Advertencias: Spoiler del manga.

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-¿Con irás a qué cosa?- preguntó Manjiro

-Cenaré en casa de Amanda- al ver sus cejas arquearse supo que no recordaba nada-. Mi amiga por correspondencia que conocí hace unos meses.

-De acuerdo- acomodó su ropa para cubrir bien su cara -Antes vamos con Emma, para que te deseé una feliz navidad.

-Eres un abuelo- suspiró exasperado -. Te dejaré con ella, pero vayan directo a casa.

El rubio no tenía del todo claro si estaba bien ir, pero si se lo dijo tan seria era por algo. Durante el camino se planteó el llevar algo para la cena, no sabía que se ofrecía a una chica linda, o a una abuela tan liberal como la suya.

Al llegar al punto de encuentro no solo estaba Emma, Hina la acompañaba, más bien parecía que la rubia consolaba a la contraria. El no era muy sentimental, mucho menos con las novias de sus amigos, pero preguntó por cortesía.

Emma les contó todo, desde su ruptura con Takemichi, hasta la golpiza que la misma le dió. Draken de verdad dudaba que eso fuera cierto, Hanagaki amaba a Tachibana demasiado, tanto que le hizo frente para defenderla.

-Creo que Takemicchi podría estar en problemas- mencionó el de baja estatura -Es el único motivo que puedo encontrar para que rompa contigo.

-Mikey tiene razón, el tonto te quiere demaciado, estoy seguro que no te sería infiel.

La femenina retenía su llanto mientras asentía, quería creer que era verdad -No sé dónde está, debería hablar con el.

Esperaron a que contestará el teléfono, pero fué en vano, estaba apagado -Que raro, el siempre trae su celular.

Manjiro no dijo nada, caminó hasta su motocicleta para subirse a ella.

-¿A dónde vas?- habló la de ojos dorados.

-Creo que Takemicchi necesita mi ayuda- su semblante era serio, lo suficiente para dar miedo.

-Debería ir con el, pero ¿Ustedes estarán bien?- pregunto el del tatuaje.

-Yo cuidaré de Hina, los dos pueden ir a pelearse- sonrió dándole una palmada en la espalda -Traigan a ese tonto, al menos quiero golpearlo.

El problema era que nadie sabía dónde estaba, pero al ver esa cara tan inexpresiva de Manjiro, supo que probablemente su amigo estaba en un lugar peligroso. Uno donde no tenían permitido estar.

Para su sorpresa era verdad, estaban en la iglesia donde Taiji Shiba solía ir a rezar, fué fácil de adivinarlo pues muchos miembros de los Black Dragons estaban custodiando la puerta, pero no eran la gran cosa según Ken.

Esperó pacientemente a que terminarán con el líder, mientras tanto tomó aire, ciertamente estaba un poco cansado por la cantidad de personas que lo atacaron. Al salir vió directamente al gran hombre que dirigía la pandilla rival.

-¿Ya acabaron?, Yo ya terminé- suspiró-. ¿Podrías decirle a Mikey?.

Al no obtener respuesta decidió ir el mismo -¿Por qué están todos tan tensos?.

-¿Tu también Draken-kun?- Hanagaki estaba sorprendido.

-Derroté a los de afuera, y Mikey ganó aquí- sonrió de lado -Los Black Dragons fueron derrotados.

Salieron todos, incluso Hakkai que tenía un poco de frío por la nieve.

-¿De verdad pudo con todos?- Yazuha se empezaba a cuestionar que clase de ser humano era ese chico.

-Nuestros líderes resultaron ser las peligrosos- respondió Mitsuya con simpleza.

-Mitsuya, tu nunca te metes en esto- agregó el más alto.

-Eres necesario, soy un hermano mayor bastante comprometido- sonrió aún con la sangre resbalando por su frente.

-¡¿Takemichi?!- era la voz de Chifuyu quien trataba de sostener a su compañero. El de ojos azules se había desmayado.

Mitsuya lo sostuvo, y del mismo modo lo subió a su espalda para así abandonar el recinto. Ahora tenía mucha más estima por Takemichi.

-¿Alguien puede llevar a su casa?- el de cabellos violetas buscaba en que moto acomodarlo.

-Yo puedo...Mierda- el del tatuaje se dió un golpe en la mejilla -Debo hacer algo, nos vemos después.

Todos estaban estáticos por su repentina actitud, y sobre todo porque no les dió una explicación.

-Creo que de verdad tenía prisa- comentó Chifuyu acomodando al que fué saco de boxeo esa noche.

-Cierto- el más bajo hizo memoria -Me dijo que saldría con su novia por cartas.

-¿Su qué?.

