Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

꙳✧ 𝟎𝟔⌇far away.

capítulo seis. despedida.

AL OTRO DÍA TEMPRANO ME ENCONTRABA HACIENDO mis valijas, ya que mi padre me vendría a buscar a las once en punto. Ni un minuto más, ni uno menos. Según él para llegar temprano a Londres y poder ir al callejón Diagon, un lugar donde compraría mis útiles, uniformes y materiales para todas las materias debido a que no iba a utilizar los mismos que en Beauxbâtons. Ah, era realmente horrible saber que te irías y dejarías todo lo que conocías de lado. Gracias a Merlín existían las lechuzas y seguiría hablando con todos. Podría contactarme con Letti, Amara y puede que con Andrew también. Habíamos hablado en la noche y terminamos por tener varias cosas en común que no creía que a él le gustaran, pero si lo hacían. Hablamos en la sala común de quidditch, el amor por los dragones que compartimos y de bandas non-magique, como The Beatles y Queen.

Bandas que oía a escondidas sin que nadie lo sepa.

Realmente no lamentaba no seguir en esta academia, porque odiaba todas las reglas aburridas y eso de intentar ser más femenina de manera impuesta. Yo era bastante normal y no pasaba todo el día tratando de estar perfecta o serlo. Y por eso Madam Maxime creía que debía ser la copia de Fleur. Ugh.

Observe a mi alrededor, mi habitación estaba hecha un desorden, pues ayer en la noche Latticia y Amara habían echo un escándalo al llegar del baile. Al parecer habían tomado un poco de whisky de fuego -que habían traído los dos chicos amigos de Andrew -y bueno no había salido tan bien. Fue su primera borrachera y yo reí mucho, demasiado. No sabían ni dónde era su habitación, ni tampoco por qué no podían sacarse la ropa en el pasillo. Gracias a Merlín esos chicos no querían aprovecharse, eran demasiado buenos, y lo decía porque había muchos chicos que habían hecho algo así, pero normalmente no era algo que salga de la institución. Las familias no querían avergonzarse. Ja.

Ahora estaba en mi cama que por suerte era bastante grande y cabían las dos, aunque totalmente apretujadas. Solté una risita mirándolas. Estaban dormidas bajo las sábanas y se movían empujandose. Letti tenía un rastro de baba que caía por su mejilla, parecía tener la almohada pegada en el rostro, tranquilo.

Mi valija estaba en una silla con mi ropa en ella. Tomé algunos libros que yo siempre llevaba y los acomodé en su interior. No me faltaba nada y al terminar deberia bajar y tendria que esperar a mi padre en la dirección.

-¿Ya te vas? -preguntó una adormilada Amara mirándome empacar con todo menos entusiasmo. Las iba a despertar para la despedida, pero ella me sorprendio infraganti. Me miró expectante.

Me volteé y le contesté bajo. No quería despertar a Letticia porque seguramente me pegaría con una almohada. Hecho que siempre repetía cuando la despertabamos para el comienzo de clases. «Ah, la iba a extrañar y estaba segura que ella también, no tendría a nadie a quien pegarle con su almohada».

-Si, estoy terminando esto y ya. Me falta solo esa cámara y listo -señalé la cámara que se encontraba en mi escritorio color lavanda claro, se encontraba en un extremo de aquella habitación lavanda. -Después debo bajar a encontrarme con Madam Maxime -mencioné con algo de disgusto, pues no me caía exactamente bien.

Amara se resfrego contra la almohada en un intento por despertarce, una acción que no funcionaba, ya que aún estaba adormilada.

Miro a su alrededor y fijo la vista en mi -Oh, espérame dos segundos voy por mi ropa y la de Letti ¿Me prestas aquello? -preguntó mirando una bata colgada en la cama. Era una bata negra de seda con flores borgoñas por doquier. Mi favorita.

-Sí, si no hay problema ve. No quiero que te resfries -dije riéndome dándole permiso para su uso. Como si tuviera que preguntarme, realmente normalmente no lo hacía, ninguna. Existía una confianza bastante buena, después de todo nos conocíamos desde primero.

-Oh, bueno genial -dijo tomándola para acto seguido ponérsela y mirarme tristemente con sus ojos castaños por que aquello era el recordatorio de que no iba a verme más en esa habitación. Ya no podría visitarme cuando quería y tampoco rompería las reglas llendo a la casa Doué sin ningún tipo de permiso y riesgo. -Yo no quiero que te vayas, pero entiendo a tu padre. Sé que no se lleva muy bien con los Delacour y que será mejor allá, mucho mejor.

-Sabes que nos seguiremos viendo Amara, esto no es una despedida -dije acercándome para tomarle la mano para recordarle que estaba allí. Ella estaba por llorar y lo sabía por sus ojos, ojos que contenían lágrimas. -No te olvidaré. Una amistad tan profunda no se olvida, además menos si son personas que valen cada segundo y que me acompañaron siempre siendo mis mejores compañeras.

Ella se acercó y me abrazó precipitadamente casi tirándome al suelo blanco.

-Si, yo tampoco te olvidaré. Estaremos juntas hasta que nos casemos tengamos hijos y seas mi dama de honor junto a Letti; y sino me caso vendrás a visitarme con mis miles de gatos -dijo con su cabeza enterrada en mi cuello mientras soltaba sus lágrimas saladas.

-Asi será, aunque no creo que me casé, bueno al menos estarán para cuando me reciba.

