Cartas al enfermero
Advertencia: Ninguna.
~•~
-Martes-
Amanda salió de la casa con una mascarilla puesta, el día anterior estuvo en reposo, todo por pescar un resfriado el día del festival.
Ya había faltado un día al colegio, en realidad solo moqueaba un poco y su ojos derecho lloraba de a ratos.
-Te digo que vayas a casa- El de primaria le recriminó sus acciones.
-Estoy bien Kenji- lo dejó en la puerta de la escuela -Nos vemos en la casa-
Sus clases en particular fueron duras, olvidó hacer una de sus tareas pero con su gran excusa logró conseguir un plazo más largo.
-Profesora- habló el profesor Nakamura desde afuera -¿Me permite un momento con Amanda?-
La azabache asintió permitiéndole salir por unos minutos.
-¿Por qué no me dijiste que te mudaste?- la señaló con el dedo índice.
-¿Por qué se lo diría a mi profesor de literatura?- con un gesto de asco movió la cabeza de lado a lado.
-Me agrada eso- dió un golpe en su hombro -No confíes en nadie, podrían tener malas intenciones-
-Agradezco que me sacará de las clases, pero ¿Por qué lo hizo?-
-Verás, pequeña discípula- en respuesta Amanda soltó un quejido -Escucha-
Sacó un sobre abruptamente blanco.
-Tu amigo por correspondencia está hospitalizado- se lo estiró.
-¿Está bien?- lo abrió sin prestarle atención al sello.
-Eso dice su escuela- señaló una hoja que tapaba la respuesta de Ken.
-Es una lastima- la muchacha leyó rápidamente ambas hojas -¿Debería mandarle flores?-
-Yo me encargo- el mayor alzó el pulgar -Tu escribe cosas lindas, seguramente le alegrará recibir tus cartas-
La dejó ahí con una gran duda existencial, Amanda nunca fué muy apática, pero no sabía cómo hacer sentir bien a las personas.
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-¿Qué le dirías tú?- señaló al ojiverde.
-No sé, los hospitales son deprimentes si estás solo- el mismo se dió un golpe viendo de reojo a su compañero.
-Cuentale de tu día, algo que te gustaría escuchar a ti si estuvieras en esa situación- Ebisu recargó su cabeza en la palma de su mano.
-Creo que me gustaría ver a mis amigos, y que me digan lo mucho que me quieren- ignoró las miradas de los contrarios que totalmente enternecidos evitan chillar en voz alta.
-Ebisu- habló de nuevo el pelirrojo -¿Cómo van los tratamientos?-
-El cáncer de páncreas es muy desfavorable-
El ambiente murió de un momento a otro, Tenko no esperaba una respuesta tan directa, sus intenciones eran hacerlo sentir mejor y darle un poco de ánimos.
-Pero fuiste detectado a tiempo ¿No?- la castaña pregunto la duda del más alto.
-Claro- mostró una sonrisa -Aún así da un poco de miedo hablar de eso-
-¿Tienes algo que hacer después de clases?- Tenko clarificó su voz -Me gustaría invitarte al cine-
-Amanda está aquí- ocultó su cara entre su almuerzo -Eso es...-
-Ignorame- dió un sorbo a su jugo -Soy una planta-
Tenko soltó una risa lo bastante fuerte para llamar la atención de algunas personas en el comedor.
-¿Quieres ver orgullo y prejuicio conmigo?- sostuvo sus manos entre las suyas -Yo te llevaré a casa-
-¿Te gusta Jane Austen?- la menor intervino arruinando el ambiente -Perdón-
El pelirrojo le dió una mirada asesina, que cambió rápidamente al obtener una afirmación.
Mientras la "pareja" jugueteaba, o más bien Tenko lo hacía, Amanda dedicó su atención a la carta para Ken.
Al terminar su receso se despidió de sus amigos quienes seguían tan rojos como tomates.
Amanda sintió una mirada clavada en su espalda, pero la ignoró lo bastante para no molestarse en voltear.
El resto de clases transitaron con facilidad, esencialmente porque no prestaba atención, trataba de escribir algo decente, no era su amigo cercano pero de alguna forma ellos conversaban seguido.
-Buenas tardes- Nakamura ingreso al salón sonriente -Abran su libro en la página sesenta y lean el texto, después les daré una actividad-
La de ojos chocolates lo hizo, literatura era su materia menos favorita, y en la que peor le iba.
-Suzuki- el de lentes alzo el dedo índice moviendolo -Trae tu carta-
-Esto es lo que pude escribir- la dejo entre sus manos esperando una respuesta negativa.
-Lindo- la doblo metiendola en un sobre -Tu sello personal-
Expuso una estampilla de mariposa -¿Me hace los honores?-
Amanda entendió la petición, desganada pegó el timbre sobre el papel. El profesor Nakamura era por mucho el más paciente, algo irritante para la castaña, pero amable.
-La llevaré al correo- mostró los pulgares -Haz las actividades, y ve a casa con cuidado-
-Gracias- inclinó su cuerpo para después caminar hasta su lugar.
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Hola Ken.
No sé que ocurrió, pero me comentó mi profesor que estás hospitalizado, lo siento mucho y espero que mejores rápidamente.
No soy buena dando concejos, ni ánimos, pero si lees esto es porque todo ha salido bien y continuará así.
La comida de los hospitales es horrible, no sé si te lo permitan pero de ser posible negocia tu postre con otros pacientes, en especial con los niños, ellos muchas veces reciben mejores comidas.
Te mandaré más cartas hasta que puedas contestarlas.
Con cariño Amanda.
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