YoungJae comenzó a trazar el boceto sobre el lienzo, su cerebro y su corazón estaban desconectados, dejando que las manos regordetas hicieran su trabajo en aquel espacio en blanco sin problema.

—¿Qué perspectiva usarás? —preguntó un poco inquieto el alfa, moviendo su pequeño banco al lugar que el artista le había pedido.

—Te dibujaré de perfil, ¿si? Ahora deja de preguntar tanto, siéntate y quédate quieto. 

Las mejillas de YoungJae ardieron unos segundos cuando se dio cuenta de lo que había dicho. 

—Lo siento, no quise ser tan-

—Uy, me tocó un artista bien mandón. Me gusta, está bien. ¿Qué lado de mi cara dibujarás? 

—Izquierdo —contestó de inmediato.

Pasaron unos segundos en los que JayB acomodó su banco. El fondo que habían escogido era la pared del fondo del salón, que estaba un poco rayado al ser el aula de arte. A YoungJae le gustaba el pequeño desastre que hacían las líneas de colores sobre la pintura blanca y la manera en la que combinaba con la figura de su modelo. Estaba descubriendo un lado de sí mismo que nunca había visto antes. Su yo artístico, que si bien siempre había estado ahí, nunca se había podido expresar bien. Era un poco perfeccionista y obstinado, pero hacía su trabajo bien.

—¿Así? —preguntó moviéndose un poco en el banco para luego quedar sentado en la posición que el omega le había pedido.

Una de sus piernas colgaba del banco y la otra se apoyaba en una de las pequeñas patas transversales. Su cabeza miraba algún punto medio entre el techo y el suelo, buscando lo que había entre el cielo y el infierno con una expresión seria. La luz que venía desde la espalda de YoungJae, se repartía uniforme sobre su cuerpo. El fondo blanco solo hacía todo mejor.

Pero faltaba algo. Algo que complementara su imagen con esa chaqueta de jean y los pantalones azul marino. Miró a su alrededor, buscando aquella pieza que supliera el rompecabezas que tenía enfrente.

Paseó su vista por toda el aula, y justo cuando pensó que tal vez debía devolverse a su casa a buscar algo, encontró la cabeza inquieta de su amigo peliblanco, que tenía puesta una hermosa boina gris oscuro.

—Oye, JB, espérame aquí un segundo.

—Seguro que sí, pero no te tardes mucho.

YoungJae le sonrió alzando sus pulgares, para luego correr al lugar de su amigo peliblanco. Se sentía un poco incómodo llegando sencillamente a pedirle algo al tailandés, así que escogió entablar una pequeña conversación antes de decirle lo que realmente quería.

—¡Hola Jae! —saludó Lisa, quién aparentemente era la compañera de BamBam. Estaba sentada en el piso, con una flor en su cabello— ¿Qué tal? No te había visto por aquí.

—YoungJae llegó tarde —dijo BamBam, haciendo un trazo largo sobre el lienzo, quien suspiró, se veía algo estresado—, tal vez sea por eso. 

—Si... Si no hubiese sido por SeoHo ni siquiera hubiese llegado a tiempo a la clase.

YoungJae se detuvo atrás de Bambam, observando como él dibujaba su boceto. Su amigo también era bueno con las formas.

—¿Con quién se puso SeoHo? —preguntó la fémina.

—Con Ann —contestó el peliblanco.

—Ann y SeoHo siempre están juntos, no me sorprende, se parecen bastante —agregó YoungJae—, sería de esperarse que se volvieran novios. 

—¿Con la fea esa? Dudo mucho que SeoHo tenga la vista tan dañada.

A ambos les causó gracia el tono envidioso que utilizó Lisa para decir aquello.

—Uy sí, como si tú fueras muy bonita Lisa —BamBam volteó los ojos riendo.

—Cállate BamBam. Nadie te preguntó.

—A ti tampoco, pero ahí andas de tonta contestando.

YoungJae solo pudo soltar una de sus risas escandalosas ante la riña entre los dos hermanos. BamBam negó con su cabeza viendo como su boceto se configuraba con cada línea que agregaba, mientras la única chica dentro de la conversación bufó enojada.

