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CAPÍTULO DOCE
¿PODRÍAN DEJAR
DE INTERRUMPIR
A HERMIONE?
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LIZZA DESPERTÓ POR LOS SONIDOS QUE ENTRABAN EN SUS OÍDOS DE murmuraciones de chicas, pequeñas risitas, cajones siendo cerrados, puertas abriéndose y finalmente una mano que la sacudió.

Entre murmuraciones le pego a la mano mientres entre dormida contestaba a esa agresión: ❝Padre es temprano shu shu❞. Seguido de una mano que la sacudía más activamente.

Despertó sobresaltada. Una chica de su edad la miraba entre seria y divertida. Tenía el cabello alborotado con rulos y el uniforme de su casa. Debía ser su compañera de habitación. Dos chicas; una rubia que tenía una extraña cosa a una lado de la cabeza y otra de cabello oscuro la observaba mientras se decían cosas. Probablemente se reían de ella. Ugh. Ya empezamos.

—¿Qué hora es?... —se dio cuenta de que eso no era muy educado de su parte— ... ah no disculpen mejor dicho, ¿Quiénes son?.

La muchacha de cabello alborotado con un gesto divertido le contesto:

—Yo soy Hermione Granger, soy tu compañera de habitación y de curso.-
me señalo con la mirada a las otras chicas.—Las dos chicas que se encuentran detrás son Lavander y Parvati.—parecio pensar lo siguente con una mueca—Eh te desperté por que se hace tarde, o almenos lo será sino te apuras. Si quieres te puedo acompañar. Oh bueno la profesora Mcgonagall dijo que lo haga.—dijo.

—Oh, espérame dos segundos.—saque las colchas que me tapaban de un rojo borgoña y me levante.—Me llamo Lizza, y si, acepto la oferta.—Luego lo pense y en el proceso puse la mano en mi barbilla—Aunque un chico de quinto me dijo que me ayudaría, es el prefecto. Así que no lo sé supongo que lo veremos sobre la marcha—Sonreí me caía muy bien y no era como las otras chicas que estaban detrás, Ja como si no viera que se burlaban. Aún tenía el uniforme puesto, lo único malo era que mi corbata estaba un poco suelta, solo un poco. Me sacudí el cabello tratando de arreglarlo, busque mi calzado y una voz me interrumpió en esa tarea. Es decir que estaba buscando debajo de mi cama.

—Bie...

—Oye, ¿Cómo haces para que tu cabello esté tan peinado y brilloso?¿Hay algún secreto?—volteé. La chica llamada Lavander habló e interrumpió a Hermione groseramente. La otra chica solo asintió a lo dicho por su amiga.

Embarque un ceja ante el tono que empleó—Si, es un proceso exhaustivo. Se llama lavado de cabello con shampoo y acondicionador. Y por cierto, no me llamo Oye, si no Lizza.—
dije algo sarcástica.

La chica, quiero decir Lavander me gruñó (si como si entendiera el significado de aquello) y se dio la vuelta retirándose con un portazo. Parvati me miró muy feo y siguió el camino de su amiga murmurando: ❝Es egoísta no querer compartir.❞

—¿Estuvo eso muy mal?—pregunte hacía la castaña. Realmente podría serlo, pero fueron groseras con Hermione.

Ella solo me miró.—Si, se supone que no debemos burlarnos de nadie—bufé—pero ella te insulto mientras dormías. Sólo no lo hagas de nuevo aunque me interrumpa.—fruncia el seño mientras decía aquello.

Mientras me ponía los zapatos sentada en mi cama le contesté—Oh, no lo sé, puede que lo haga o puede que no depende de ellas.

Hermione rió suavemente y confeso—No menciones que me reí de esto. Es que ellas hablan mal o dicen comentarios bastante mal incionados. Si necesitas ayuda avísame.

—Cuenta con que lo haga y no permitas que dos idiotas te digan algo tu vales más. Solo has que no hablen de idioteces.

—Si, tienes razón—me sonrio.—Debemos irnos.—dijo mientras miraba su relog.

—De acuerdo. Ahora sí, vámonos, dame un minuto y me preparo. Solo uno—dije haciendo un pequeño puchero inclinado la cabeza.

—Bien. Lo haré.

Y si me prepare rapidísimo y aún así me acordé del bálsamo de fresa non-magi que conseguí.

❪...❫

JUNTO A HERMIONE NOS ENCAMINAMOS AL GRAN COMEDOR. Percy al final si fue a buscarme, pero le mencioné que la profesora Mcgonagall le encargó el trabajo a Hermione. El asintio y menciono que si necesitaba ayuda se la pidiese alegando que él ya tenía experiencia.

Con sorpresa vi a aquellos chicos que me cruze ayer mismo. Había un pelinegro con cabello alborotado y deslumbrantes ojos verdes y también estaba el pelirrojo que había soltado aquel comentario.