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-Que mala persona- mencionó Kenji aún con el bocado de su postre.

-Seguramente tuvo algo que hacer- la castaña no le dió importancia a su comentario, y caminó hasta el sofá donde estaba su sudadera para ponersela.

-Pudo avisarte, y así no lo hubieras esperado tanto- estaba realmente enojado -Hasta Nishimiya-san te mandó un mensaje.

-Porque Ebisu se lo recordó- contestó indiferente -Las personas pueden estar ocupadas de emergencia.

-No le parece una buena idea que lo invites si te cancela sin explicaciones- planeaba seguir con su discurso cuando la anciana dió una palmada en su nuca.

-Me voy a dormir, no hagas sentir más miserable a tu hermana.

-¿Qué soy qué?- la de ojos avellana estaba avergonzada.

-Nada mi niña- sonrió falsamente -Se amable y dale un abrazo.

-Claro- susurro alzando su pulgar -Amanda, ¿Quieres ver una película?.

-El cadáver de la novia- su respuesta dejó satisfacción en el menor.

-Ponla, yo haré las palomitas.

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-¿Te estás durmiendo?- susurró la más alta y al no obtener respuesta lo cubrió con una manta -Eres adorable.

Apagó el televisor, aún era temprano para dormir pero haría el intento de subir a su hermano hasta su cuarto y tumbarse con el a descansar. Su día fué tranquilo, estaba emocionada por la visita de Ken, incluso Kenji lo notó, por lo que enfureció al ver que no pudo avisarle su ausencia.

Suspiró lista para intentar cargarlo, pero el sonido de su teléfono la interrumpió.

-Hola Ken- trataba de sonar normal.

-Amanda- su voz era inestable, parecía estar jadeando -Estoy afuera de tu casa.

-¿Qué?, ¿Es una broma porque no pudiste venir?.

Los golpes en la puerta la asustaron aún más, era imposible que estuviera ahí a esas horas. Aún así se acercó para mirar por el picaporte que en realidad si se trataba de el.

-¿Qué haces aquí?- abrió lentamente la puerta -Hace mucho frío.

-Lamento no avisarte que faltaría- temblaba levemente, pues durante el camino el viento gélido pegó en sus mejillas.

-¿Te preocupa eso?- mordió su labio para no soltar una carcajada -Puedes pasar, pero no creo que puedas quedarte mucho, mi abuela está en casa.

-¿Segura?- analizó la imagen que la más baja le regaló -No quiero causarte problemas.

-En realidad serías de bastante ayuda- señaló a su hermano dormido-. Por cierto, ¿qué te pasó en la cara?.

-Te contaré después- suspiró antes de tomar al menor en brazos- ¿Dónde lo pongo?.

Con sumo cuidado lo llevó hasta su habitación, de camino el de ojos verdes soltaba algún sonido gracioso, pero al tener el sueño tan pesado fué imposible despertarlo.

-Gracias- susurro bajando las escaleras tratando de no hacer ruido.

-Es lo mínimo que podía hacer- habló del mismo modo que la muchacha.

-¿Quieres cenar?- lo llamó a la cocina pero el más alto negó.

-¿Podemos ver la nieve?.

Así fué como terminaron sentados en la entrada de la casa. Ninguno se atrevía a decir algo, pero Amanda debía dejar de ser tan cobarde.

-¿Qué te pasó?- cuestionó tan bajo que hasta para el rubio fué difícil escucharla.

-Un amigo se metió en una pelea, y lo ayudé- respondió metiendo ambas manos en los bolsillos de su chaqueta.

-¿El está bien?.

-Peor que yo, pero vivo- sonrió orgulloso -De verdad siento no avisarte, por las prisas lo olvidé.

-Solo era una cena, puedes venir cualquier día y comer con nosotros.

El del tatuaje alzo la cara encontrando una sonrisa, sus ojos cerrados y sus mejillas levemente rojas por el frío al igual que su nariz. Era...

-Linda.

-¿Que dijiste?- la chica se inclinó para escuchar mejor.

-La noche es muy linda- reafirmó su comentario-. ¿Mañana puedo verte?, Para compensar lo de esta noche.

-Claro, mi abuela estará encantada si alguien come su comida.

-Gracias, de verdad es una noche linda.

-Ya lo dijiste antes- aún más confundida entró a casa -Nos vemos después Ken.

Debo confesar algo, leí el manga para tener los diálogos canon y de más cosas, pero cada que lo hago salgo más enamorada de Hanma. 🛐

Ese flaco es mi husbando supremo de TR, ¿Cuál es el suyo?.

Les aviso que posiblemente tarde en actualizar por temas relacionados con la escuela y mi tiempo libre, pero trataré de hacerlo seguido.