A partir de la segunda cita, todas las citas que tuvimos YoonGi y yo se basaron en siempre lo mismo. Tratábamos de encontrarnos lo máximo posible, a veces él se quedaba en mi apartamento haciéndome compañía mientras estudiaba, y a veces yo iba a su apartamento para hacerle compañía mientras componía canciones en el piano.

Nuestros encuentros eran casi siempre tranquilos, a veces nos pasábamos las tardes sin hablar, simplemente disfrutando el uno del otro.

Por eso me gustaba estar con YoonGi, porque sentía que con él todo iba a fluir de esa manera, aunque en parte eso tampoco me gustaba.

YoonGi era muy callado y poco comunicativo, aunque por lo que parecía, a él no le hacía falta comunicarse conmigo mediante palabras, si necesitaba algo de mí me lo hacía saber con una mirada.

Aunque en el fondo, sabía que había algo que mantenía a YoonGi así de distante, a veces, parecía estar triste.

Pero a mí me seguía gustando.

Me gustaba

Quería a YoonGi.

Me estaba enamorando de YoonGi...

-¿En qué piensas?- me preguntó. Estaba tan sumida en mis pensamientos y en mis bocetos que no me había dado cuenta de que YoonGi había dejado de tocar el piano.

-En nada- dije sonriéndole - ¿En qué piensas tú?- YoonGi me miró y luego suspiró, se levantó del banquillo del piano y se sentó en el suelo conmigo apoyando la espalda en el sofá.

-Hace tiempo salí con alguien- comenzó a decir, se llamaba SoRa- explicó- La conocí en Daegu cuando todavía rapeaba, en aquel entonces la gente me conocía por Agust D, luego, cuando me vine a Seúl me cambié a Suga- YoonGi señaló una foto encima del piano.- Esa foto es de cuando me hacía llamar Agust D.

"Era el rey de Daegu, era respetado en las batallas de gallos y a veces solía ir a un club de allí para rapear mis propias canciones y que alguien me las comprara. En uno de esos conciertos conocí a SoRa, ella es más mayor que yo y tenía futuro, no sabía en qué pensaba cuando decidí que tener una relación romántica con ella sería una buena idea. Me gustaba mucho, hasta diría que me enamoré de ella- YoonGi se puso las manos en la cara y soltó un suspiro pesado- nunca le importé, pero yo estaba enganchado a ella en una relación enfermiza. Solía pasarse las noches en algún bar, y siempre acababa liándose con algún tío en la puerta de mi casa, pero yo siempre la perdonaba, la perdonaba porque ella me daba lo que nadie me había dado hasta ese entonces- Dejé mi bloc de dibujo a un lado y le abracé- Caí por sus jodidos encantos, los cuales eran pocos. Ella solo me buscaba cuando quería, cuando no tenía a nadie con quién pasar la noche, me engatusaba para gastar mis ahorros en ella y me exigía que le compusiera canciones y se las vendiera a un precio barato, pero no podía venderlas más baratas de lo que lo hacía, y aún así lo hice, y hasta que no consiguió crear una canción conmigo y subirme a un escenario con ella, no estuvo contenta.- YoonGi echó la cabeza hacía atrás en el sofá- Resulta que había invitado a un tipo de esos que buscan gente para las empresas de entretenimiento para poder hacerse un nombre en un mundo al que no pertenecía."

YoonGi calló y me sentí mal.

-Ella se quedó tu sueño- dije y él asintió.

-Aunque no le tengo rencor, aunque ahora trabaja en una empresa de entretenimiento como productora, no es muy exitosa, sus canciones no tienen éxito, y pude quitarle mis canciones antes de que pudiera hacer nada con ellas.

-¿Por eso pareces triste siempre que estás conmigo?- YoonGi me miró al escuchar mi pregunta.

-No- dijo cogiéndome la cara - Tu no tienes nada que ver con ella, solo es que yo soy un inseguro de mierda.

-Yo no quiero hacerte daño- le abracé con todas mis fuerzas- Quiero estar contigo en los momentos buenos y los malos- le dije- Quiero que sepas que puedes confiar en mí, y que yo confio en ti- Sentí como YoonGi me apretaba más contra su cuerpo y temblaba.-No te dejaré como lo hizo ella, así que tú tampoco puedes dejarme.

-¿Te quedarás a mi lado aunque me comporte como un hijo de puta?- preguntó contra mi cuello.

-A ver, lo bueno es que no fueras un hijo de puta- le sentí sonreír- Pero si, YoonGi, me quedaré. - pensé en lo que iba a decir, ¿Estaba segura de decirlo? Si, muy segura, quería que lo supiera- Te quiero, YoonGi, y a penas nos conocemos de hace meses, tienes ese poder.

-Casi seis meses, Joohyun- dijo- Casi seis meses, eres lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo- le acaricié el pelo.

-¿Algún día me dejarás escuchar alguna de tus canciones?- pregunté.

-No creo que te gusten.

-Si viene de ti, me gustará, te lo aseguro- YoonGi siguió abrazado a mi por un rato, y parecía que así íbamos a quedarnos.

-Yo también te quiero, Joohyun.

YoonGi era una persona triste, pero triste por una razón. La gente había jugado con él como había querido, y era distante conmigo por seguridad, pues no quería pasar por lo mismo que le pasó hace tiempo.

-Ahora debería hablarte yo de mis ex- relaciones- le dije, habíamos pedido comida y estábamos comiendo mientras veíamos la televisión, un programa donde GOT7 eran los invitados. YoonGi me miró.

-Está bien- dijo mirándome atentamente.

-Mi primer novio se llama JongIn, lo conocí en el instituto y va a la misma universidad que yo, solo que en vez de estudiar arte, estudia derecho en otro edificio más alejado del mío, no hay mucha cosa, que digamos- expliqué.

"JongIn fue mi primer todo, siempre fue bueno conmigo, teníamos una buena relación, también la tenemos, lo puedo considerar mi mejor amigo. Pero de un día para otro pasamos de novios a amigos, así sin más, así que decidimos dejarlo, fueron casi cuatro años, lo más interesante de esto es que ninguno de los dos estuvo mal por mucho tiempo, de hecho hasta hace un año nos solíamos acostar, pero luego apareció Jungkook, él es menor que yo, solo duramos un mes, ojalá y hubiera sido más- le miré con pena- es un buen chico, yo fui su primer todo, y me da mucha pena que no hubiera acabado bien. Jungkook necesitaba aprender que era amar y ser amado, era muy inseguro respecto a que yo fuera mayor que él y la experimentada de la relación, y no había comunicación, Jungkook se lo guardaba todo y yo quería ayudarle. Pero ahora todo está bien, te conocí y me siento feliz contigo"- le miré y sonreí.

-Gracias por compartir esto conmigo- sonrió él también- Ahora sé que hacer para que no te vayas de mi lado.

-Tu solo debes alimentarme si no quieres que me vaya de tu lado- reí.

-Entonces te alimentaré todas las veces que quieras- rió- Por cierto, ahora que me he acordado, ¿Qué tal el examen de fundamentos del arte?

-Bien- dije- Gracias a ti me lo sabía todo.

-¿Ves? Te dije que si me lo leías todo en voz alta varias veces te lo aprenderías.

-Si, gracias por soportar los tres temas de algo que no te va ni te viene.

-Se hizo más ameno ya que eras tú quién hablaba.