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𝘗𝘢𝘳𝘵 𝘛𝘸𝘰: episode II

Una semana después del encuentro con el chico grosero del piano, seguía soñando con sus hipnotizantes ojos y me preguntaba como podía ser que me hubiera atrapado de esa manera.

— Un grosero— murmuré.

Esa mañana había ido a la librería a comprar algunos libros para mantenerme ocupada lo que restaba de verano y no acabar las pinturas recién compradas hace una semana; cuando conocí al chico grosero, ese mismo chico del que no sabía su nombre.

¿Voy a comprar literatura o libros sobre arte? 

Debería preocuparme por eso y no de si me volvería a encontrar con el chico.

— ¿Literatura o arte?— susurré para mí misma enfrente de la estantería de literatura extranjera, tengo que buscar algo entretenido.

— Mejor cómprate un libro de música, chica que no sabe de música— Vale, esa voz era la del chico grosero.

— Chico grosero— volví a susurrar para mí misma dándome la vuelta sorprendida.

— ¿A quién llamas tú grosero?

— ¿Me ha oído?

—Estás hablando sola, chica que no sabe de música —  el chico grosero bufó y negó con la cabeza—  en que tipo de gente me fijaré. 

— ¿Estoy pensando en voz alta?

-Si, piensas en voz alta, y resulta muy molesto. ¿Eso es lo que hay dentro de tu cabeza?— aún sorprendida por encontrarlo ahí negué con la cabeza— ¿Vas a decir algo?

No, no voy a decir nada, mi cabeza no puede procesar que estás aquí.

— Vale, ya- dije— Estaba un poco sorprendida - él hizo una mueca divertida.

— Ya veo, ha sido pura coincidencia que nos veamos aquí, siento lo del otro día en la tienda de música, no tuve un buen día— se rascó la nuca y desvió la mirada.

— No pasa nada— dije— Todos podemos tener días malos— le sonreí. Él se me quedó mirando por unos segundos, un poco raro.

— Tienes razón— dijo al final.

Y volvió el silencio. Todo se tornó incómodo, por lo que tomé la decisión de hacer una pequeña mueca y volver a mirar la estantería de la librería.

— Min YoonGi— dijo antes de que me girara completamente.

— ¿Qué?— pregunté volviéndole a mirar a la cara.

— Mi nombre es Min YoonGi— volvió a decir— Soy Min YoonGi el grosero.

— Kang Joohyun— me presenté— Kang Joohyun la chica que no sabe de música.

El me tendió su mano para estrecharla y la acepte, ambos sonreímos.

Ahora sabía su nombre, se lo tengo que decir a JiEun.

— ¿Te apetecería ir a por un café, Kang Joohyun la chica que no sabe de música?— me preguntó sin quitar la pequeña sonrisa de su cara.

— Claro, Min YoonGi el grosero.

Min YoonGi y yo acabamos en una cafetería que casualmente estaba a unas calles de la universidad en la que estudiaba, estuvimos hablando por un rato largo, entonces supe que estudiaba composición y comunicación audiovisual para hacerse productor; también supe que escribía rap, y que cuando era joven y tenía tiempo -aunque es apenas unos años mayor que yo- tenía un grupo underground en Daegu, su ciudad natal, pero que lo dejó cuando se vino a Seúl a estudiar.

Yo le conté que estudiaba arte en la universidad de al lado, que era artista y quería dedicarme al diseño gráfico, que soy originaria de Seúl,  me salté la parte de la separación de mis padres y la desaparición de ambos de mi vida porque no creía que fuera un buen tema de conversación la primera vez que conozco a alguien; también le conté que vivía con dos amigas mías en un piso y que me gustó escucharle tocar el piano, y que ojalá pueda volver a escucharle otra vez.

— Así que artista— dijo bebiendo de su americano con hielo.

— Artista— afirmé bebiendo de mi café con leche también helado.

YoonGi me había invitado a este café alegando que yo debería hacer lo mismo por él otro día.

— ¿Y qué pintas?— me preguntó — Si es que pintas— asentí.