-Sí, eso espero -me soltó suavemente y se retiró en busca de la ropa. Podría haber ido yo, pero Amara tenía un extraño gusto por el orden así que por supuesto se enojaria si siquiera dejaba una prenda fuera del lugar. Lo aprendí por las malas.

Una voz me sobresaltó.

-¡Hola joven desconocida! -dijo una Letti recién levantada tapándose la boca para bostezar.

Ella se ergió y miró hacia nosotros.

-Ugh. Ya empezamos, eh ¿Aún no superas que anoche no fuiste la primera en enterarte? -preguntó aún con pequeñas muestras de descontento.

-¿Quién sería si no me enojara? - preguntó enmarcando una ceja.

-Mi amiga, serías mi amiga aún. Dramática -dije pensando que en la noche no podía mantenerse en pie sola y si no fuera por el amigo de Andrew no habría llegado a mi cama sana y sin hacer el ridículo frente a todos.

El chico, ese del cual todavía desconozco su nombre me mencionó casualmente que Letticia quería besar a un sapo para ver si era un príncipe. Por lo que confirme que no fue muy buena idea haber insistido en leer justo ese cuento.

-Ah, pero yo quería saber primero -dijo con un haciendo un mojin con los labios.

-¡Oh vamos solo fue un beso!

-Claro que no, fue sólo un beso -dijo negando con su cabeza -fue un beso con un chico muy candente. -afirmó.

-Tampoco es para tanto. Letti hoy es el último día no te enojes -dije acercándome hacia mi cama y dejándome caer al lado de ella.

-Tienes razón. -dijo apoyando su cabeza en mis piernas.

⚡️


Veinte minutos después.

EL DESPACHO celeste con múltiples fotografías de flores en movimiento y además la incorporación de las fotos de sus egresados de honor, claramente era horrible. Esas chicas eran como copias una de otra, todavía no entiendo por que esa mujer odia el hecho de que existan personas diferentes, con otros intereses, formas de expresarse -Es decir- nadie sale de fábricas.

-Tú desgraciada, mejor que mandes cartas todas las semanas -advirtió con gestos de preocupación y tristeza. -Y además, me contarás si hay chicos lindos en Hogwarts -dijo Letticia llorando mientras estabamos las tres en un abrazo grupal que me permitía admitir que las extrañaría.

-Obviamente, tu también Letticia Everet -le respondí en una advertencia. Pronto dirigí mi atención a mi otra amiga. -Amara tú por favor cuida que no asesine a nadie -le rogué a la joven que se encontraba hecha un mar de lágrimas con su cabello castaño justo en toda mi cara.

-¿Qué voy a hacer yo sin mi sarcástica amiga? ¿A quién regañaré? -ella murmuraba, pero cuando escuchó su nombre me apretujo más -¡Oh! obvio que la vigilaré, tranquila. -era normal de ella perderse en divagaciones.

Seguíamos abrazandonos como lapas y mi padre quien estaba en el extraño despacho advirtió al extraño grupo que dice que somos, por ser de casas diferentes (sé que es anormal):

-Chicas vamos, déjenla respirar que me quedo sin mi hija -dijo mientras nos miraba con una sonrisita burlona a un lado de Madam Maxime, quien amablemente señalaba el relog en su muñeca apurandonos.

-Oh, cállate Señor Millefeuille -le devolví sacándole la lengua. Muy maduro de mi parte y también sabía que le molestaba que lo llamara señor.

El primero le dio una mirada de enojó por el gesto a Madame Maxime debido a su exasperante apuro cuando faltaban siete minutos o más; y luego con sus ojos quiso que deje el espectáculo o llegaríamos demasiado tarde para su perfeccionista sentido del deber.

-Vamos Lizza Celine Griffin, ya arreglamos que ellas vendrían a la mansión en las vacaciones. No se van a separar para siempre. -mencionaba Luc en un intento de que me separe.

Era más que cierto, pero no las vería en un tiempo largo, no es que las vería todos los días y eso seria raro. Me negaba a que esto fuera un Adiós, cuando solo era un hasta pronto. Aunque solo fue por un minuto por que estalle llorando como una magadalena

-Es que ya no vamos a estar siempre juntas.

-Lizza tu sabes que es lo mejor. -dijo Luc sinceramente pensando en el peligro en que estaba la pelliroja menor.

-Sí, lo sé. Pero aún así -me separé de ambas chicas lentamente contempladolas y nos abrazamos nuevamente una última vez. Está si que lo era. El último hasta las vacaciones.

-Cuídate pelirroja -dijo Letti con una sonrisa triste. -No me cambies por ninguna amiga de Hogwarts.

Nunca lo haría.

-A mi tampoco -Amara contestó mientras cruzaba sus brazos enojada como quien no quería la cosa.

Yo sonreí.

-Seguiremos en contacto. Y por cierto nunca las cambiaría -les respondí mientras tomaba la mano de Luc y reconocía su anillo frío en su dedo, ese que tenia la inicial de su familia. Era algo característico de él.

-Te extrañaremos -decían ambas saludandome decaidas y sacándome de mis pensamientos.

-Ja, yo no. -Creí escuchar eso por última vez con esa voz que no soportaba, pero no lo sabía porque me encontraba en viaje hacia la Mansión Millefeuil. Mi hogar.

Las llamas verdes se alzaron.


como que este capítulo, no es de mis favs xd.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro