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CAPÍTULO TREINTA Y SEIS
❝¿A POCO SIRIUS BLACK
ANDA CAMPANTE
POR EL BOSQUE?❞.
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(aka catos cuando tenga que dar explicaciones de donde estuvo).

     LUEGO DE QUE LIZZA escuchara todos los cuchicheos tontos acerca de cómo Sirius había podido entrar en hogwarts y como Lizza comentaba acerca de las protecciones que existían dentro de hogwarts, ella estuvo despierta un tiempo y su mejor amigo también, ambos concordaron en que estarían siempre el uno para el otro. Había una conexión entre ellos que no sabían que existía. Sintió sus ojos entrecerrarse fingiendo dormir por que debía junto a harry enterarse de sí habían nuevas novedades.

    Ella había notado que cada hora aparecía por el salón un profesor para comprobar que todo se hallaba en orden. Pero para las tres de la mañana cuando los murmullos se había callado y la mayoría estaban durmiendo, entró el profesor Dumbledore. Lizza y su amigo que también fingía vio que iba buscando a Percy, que rondaba por entre los sacos de dormir viendo que todos duerman y no se pasen de vivos, retaba a los que hablaban. Percy estaba a corta distancia de Harry, Ron,  Hermione, y Lizza que seguían fingieron estar dormidos cuando se acercaron los pasos de Dumbledore.

     —¿Han encontrado algún rastro de él, profesor? —le preguntó Percy en un susurro.

     «Ja, como si eso fuera un susurró estaba segura de que si alguien estaba despierto lo oiría».

     —No. ¿Por aquí todo bien? —escuchó.

     —Todo bajo control, señor.

     —Bien. No vale la pena moverlos a todos ahora. He encontrado a un guarda provisional para el agujero del retrato de Gryffindor. Mañana podrás llevarlos a todos.

     Lizza abrió un poco los ojos y miró hacia donde se encontraban ellos. Dumbledore estaba de espaldas a él, pero pudo ver el rostro de Percy, muy atento, y el perfil de Snape, que parecía enfadado, y según Lizza estaba algo bastante acostumbrada a su cara de enfadó.

     —¿Se acuerda, señor director, de la conversación que tuvimos poco antes de... comenzar el curso? —preguntó Snape, abriendo apenas los labios, como para que Percy no se enterara.

     —Me acuerdo, Severus —dijo Dumbledore. En su voz había como un dejo de reconvención.

     —Parece... casi imposible... que Black haya podido entrar en el colegio sin ayuda del interior. Expresé mi preocupación cuando usted señaló...

     Dios a veces Severus Snape era un poco insistente.

     —No creo que nadie de este castillo ayudara a Black a entrar —dijo Dumbledore en un tono que dejaba bien claro que daba el asunto por zanjado. Snape no contestó—. Tengo que bajar a ver a los dementores. Les dije que les informaría cuando hubiéramos terminado el registro.

     «¿Estaba insinuando que alguien...?» no olvidenlo, sí lo había hecho.

     —¿No quisieron ayudarnos, señor? —preguntó Percy.

     —Sí, desde luego —respondió Dumbledore fríamente —. Pero me temo que mientras yo sea director, ningún dementor cruzará el umbral de este castillo.

     Percy se quedó un poco avergonzado. Dumbledore salió del salón con rapidez y silenciosamente. Snape aguardó allí un momento, mirando al director con una expresión de profundo resentimiento. Luego también él se marchó. Lizza miró a ambos lados, a Ron, a Hermione y a Harry. Todos tenían los ojos abiertos, reflejando el techo estrellado.

     —¿De qué hablaban? —preguntó Ron.

     —Ron, creo que retaron a tu hermano.—contestó Lizza tratando de dar una sonrisa despreocupada.

     Necesitaban que algo más ocuapara su mente y Cuchurrumin justo en ese momento, justo cuando necesitaba distraer su mente vino tranquilo y casi balanceándose, se acostó cómodamente en la cama de su dueña y con un maullido pidió que lo acariciaran y Lizza justo así, lo hizo.

