Advertencias: Ninguna.

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-Lunes-

Amanda caminaba por los pasillos de la escuela, tenía una semana desde que comenzó a escribir cartas diariamente para Ken.

No sé quejaba pues lo veía como una forma de pensar en voz alta. Su martes empezó de manera agitada con biología y terminaría con el club.

En los últimos días notó una cercanía preciosa entre sus compañeros de tercer grado, ambos jóvenes se adentraron en su corazón de manera insólita. Amanda nunca tuvo un mejor amigo, ni amigas cercanas pues para ella la prioridad siempre sería llegar a casa para cuidar de su hermano.

Al atravesar la puerta del salón casi vacío saludo a los presentes, el profesor Nakamura llegó minutos después con la caja decorada.

Era una rutina que para todos resultaba agradable, pasar por sus cartas y escribir cualquier cosa que su imaginación les permitiera. Amanda encontraba paz en esas horas aún si ella solo escribía y no recibía nada.

-Amanda- el maestro sonrió triunfante -Te llegó una carta-

La castaña abrió los ojos perpleja, sin darse cuenta también sonrió recibiendo el sobre.

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Hola Amanda.

Gracias por tomarte la molestia de escribirme al hospital, no me sentí solo gracias a tus malas bromas y a mis amigos.

Estoy mejor, y sobre la recuperación básicamente soy muy resistente así que volverás a leer lo que escriba.
He notado que todas las estampillas son mariposas, deben gustarte mucho ¿Verdad?

Sería más fácil hablar contigo por mensajes, o llamadas.

-Draken.
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La de ojos chocolate leyó una y otra vez la última parte, tenía razón pues sus pláticas no serían tan cortas y poco constantes.

-Quiere tu número- la respiración en su nuca la hizo voltear.

Eran Tenko, y a su lado Ebisu. Estuvieron espiando su conversación durante todo ese tiempo.

-No creo, talvez solo se quejó conmigo- la menor empezó a redactar la respuesta sin prestarles atención.

-Yo estoy seguro que quiere tu número- el de ojos verdes cruzo los brazos mostrando una sonrisa.

Amanda ignoró sus comentarios terminando con una respuesta corta, no te iba mucho que hacer más que felicitarle por su recuperación.

-Ebisu, dile algo- el pelirrojo hizo un puchero apuntando a el de ojos azules.

-Bueno, si Amanda no quiere hacerlo no hay razón de forzarla- Susurró viendo de reojo al profesor Nakamura.

-Ella quiere, ve su cara de felicidad- habló del mismo modo que su compañero -Pero es muy tímida para hacerlo-

Ante la falta de convencimiento el más alto soltó más comentarios -Ella merece tener más amigos ¿No crees?-

El de gafas asintió embelesado por sus mentiras -Ella no se atreve por pena, deberíamos ser buenos amigos y hacer que vean lo amable que puede ser-

Terminó por convencerlo y a la primera oportunidad que el profesor desapareció de su vista arrebató la hoja de las manos de la menor.

-Lo siento Amanda, es una buena causa- el castaño la retenía en un abrazo.

-Traidores- no se atrevió a golpearlo, pero si luchaba por safarse.

-¡Me duele más a mi que a ti!- dramatizó sus sentidos al máximo -Lo hago porque te quiero-

Al final la castaña dejó de moverse, en el fondo quería hacerlo pero era un poco incómodo darle tu número a un extraño.

Terminó de anotar su número doblando de forma desigual la carta, aprovechó que el maestro no estaba para pegar la estampilla y meter la carta a la caja.

-Te quiero mucho Amanda- el ojiverde sonrió triunfante.

-Lo que hicieron estuvo mal- para este punto el resto de la clase ya los veía.

-No fué para tanto- jugó con sus dedos restándole importancia.

-Lo sentimos mucho, pero pensamos que tú si querías- el de ojos azules intervino.

-Incluso si es verdad, no es algo que les corresponde- con un tono no tan severo los miraba como si los estuviera juzgando.

-¡Ustedes tres!- el hombre apareció en la puerta -Dejen de hacer escándalo-

Parecían cachorros regañados, en especial Tenko que se arrepintió genuinamente por ser bastante entrometido.

