Final alternativo
Advertencias: Literalmente no podría existir un mundo mejor, spoilers del manga.
El contexto: se la tragan sin pretexto 🤙🏻😈
Broma, contexto súper rápido, en la historia de Hanma (leanla), existe un final donde quiere proteger a su "novia" y termina delatando a Kisaki, de este modo se salva Emma, pero el incidente de Kanto sigue siendo constante.
La verdadera heroína de la línea temporal: Saori Nakajima.
~•~
-22 de febrero, 10: 40 am-
La castaña terminaba de acomodar su cabello, aún era temprano pero al ser su primera salida con Emma quería ser puntual. El día anterior no habló con Ken, probablemente estuvo ocupado, pero después le mandaría un mensaje.
—¿Ya te vas?— el de ojos verdes se asomó por la escalera—. No llegues tarde.
—De acuerdo, mamá— rodó los ojos divertida mientras tomaba sus llaves—. Te traeré un dulce.
Salió de la casa, usaba un pantalón azul marino y una sudadera negra, en conjunto a zapatos tipo vans, escribió un mensaje de texto "Llego en media hora". Se suponía que Emma llegaría a las once y media.
Avanzó por la calle que estaba muy fría pese a no nevar desde días anteriores, soltó vapor con su boca y sonrió. Emma era alguien que simplemente le agradaba totalmente.
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Un auto color gris estaba estacionado frente al cementerio, dentro de él, estaba un joven no mayor a treinta años, bebiendo un café y mordiendo su uña, parecía estresado, quizá por las noches tan indeseables que lo hizo pasar su hermana menor en busca de una solución para su novio. Él chico estaba metido en cosas turbias, y al ser amenazado con lastimar a Saori, no tuvo más remedio que decirlo, y obviamente esa niña busco el apoyo de Keiichi, el agente de policía que ahora mismo evitaba una tragedia.
Los dos rubios caminaban a la máquina expendedora por alguna bebida mientras Mikey arreglaba unos asuntos.
—Buenos días, ¿Tú eres Emma Sano?.
—¿Quién es usted?— la rubia desconfiada de acercó a Hanagaki, quien se puso nervioso.
—Soy agente de policía, Keiichi Nakajima— mostró su placa—. Solo quiero hacerles unas preguntas.
—No tenemos tiempo ahora— la niña caminó al otro lado de la calle, cuando el hombre pudo oír el ruido de un motor a lo lejos.
—Mierda— sin esperar más tiempo se arrojó a la menor haciendo que ambos cayeran, él encima de ella.
—¡Emma-chan!— Takemichi trató de ir con ella pero la moto paso junto a el haciendo que cayera al pavimento debido al miedo.
—Niña, ¿estás bien?.
—¡Era Kisaki!— el rubio salió de su trance, y caminó hasta los contrarios
El más grande se levantó ayudando a la pequeña Sano a ponerse de pie. Mikey se acercaba con rapidez.
—¿Quién demonios eres?— corrió hasta su hermana alejándola de ese hombre.
—Él tenía razón, vaya, me alegra que todos estén bien— suspiró sonriendo, pudo evitar que la rubia muriera, tal como dijo Hanma.
—Mikey, él salto sobre mi— el tono en el que Emma lo dijo podía mal interpretarse, por lo que Keiichi retrocedió unos pasos.
—Kisaki traía un bate— Takemichi mencionó lo que pudo ver haciendo que Mikey abriera los ojos aún más.
—Alguien me dijo que los atacarían. Los llevaré a casa— los tres chicos se miraron intercambiando miradas desconfiadas—. Solo para asegurarme que estarán bien.
La primera en subir fué Emma, quien después de mirar a joven a percato de que era un espécimen de calidad. La siguieron los muchachos, todos en el asiento de atrás.
—¿Quién te dijo que Kisaki vendría?— la voz de Hanagaki era desesperada, tenía una teoría que debía confirmar.
—Bueno, mi informante prefiere estar en el anonimato. No pensé que habla con la verdad, lo detesto.
—Aun así viniste— La mirada de Mikey estaba clavada en la suya por medio del retrovisor.
—Bueno, alguien que quiero mucho confía en él, no podía negarme.
No tardaron mucho en llegar a la dirección que los menores le dieron después de su pequeña charla. Todos descendieron del vehículo.
—Te agradezco el proteger a mi hermana— Manjiro se inclinó un poco, hasta para Emma esto era nuevo. El no bajaba la cabeza jamás.