Después de unos segundos, el peliblanco acercó su boca al oído de su mejor amigo. Llevaba rato viéndolos de reojo, a él y a JB, y por supuesto, ya sabía que había venido a buscar.

—Agarra mi boina. Seguro que a JB le queda increíble. 

YoungJae no se pudo resistir a abrazar a su amigo. BamBam siempre era tan atento con todos. Era algo que lo caracterizaba. 

—Gracias, gracias, gracias —susurró emocionado— Nos vemos en el descanso Lisa.

Tomó la boina, corriendo de nuevo hasta su lugar de trabajo.

Con las manos temblorosas y el corazón acelerado, se acercó a JB. Le colocó el accesorio sin mucho cuidado. 

—Acomódalo.

—Creo que así está bien. Si la boina está mal puesta, combina con el resto de mi uniforme desordenado y hace que todo se vea hecho a propósito.

—¿...No lo haces a propósito?

—Me despierto muy tarde para la escuela... Te puedes imaginar el resto.

YoungJae rió suavemente. Se sentó de nuevo junto al caballete, para poder empezar a realizar el boceto y observó a su modelo.

Hermoso. Se veía hermoso. Algo en su pecho se revolcó. 

Pero una vez más se quedó mirando mucho tiempo, más de lo que debía.

—Deberíamos empezar ya, por si acaso se acaba la clase y no puedes terminarlo.

—E-el profesor YoungJo —el omega parpadeó varias veces, volviendo en sí—, él... No dijo que era para hoy. Tal vez pueda terminarlo en el descanso entre clases. No te preocupes por eso.

¿Por qué se le estaba haciendo tan difícil concentrarse?

Después de eso, JB se acomodó en la posición que YoungJae le pidió. Sus hombros caídos expresaban flojera, lo que combinaba con la ropa desordenada y la boina a medio poner. 

“Sublime…”

Comenzó a hacer el esqueleto del dibujo inmediatamente, temía quedarse embelesado admirando cada centímetro de aquel rostro. No pensó mucho esa vez, solo iba dibujando y pintando, arriba, abajo, izquierda, derecha… A medida que la imagen iba tomando más cuerpo, las ideas surgían; un claroscuro aquí, tramado allá, puntillismo, tal vez usar acuarelas, o mejor carboncillo. Veía a su modelo, quien estaba completamente estático con una mirada curiosa, se veía en como apretaba sus puños que estaba impaciente, de vez en cuando volteaba a verle, entonces cruzaban miradas y YoungJae sonreía. Era extraño, estaba tan nervioso hace un rato y ahora era como si JB y él se conocieran desde hace mucho. 

Escuchaba al profesor rondar por el aula, echando un ojo a los trabajos de los demás, pero lo que tuviera para decir sobre su trabajo no le importaba mucho. Estaba inmerso en ello, el boceto casi terminado, solo un poco más y empezaría la parte divertida. 

Había escogido las acuarelas para esa ocasión. Algo dentro de su cabeza le dijo que no habría mejor material para aquel retrato. Suspiró, soltando el lápiz por unos segundos.

—Ya casi empiezo —bromeó YoungJae, tomando la paleta de acuarelas en su mano.

—Deberías estar casi terminando —bufó JB, haciendo reír al pintor— No, no, en serio. Ya casi acaba la clase.

—¿Qué? —YoungJae soltó el pincel que había tomado, abriendo sus ojos— ¿En serio? 

BamBam se acercó y puso su brazo de imprevisto sobre los hombros de YoungJae.

—Si, ya casi acaba. Y tú solo tienes eso… Pero wow…

—¿Wow? —JB alzó sus cejas y abrió sus ojos lo más que pudo— ¿Qué tiene? 

—Ven a verlo tu mismo.

Al principio quedó atónito ante su propio trabajo, pero pronto la felicidad de ver que lo había hecho tan bien lo hizo sonreír algo tímido. 

Miró a JB. Estaba esperando su aprobación. 

—¡¿En serio es solo el boceto?! Madre mía, yo ni siquiera muñecos de palitos sé hacer. 

