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Todas las personas tienen hábitos y costumbres que se llevan a cabo en la vida privada de cada uno; rutinas diarias personales que sólo salen a la luz frente a ciertas personas cuando se entra en una confianza muy especial.
Sonic y Shadow comenzaron a darse cuenta de esto luego de meses de relación, cuando comenzaron a pasar los dias y noches en los hogares del otro.
Al comienzo resultó incomodo, sobre todo para el azabache, al ser alguien totalmente solitario, el comenzar a convivir con alguien le resultó un reto desafiante. Usualmente los primeros tropiezos fueron el compartir el espacio fisico, superar la inseguridad de mostrarse tal cual eran en su intimidad hogareña, imponer límites y reglas, adaptarse a los horarios y forma de vivir del otro, etc.
En esta ocasion nos centraremos en una situación en particular.
Sonic amaba el pelaje blanco de su novio; se sintió en el cielo cuando lo dejo tocarlo la primera vez, era extremadamente suave y esponjoso por naturaleza, sin contar que su pareja lo cuidaba minimamente. El cobalto adoraba enterrar su rostro alli, ya sea para dormir y/u oler el aroma propio de Shadow, quien obviamente reaccionaba molesto producto de su vergüenza y timidez; eran pocas las veces que cedía ante los caprichos de Sonic, pero sucedía.
Un día como cualquier otro -pero diferente para Sonic- el sol alumbró comenzando el día a las seis de la mañana junto al aire fresco y el cielo cobrando color poco a poco. El erizo sintió la ventisca fría que logro despertarlo cuando ésta pasó por su espalda descubierta, estaba boca abajo con su rostro sobre la tibia almohada. Parpadeo mirando un punto fijo hasta que cobro conciencia, levantando su cuerpo con lentitud, sus ojos entreabiertos se fijaron en la ventana abierta de la habitacion, las cortinas danzaban suave junto al aire que entraba, afuera se apreciaba que el pueblo aun no estaba por completo iluminado. Rápidamente se percató del espacio vacío a su lado, sólo sábanas arrugadas y pequeños pelos negros. Shadow se había despertado, sabia que su pareja era de levantarse temprano por lo que no le tomo mucha importancia, debía estar en el baño o preparando un café. Bostezo con pereza para luego estirar todo su cuerpo temblando un poco en el proceso, se dio la vuelta en su lugar tapando por completo su cuerpo sintiéndose cómodo nuevamente.
Iba a volver a dormir con la intención de despertar en unas ¿cinco horas? quien sabe, pero un ruido inesperado y que jamas habia escuchado en su casa lo interrumpió. Dejándose llevar por la curiosidad, hizo a un lado las sabanas y con la lentitud y ojos confundidos, se levantó y camino al baño, de donde provenía lo que habia escuchado. Se acercó y se asomó por la pared mientras tallaba un ojo, para encontrarse con la puerta del baño abierta, y su pareja frente al espejo.
Sus guantes estaban sobre el borde del lavamanos y su mano derecha tenía una maquina de afeitar electrica, observó durante unos segundos su muñeca izquierda recién rasurada, y como tomaba con esta la maquina para comenzar a rasurar la otra. Mantenía una expresión neutral tranquila sin darse cuenta que era observado, algo raro en él, ya que nunca estaba con la guardia baja, pero al estar en prácticamente su casa se daba el lujo de relajarse de esa forma.
— ¿Shad?
Los hombros del mencionado se tensaron por un segundo, se dio la vuelta con su expresion neutral habitual encontrandose con esos ojos verdes que tanto lo hacían soñar.
— ¿Qué sucede? — Preguntó, apagó la máquina en su posesion dedicando su atención a su pareja. — Ah, olvide cerrar la ventana, lo siento, ¿te dió frio?
— Eh... — Sonic parpadeó confundido. Debido al sueño su mente trabajaba mas lento, tardó unos segundos hasta que por fin despertó. Como una burbujita explotando en su mente volvió a la realidad, cosa que Shadow notó. — No, no, sólo... No sabía que te rasurabas el pelaje. — Mantuvo el tono sorprendido haciendo que el azabache alce una ceja sin entender.
— ¿De qué estas hablando?
— Creí que tu pelaje blanco solo crecía en tu pecho. — Explicó.
— Eso no tiene sentido, Sonic.
— Nunca te vi con ese pelaje en ningún otro lugar. — Se excusó acercandose.
— Porque lo rasuro. — Habló con obviedad en su tono. — ¿En verdad crees que el pelaje crece únicamente en un sólo lugar?
— Ehh...
Shadow lo miró con una mueca de incredulidad mientras que su ajeno soltaba risas apenadas, decidió ignorar la idiotez de su novio volviendo a lo suyo.
— Pica mucho y además se ve mal. — Habló terminando de rasurar su muñeca derecha, Sonic lo escuchó atentamente siguiendo sus movimientos con una mirada curiosa que logró enternecer al de vetas rojas.
— ¿Qué? No se ve mal, ¡al contrario! Te da estilo. — Sonrió, Shadow negó con la cabeza.
— Es incómodo, si no lo rasuro puede crecer mucho, es una molestia. — Se quejó frunciendo las cejas hacía el pelaje que habia caído al suelo. — No es sólo en las muñecas, también en mis orejas y patas, lo detesto.
— Creí que eras mas bien del tipo lampiño. — Sonrió divertido, entrelazado sus manos detrás de su cabeza viendo como el azabache juntaba el pelaje que habia caído y lo tiraba en el cesto de basura.
— ¿De que te ríes erizo? — Lo miró molesto palmeando sus manos quitando los últimos pelos blancos que quedaban en sus manos.
— Simplemente no me lo esperaba. — Sinceró encogiendose de hombros. — Por estas cosas es que me entusiasmada la idea de que pases más tiempo aqui. — Shadow lo miró esperando una explicación a lo dicho. — Ya sabes, conocerte aún más... Tus rutinas, gustos, costumbres, como está. — Se agachó y tomó un mechón del cabello que habia quedado en el suelo acercándolo a su propio rostro. — Me gusta saber cada vez más de ti, Shad.
— ... — Shadow lo miró unos segundos embobandose en la sonrisa amable que Sonic siempre le daba, hasta que desvió la mirada ruborizado. — Lo único que he descubierto de ti en cambio, es que te levantas tarde.
— No me puedes cambiar, faker. — Se burló y tiró el mechón que había recogido al cesto. — Aunque sí me arrepiento un poco, por despertar tarde me pierdo de cosas así.
Terminó la conversación dandole un beso rápido que Shadow apenas correspondió, logrando hacer nada más un puchero torpe. Seguido de esto Sonic paso a su lado dirigiéndose a las escaleras siendo seguido por la mirada de un anonadado erizo oscuro.
— Prepararé tu cafe, te espero. — Avisó en tono intencionalmente suave antes de bajar las escaleras y dirigirse a la cocina.
Ah cielos, Shadow ya no soportaba tener una crisis nerviosa cada vez que Sonic hacia el mínimo contacto con él.
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