Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝘗𝘢𝘳𝘵 𝘚𝘦𝘷𝘦𝘯: episode XV

Taehyung entró con pesadez al apartamento, se quitó las zapatillas y corrió al sofá en el que estaba, me quitó la tableta y el ordenador de las piernas y se tiró encima de mí para abrazarme y hacerme cosquillas con su nariz en mi cuello. Reí.

— ¿Qué ocurre?

— Adoro los niños — dijo, no me sorprendí demasiado.

— ¿Qué han hecho hoy? — él me miró con un pequeño puchero.

— A algunos les han dado sus padres golosinas, así que cuando han entrado las han puesto en la mesita donde pintan y nos han dicho a Jungkook y a mí que nos las habían guardado — me enternecí — Pero las gominolas estaban un poco pringosas por las manos de los niños y les hemos dicho que las guardaremos.

— Las habéis tirado a la basura y te sabe mal ¿no? — adiviné. Taehyung asintió con pena.

— Kang Joohyun, quiero niños que me ofrezcan sus gominolas.

Y supe que iba totalmente en serio cuando sus ojos chocaron con los míos y puso sus manos abiertas alrededor de mi cintura. Le miré estupefacta.

— Taehyung...

— Sé que es pronto — dijo — Apenas hace un año que nos mudamos juntos, pero nunca lo hemos hablado — puso su cabeza en mi regazo — Me gusta fantasear con nuestra futura familia — le acaricié el pelo, se había vuelto a hacer la permanente.

Adoraba esos rizos.

— Nunca me he parado a pensarlo detenidamente — confesé — Pero me hace ilusión tener un bebé propio — sonreí, Taehyung me volvió a mirar con esperanza.

— ¿Enserio? — asentí — ¿Y cuantos quieres? Porque yo quiero cinco — señaló con la mano. Le miré atónita.

— ¿¡Cómo que cinco!? — exclamé — ¡No soy una máquina de bebés! — el desgraciado rio — ¡Yo no me río, Kim Taehyung!

— Te quiero Kang Joohyun— contestó.

— No me distraigas con cursilerías.

— ¿Cuántos quieres? — preguntó finalmente.

— Dos, y con dos te vas a tener que aguantar — le señalé con el dedo — No soy una máquina de fabricar niños.

Taehyung se levantó y me dio un beso en la frente.

— Entonces que sean dos — me sonrió — Me vuelvo a bajar antes de que Jungkook les diga que está bien comer pintura.

Todo el mundo estaba raro esta mañana. Bambam esquivaba mis mensajes y Jungkook hacía como que no estaba cuando pasaba por casa a recoger material del taller; no había visto a Taehyung en casi todo el día y eso que vivimos juntos; JiEun había vuelto por unas pequeñas vacaciones y no se dignó a visitarme; Bae-Jun estaba muy encandilada con Jaebeom, su nuevo novio, el que aseguraba que sería totalmente el definitivo; Yuri no me contestaba las llamadas, igual que BoAh. Quise quedar con Seokjin, pero me dijo que estaba muy ocupado en el trabajo; traté de llamar a YoonGi, pero más de lo mismo; Namjoon estaba en Estados Unidos otra vez; y JongIn y Eunwoo estaban demasiado ocupados siendo superestrellas como para molestarles; encima Hoseok y Jimin me evitaban como si tuviera la peste, no les he visto el pelo en tres días.

¿Había hecho algo malo para que todos pasaran de mí?

Ya por la tarde Jungkook volvió a aparecer por el piso, dejó una caja en la mesa de la cocina, me sonrió y se marchó. La cosa no podía ser más rara.

Me acerqué a la caja y la abrí encontrándome con una pequeña nota.


"Querida Joohyun,

No me odies, tu novio te espera en el taller, hazme el favor de ponerte este vestido. Prometo que esta vez no es de Prada.

Sólo de Louis Vuitton.

Te quiere.

Kim Seokjin, alias, el boy toy rico y tu príncipe azul.

PD: Hay cuatro cajitas pequeñitas más aquí dentro y cómo seguramente Jungkook se haya dejado la caja mediana, sal a la puerta del apartamento y cógela."


