Altavoces en oferta.

¿Dónde se compran los altavoces en oferta?

Nunca he comprado un altavoz en oferta... Nunca he comprado un altavoz. De esto se encarga Yuri, ¿por qué tenía que ir al médico ese día? ¿No puede ir ella a comprar el altavoz? No sé nada de electrónica, me cargué el portátil de Bae-Jun apretando una tecla.

— Igual en la tienda de música hay altavoces en oferta— dije para mi misma, pero enseguida negué al ver en mi mente a Min YoonGi el grosero diciéndome que le estoy siguiendo— La tienda de electrónica.

Di media vuelta sobre mi misma y puse rumbo a la tienda de electrónica. Si compro un altavoz tiene que ser bluetooth para que pueda utilizarlo en el ordenador y en el teléfono, y de paso, pensare en comprar una nueva televisión que no se raye cuando subes mucho el volumen.

La tienda de electrónica quedaba a unas calles más atrás justo en el centro de Seúl, así que me tocaría chocarme con gente hasta llegar allí sin recibir una disculpa a cambio. ¿La gente se chocará con el chico grosero? Solo viendo su cara de enfadado impone respeto, parece un rey tirano de la Dinastía Joseon.

Nueva fantasía desbloqueada, Min YoonGi vestido de rey samurái.

La tienda de electrónica era extremadamente grande, dos pisos llenos de tecnología y electrodomésticos, ¿Dónde estarían los altavoces?

Altavoces grandes, pequeños, redondos, cuadrados, por cable, ¡bluetooth!

— ¿Por qué tienen que haber veinte clases diferentes de altavoces?— dije para mi misma y suspiré — Uno bonito y en oferta, bonito y en oferta.

Seguí buscando por los altavoces hasta encontrar uno de color negro que se iluminaba en colores púrpuras cuando sonaba música. O eso decía el cartelito.

— ¿Estás en oferta?— le pregunté al altavoz como si me pudiera contestar.

— Encima de hablar sola hablas con cosas— esa voz me sonaba— ¿Por qué me fijaré en gente tan rara?— Min YoonGi el grosero.

— Hola YoonGi— dije dándome la vuelta y sonriendo.

— Parece que me sigues — lo sabía— ¿Me sigues?

— O me sigues tu— le acusé de la misma manera que él a mi. Rio.

— Trabajo aquí— dijo— ¿Qué buscas? Te puedo ayudar.

— Un altavoz bonito, en oferta y bluetooth.

— ¿Ese estabas mirando?— señaló el negro con luces.

— ¿Es verdad lo que explica?— pregunté y él asintió.

— Tienes suerte, está en oferta — celebré en mi interior — También tienes otros colores, blanco y gris. Hace más colores a parte del púrpura— se acercó a mí y cogió la caja del altavoz.

¿Y el cartelito de oferta?

— Te lo saco y ahora vuelvo — YoonGi me sonrió y yo asentí. Me quedé embobada viendo su sonrisa.

¿Cómo podía ser tan malditamente grosero y tan amable y guapo a la vez? Min YoonGi, eres raro, y extrañamente eso me atrae.

Al rato YoonGi volvió con su tarjeta de empleado en una mano y el altavoz en la otra.

— Aquí está— dijo cuando estuvo frente a mí.

— Perfecto— él me miró y sonrió.

— Acompáñame a la caja y te cobro— asentí.

— Claro.

Ambos caminamos hasta las cajas, donde se colocó detrás de una, la encendió, pasó su tarjeta de empleado y me cobró el altavoz.

— Serán setenta y cinco mil wones — me sonrió y cogí el dinero para pagarle.

— ¿Ya está?— le pregunté viendo como ponía el altavoz en una bolsa de plástico de la tienda y asintió.

— Si— me tendió la bolsa.

— Muchas gracias, YoonGi— le sonreí.

— De nada, por cierto— él salió de la caja y me acompañó a la salida— Me debes un café.

— Cuando quieras— sonreí.

— ¿Me das tu número?— le miré dudosa — Para agendar una cita.

— ¿Una cita?— pregunté sacando mi móvil.

— Una cita— afirmó sonriendo todavía. Desbloquee el teléfono y se lo tendí para que pudiera guardar su teléfono.

