Advertencias: Ninguna, solo aparece Hanma.

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-20 de febrero-

—Hola papá— entró al local de su padre, donde estaba un chico de mechones pintados—. Buenas tardes, Hanma.

El más alto no respondió, pero tampoco comía ni un bocado, visiblemente estaba decaído, y sus ojeras eran más vistosas.

—Hola— el hombre le dió un abrazo con la suficiente fuerza para sacarle un quejido.

—Gracias por la comida, nos vemos después viejo— dejó su pago en la mesa, pero los contrarios notaron que de hecho, solo pico el plato de chazuque.

—Tenía tiempo que no lo veía, y ahora aparece siendo más extraño— susurró el mayor.

—¿Cómo estás?— sonrió para sentarse en un banco—. Kenji quiere que vayas a su festival de primavera.

—¿Estará tu madre?— mostró una mueca de desagrado.

—Oye, no te juzgo, pero Kenji la ha pasado mal— recibió el plato que su padre recién servía.

—¿Crees que Kenji se pondría triste si no voy?— el más alto tenía esa mirada perdida.

—La pulga estaría llorando— comenzó a comer escuchando una carcajada por parte de su progenitor.

Pasaron la tarde platicado, incluso decidieron que le regalarían a su hermano, una consola de videojuegos. En perspectiva, Amanda sentía una comodidad extraña con su padre, fué raro.

—Yo puedo llevarte— mencionó Katsumoto.

—Aún es temprano, puedo tomar el autobús— cargó las bolsas llenas de comida y salió de la casa.

Caminó por unos cinco minutos hasta llegar a la parada de autobuses, no presto atención a la presencia que estaba a unos metros, hasta que está habló.

—¿El viejo no te acompañó?— la voz de Hanma la hizo gritar del susto—. Pensaste que te asaltaría.

—Perdón, es que estaba distraída— trató de regular su respiración—. De verdad, lo siento.

Se quedaron unos minutos en silencio, pero durante ellos, Hanma se sentó y prendió un cigarrillo sin importar la presencia de la más baja.

—Tú eres mujer— el de tatuajes comenzó una conversación—. ¿Qué harías si alguien te propone escapar con él?.

Algo extrañada por ese repentino comentario pensó hasta tener una respuesta—. No lo haría.

—Mierda— sonrió al escuchar sus palabras—. Claro, ella tiene una vida por delante, y no lo cambiaría por nada.

—¿Te gusta alguien?— la castaña inclinó la cabeza.

—Es algo así como mi novia, pasó la mayor parte del día con ella, por es ya no visitaba al viejo.

Amanda pensó que Hanma probablemente estaba muy deprimido como para hablar con ella, en el pasado intercambiaron unas palabras, apenas un "Hola". En realidad el de ojos ámbar no tenía a nadie quien contarle todo lo que sentía, estaba en problemas, pero tampoco era amigo de nadie, porque claro que Kisaki no gastaría su tiempo escuchando sus "mierdas".

—No entiendo del todo lo que pasa, pero creo que yo lo hablaría— sonrió recordando las palabras de Tenko "Ser asertiva es cuestión de amabilidad".

—No lo entiendes, si le hicieras daño todo sería diferente— su tono era tan extraño, daba más miedo así.

—Me alejaría, pero si le hago más daño siendo distante, lo consideraría otra vez— sonrió al ver su autobús llegar—. Mi consejo es que hables con tu novia.

—No somos amigos para que me des consejos— una risa nasal salió de Hanma.

—No, pero da igual— subió dejando solo al más alto, que minutos después tiro la colilla de su cigarro, y busco consuelo en el alcohol.

—¿Te haré sentir mal si desaparezco?.

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—¿No pesan mucho?— el rubio plantado en su entrada corrió a ayudarla.

—Bueno, en realidad no— se estiró de hombros mientras buscaba su llave, y al entrar encontró a su hermano bailar con su abuela.

—Fly me to the moon, let me play among the stars— cantaba la mayor.

—Let me see what spring is like on, a-Jupiter and Mars— siguió el menor sonriendo.

La castaña reprimió una risa mientras tapa su cara ~Pasa mucho tiempo con la abuela~ pensó.

—In other words, hold my hand— Ken susurro bajito—. Remi ama esa canción.

El de ojos verdes dió un giro encontrando a los adolescentes—. ¿Cuánto llevan ahí?.

—Vamos, no tiene nada de malo bailar con tu abue— Daiki acariciaba sus cabellos, mientras él estaba muy avergonzado.

—Nunca bailas conmigo pulga— la castaña sonrió dejando sus llaves en la mesa.

~Yo podría hacerlo~.

Corto, pero lindo, ya el siguiente capítulo aparecerá con estos signos -Capitulo-, es agridulce (?).

Gracias por leer.