La noche había caído y decidimos dirigirnos a nuestras respectivas habitaciones después de cenar. Tener una relación saludable con Hwang no es nada fácil y mucho menos desde que se presentó un notable cambio en su trato hacia mí: no puedo negar que me siento sumamente triste cada vez que huye de mí, pero lo entiendo, él no puede tener una relación con una persona de clase baja como lo soy yo.

El viento fresco me hizo sentirme mucho mejor, después de salir de la posada, decidí dar un paseo nocturno por el bosque en busca de sentirme más tranquilo. Después de haber aceptado la alianza con Bang Chan, me quedó muy claro que debo tener más cuidado en todo momento, no puedo tomarme como un simple juego la responsabilidad que se encuentra sobre mis hombros.

—Los criados deberían de estar trabajando, ¿por qué estás perdiendo deliberadamente el tiempo mientras tomas un paseo? — me quedé en pausa tras escuchar la pregunta que me ha sido hecha con un tono gélido.

—¿Disculpa? — me giré hacia el atractivo hombre e intenté no dejarle muy en claro el disgusto que me ha hecho sentir tras decirme «criado».

—Lee Minho, ¿cierto? — asentí con la cabeza a modo de respuesta, él continuó hablando—: Bang Chan me ha contado maravillas sobre ti, ¿será cierto que tienes un alto nivel de capacidad para lograr dominar a los demonios de alto poder?

—¿Cómo sabe él sobre eso? — fingí sorpresa.

—Somos del mismo lado, por consiguiente, sabemos todo lo que sucede— sonrió con perversión, dejándome muy en claro que es un amante del egoísmo y control.

Sus facciones son altamente maravillosas, todo en él parece ser único y sumamente llamativo, inclusive, su manera tan fría de hablar y actuar le hacen ver mucho más apuesto, es como si fuese el doble de Hwang Hyunjin; ambos hombres atraen las miradas hasta cuando simplemente respiran.

—Ya veo— murmuré. —¿Qué lo trae por aquí?

—Quería encontrarme personalmente con el Patriarca Lee— respondió tras encogerse de hombros para restar importancia a sus palabras. —Ahora que estamos bajo la misma alianza, lo mejor será conocernos un poco más, ¿No lo crees, Lee?

—Tienes razón— sonreí. —¿Quieres iniciar con un juego de preguntas y respuestas? ¿O qué otra idea tienes? — pregunté con tono burlón.

—Tengo algo mucho mejor en mente.

Jaehyun desenvainó su espada y caminó a paso rápido hacia mí con la clara intención de iniciar con una pelea de espadas; tomé mi Hwando y sonreí abiertamente, no cabe duda de que ese hombre desea demasiado dejarme como un estúpido para poder sentirse satisfecho.

Logré esquivar todos sus movimientos y logré hacerle una pequeña herida en el brazo derecho, es una marca que le recordará quién tiene realmente el poder; el hecho de que sea el mejor discípulo en artes marciales de la dinastía Bang no le da el derecho a tratar a los demás como inferiores, cuando claramente, yo soy mucho mejor que él en demasiados aspectos.

De pronto, mi espada salió volando y miré hacia el atractivo chico que me mostró una radiante sonrisa. El maldito me ha hecho una herida en mis dedos de la mano derecha, sin embargo, debo demostrar que no me ha afectado en lo absoluto.

—Parece que tu espada ha decidido abandonarte, ¿eso no es fatídico?

—No es necesario usar un espada todo el tiempo— me encogí de hombros mientras cerraba mi mano derecha para formar un puño —, hay otras maneras de luchar contra el enemigo.

Los ojos de Jaehyun se entrecerraron antes de preguntar—: ¿Ah? ¿Cuáles son las otras maneras?

Una poderosa fuente divina envolvió al otro, manteniéndolo en su lugar e impidiéndole hacer movimiento alguno; es como si se hubiese convertido en una estatua, su espada cayó al suelo y me miró con ligero temor. Me acerqué al hombre y lo pateé en el abdomen, esto logró que cayera al suelo y soltó un gemido de dolor.

Chasqueé la lengua y solté con desdén—: Nunca subestimes al Patriarca Lee.

—¡Menuda mierda!

Elevé el puño hacia el cielo y chasqueé los dedos, de pronto, apareció una serpiente de oro que solamente acata las órdenes del Dios del inframundo, nadie más puede interferir entre nuestro lazo invisible, pero sumamente factible. La serpiente fue directamente hacia el brazo izquierdo de Jaehyun y lo mordió con fuerza, los gritos de dolor por parte del atractivo hombre no se hicieron esperar y me sentí sumamente feliz.

—Es solo una pequeña muestra del poder que tanto deseabas ver— le dije tras traer de regreso a la serpiente. El lindo animalito subió por todo mi cuerpo hasta llegar a mi brazo y se enredó en este como si fuese una rama.

—Maravillosa jugada, Lee— habló entre dientes tras ponerse de pie. —No cabe duda de que mereces mi respeto, sin embargo, esto no se quedará así.

—Cuando quieras podemos continuar con la siguiente fase— le sonreí.

Claramente, no lo he envenenado con el veneno de la serpiente porque sería un completo desperdicio, además, me agrada tener a un hombre como él detrás de mí para comprobar si realmente tengo o no la capacidad de tener el poder del Dios del inframundo.

Al volver a la habitación, me encontré con Hyunjin sentado sobre la cama con una expresión de molestia pura adornando su hermoso rostro. ¿Ahora que pasa con este hombre? ¿No podrá dormir sin antes escuchar un cuento para ir a la cama?

—¿Sucede algo, príncipe Hwang? — pregunté tras dejar mi espada sobre la mesa.

—¿En dónde estabas?

—Salí a tomar un paseo... momento, ¿por qué debería darle explicaciones?

—Porque, yo soy tu jefe— frunció el ceño.

—Como sea— murmuré.

—¿Qué te sucedió? — se levantó de la cama y caminó directamente hacia mí para tomar mi mano y la miró con cautela.

—Uh... cuando estaba paseando por el bosque... no tuve cuidado y me herí con...— no terminé de hablar puesto que me atraganté. Sentí un toque húmedo sobre la herida que me había provocado Jaehyun mientras estábamos peleando; el objeto suave y caliente frotó suavemente la herida y esto logró hacerme sentir extremadamente nervioso.

Miré fijamente la cara lateral del apuesto hombre que bajó su cabeza sin pensarlo hacia mi mano; no puedo negar que siento mi corazón latiendo demasiado rápido a causa de la acción que está llevando a cabo Hyunjin. Mierda.

—¿Te duele?

Negué con la cabeza puesto que, no puedo hablar a causa de la conmoción que me ha inundado por completo.

"Acaso, ¿este hombre me quiere matar?", pensé. "Me hará perder la cabeza por completo si vuelve a llevar a cabo una acción similar".

—Estoy bien— murmuré.

—Iré a dormir— dijo tras soltar mi mano, lamentablemente me sentí demasiado vacío y me quise golpear por sentir eso.