— Ya está— se agendó a sí mismo como "El chico grosero" le llamé. Cogió su teléfono y colgué— Ahora tengo tu número— me agendó como "La chica que no sabe de música" y me lo enseñó.

— Perfecto— dije — En unos días comienzo las clases, cuando puedas, nos mensajeamos.

— Claro— me dijo, y salí de la tienda.

— Adiós— me despedí de él con la mano y fui al apartamento.

Volví a casa tarareando una de mis canciones favoritas. Ya tenía mi altavoz y era muy bonito, todo gracias a Min YoonGi el chico grosero. Puse la clave de la puerta del apartamento mientras cantaba el estribillo de la canción, entré, cerré detrás de mí y me quité las zapatillas. En la cocina estaban Yuri y JiEun, y cuando la última oyó la canción que cantaba, comenzó a cantar conmigo.

— ¡Vamos, vamos!— exclamó Yuri uniéndose a la fiesta.

— Tengo el altavoz— las tres celebramos— Setenta y cinco mil wones, una ganga, YoonGi el chico grosero trabajaba en la tienda y me lo recomendó— moví la bolsa en el aire.

— ¿El chico grosero trabajaba en la tienda de electrónica?— preguntó Yuri.

— ¿Cómo supiste que fui a la tienda de electrónica?— le pregunté mirándola fijamente.

— Porque allí se compran las cosas electrónicas, ¿A donde ibas a ir si no?— Yuri movió la cabeza hacia los lados.

— A la tienda de música— dije confusa.

— ¿A la tienda de música?

— Lo veo lógico, es un altavoz— dijo JiEun cogiéndome la bolsa de la mano.

— ¿En la tienda de música Joohyun? ¿Enserio?—  Yuri me encogí de hombros.

— ¿Qué quieres que haga?— contesté— Soy una cateta para la tecnología, Yuri.

— ¿Estás segura que el altavoz te ha costado solo treinta y cinco mil wones?— JiEun me miró completamente seria con la caja del altavoz en la mano. Asentí.

— Claro, YoonGi me lo cobró, estaba en oferta— Yuri se acercó a ver el altavoz y los ojos se le abrieron tanto de la sorpresa que se hicieron redondos.

— Este es un modelo caro— dijo JiEun dándome el altavoz— Salió hace tres meses, esto, hasta dentro de tres años no cuesta treinta y cinco mil wones, cuesta al menos cien mil wones y medio— me sorprendí.

— ¿Qué?— miré el altavoz— No puede ser, pagué en efectivo, no me han timado— cogí el altavoz.

— Entonces YoonGi ha utilizado su descuento de empleado para que pudieras comprar eso, porque no le veo otra explicación— JiEun se cruzó de brazos.

— ¿Por qué YoonGi haría eso?— pregunté.

— No lo sé, pero o te ha timado o es eso— volvió a decir JiEun. Fruncí el ceño con el altavoz en la mano.

— Si me disculpáis, voy a mensajearme con el grosero— dije caminando a mi habitación.

— ¿Tienes el número del chico grosero?— preguntó Yuri antes de que cerrara la puerta de mi habitación.

Ignoremos eso.

El chico grosero

Joohyun

YoonGi

12:34

Soy Joohyun

12:35

El altavoz no estaba en oferta, ¿verdad?

12:36

Mis amigas me han dicho que es un altavoz caro, sé que

has hecho no sé qué cosa con tu descuento de

empleado, pero no tenías porqué hacer eso, yo quería un

altavoz en oferta, no uno nuevo :(

12:38

El chico grosero

Es un regalo, chica que no sabe de música.

13:01

Bueno, un medio regalo, has pagado la mitad.

13:01

Además, quise hacerlo, no es como que lo haya pagado yo y

ni lo vaya a pagar, así, si tienes un altavoz nuevo te dura más ;)

13:02

Sólo he querido hacerlo, además de no saber de música, no sabes

de electrónica.

13:04

Joohyun

Soy de artes, no es mi culpa.

13:10

Gracias, YoonGi

13:11

El chico grosero

De nada Joohyun

13:12

Me puedes pagar con un café y un pedazo de tarta ;)

13:12

visto

-DINOSAURIO