—No se preocupen, de todas formas es mi trabajo— hizo un ademán para la más pequeña, aquella chiquilla tenía cierto parecido con sus hermanita, sin esperar más subió a su auto para prenderlo.
—La próxima vez no te separes de mí— Majiro observó como el auto se iba lentamente.
—¿Tuviste miedo?— la rubia lo abrazó por la espalda mientras Takemichi se apenas podía procesar lo sucedido.
—Si, no dejaré que te hagan daño, debo arreglar esto, de una forma, u otra.
—Ay, no le mandé mensaje a Amanda— buscó su celular para llamarle—. ¡Hola!.
—¿Estás bien?, me preocupo que no contestarás mis mensajes— la castaña no parecía enojada.
—Luego te cuento eso, ¿Ya estás en casa?.
—Si, llegué hace como diez minutos. ¿Segura qué estás bien?.
—Claro, y lamento no avisarte.
—No te preocupes, podemos salir otro día.
~•~
~09:49 pm~
—¡Quisieron lastimar a mi hermana pequeña, les demostraremos que pasa si tratan de meterse con nosotros!— el discurso de Manjiro tenía un solo objetivo, motivar a sus subordinados.
—No deberíamos enfrentarlo— murmulló Takemichi.
—Quiere salvar a su hermano, siente mucha responsabilidad— Ken parecía más distraído.
—¿Mikey-kun trata de ayudarlo?— preguntó con un poco de lastima.
—El también quiere ser un héroe, tú lo inspiraste desde que Kyomasa te partía la cara.
—¿Mickey-kun me admira?— sus ojos brillaron levemente.
—Eres un héroe, aunque llorón.
Takemichi sonrió, pues por primera vez en mucho tiempo las cosas salían bien, y era genial, no tenía idea de quién delató a Kisaki, por su mente era prácticamente imaginar quien salvó el futuro que tanto necesitaba proteger. Jamás supo que de hecho, fue por una mocosa que tenía una extraña relación con el tétrico Hanma Shuji.
—Seguiré a Mikey como hasta ahora, y te agradezco por mantenerte a su lado, Takemicchi. ¿Ya estás llorando?.
—No...— si lloraba de felicidad.
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—ToMan llegó— habló el de baja estatura, y en solo minutos derrotaron a la mitad de Tenjiku.
—Tú serás mi Shinichiro— susurro el de cabellos rubios casi blancos.
—Izana, quiero salvarte— seguido de eso una patada lo arrojó lo bastante lejos como para no tener fuerzas de seguir, encontrando que Kurokawa no tenía intenciones de reconocer lo mucho que necesitaba ayuda, se puso de pie un poco tambaleante, pero seguido de eso, otro golpe dió de lleno en su cara, y luego otro más.
—Cállate— lanzo una patada que por primera vez no tocó el cuerpo de Mikey.
—Ya no me tocaras más— sin esperar mucho por fin estaba decidido a golpear a su otro hermano.
La ventaja pasó de ser de Kurokawa para Manjiro, el ojivioleta se dejó llevar por sus sentimientos. Pudo ver detrás de Mikey a Shinichiro.
—¡¿Por qué estás de su lado?!— sin perder más tiempo camino hasta Kisaki, quien consiguió un arma después de perder su peón favorito y la usaba por protección. Arrebatando la pistola, volvió a frente a Mikey, apuntando directo a su cabeza—. Incluso si pierdo está pelea, no lo perderé todo.
Kakuchou intervino antes de que Kurokawa hiciera una locura de un manotazo tiró el arma—. Es suficiente, Izana.
—¿Un sirviente le da la opinión a un rey?— con sus ojos vacíos y una mueca de odio miraba al más alto.
—No quiero verte actuar tan patético— Kakuchou se enfrentó a su líder, se arrepentía de no hacerlo antes.
Sin darse cuenta la discusión era más acalorada, Izana estaba a punto de golpear a su amigo cuando sangre cayó en su rostro. Él hombro de Kakuchou estaba perforado. Kisaki tenía el arma en sus manos.
—Si no puedo usar a Mikey entonces solo queda Izana— aún apuntaba directamente al de la cicatriz.
Kakuchou sin pensar en las consecuencias corrió directo a Kisaki, él era culpable del descenso de Izana, él veía como una herramienta a su rey. Tres disparos sonaron pero ninguno impacto contra Kakuchou, pues Izana le empujó colocándose frente a el. Un grito por parte de los presentes descolocó a Kisaki, cayó al suelo sentado.