Ambas nos acercamos a ellos en el pasillo, se ve que los tres eran amigos. Estaba muy nerviosa y mordi mi labio como consecuencia de eso. El chico pelinegro parecía incómodo y el pellirojo le tironeo el brazo.

—Hola chicos—ella me tomó del brazo y me llevo más cerca de ellos. Me había quedado algo atrás—Ella es Lizza, empieza hoy y creo que es de Beauxbâtons la transfirieron—Ella me miró para corroborar la información que dijo.

—Eh si, lo soy.—dije acomodando un mechón pellirojo detrás de mi oreja todavía nerviosa.

—Genial—dijo el pellirojo medio boqui abierto.—Soy Ron y el es Harry somos de tu grado.—presento él.

—Eso ya lo sabe, Ron.—dijo Hermione.

Reí—Espero llevarme bien con ustedes.

—Yo... digo nosotros también—soltó el ojiverde que me miraba todavía incomodo revolviendo su cabello.

Cuando Harry, Ron, Hermione y yo entramos en el Gran Comedor para desayunar. Divise al rubio de ayer de ojos platas de ayer.

—Hermione ¿Quién es ese?—pregunte intrigada.

—Ese—exclamo con sorpresa de que lo nombrará.—es..

—Draco Malfoy—dijo Ron con los ojos entre cerrados.—Ese imbecil... que nos la tiene jurada desde primero—menciono.

Vimos que el rubio, es decir, Draco Malfoy, entretenía a un grupo de gente de Slytherin con una historia muy divertida al parecer. Al pasar por su lado, Malfoy hizo una parodia de un desmayo que luego fue coreado por una carcajada general. Cuando vio que lo veía mal por estar haciendo aquello y frunciendo el entrecejo me guiño un ojo. Solo digo un desmayo tampoco es gracioso. ¿Eran imbéciles?

—¿Que está haciendo?—pregunte confundida por las risas.

—Se burla de Harry por que ayer tuvo un desmayo por culpa de los dementores. No sé cómo alguien puede burlarse de ello—dijo mirándome enojada por su amigo.

—Que imbécile.—dije algo enojada. No era su culpa, esos seres justamente hacen aquello. Chupan todo lo bueno, no es nada gracioso.

Luego se dirigió a el mencionado—No le hagas caso... —dijo mientras el iba delante nuestro dejándome una vista de su espalda—Tú, ni el menor caso. No merece la pena...

Pero de nuevo la interrumpieron ¿Por qué no la dejaban terminar las oraciones?

—¡Eh, Potter! —gritó una chica de Slytherin que tenía la cara como un perro.

—¡Potter! ¡Que vienen los dementores, Potter! ¡Uuuuuuuuuh!

No me importo que probablemente no conozca muy bien a la chica con cara de perro que le gritó a Harry, pero no lo iba a dejar así.

—¡Callate Cara de perro!- grite enojada por su burla. Nadie hacía aquello frente mío.

—¡Hazlo tú francesita de cuarta!—contesto queriendo ofenderme. Lo único que me ofendía era su cara de perro o mejor dicho... de dogo. Digo ahora viéndola bien.

—¡Al menos no luzco como una perra¡ ¡Vuelve a tu cucha!.—Luego hize sonidos de ladridos.

La chica avergonzada por que una forastera la hiciera lucir ridícula se dio la vuelta indignada y le pegó al rubio a su lado que sonreía mientras le dije todo aquello.

Los chicos me miraron anonadados. Me encogi de hombros.

—¿Puedes ser mi nueva amiga?, fue lo más genial que he visto—soltó Ron con sus ojos como cuencas.

Le sonreí divertida—Pensé que ya lo éramos.

—Cierto—dijo feliz.

—Oye y-yo gracias.—dijo el pelinegro sonriendo tímidamente, aunque aún lucía desanimado—No me presenté antes me llamo Harry.

—Y yo Lizza pero eso ya lo sabes—solté provocándole una sonrisa desanimada. Se ve que no había logrado hacerlo olvidar de aquel rubio.

Fuimos hacia la mesa. Harry se dejó caer sobre un asiento de Gryffindor primero seguido de mi que elegí mi lugar junto a él. Había un pellirojo más a su lado y lo mire con curiosidad ¿Me parecía o era familiar de Ron?. Bueno, Hermione me regañaba aún pero callo por que el pellirojo la interrumpió. Ya lo dije pero ¿Por qué la interrumpen siempre.?

—Los nuevos horarios de tercero —anunció George, pasándolos—. ¿Qué te ocurre, Harry?

—Malfoy —contestó Ron, sentándose al otro lado de George y echando una mirada desafiante a la mesa de Slytherin.

George alzó la vista y vio que en aquel momento Malfoy volvía a repetir su pantomima.

—Ese imbécil —dijo sin alterarse— no estaba tan gallito ayer por la noche, cuando los dementores se acercaron a la parte del tren en que estábamos.

