♔ 40 ♔
Al llegar al Palacio Real, acompañé al emperador hasta su habitación porque esa fue la orden que me dio tan pronto se detuvo el carruaje; caminé en completo silencio detrás de él, abrí la puerta de su lujosa habitación y entró, lo seguí y cerré la puerta tras asegurarme de que todo se encuentra en orden tanto adentro como afuera.
El emperador extendió ambas manos hacia los lados y sonrió, automáticamente, caminé hacia él y comencé a retirarle la túnica con sumo cuidado dado que ha sido bordada con seda costosa y no quiero cometer un terrible error que me cueste la vida; también le quité el calzado y el hombre suspiró tras dejar de sentir todo el peso de la ropa sobre él.
Mirando de cerca al hombre, puedo asegurar que tanto él, como su hijo, solamente tienen un ligero parecido, pero no al extremo de que parecen dos gotas de agua idénticas, es como si algo no tuviera coherencia entre ambas personas.
—Debo aceptar que eres sumamente atractivo, Lee Minho— habló el emperador tan pronto se encontró con mi mirada. —Pensé que no podrías ser sumamente inteligente y capaz de hacer correctamente lo que te pediría, pero ahora veo que eres capaz de hacer todo con tal de tener el respeto de los que te rodean, ¿Cierto?
—Su Majestad, este pobre servidor no tiene más opción que acatar cada una de sus órdenes porque mi vida, es suya y siempre haré que se sienta feliz.
"¿Escuchaste esas mierdas, Lee Minho? ¡Realmente eres tan hipócrita!", pensé mientras evitaba bufar a causa de las estupideces que acabo de decir con el fin de obtener más confianza por parte del emperador.
—¿Estás dispuesto a...? — su pregunta fue interrumpida por unos golpes en la puerta.
—Su Majestad, ¿desea cenar? — preguntó la mujer del otro lado de la puerta.
—No, puedes retirarte.
—Como ordene, Su Majestad.
Nuevamente, nos hemos quedado solos y estoy ansioso por escuchar el resto de la pregunta que fue interrumpida.
—Lee— murmuró el hombre mientras posaba ambas manos sobre mi cadera y me acercaba a él. Me quedé inmóvil porque no sé qué hacer en estos momentos, ¿debería de correr? ¿Gritar? ¿O simplemente me quedo tieso? —Hueles tan bien— dijo tras olfatearme el cuello como si de un perro se tratase. —Y, sabes tan bien.
Sus labios se posaron sobre los míos y comenzaron a succionar los míos con gran necesidad, como si hubiese estado esperando tanto tiempo para tenerme a su completa disposición; sinceramente, no puedo aceptar que me siento asqueado o algo por el estilo, es como si realmente me gustara tener la atención de cualquiera que se pose frene a mí.
—Mmm— gimió el hombre tras bajar sus labios a mi cuello y comenzó a repartir dulces besos que me hicieron temblar.
—¿Padre? — se escuchó la tenue voz del príncipe Hwang desde el otro lado de la puerta tras golpear un par de veces la puerta. —¿Puedo hablar contigo?
El emperador me liberó y tras acomodarse una túnica blanca, se giró hacia a mí y dijo—: Es hora de que vayas a descansar.
—Como ordene, Su Majestad.
Caminé hacia la puerta y tras abrirla, me encontré con una mirada llena de curiosidad que me barrió el cuerpo de arriba abajo con su fría mirada.
⎡👑⎦
—¿Por qué decidiste ser guardián del emperador? ¡Claramente eres chino y no deberías de estar aquí! — chilló Jisung.
—¿Qué hay de malo con eso?
—¿En serio lo preguntas? ¡China y Corea no son amigos!
—¿Por qué hay tanto...? — ambos se giraron hacia a mí y me quedé en completo silencio tras encontrarme con sus miradas llenas de sorpresa. —¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?
—¿En la cara? ¡JA! — se burló Wang —Creo que un mosquito te ha picado un par de veces en el cuello.
Automáticamente, coloqué mi mano sobre el cuello en un intento de ocultar las marcas que han aparecido gracias al deseo del emperador. Soy un completo estúpido por haber elegido tomar un baño en el río junto a mis amigos.
—¡No me miren! — chillé.
—¡No me miren! — repitió Jisung con tono burlón mientras hacía gestos graciosos.
—Lee, ¿quién es el afortunado de tener a tremendo mango en su cama?
—No digas tonterías— bufé.
—¡NO PUEDE SER! ¿Estás...? ¿Estás saliendo con el líder Kim?
—¡Estás loco! — exclamó Kim tan pronto apareció en escena. —¿Cómo podría salir con él? ¡No!
—¿Qué hay de malo conmigo? — miré hacia Kim.
—No eres mi tipo— se encogió de hombros.
—¿Cuál es tu tipo? — preguntó Jisung.
—No les diré.
—Sumamente aburrido— se quejó Wang.
⎡👑⎦
Después de un agotador día de trabajo, decidimos volver a nuestros respectivos hogares para tomar un merecido descaso, sin embargo, nunca podré tener un día repleto de paz porque he sido maldecido o algo por el estilo; mientras caminaba hacia mi hogar, fui detenido por cierta persona que se ve extremadamente molesta.
—Príncipe Hwang, ¿desea algo? — le pregunté tras hacer una reverencia.
"¿Por qué me siento sumamente nervioso cada vez que me encuentro con Hwang? ¡Ni siquiera me sucede eso cuando estoy siendo manoseado por el emperador!".
—¿Tienes cara para preguntármelo? — chasqueó la lengua. —No sé porque decidí darte otra oportunidad, claramente, eres una completa mierda que no debería de continuar con vida— dijo con desprecio —Lee Minho, te mereces esto y mucho más.
No sabía qué demonios estaba sucediendo y me sentí sumamente perdido, sin embargo, el golpe en mi rostro me dejó muy en claro que realmente está extremadamente enojado conmigo y no entiendo... ¡Maldita sea! Seguramente es porque se enteró de las marcas en mi cuello que han sido obra hecha por su propio padre, ¿qué clase de persona soy? ¡Me gusta Hwang, no el emperador!
—Hwang...
—¡Cállate, imbécil! — soltó con furia —¡Nunca más me vuelvas a mirar o hablar!
—Yo...
—Lo único que quieres es obtener fama, dinero... ¿qué quieres? — me dio otro golpe en el rostro y tras asegurarse de que me ha dejado sorprendido, me lanzó sobre el suelo y comenzó a patearme con fuerza por todo mi cuerpo. —Debiste de haberme dicho que solo querías sentir a un hombre y con mucho gusto te lo hubiera dado— soltó con asco.
—¡Detente!
Hwang detuvo sus golpes y me dijo—: Eres un completo asco.
Rápidamente me levanté del suelo y lo miré, sonreí de lado y tras escupir sangre, dije—: Creo que te has equivocado, claramente, tu eres la mierda.
El atractivo rostro del pelinegro se desfiguró por completo tras escuchar mis palabras.
—¿Qué has dicho?
—¡Hwang Hyunjin eres una completa mierda!
El pelinegro elevó su puño con la clara intención de golpearme nuevamente, sin embargo, esta vez he sido más rápido yo y, lo golpeé directamente en su atractivo rostro.
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