, se realizan hasta un día antes que la pida. En conclusión, es un terrible.

Me encuentro aburrido, pero lo suficiente distraído para ignorar que Clara Summers se me ha acercado, eperando que la note de alguna manera.

Había estado saliendo con ella un par de veces el año pasado, pero nada tan importante u oficial. Ella era una linda chica y compartimos muchas clases juntos, pero no me gusta más allá de una amistad. Supongo que esto de las relaciones llega a ser raro.

—Hola Cedric —Me saluda tímida. —No supe de ti en el verano. Esperaba que me mandaras alguna carta.

Me rasque la nuca nervioso, no quería mentirle, pero tampoco que se sintiera mal. No podía solo rechazarla de un forma grosera. No lo merecía.

Por otra parte mis amigos no nos miraban, pero sabía que estarían muy atentos a la charla.

—Sobre eso, estuve un poco ocupado este verano, lamento que esperarás por alguna carta mía —Dije tratado de no ser tan obvio. Porque las mentiras me iban fatal.

—Entiendo. Tal vez un día de estos podamos salir.

Asiento con mi cabeza sin decir nada, para después ver cómo se despide y se va al cuarto de chicas.

—¿Por qué no le dices que la ves como amiga? —Habla Heidi con amabilidad —Digo, es obvio que no estás agusto.

—Claro, dile eso a una chica para que terminé lanzando un crucio o algo parecido —La risa burlona del chico se escondió entre sus apuntes de pociones. Max y Heidi pusieron los ojos en blanco.

—Me gustaría decirle que la veo solo como una amiga —Dije ignorando el comentario de mi amigo —Pero me niego a hacerla pasar por un mal rato. No quiero lastimarla o parecer grosero.

—Lo importante es que no la ilusiones, así que lo mejor será decirle. —Opino está vez, Max.

—Me iré a la cama ya —Dijo Heidi cerrando el libro —Buenas noches a todos.

La chica se comienza a ir, pero se detiene en seco y voltea.

—¿Cedric, no tienes que ir a tu junta de perfectos o algo parecido?

¡Una cosa más que olvidó!

Me sorprende que Heidi sepa leer el reloj de arena, porque siendo sincero yo ni siquiera sé cómo funciona.

Le agradezco y me voy antes de que Percy Weasley, se alarme por mi impuntualidad.

Los hermosos separadores fueron hechos por -nvmberfive  ¡Muchas gracias! ❤️

Espero les haya gustado el primer capítulo, díganme qué les pareció, y que quieren ver próximamente!!!