12 de febrero

-¡Joohyun! ¡Kang Joohyun!

El solecito brillante Jung Hoseok corría hacía mí con una sonrisa de oreja a oreja que hacía que sus ojitos se cerraran, si no dejaba de sonreír se chocaría con alguien; y efectivamente pasó, Hoseok chocó contra un chico que paseaba lentamente y sin preocupación por el campus, este disculpó, pero el chico lo veía con cara de pocos amigos. Cuando Hoseok me miró el chico también lo hizo.

Park Jimin y yo manteníamos las miradas a ver quién era el primero en rendirse.

-Joohyun- me llamó Hoseok que estaba a mi lado.- ¿Conoces a Park Jimin?- preguntó.

-No- negué- Solo de vista y de oídas, es un capullo integral- desvié la mirada de Jimin y me centré en Jung.

-¿Lo dices por su fama de rompecorazones?- preguntó.

-No- volví a negar- Es porque le gusta molestarme, o al menos cuando lo dejé con JongIn, prefiero estar alejada de él- dije- A veces me pone los pelos de punta, es un intenso.

-Igual es agradable- intentó defenderle Hoseok.

-Si claro- dije riéndome sarcásticamente- Te ha literalmente enterrado bajo tierra con su mirada.

-Bueno, no pasa nada- dijo- ¿Haces algo hoy?- preguntó.

-¿Cómo qué?- pregunté.

-¿Quieres ir a tomar un helado?- preguntó, asentí.

-¡Claro!- sonreí- ¿Al salir de clase?- pregunté.

-Sip- asintió- Te acompaño a clase- anunció.

-No hace falta- dije.

-Insisto- dijo finalmente.

-Vale- dije.

Mientras Hoseok y yo caminábamos por el pasillo de camino a mi primera clase, alguien llamando mi nombre nos cortó la conversación sobre que me gustaría ver el campo de girasoles de Hawaii y Hoseok diciéndome que él es un girasol. Le di la razón.

-Joohyun- dijo Bae-Jun antes de apoyarse sobre sus rodillas y tratar de coger aire, venía corriendo.

-¿Qué ocurre Bae?- pregunté.

-¿Has visto a Jungkook?- preguntó seriamente.

-No desde la semana pasada- le expliqué, Hoseok me miró de reojo.

-Mierda- murmuró Bae-Jun.

-¿Por qué?- pregunté -¿Ha hecho algo?- la morena negó enseguida.

-Es mi compañero para hacer los murales de arte, y hace una semana que no viene a clase.

Enseguida se me vino a la mente cuando discutimos y decidió alejarse de mí haciendo pellas, ¿Dejar la universidad por una semana es pensar, Jeon Jungkook?

-Llámale- dije.

-No tengo su número, ¿puedes llamarle tú?- me preguntó.

-Te puedo pasar su número.-dije. No quería mandarle ningún mensaje a Jungkook, y menos llamarle.

-Sería una gran idea si BamBam no se hubiera cargado mi teléfono y me deba uno nuevo- suspiré.

-Vale, cuando vaya a casa esta tarde después de mi quedada con Hoseok le mandaré un mensaje.

-¿Habéis quedado?- preguntó sorprendida Bae-Jun.

-Si-sonrió Hoseok- Vamos a ir a por un helado.- Bae-Jun nos miró raro y acabó asintiendo.

-Perfecto- dijo- Llámalo, le necesito aquí mañana- asentí- Te veo en casa.

-¿Te vas a quedar a dormir?- le pregunté, ella asintió.- Al final vas a tener que pagar alquiler.

-Ni siquiera duermo contigo- se excusó- Me voy a mi clase, suerte- Y así como había llegado se fue. Corriendo.

No quiero llamar a Jungkook.

-Vendré a por tí para ir a la cafetería juntos, ¿te parece bien?- miré a Hoseok.

-Está bien- asentí sin sonreír.

-Pues te dejo aquí, me voy a clase- se despidió.

Hoseok también se fue corriendo por el pasillo y me quedé sola enfrente la puerta de la clase.

De no ser por la sonrisa de Hoseok, sería un mal día.

Tal y como me había dicho, Hoseok me recogió en la puerta de la clase a la hora de comer y me acompañó a la cafetería, una vez allí hicimos cola para comprar la comida, mientras que yo me decanté por un sándwich y un zumo de piña, él eligió un trozo de pizza y una sprite.

-Salimos a la misma hora, ¿no?- pregunté mordisqueando el sándwich.

-Creo que si, empezamos a las tres y salimos a las cinco- dijo- compartimos la última clase.

-Cierto- le di la razón.

-Una pregunta- le miré- ¿Somos amigos?- preguntó sin sonreír.

-Pues claro- le sonreí- somos amigos desde que te tiré las hojas al suelo- él rió.-¿A qué viene la pregunta?

-Era por si me pasaba de pesado, me gusta hacer amistades y a veces soy un poco intenso- dijo.

-No eres para nada intenso, tu sonrisa suele alegrarme el día- le dije, él sonrió.

-Entonces sonreiré más para tí.

Ciertamente Hoseok y yo compartíamos la última clase del día, así que pudimos salir juntos sin ningún problema, y sin esperar a nadie fuimos juntos a por un helado.

-¿De qué lo quieres?- me preguntó.

-Menta- dije, él me miró raro- Me gusta.

-No voy a juzgar tus gustos raros- me dijo y me burlé de él sacándole la lengua- Uno de menta y otro de fresa, por favor- le dijo Hoseok a la chica, esta asintió y preparó los helados.

-Invito yo esta vez- dije sacando la tarjeta de crédito- No puedes decir que no, tu invitaste al bollito- dije antes de que me dijera que pagaba él.

-Tu ganas- dijo, pagué con la tarjeta y salimos de la heladería con los helados.- Te acompaño a casa mientras nos comemos el helado.

-Claro.

-Vi tu cuadro del otro día- dijo, le miré- Era muy triste- miré al suelo.

-Era mi ex- dije.

-¿Él te puso así de triste?- asentí.

-Es algo complicado- dije.

-No hace falta que me lo cuentes si no quieres- dijo- Joohyun- le miré- Yo quiero hacerte feliz, quiero quitarte la tristeza.

-Hoseok... yo- él me cortó.

-Antes de que digas que no quieres hacerme triste, creeme cuando te digo que soy la persona más positiva del planeta y que nada me pondría triste, y menos tú.

-Hoseok, somos amigos.

-Pero yo no quiero ser solo tu amigo.

-No puedo, no ahora.

-Lo sé, lo entiendo, respeto eso, pero no me voy a dar por vencido.

-¿No quieres ser mi amigo?- pregunté.

-Si que quiero ser tu amigo, pero- le corté.

Sabía lo que iba a decir, y no podía lidiar con otra confesión.

-No te confieses, por favor- supliqué - No lo hagas.

-No lo iba a hacer- Hoseok me abrazó- Iba a decir que si necesitas cualquier cosa, sea lo que sea, acabe como acabe nuestra amistad, siempre me tendrás para tí.

Oh, Dios. ¿Cómo llegué a conocer a alguien como Hoseok?