（...）

     AL DÍA SIGUIENTE la rutina normal para mi había seguido, pero notaba como un aire de misterio rodeaba a Sirius Black según todos los estudiantes, después de todo nadie sabía como el día anterior había entrado a Hogwarts. Era un misterio. Todo el mundo tenía una idea sobre el cómo, pero nadie sabía exactamente cuál era la respuesta correcta. Yo aún pensaba en como Cedric habían sido mi consuelo, por que ese día me sincere sobre muchas cuestiones que yo no quería aceptar. Todavía seguía con aquel miedo irrefrenable al abandono, al que siempre había temido.

     Las clases transcurrieron con normalidad, Harry estaba demasiado preocupado, le convide chocolate como respuesta. Quería que al menos algo le subiera el ánimo. Sus ojos estaban cansados como si le costarían dormir o algo. Yo no era muy buena notando ciertas cosas, pero esperaba ser una buena amiga. Y eperaba que el me considerará una amiga también, aveces pensaba que el no lo hacía o ninguno, por que fui la última que se unió a este grupo. Pero creo que son mis inseguridades hablando, así que muchas veces no le hago caso a mi cabeza. Con Hermione y Ron siempre tratábamos de frenar algunas actitudes del ojiverde, por que este año según ellos, iba a ser uno de descanso, pero al no ser así trataban de darle ánimos.

     —Lizza, ¿estas ahí? —preguntó el joven pelinegro.

     La persona que preguntaba era el ojiverde y yo tenía la sensación de que los prefectos y otros estudiantes mayores tenían un ojo en Harry. Probablemente era mi imaginación o eso esperaba por que de lo contrario era espeluznante.

     —Sip, ¿de que hablábamos? —pregunté temiendo que notará que luego de lo que sucedió anoche estaba más que preocupada, algo aterrorizada de que algo peor pudiera haber sucedido.

     —De que pronto voy a jugar, ¿vas venir a verme?. —Ah respire cuando noté que esa pregunta era acerca de otra cosa.

     Creo que la pregunta estaba de más, por que ¡éramos amigos! y yo siempre lo apoyaría como el también lo hacía conmigo, creí que había quedado más que claro.

     —Obvio que si, la pregunta sería por que no iría —contesté sonriendo de medio lado.

     A veces Harry era muy inseguro.

     —No sé, estás mucho con tu otro amigo di-digo es-ese chico más grande que nosotros. —mencionó desviando su mirada.

     ¡Oh demonios! ¡Como explicaba eso! ¡todavía no era nada oficial con cedric! ¡solo salíamos como amigos! Aún no se preocupaba por ponerle alguna etiqueta a lo que sean, asi que dijo lo que sabía y que sabía.

     —Somos amigos, pero ¿sabes que fuera de eso apoyaré a mi mejor amigo que es un gran jugador de Gryffindor y es mi casa, no? —era una pregunta larga pero que más daba.

    Estuvimos un tiempo charlando, y pronto se hizo tarde, los chicos vinieron y se unieron en la charla amena. Aunque bueno Hermione y Ron, hace un tiempo estaban bien y daba gracias a Merlín que no se pelearan todos los días, por que esa situación era insostenible, ambos eran tercos. Los amaba, pero quería que se besen y que digan sus sentimientos de una vez, era imposible a veces.

     «Ja, como si tu fueras el epítome del amor». Para que tener enemigos si tenias a tu mente. «Shu, shu, cállate mente».

     Se me dio la grandisima idea de hacer algo diferente algo muy diferente. Iría al bosque prohibido, luego de cenar, me escaparía en medio de la noche y probaría suerte tratando de que alguna criatura supiera lo que me habían dicho en Beauxbâtons, jamás me había quitado sus palabras de la cabeza, a parte todavía no descubría a Hogwarts en su máximo esplendor, quería recorrer, descubrir y todo el conjunto.

     «¿Habría algo interesante en el bosque prohibido?» «Ja, ni que Sirius Black ande campante por la vida sin ningún recaudo».

          »Weys ya mero viene lo bueno, disculpen la tardanza estaba acomadando ciertas cositas para el futuro.

     📎¿Están emocionadas, por que falta poquito para el encuentro? ¿amaron  la relación de harry y lizza, y ustedes?

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perdonen, la tardanza pero quería pulir ciertas cositas, i love ius♡♡♡.