Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝙊𝙉𝙀


𝘼 𝙋𝙀𝘼𝙍𝙇ˎˊ˗
💋⁞ act one . . .
chapter one
HALLOWEEN PARTY



La música de los años 60 llenaba la casa, con un ritmo pegajoso que parecía hacer latir el corazón de todos los presentes al mismo tiempo. En medio de la pista de baile, iluminada por luces suaves y sombras inquietas, Audrey se movía con una gracia sin esfuerzo. Su disfraz de bailarina de los 60, una minifalda de flecos brillantes y una blusa de colores psicodélicos la hacía destacar entre el resto. Sus movimientos eran rápidos y fluidos, como si el ritmo le perteneciera por completo. Su cabello, recogido en una peluca de peinado alto, caía en ondas suaves a medida que giraba, y los tacones de su calzado resonaban en el suelo con cada paso decidido.

Ethan y Chad observaban desde un rincón, con las bebidas en la mano, inmóviles ante la escena que se desplegaba frente a ellos. Los ojos de Ethan seguían a Audrey con una fascinación tranquila, sin dejar de notar cómo su cuerpo parecía estar completamente sincronizado con la música.

—Elige a una chica, Ethan —dijo Chad, sin apartar la vista de la pista de baile. Su voz era juguetona, pero había algo en su tono que revelaba un cierto desafío.

Ethan levantó una ceja y giró ligeramente hacia él, aún con la mirada fija en Audrey, que ahora estaba dando vueltas, su falda de flecos levantándose con cada giro. Sin pensarlo, miró a Chad y contestó en voz baja, pero firme:

—Ya elegí.

Chad, sorprendido por la respuesta tan rápida, volteó hacia Ethan, sus ojos brillando con una mezcla de incredulidad y una pizca de diversión. Sin embargo, lo que más llamó su atención fue la forma en que Ethan seguía mirando a Audrey, como si estuviera completamente absorbido por su presencia.

—¿De verdad? —preguntó Chad, sin poder evitar un tono ligeramente burlón. —¿Audrey?

Ethan asintió, sin apartar la vista de ella, sus labios curvándose en una sonrisa sutil.

—Ella es... hermosa —murmuró, casi para sí mismo, como si las palabras tuvieran un peso mayor del que normalmente le otorgaba a las cosas.

Chad giró lentamente hacia la pista de baile, fijándose en Audrey con una nueva intensidad. Sus movimientos eran electrizantes, casi hipnóticos. No solo era una gran bailarina, sino que había algo en su energía, en la forma en que irradiaba confianza y libertad, que dejaba sin palabras.

—Nunca la había visto así... —dijo Chad, ahora en voz baja, como si estuviera reflexionando sobre la transformación que Audrey parecía haber sufrido esa noche. Su mirada también estaba llena de admiración, y aunque no lo dijera en voz alta, había algo en él que comenzaba a comprender: no era solo su apariencia, sino todo lo que la hacía única.

Ethan no pudo evitar sonreír con una mezcla de orgullo y fascinación mientras seguía observando a Audrey.

—Es increíble —dijo, sin apartar la mirada. —Creo que todos están viendo lo mismo ahora.

Chad no respondió, pero en su silencio se percibía una mezcla de reconocimiento y una ligera admiración. La fiesta de Halloween se desdibujaba a su alrededor, la pista de baile se llenaba de figuras sombras y luces, pero ellos solo podían ver a Audrey, moviéndose como si el mundo girara a su alrededor.

Audrey dejó de bailar, su cuerpo aún vibrando al ritmo de la música que seguía retumbando en las paredes de la casa . Se acercó al rincón donde Chad y Ethan estaban parados, rodeados de copas medio vacías y una botella de tequila abierta.

—¿Qué están tomando? —preguntó, curiosa, mientras se pasaba una mano por el cabello, buscando algo de descanso tras tanto movimiento en la pista.

Chad sonrió de inmediato, como si hubiera estado esperando esa pregunta. Sin perder tiempo, tomó el vaso con el tequila y lo extendió hacia ella.

—Un buen tequila para acompañar la noche —dijo con tono juguetón—. Toma, Audrey, no te hagas la tímida.

Audrey lo miró, luego a Ethan, que solo se limitó a observar, aparentemente más interesado en la conversación que en el alcohol. Sin pensarlo demasiado, Audrey levantó el vaso y lo vació de un solo trago, sin hacer gesto alguno. Chad la siguió al instante, lanzando el shot hacia atrás con la misma facilidad, como si fuera agua. Ambos se miraron con complicidad, satisfechos.