—YoungJae sin duda es muy talentoso —BamBam sonrió—. No te preocupes, podemos entregar la actividad mañana. El profe me lo dijo, también dijo que los mejores retratos estarían en el festival cultural de la escuela. El tuyo sin duda va a estar ahí.

—Si no lo escogen, yo mismo haré que lo escojan —dijo JB detallando la ilustración—. Wow… ¿Realmente soy así de lindo? —preguntó con los párpados bien separados, tocando su rostro con sus labios formando una pequeña o.

A YoungJae se le revolcó el estómago como si fuera a vomitar. Su cara ya estaba ardiendo después de tantos halagos. Ya entendía porque la gente le decía a los famosos "¡Que no se te suban los zumos a la cabeza!".

—S-si, eres muy guapo —respondió Choi, observando su trabajo. No tenía el valor de mirar a JB a los ojos en ese momento, incluso sus manos habían empezado temblar de nuevo. Las movía dibujando formas extrañas en el aire tratando de alguna forma completar lo que quería decir—, de seguro hay muchos omegas enamorados de ti.

—No, claro que no —JB hizo un puchero deforme, que les sacó una risita a los tres. Luego suspiró con flojera—, la única persona a la que le he llegado a gustar resultó estar demente. 

—…Entonces, ¿nunca has tenido pareja? 

YoungJae pellizcó a BamBam en la pierna luego de aquella pregunta. 

—No. No aún —la campana sonó, avisando que era momento del descanso. Se escuchó como todos los estudiantes recogían sus cosas y comenzaban a hablar en un coro desorganizado—. Bueno, me voy, hasta luego… —JB tomó sus cosas— Ten esto, YoungJae —se quitó la boina y la dejó junto a la amplia paleta de acuarelas—. Nos vemos~ y no olvides enseñarme el retrato cuando termines. Realmente quiero saber cómo quedará.

—Hasta luego hyung y si, seguro que te lo enseñaré.

Los dos amigos vieron a JB desaparecer junto con el resto de las personas de su clase. Salieron en manada, todos directo a la cafetería.

El salón quedó completamente desolado, a excepción de ellos dos y el profesor, quién también seguía jugando con los matices y los tonos en el lienzo.

—Vamos. Hoy invito el almuerzo. 

—¿Y eso? —YoungJae ordenó los materiales y el caballete, de modo que su trabajo no se dañara— Últimamente andas muy generoso.

—Tengo que alimentarte bien, no le voy a entregar un pollo flaco a JB, no creo que se lo quiera comer así.

—¡Escúchame bien, hijo de tu madre! ¡Con todo respeto a la señora Konchakorn! 

En menos tiempo del que pudo procesar, BamBam ya se había perdido entre la multitud que inundaba los pasillos de la escuela. 

—¡BamBam! ¡Cuando te encuentre to voy a matar! ¡AGHHH! 

YoungJae bufó mirando el reloj del pasillo. Le quedaban tres cuartos de hora para comer, buscar a su mejor amigo tailandés, jalarle las orejas al imbécil de su mejor amigo y probablemente algo de tiempo extra para una plática con YuGyeom o SeoHo, el que apareciera primero. 

Bueno, si quería hacer todo eso debía ponerse en marcha. Así que comenzó a caminar hacia la cafetería. 

—¡Hey! ¡YoungJae!

¿Y ahora qué?

Volteó a ver a quién lo llamaba.

—Disculpa que te moleste con esto —susurró JB—, pero… ¿Podrías hacer un dibujo para mí?

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Disculpen que me haya tardado tanto entre actualización y actualización. Pero es que quiero que está historia quede bien y no hacerles perder su tiempo leyendo una fanfic más. Please understand.

¿Les gusta el rumbo que va tomando la historia o non?

Also, puede que el capítulo nuevo llegue más pronto de lo que creen...

Btw, si están escribiendo o tienen escritas fanfics de GOT7, deberían ir a checar los GOT7 FANFIC AWARDS de este año, la verdad están bastante interesantes. 💘

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Sin más nada que agregar, me despido por hoy.

—アヴリル。