Fui recostado en una cómoda y amplia cama que, claramente hubiera disfrutado si me encontrara en otra clase de situación, cabe mencionar. El desconocido se aseguró de enviar a su escolta lo más lejos posible, cerró la puerta con llave y caminó a paso lento hacia mí; el saco, la camisa, el pantalón y el calzado han sido enviados a una parte de la gran habitación tan pronto me dejaron caer en la cama. No sé exactamente lo que el desconocido tenga en mente, pero estoy seguro de que no será nada agradable a menos que yo también lo desee.

Por otro lado, no puedo negar que el hombre es guapo y joven; posiblemente sea hijo de algún empresario muy reconocido o algo por el estilo, dado que, tiene un aura de superioridad, egoísmo y orgullo; los antes mencionados son los mejores ingredientes que toda persona dentro del mundo de los negocios, dinero y el poder debe tener.

—Know— habló el hombre tras tomar asiento a mi lado derecho, extendió su mano hacia mi abdomen y comenzó a pasearla de un lado a otro, como si tuviese todo el derecho de hacerlo. —No puedo negar que eres muy atractivo, pero hay algo que no me gusta de ti, ¿quieres saber qué es? — preguntó con tono burlón —Aunque no lo quieras saber, te lo diré— se rio —, no me gusta que seas un completo descarado. Detesto demasiado que las personas tomen lo que no les pertenece.

—¿Qué dices? — logré murmura con voz baja.

—Lee Minho, un chico que está bajo el seudónimo Know y trabaja para la banda elite de ladrones. ¿Por qué no decidiste tomar otro camino que estuviera involucrado en el peligro?

No tengo porque responder ante esa pregunta. Además, si lo hiciera, lo más seguro es que él no entendería mi respuesta.

—Aunque no me lo digas, yo lo sé— me aseguró. Alejó su mano de mi abdomen y decidió subirse a la cama, se acercó y se colocó de horcajadas a mí. —Know, ¿por qué no hacemos algo divertido? — sonrió abiertamente.

Intenté moverme, pero fue en vano; sigo sin tener el control de mi cuerpo y eso, me hace sentir demasiada frustración. El desconocido llevó sus labios hasta los míos y me besó con lentitud, como si quisiera disfrutar el suave tacto; no conforme, bajó sus labios hasta mi cuello y comenzó a lamerlo, después, me dio una mordida que me hizo sentir escalofríos por todo mi cuerpo.

—Haré que ese bastardo se moleste demasiado— soltó tras alejarse un poco; tomó su celular de la cómoda y acercó nuevamente su rostro al mío, me besó y presionó la pantalla del artefacto para tomar una fotografía que muestra una perspectiva completamente errónea de lo que realmente está sucediendo. 

—¿Por qué haces esto?

Si mirada cayó en la mía. —Me gusta jugar con fuego, pero lo que más amo es quemarme.

—¿Quién eres?

El desconocido frunció el entrecejo, dejó el celular sobre la cama y colocó ambas manos sobre mis hombros, tras dar suspirar con falsa pesadez, respondió—: El pasado y he venido a visitarte.

—¿Qué?

—Lee Minho, ¿realmente no recuerdas nada? — el chico ladeó ligeramente su cabeza hacia la derecha y me miró con curiosidad.

—¿Recordar? ¿Qué debería recordar?

El pelinegro sonrió abiertamente y me apretó ambos hombros, dejó caer su cabeza hacia atrás y soltó una estruendosa carcajada que me hizo sentir mucho más confundido. Lo más seguro es que está intentando jugar con mi mente para hacerme sentir mucho más débil y así, podrá atacarme sin que yo oponga resistencia.

—Eres un completo estúpido— dijo tras delinear mi rostro con su dedo índice. —Es increíble que después de todo lo que sucedió, hayas vuelto a caer en las garras del hambre de poder y oscuridad. En aquel tiempo, no podía hacer un movimiento como este porque sería terrible, éramos demasiado cercanos, pero no podía tocarte de esta manera. Ahora, haré que vayas por un mejor camino.

—No sé de qué hablas...

—Eso, es lo mejor— me dio un beso en la frente. —No tienes ni la menor idea de cuánto daría para olvidar lo que sucedió en el pasado. Agradece haber perdido tus viles recuerdos.

En estos momentos, estoy convencido que en el pasado tuve un accidente, quedé en coma y cuando desperté, olvidé por completo todo lo que alguna vez fue parte de mi vida. Porque no encuentro que más podría haber sucedido, es lo más lógico o al menos, eso es lo que quiero creer porque tengo miedo de saber la verdad.

—Mi querido Lee Minho, si tu no quieres ir al pasado, el pasado vendrá a ti— aseguró con tono gélido después de unos minutos de completo silencio.

⎡👑⎦

El chico me miró a los ojos y me sentí terrible al notar sus lágrimas caer por sus mejillas; lo peor es que, me siento mal conmigo mismo por haber hecho semejante mierda que no me dejará nunca en libertad sin importar cuanto tiempo transcurra. El deseo de obtener la venganza fue lo que cegó y me llevó por el camino incorrecto.

—Mátame... por favor sé amable conmigo solo esta vez y mátame— le pedí con deseo. No puedo continuar yendo por un camino que no tiene salida.

—Lo lamento— desenvainó su espada y me la enterró directamente en el corazón, un fuerte dolor me inundó por completo y caí de rodillas al suelo tras escupir una bocanada de sangre.

Abrí los ojos y me senté en la cama, miré alrededor y tras comprobar que me encuentro fuera de peligro, suspiré e intenté controlar mi acelerado corazón que no ha dejado de brincar como loco. Limpié el sudor que cubre la mayor parte de mi rostro y me sentí terrible, como si realmente hubiese vivido ese maldito tormento en carne y propia, y no solo como parte de un sueño que posiblemente no tuviera sentido, si tan solo aquel chico no hubiera dicho «Mi querido Lee Minho, si tu no quieres ir al pasado, el pasado vendrá a ti».

¿De qué pasado estaba hablando? ¿Realmente existe eso llamado «reencarnación»? Si eso fuese posible, ¿me estoy encontrando con lo que supuestamente huí en el pasado? ¿O simplemente están jugando con mi mente por mera diversión?

"¿Cómo demonios he llegado a mi departamento, cuando claramente estaba en un lugar desconocido bajo el poder de un imbécil?", me pregunté en silencio mientras miraba alrededor.

Me sobresalté al escuchar el sonido de mi celular indicándome que tengo una llamada entrante, de mala gana, me estiré hacia el buró y tomé el celular.

—¿Hola?

—Necesito verte.

—¿Ahora mismo?

—Ahora mismo.

Miré el reloj y rodé los ojos con obvia molestia tras percatarme que son las tres de la mañana con doce minutos; de mala gana, me levanté de la cama y salí de mi habitación, me puse mis pantuflas de gatito y salí hacia el elevador, definitivamente, esto está yendo peor.

—¿Qué pasa? Estaba dormido... — le pregunté tan pronto me encontré con él en la planta baja del edificio.

—No me interesa— dijo Wang. —Escucha con atención lo que te diré.

—Sí.

—¿Seguro que me estás mirando?

—Claro que sí.

—¿Por qué no puedo ver tus ojos?

—¡Se me están cerrando a causa del sueño! ¿Qué quieres que haga?

—Estoy seguro de que te despertarás tan pronto escuches esto— aseguró —Lee Minho, dentro de siete días daremos el golpe final.

—¿De qué hablas?

—Secuestraremos a una de nuestras víctimas.