Ethan, por su parte, no hizo nada. Miró el vaso, luego a Audrey, y finalmente volvió a posar la vista en el vaso, como si estuviera meditando algo. Con un movimiento lento y deliberado, devolvió el shot al vaso, sin que se notara ni un atisbo de humor o desafío en su rostro.

—¿No lo vas a tomar? —preguntó Audrey, frunciendo el ceño al ver la reacción de Ethan.

—No, gracias —respondió él, en tono tranquilo, mientras lo dejaba sobre la mesa—. No siempre hace falta seguir el ritmo de los demás.

Chad soltó una risa baja, guiñándole un ojo a Audrey.

—Ethan prefiere el control. Pero, vamos, no es para tanto.

Audrey asintió, aún un poco sorprendida por la respuesta de Ethan, pero sin insistir. Ya conocía su forma de ser, siempre algo más distante, menos impulsivo. La música, sin embargo, la invitaba a seguir moviéndose, y sin pensarlo demasiado, volvió a girarse hacia la pista, invitando a Chad con una sonrisa.

—Bueno, yo sí voy a seguir bailando. ¿Te unes, o te quedas con el vaso?

Chad la siguió al instante, mientras Ethan observaba celoso, en silencio.































(🔪)





















La pista de baile estaba iluminada por luces de colores que se movían al compás del beat, y entre la multitud, Audrey y Chad se perdían en su propio mundo, riendo y disfrutando del momento. El calor del lugar, la vibrante energía y la cercanía hacían que todo pareciera perfecto.

Audrey giró suavemente en sus brazos, y él la siguió con una sonrisa amplia, disfrutando del baile tanto como de la compañía. El sonido de las risas y las conversaciones fluía en el fondo, pero el único mundo que conocían era el de ellos dos. Sin embargo, el momento idílico fue bruscamente interrumpido.

—¡Vaquero, te necesitan!— La voz de Anika llegó de repente, como un latigazo que cortó el aire. Chad la miró con sorpresa, sin entender del todo. Su ceño se frunció y luego, con rapidez, asintió.

—¿Qué pasa?— preguntó, sin dejar de mirar a Audrey.

— Te lo contaré en el camino. ¡Vamos!—Anika no perdió tiempo, y antes de que Chad pudiera decir algo más, ya estaba dando media vuelta y corriendo hacia la entrada de la sala.

Audrey se quedó unos segundos allí, desconcertada, observando cómo Anika tiraba de Chad hacia el pasillo. Ethan, que se encontraba al lado de Audrey, también frunció el ceño, sin saber qué estaba pasando.

—¿Qué fue eso?— Ethan preguntó, mirando a su alrededor, pero nadie parecía tener respuestas. Sin pensarlo dos veces, ambos se apresuraron a seguirlos.

El pasillo era estrecho y parecía aún más sombrío comparado con la eufórica atmósfera de la pista de baile. El sonido de los tacones de Audrey resonaba en el suelo de madera, y su respiración se aceleraba un poco mientras seguían a Anika, quien no parecía querer perder un segundo.

Finalmente, llegaron a las escaleras, donde la luz tenue de los escalones iluminaba a las personas que se encontraban subiendo. Y allí estaba ella.

Tara....

Su figura se recortaba contra la luz como una sombra elegante, caminando de la mano con un hombre borracho. La sorpresa se reflejó en los ojos de Audrey y Ethan al ver esa escena. Audrey frenó un paso antes de llegar al final de las escaleras, y Ethan la miró de reojo, pensando en cuál sería su reacción.

—Tara sé queda aquí abajo.— dijo Audrey, firmemente parándose frente el hombre.

El hombre frente a Audrey, la miró retadora mente.

—Amiga...—suspiró.— ¿Disculpa que fue lo que dijiste?, no te oí.

Chad se posicionó frente a Audrey, de manera protectora.

Chad soltó una leve risa. —No, si la oíste.— contestó con molestia.

Tara volteo hacia ellos, —no, chicos, Está bien chicos, yo quiero subir.

—Ven ella quiere subir.— habló el hombre, tomando fuertemente a tara, del brazo, provocando que esta cayera.

—Ten cuidado estúpido— dijo Audrey, alterada. Ella corrió rápidamente hacia Tara para ayudarla a levantarse.

Al mismo tiempo como si estuvieran coordinados, Chad tomó al hombre del cuello y lo lanzó fuera de las escaleras .

