𝘗𝘢𝘳𝘵 𝘚𝘪𝘹: episode VIII
Dos semanas, dos lúcidas y largas semanas en las que me siento terriblemente mal por la conversación que tuve con Namjoon aquel día, por haberle pegado aunque me hubiese ofendido.
-Estoy segura de que todo se solucionará- miré a Yuri.
-Admiro tu positividad- dijo Bae-Jun despegando sus ojos de mis uñas para encarar a Yuri y volvió a fijar su vista en estas.
-No es positivismo- se excusó mi amiga y se sentó a mi lado en el sofá- Sólo estoy segura de que si entablas una conversación con él todo se arreglará, sabes que Namjoon va a entenderlo, es un chico muy sensato y que tiene muchas virtudes, entre ellas escuchar- Bae-Jun la miró mal.
-Seguro que sí- dijo con sarcasmo.
-Vale, puede que no te quisiera hacer caso esa noche- Bae-Jun la cortó.
-No quiso escucharla directamente- murmuró.
-Déjame hablar- espetó la de ojos gatunos- A lo que iba, Namjoon te dijo que era inseguro desde el principio.
-Un cliché- Volvió a interrumpir Bae-Jun.
-Bae-Jun cállate.
-Lo entiendo- dije- Que debería de hablar lo que pasó con él- Yuri asintió.
La puerta de casa fue abierta y enseguida entraron a la sala BoAh y Bambam.
-¿Habláis de la toxicidad de Kim Namjoon?- preguntó Bambam mirándonos, BoAh fue a la cocina y se sirvió un vaso de agua.
-Exacto- le contestó Bae-Jun con una sonrisa.
-Menos mal- dijo y se acercó a nosotras- Varias cosas a comentar sobre él.
-No- le interrumpí- Quiero arreglarlo por mí misma, no voy a volver con Jungkook, ni con YoonGi, ni con quién digáis- Bae-Jun dejó mis manos libres y las moví frenéticamente por el aire- Voy a solucionar este problema como una persona adulta, no quiero seguir haciéndome la tonta- fruncí el ceño- Hablaré con Namjoon, sabéis que me gusta mucho, y de verdad quiero que las cosas funcionen bien- Yuri me miró con orgullo.
-Has aprendido- sonrió poniéndose una mano en el corazón- me siento orgullosa- se secó una lágrima falsa.
-Voy a ser inteligente y racional por una vez y no me dejaré guiar por malas emociones- miré mis uñas- Te has salido aquí- le señalé a Bae-Jun.
-Vete a la mierda, Joohyun, para esto si te das cuenta.- Frunció el ceño.
-Por lo que veo quieres arreglar las cosas con Namjoon aunque se ha portado como un tóxico contigo- BoAh hizo acto de presencia con un vaso en la mano y su adorable mirada.
-Exacto- contesté.
-No admiro eso y al igual que Bambi y Bae-Jun, pienso que no deberías arreglar nada- explicó- Pero si te gusta y eres feliz- encogió los hombros- Me parece bien.
Las chicas y yo la miramos sorprendidas.
-Cada día me sorprendes más, Bobo- dijo Yuri.
-Exacto, cada vez que apareces en esta historia es para aportar sabiduría a la mierda de vida de Joohyun- traté de hacerme la ofendida, pero no me salió, tenía razón.
-¿Qué puedo decir? Soy ese tipo de personaje.
La cabeza me daba vueltas y no me encontraba bien. El día anterior había pillado un catarro cuando decidí salir a comprar ramen cuando llovía, pero me urgía hablar con Namjoon antes de desmayarme por la fiebre.
-¿Has visto a Namjoon?- le pregunté a Hoseok cuando le vi.
-Está fuera en los jardines del campus, en el invernadero del club de jardinería.- dijo- Jojo, te ves de pena- me miró preocupado y me agarró los brazos.
¿Tenemos un club de jardinería?
-Ya, me encuentro de pena, pero tengo que hablar con Namjoon- expliqué.
-Si quieres te puedo acompañar- negué.
-No, gracias, iré por mi cuenta- traté de sonreírle, pero mis ojos medio cerrados y mi voz rasposa no le dieron confianza al solecito.
-La verdad, no me fío- dijo- Pero Namjoon daba miedo estas dos últimas semanas- explicó- vete a descansar a casa y hablas con él cuando te encuentres mejor- negué.
-No, lo tengo que hacer ahora, si no, no descansaré bien- él asintió no muy seguro.
-Si necesitas algo, llámame- asentí y me di la vuelta dispuesta a encontrar a Namjoon.
Aunque el club de jardinería junto con el invernadero estuvieran relativamente cerca de la salida, el camino se me hizo eterno. La luz del sol me aturdía y la gente gritaba a mi alrededor. Tenía ganas de tumbarme en el césped a la luz del sol y dormir por diez años.
Vi a Namjoon pulverizar con agua algunas plantas de dentro del invernadero, y la pequeña sonrisa nostálgica que tenía me dio ánimos para entrar y hablarle.
-Namjoon- dije en la puerta, él me miró asustado y apenado.
-Joohyun...- murmuró.
-Hola- sonreí como pude.
Mi alergia al polen y al polvo no me alivió la gripe y la fiebre.
-Yo...- trató de hablar.
-Antes que nada- le corté- Estoy mala y me quiero ir a casa a descansar- expliqué- Y segundo, siento mucho lo del otro día, no debía pegarte y debí de haber mirado un poco más el teléfono, pero me lo estaba pasando tan bien que perdía la noción del tiempo- mis ojos se iban cerrando poco a poco y trataba de mantenerme despierta- y... he perdido el hilo de la conversación.
Entonces la calidez y la colonia de Namjoon me invadieron y me di el privilegio de cerrar los ojos en su pecho.
-Tu no debes disculparte- dijo- Yo lo siento más por haberte gritado, no tengo derecho a separarte de tus amigos, lo siento mucho, pero eres tan bonita y etérea que tengo miedo de que te vayas de mi lado...- a este punto, era incapaz de escuchar hablar a Namjoon, pero su pecho vibraba y me sentía bien escuchando los latidos de su corazón.
-Me gustas mucho- solté sin saber si la conversación iba por ese camino. El pecho de Namjoon dejó de vibrar y supuse que había dejado de hablar, aún así, su corazón se aceleró- Me gusta el sonido que hace tu corazón- Sonaba medio drogada.
-¿Joohyun?- preguntó y puso una mano en mi frente- ¡Dios mío estás ardiendo!- exclamó y con una sonrisa me dejé caer, él me agarró con fuerza.
-Estoy cansada- dije- ¿Nos hemos arreglado?. pregunté- Realmente no quiero estar enfadada contigo- mi voz se hizo más débil y cerré los ojos.
-Estamos bien- sentí a Namjoon cargarme- Vamos a casa.
Y me quedé dormida con el ritmo de sus palpitaciones.
Namjoon me gustaba mucho.
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