-Si ya acabaste tu carta puedes salir- el de gafas no escuchó sus motivos ni excusas.

Al final Amanda terminó recogiendo sus cosas para salir del salón, detrás de ella dos chicos altos que trataban de obtener su perdón. Pero era en vano, la más baja apenas lo veía con esa mirada filosa.

-De verdad lo siento- el de ojos verdes se inclinó -Si te molesta yo me haré cargo, lo juro por nuestra amistad-

La castaña soltó aire desganada, ciertamente no estaba enojada y si lo analizaba desde esa perspectiva ellos trataron de hacer un buen gesto.

-Supongo que no está tan mal-

Con eso ambos varones aliviaron su culpa -Que bueno, creí que me pedirías un beso y no estaba dispuesto a eso-

La de ojos avellana rodó los ojos al igual que Ebisu.

-Por favor no sean tan malos conmigo, yo los amo- la forma en la que lo dijo hizo reír a los contrarios.

Pero poco duro pues el muchacho sintió una punzada en el pecho, y apenas podía mantenerse de pie.

-Respira- el más alto trató de auxiliarlo.

-Llamaré a un profe...- no pudo terminar su frase pues las gotas de sangre se hicieron presentes en el piso.

-Todo está bien, estamos aquí- el más alto sujeto su mano en todo momento.

-Ten, para tu nariz- Amanda le dió un pañuelo que aceptó rápidamente.

-Lo siento, es un efecto de la quimio- de reojo vió el semblante de su amigo, quien parecía estar asustado.

-No pasa nada- fué un susurro que sonó por el pasillo, arrollando todas las risas de hace unos momentos.

~•~
-Miercoles-

El rubio guardo en su bolsillo la carta, una risa que reprimía sorprendido a sus compañeros quienes estaban asustados por esa nueva reacción.

Ken es un chico serio por ende nadie en la escuela se mete con el, porque saben que si lo llegarán a molestar siquiera terminarían con alguna costilla rota.

Dejo una respuesta corta para después salir del salón, le quedaba tiempo libre para recojer a Mikey. Tendrían una especie de salida con Takemichi a los baños para compartir un momento juntos.

-Draken-kun, ¿Tienes novia?- el rubio que trataba de cubrir su cuerpo lo miro de reojo.

-No tengo tiempo para eso- alzó los brazos restándole importancia.

-Kenchin no es hábil con las mujeres- el mas bajo de todo rio.

-¿Qué demonios significa eso?, Responde Mikey- frustrado mordió la parte interna de su mejilla.

-No hablas mucho con otras mujeres que no sean Emma y las chicas de casa- mostró esa sonrisa característica de el.

-Pues tu no hablas con ninguna chica- recriminó con simpleza.

~Estos dos son tal para cual~ pensó Takemichi mientras veía como su discusión era cada vez más acalorada.

Cuando lograron separase pensaron que era un buen momento para irse, tendrían una reunión importante con los otros miembros de ToMan.

Presentarían al capitán de la tercera división.

Kisaki.

Todo estaba saliendo relativamente bien en las ceremonia, Ken no terminaba de entender las razones de Mikey para hacerlo tomar el lugar de Pachin pero jamás se opondría.

Todo estaba saliendo bien hasta que de la nada Hanagaki golpeó a Kisaki.

Cómo si eso no fuera suficiente, apareció Baji quien tenía prohibido ir a las reuniones oficiales. El pelinegro arremetió contra Takemichi, de no ser detenido por Mitsuya lo habría noqueado el mismo pero lo quien lo dejo inconsciente fué el mismo Kisaki.

Baji anuncio su salida de ToMan, dejando un amargo sabor de boca en todos los presentes incluído el rubio.

La ceremonia ahora arruinada culminó con Draken indicando que se verían después, bajo las escaleras encontrando la fila de motos pertenecientes a los integrantes.

~Que mal día~

De su pantalón saco la carta recibida en el club.

Sería raro mandarle un mensaje "Hola, no me conoces pero me diste tu número" pensó.

Al revisar más de cerca la letra no era igual a la habitual, considero la posibilidad de que fuera una broma.

Soltó un poco de aire para después sacar su teléfono.

Un capítulo largo porque mañana regreso a la escuela :((