—Maldición, mi cuerpo se movió solo— habló con dificultad el líder de Tenjiku.
—Izana...
—Mikey, dijiste que querías salvarme por ser tu hermano. Shinichiro, Emma, tú y yo no somos hermanos, no tengo relación con ninguno, ¿Aún quieres salvarme?. No hay forma de ser salvado— las lágrimas salian de sus ojos, y una sonrisa de arrepentimiento se asomo tímidamente por sus labios.
—Izana— Kakuchou avanzó como pudo hasta el—. ¡Izana responde!... No te dejare solo, yo moriré contigo.
Kakuchou se acomodo junto a el tomando su mano, tuvo el recuerdo de su mejor día junto a su rey, era un día frío en el orfanato, estaba nevando y aún así salieron a jugar, construyeron su fuera dónde planearon conquistar Japón. El chico quien nunca compartió sangre con sus hermanos nunca estuvo solo, siempre tuvo a un sirviente leal, ambos heridos, ambos sonriendo, ahora compartían sangre que solo afianzaba aún más su hermandad.
Mikey advirtió a todos para que se fueran, la ambulancia no tardaría en llegar, y con ella la policía. Los sirvientes de Kurokawa decidieron quedarse junto a su líder y cargar con la responsabilidad de sus actos.
—Al único que no perdono eres tú, Kisaki, trataste de tocar a Emma— de una patada lo dejó noqueado en el piso, no tenía intenciones de matar a nadie, solo quería estar seguro de no exponer a su familia.
—¿Estás bien?— habló el del dragón mientras ayudaba a Takemichi para motar la motocicleta—. Te ves terrible.
—Hice lo que pude— sonrió de lado, poniendo su casco.
Así los capitanes estaban reunidos frente al templo, claro que faltaban los que estaban lesionados por el ataque sopresa del día anterior. Era extraño el sentimiento de paz, no sabían si el futuro era bendecido, pero querían estar ahí. Poco a poco los miembros de la pandilla se fueron, y solo quedaban tres, pero no por mucho.
—Debo irme, mañana tengo una cita con Hina— habló el rubio que de reojo miraba a Manjiro.
—Adiós— se tumbó en el concreto para ver las estrellas.
—¿Qué demonios haces?— el más alto imitó su acción.
—Solo miró las estrellas— estiró su mano abierta como si tratará de alcanzarlas—. Encuentro mucha paz.
—Cuando perdía una pelea, solo encontraba calma en este cielo.
—Lo entiendo...
—No, no lo haces— Ken rodó los ojos con indiferencia.
—Perdí a mi hermano, a mi amigo, hoy casi lo pierdo todo...creo que sé bien lo que significa ser un perdedor.
El rubio cenizo desplazó los ojos a la cara del contrario, nunca entendió que las pérdidas son distintas para cada persona.
—Tienes razón, da mucha paz mirar arriba y sentirte pequeño.
~•~
-23 de febrero, 03:40 pm-
—¿Qué te pasó?— preguntó la castaña que se hizo a un lado para dejar pasar al rubio.
—Nada importante, ¿Cómo te fue en la escuela?— al ver la presencia de un chico bajito puso la mano al frente para que chocarán las manos.
—Que bueno que te veo, Ken, necesito ayuda para cargar algo pesado.
~Desgraciado, sabe aprovechar que me gusta su hermana~ pensó, pero sonrió—. Claro.
—Oye, no te aproveches de mi amistad con Ken.
—Auch, amigo, eso me dolió hasta a mí— el de ojos verdes apretó sus labios evitando soltar una carcajada.
—No pasa nada, no me molesta ayudar— suspiro dándole la razón al más bajo.
Después de algunas actividades, Kenji corrió a su cuarta para empezar la tarea, mientras Amanda servía helado en dos cuencos, se acomodo en el sillón y espero pacientemente a su compañero.
—¿Me dirás qué pasó?— clavó la cuchara en el postre limitándose a no mirar sus ojos.
—Es una historia aburrida...
—Tengo tiempo.
—Haces muchas preguntas.
—Quiero saber todo sobre ti, Ken.
EMMA ESTA VIVAAAAAAAAA
En este final no se putearon tanto al tacos de michi, de hecho, ni le dispararon, en fin, mañana les subo la segunda parte de esto.
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