— Manejo mucho el óleo, pero prefiero dibujar a lápiz en mi sketchbook, dibujo flores, personas y cuerpos humanos, me gusta— me expliqué, y él asintió como entendiendo todo lo que decía.

— ¿Tienes algunos dibujos aquí?— asentí.

— Si, pero en el mini cuaderno de viaje— abrí mi bolso y lo saqué— Aquí hay de todo y de nada a la vez.

— ¿Puedo verlo?— le miré y negué horrorizada.

— No me gusta mucho enseñar mis dibujos, son cómo muy íntimos. 

No había muchas páginas usadas, las primeras páginas las había utilizado el año pasado cuando estaba con Jungkook y esas primeras páginas estaban garabateadas con su cara, los demás dibujos eran flores o yo dibujando a BoAh, ella era mi principal modelo.

—Vamos, Kang Joohyun, no hay nada que temer, me has escuchado tocar el piano.

— Estabas en un lugar público.

— Pero tu fuiste la única que se quedó a escucharme.

— ¿Y qué quieres, un premio?

— Pues si, ver tus dibujos—  él sonrió y se abalanzó sobre mi cuaderno y me lo arrebató de las manos.

— ¡YoonGi!—  exclamé y me levanté del sillón.

— No hagas escándalo, Kang Joohyun, no querrás hacer una escenita—  le miré indignada mientras me volvía a sentar lentamente en el sillón.

Este ser era perverso. Miré cómo abría el pequeño cuaderno y lo hojeaba con una pequeña mueca de sorpresa en su rostro. 

— ¿Quién es él?— preguntó enseñándome uno de los dibujos de Jungkook.

— Mi ex.

— Las seis primeras hojas están llenas de él, parece que durasteis mucho— yo negué.

— Un mes— él abrió los ojos sorprendido— Ahora somos amigos— me incliné hacia él y señalé el bloc— Los dibujos tienen al menos de seis meses a un mes de antigüedad, el último dibujo que hice fue hace una semana y son tus...— paré de hablar antes de decir lo que iba a decir y le miré asustada.

— ¿Qué ibas a decir?— YoonGi sonrió divertido.

— Nada— hablé con prisa e intenté quitarle el bloc, pero él solo se carcajeó en mi cara y lo retiró lejos de mi alcance, rápidamente buscó la última página. 

No quería decirle que su intensa mirada me persiguió por una semana entera.

— ¿Qué dibujaste?

— ¡No lo mires!— me levanté del asiento y cogí sus muñecas, pero él ya estaba viendo el boceto sombreado de sus ojos.

— ¡Wow!— dijo con una clara sonrisa orgullosa decorándole la cara— Eres muy talentosa, ¿Son mis ojos?— me avergoncé, me volví a sentar en la silla y escondí mi cara entre mis manos.

— Sí, lo son.

— Está muy logrado, Joohyun— me felicitó— Pero esto es muy raro—  rio, cerró el bloc y me lo devolvió— ¿Por qué has dibujado mis ojos?

— Son muy bonitos y no pude quitármelos de la cabeza, me sentí mejor cuando los dibuje— él sonrió arrogante.

— Me alagas— dijo y yo me quejé.

— Cambiemos de tema— sugerí, pero él acabó su americano y apoyó los codos en la mesa y me miró con una sonrisa.

— No, mejor sigamos hablando de mis ojos y lo bonitos que son— pestañeó unas cuantas veces con rapidez.

— Eres detestable- le miré mal y agarré mi café para acabarlo.

— Es mentira, soy irresistible— puse los ojos en blanco.

— Puedes seguir pensando eso—  me levanté del sillón — Me voy a casa a quemar ese dibujo— él rio y también se levantó.

Caminamos juntos a la salida mientras me decía que no sería capaz de quemar un dibujo tan bonito, desgraciadamente estaba en lo cierto, no lo quemaría, lo guardaría.

— Me voy para que dejes de meterte conmigo— le dije.

— Está bien- acabó por decir. Me giré y comencé a caminar por el lado contrario a YoonGi— Joohyun— me llamó y me giré.

— Dime— contesté.

— Si nos volvemos a encontrar una tercera vez, invitas tú al café.























Descripción gráfica de YoonGi El Grosero:

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-DINOSAURIO

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