—Tara, ¿estás bien?— preguntó Audrey, a la golpeada tara, que se levantaba lentamente del suelo.

—Si estoy bien.— dijo, mientras se sobaba el brazo.

Chad y el hombre comenzaron a empujarse y decirse maldiciones, que Audrey no logró escuchar.

Audrey tomó a Tara de la mano y se dirigió hacia Ethan, el cual estaba preocupado por ella.

—¿Te hiciste daño?—preguntó, el chico preocupado, mientras intentaba buscar alguna herida en Audrey.

—No.—suspiró.—ese imbecil no me hizo daño.— contestó intentando tranquilizar al joven.— Chad me protegió...

Fue entonces en se momento en el que Ethan, se dio cuenta de que había cometido un error. Audrey siguió hablando con el, pero en la cabeza de Ethan no dejaba de resonar ese comentario de Audrey.
"Chad me protegió", ¿ de que diablos la protegió? De un estúpido borracho. Él había estado meses rogándole a su padre para que no la atacaran, pero aún haci Audrey no aprecio ese detalle, como lo hizo con el de Chad.

—¡ETHAN!— le gritó Audrey, sacándolo de sus pensamientos.
—Vámonos.—la chica le estiró su mano, él la tomó y se dirigieron a la salida.

Ethan no tenía ni idea de lo que había pasado, solo sabía que Sam apareció y dejó en vergüenza a Tara y ahora ambas hermanas estaban discutiendo.

Todos se notaban incómodos ante la pelea de las hermanas, tara alegaba que sabía las intenciones del hombre, mientras que Sam intentaba hacerla entrar en razón.

Audrey, encogida, trató de disimular el frío que le calaba hasta los huesos, cruzando los brazos sobre su pecho en un intento por conservar el calor. El aire estaba gélido, y la corriente de el parque no ayudaba. Un escalofrío la recorrió, y no pudo evitar frotarse las manos.

Ethan, que la había estado observando desde que comenzó la discusión , notó su incomodidad y el leve temblor que sacudía sus hombros. Sin pensarlo demasiado, se quitó la chaqueta de mezclilla y se la ofreció.

—Toma, te va a ayudar —dijo con una sonrisa suave, estirándola hacia ella.

Audrey lo miró sorprendida, pero el gesto cálido la hizo sentir una pequeña chispa de confort en medio del caos. Aceptó la chaqueta con una leve sonrisa, sintiendo el abrazo de la tela sobre su piel.

—Gracias, Ethan —murmuró, aliviada, aunque un poco avergonzada por la situación.

Pero el frío seguía apoderándose de ella, y no pudo evitar abrazarse más fuerte con la prenda que le quedaba grande. Ethan, con una sonrisa amable, dio un paso hacia ella, como si estuviera por ofrecerle algo más.

—¿Quieres que te lleve a tu habitación? Puedo acompañarte si te sientes incómoda aquí.

Audrey lo miró, sus ojos reflejando una mezcla de gratitud y algo más. La oferta era amable, pero la verdad era que no quería estar sola. No mientras Tara y Sam seguían discutiendo, no en ese momento.

—No, por hoy me quedaré con Tara y Sam —respondió, un poco más firme de lo que pretendía.

Ethan asintió, aunque un destello de preocupación cruzó sus ojos. Sabía que la situación entre las dos hermanas no iba a mejorar en ese momento, pero tampoco quería insistir. Se quedó a su lado, sin hablar demasiado.

De pronto un grupo de chicas, comenzó a gritarle a Sam e incluso una de ellas le lanzó una bebida.

—¡ASESINA!

—¿Qué carajos te pasa estúpida?— dijo Sam, empujando a la chica. Todos menos Ethan y Audrey, se abalanzaron sobre Sam para detenerla.

—No debería estar cerca de ella, saben lo que hizo...

Audrey se abalanzó contra la chica.—Ella no hizo nada, pero te puedo mostrar como quedará tu cara.— Audrey intentó golpear a la chica, pero fue detenida por Ethan, el cual la tomó por la cintura y la apartó de la chica.

El grupo de chicas se alejó, Ethan soltó lentamente a Audrey y esta corrió hacia Sam.

—¿Estás bien?— le preguntó, mientras que Sam exprimía su suéter.
Sam asintió con la cabeza y todos comenzaron a caminar.

—Tenegó pañuelos.—dijo Ethan, intentando ayudar.— Tengo tres.

Sam tomo los pañuelos y Audrey tomó a Ethan de la mano, mientras que seguían a los demás.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro