Advertencias: Muerte, Spoilers del manga (Triste).

De los capítulos que más me han hecho llorar mientras los escribo.

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~10:40 am~

La castaña terminaba de acomodar su cabello, aún era temprano pero al ser su primera salida con Emma quería ser puntual. El día anterior no habló con Ken, probablemente estuvo ocupado, pero después le mandaría un mensaje.

—¿Ya te vas?— el de ojos verdes se asomó por la escalera—. No llegues tarde.

—De acuerdo, mamá— rodó los ojos divertida mientras tomaba sus llaves—. Te traeré un dulce.

Salió de la casa, usaba un pantalón azul marino y una sudadera negra, en conjunto a zapatos tipo vans, escribió un mensaje de texto "Llego en media hora". Se suponía que Emma llegaría a las once y media.

Avanzó por la calle que estaba muy fría pese a no nevar desde días anteriores, soltó vapor con su boca y sonrió. Emma era alguien que simplemente le agradaba totalmente.

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En otro lugar.
~11:00 am~

Dos jóvenes rubios caminaban hacía una máquina expendedora, eran Hanagaki Takemichi, y Emma Sano.

Conversaban mientras esperaban sus bebidas, cuando escucharon un motor a lo lejos, el de ojos azules pudo visualizar a Kisaki acercarse. Parecía que le daría de lleno, pero solo pasaron junto a el, y después escuchó un golpe seco.

Al abrir los ojos se dió cuenta que el objetivo no era él, era Emma, quien estaba tendida en el suelo, sangraba de la cabeza y parecía estar inconsciente.

Él hermano de la pequeña se acercó, de manera rápida le pidió al contrario que la pusiera en su espalda, él la llevaría cargando hasta el hospital más cercano.

—No te preocupes Emma, pronto llegaremos al hospital— Mikey corría con todas la fuerzas que tenía.

—Mikey— la débil voz de la rubia se hizo presente —No puedo mover mi cuerpo, fue por una moto.

—Cuando tenías cinco siempre estabas detrás de mi, hasta un día te caiste del pasamanos y que te rompiste una pierna— Él líder de ToMan trataba de mantenerla despierta —Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que te lleve en mi espalda— ambos se quedaron en silencio.

—Oye— La voz de Emma era apenas audible —Si algo me pasa...

—Idiota... estarás bien.

—Por favor dile a Draken..."Te amo Ken-chan"— suspiró ahora con más dificultad.

—Díselo tu misma— Manjiro no quería aceptarlo pero estaba angustiado.

—Takemichi...— el de ojos azules la miró atento —Cuida de Mikey ¿Si?— después de soltar aquello sus brazos dejaron de abrazar a su hermano.

—Emma— agitó un poco sus brazos —¡¿Emma?!— un nudo se formó en su garganta —¿Sabes? Le prometí a Kenchin que no te diría pero...él te quiere mucho, creo que aún tienes una oportunidad— trataba de animar a su hermana pequeña.

—Mikey-kun— Hanagaki lo contemplaba con horror.

Una gota de sudor bajó por su rostro —Así que cuando lleguemos al hospital lo llamaré de inmediato.

Al no recibir respuesta se congelo y todo su cuerpo temblaba.

—Takemichi— el contrario de acercó un poco —¿Podrías checar a Emma por mi?— Su rostro ya no tenía ninguna emoción más que miedo

—El cuerpo de Emma está frío.

~Amanda~
-12:30 pm-

Ya había pasado una hora desde las once, mandé un último mensaje "Podríamos vernos otro día si estás ocupada", suspiré para terminar mi malteada. Posiblemente tuvo que ayudar a su abuelo, o cuidar de Mikey.

Me levanté de la silla fuera del local y pagué mi consumo, aún podía dar una vuelta sola para comprar dulces para Kenji, talvez algo para Ebisu, como un amuleto de la buena salud. Visité algunas tiendas, y compré solo lo que ya tenía previsto, volví a casa caminando para matar el tiempo, quizá estaba desilucionada, pues aún no contestaba mis mensajes.

—Kenji, te traje lo que me pediste— abrí la puerta, y camine hasta la cocina encontrando a mi abuela preparando la comida—. ¿Necesitas ayuda?.

—Volviste pronto— sonreí nerviosamente por su comentario—. Estaba preocupada por ti.

—¿Por qué?— abrí los ojos levemente.

—No lo sé, siempre me preocuparé por ustedes— soltó una risita—. Antes de darle dulces, dile que baje a comer.

—Esta bien— sonreí para asomar mi cuerpo por el pasillo y gritar a las escaleras—. ¡Baja, te traje algo!.

—¡Ya voy!— se escuchó desde su cuarto.

—Tú, y Kenji son buenos chicos— dejó de mover la cuchara en la olla—. Me gusta tener nietos tan amables.

—Eres una buena abuela, incluso te haces cargo de nosotros, y esa ya no es tu responsabilidad— abracé su cuerpo recargando mi cabeza en su hombro—. Gracias abue.

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Ken recibió la noticia horas más tarde, de hecho, después de confirmar la muerte de Emma, el abuelo Sano ya estaba en trámites para despedir el cuerpo de su nieta.

—Mikey, vamos a fuera— habló con un extraño tono monótono.

Ambos chicos estaban detrás del hospital, Hanagaki siguió sus pasos esperando ver una reacción menos agresiva. Un golpe directo a la cara de Majiro, y luego otro.

—Estabas ahí, ¿Cómo dejaste qué eso pasará?— no detuvo sus puños, sin importar las palabras de Takemichi—. ToMan se hizo para defender a todos, y mira dónde están. Kazutora sigue en prisión, Baji murió, y Emma...

Lo soltó al ver su mirada perdida, faltaba poco para quedar inconsciente.

—Emma, está...— no podía expresar esa frase, porque la quería como quería a todos sus amigos. Estaba muerta, y nadie pudo evitarlo, ni el, ni su hermano. Emma murió siendo una niña, aún con una vida por delante.

Perdón, pero tengan por seguro que les daré un final donde Emma viva, por lo mientras lloremos poquito.

¿Leerían una historia corta de Tenko?