—Vino corriendo a nuestro compartimento, ¿verdad, Fred?

—Casi se moja encima —dijo Fred, mirando con desprecio a Malfoy.

—Yo tampoco estaba muy contento —reconoció George—. Son horribles esos dementores...

—Se le hiela a uno la sangre, ¿verdad? —dijo Fred.

«Wow seguían sus frases increíble pero espeluznantes en directo. »

—Pero no os desmayasteis, ¿a que no? —dijo Harry en voz baja.

—No le des más vueltas, Harry —dije hacia Harry

—Si cierto—dijo el pellirojo mirándome con desconcierto. Después habló nuevamente—Tu-tu, no nos vimos ayer—pregunto.

—Oh puede ser, si. Me transfirieron.—conteste.

—Desde Francia ¿no?

—Sep.

Otra voz me llamó la atención era casi igual al otro pellirojo.

—Tú ¿Cómo te llamas princesa pelirroja?

—Eso, aunque podrías ser una Wesley de no ser por tus ojos—secundo y señaló su hermano.

—Lizza... —solte bajo avergonzada por la atención. No me pregunten por qué, supongo que era por que los ingleses eran más sueltos que los chicos de mi colegio.

—Un gusto Lizza somos los increíbles, únicos e inigualables, gemelos Weasley.—Soltaron ambos mientras hacían manos de jazz.

—Yo me llamo George, el gemelo más guapo obviamente.—dijo señalándose a si mismo.

—Obviamente que ese soy yo Fred Weasley a su servicio—dijo mandándole un guiño picaro—Aparte nada se compara a mi cabellera—hizo un movimiento sacudiendola.

Reí, parecía que no podía dejar de hacerlo, eran muy carismáticos y me cayeron demasiado bien.

—Oh ya los recuerdo eran los que peleaban ayer ¿no? por el mismo motivo.

Ron soltó una risa incrédula viendo a sus hermanos y luego a mi, y por eso Fred le tiró un pedazo de pan y George avergonzado siguio con el tema anterior. «Si me preguntan como los diferencie: es solo por sus diferentes vibras» «No, solo bromeo uno de ellos tenía una pequeña casi indescriptible cicatriz en su ceja»

—Mi padre tuvo que ir una vez a Azkaban, ¿verdad, Ron?, y dijo que era el lugar más horrible en que había estado. Regresó débil y tembloroso... Los dementores absorben la alegría del lugar en que están. La mayoría de los presos se vuelven locos allí.—George continuó hablando.

—De cualquier modo, veremos lo contento que se pone Malfoy después del primer partido de quidditch —dijo Fred—. Gryffindor contra Slytherin, primer partido de la temporada, ¿se acuerdan?

—Wow, juegan ese deporte aquí-dije emocionada.

—Oh si—soltó Ron sonriendo hacia Harry—El lo juega increíble, es buscador.

—Y que es eso. Ehh disculpen es que en Beauxbâtons lo consideran un juego de bárbaros.

—Es que lo es—afirmo Hermione.

—No—nego Ron.

Un poco más tarde explico en que consistía el juego totalmente emocionado y yo prestaba absoluta atención y de reojo veía como Hermione se aprendía su nuevo horario:

—¿Cómo te encuentras?—le preguntaron a la castaña. Su amiga.

—Bien, hoy comenzamos asignaturas nuevas —dijo alegremente Hermione.

—Se han confundido con tu horario. Mira, te han apuntado para unas diez asignaturas al día. No hay tiempo suficiente.—dijo Ron.

—Ya me apañaré. Lo he concertado con la profesora McGonagall.

—Pero mira —dijo Ron riendo—¿ves la mañana de hoy? A las nueve Adivinación y Estudios Muggles y...
—Ron se acercó más al horario, sin podérselo creer— mira, Aritmancia, todo a las nueve. Sé que eres muy buena estudiante, Hermione, pero no hay nadie capaz de tanto. ¿Cómo vas a estar en tres clases a la vez?

—No seas tonto —dijo Hermione bruscamente— por supuesto que no voy a estar en tres clases a la vez.

—Bueno, entonces...

—Pásame la mermelada —le pedí a Ron, seguro había una razón y la ayudaría. Hermione me dirigió una mirada agradecida.

—Pero... —siguió Ron.

—¿Y a ti qué te importa si mi horario está un poco apretado, Ron? —dijo Hermione— Ya te he dicho que lo he arreglado todo con la profesora McGonagall.

En ese momento entró un hombre de la estatura de Madam Maxime. Lo mire sorprendida. Llevaba puesto su abrigo largo de piel de topo y como decía mi directora era de huesos grandes.

Igualmente aquello que ocultaba Hermione me intrigó.

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-Oficialmente empezamos con el libro ¡yeeeey! mi libro favorito.
-Voten, por cierto.