'Me sentía un poco confusa y sorprendida por el vestido y la nota de Seokjin, esto me recuerda a mi cumpleaños antes de salir con Namjoon. Sonreí con nostalgia y fui a la puerta.

En el pasillo se encontraba una bolsa de plástico con una caja negra y una nota; la entré en casa y la abrí en la entrada.


"Querida Jojo,

Al habla Hobi. Te he traído unos zapatitos que mi hermana ha conseguido para que te pongas con el vestido de Seokjin-hyung. Estoy seguro de que a Jungkook se le olvidará darte esta caja, así que tengo un mensaje preparado para ser enviado que dice que busques unos zapatitos bonitos en tu armario.

Te quiere mucho.

Jung Hoseok, el boy toy número tres y la mejor sunflower que vas a conocer nunca."


Sonreí y saqué los zapatos de la caja, eran negros con brillantitos plateados y de tacón no muy alto. Diseñados para ser lo suficientemente altos para mí, y lo suficientemente bajitos para no matarme caminando con ellos.

Los dejé en la entrada y me volví a acercar a la caja grande, dentro había otras cuatro cajitas con números. Cogí el número uno.

Dentro de la cajita había una "T" diminuta y una notita rosa.


"Hola, Noona,

Taehyung piensa que la jota que llevas en la muñeca es una jota de "Joohyun", pobre iluso; cuando le enseñé que ambos compartimos la misma pulsera conectó cables y se dio cuenta de que deberías dejarle por mí.

De nada por abrirte los ojos.

Bien, es mentira. Nunca te había visto tan feliz con él, se ve que os complementáis mutuamente, así que te libero de la "jota de Jungkook"; puedes cambiarla por esa té de Taehyung.

Te quiero Noona, siempre serás mi primer amor.

Jeon Jungkook, el primer boy toy."


Agarré la "T" y la enganché junto a la "J". Jungkook estaba loco si creía que me quitaría nuestra inicial de la pulsera.

Jungkook es bueno y se merece a alguien tan bueno como él.

Abrí la segunda cajita encontrándome con un papelito verde.


"Hola Joohyun,

Aquí Park Jimin, el que se lió contigo en una fiesta y luego te llamó tonta en la cara. Ese mismo. Paso CASUALMENTE por aquí para dejarte un pequeño regalo por haber aparecido en mi vida y por darme una oportunidad de ser tu amigo.

Como no soy muy bueno guardando secretos y Jungkook me mira muy mal mientras escribo esto..."


Había un rayajo en boli en medio de la nota.


"... debo decirte que te tienes que poner este bonito labial y cuando te arregles, bajes al taller de Taehyung.

Un besito.

Park Jimin, el boy toy insistente y adorable."


Un pintalabios rojo mate como el de la noche que nos liamos.

Bae-Jun tiró el anterior a la basura cuando lo dejó abierto y se secó.

Cogí la cajita número tres, había dentro otra cajita pero de terciopelo negro muy pequeñita, la abrí y encontré dos pendientes con unos pequeños diamantes rosas.

La nota era de color amarilla.


"Querida Joohyun,

Confesión de último momento, ¿Recuerdas el trabajo que hizo comenzar nuestra relación? Convencí al profesor para que nos pusiera juntos, si, no fue mera coincidencia.

Ahora que ya lo he dicho, quiero pedirte perdón por cómo me comporté contigo. Sé que me has perdonado y que no te gusta que saque el tema, pero no me sentiré en paz hasta que te lo diga. Soy inseguro y tu demasiado bonita, Jungkook revoloteaba (y lo sigue haciendo) alrededor tuyo, JongIn no se despegaba de ti; te habías liado con Park Jimin y tu ex novio era un barman y cocinero que podía hacerse pasar por modelo.

¿Cómo podía competir contra ellos?

No podía, no me sentía con fuerzas para ello. En aquel momento no sentía que yo fuera alguien, entonces llegaste, me diste un poquito de amor y me dio miedo que mi corazón se rompiera.

De un momento a otro me vi a mí mismo amenazando a JongIn con pegarle si no se alejaba de ti; y eso que soy un ser pacífico, grande y alto, pero pacífico.

No me reconocí, yo, Kim Namjoon, amante de las cosas pequeñitas y adorables (como tú) había amenazado a alguien con pegarle solo para proteger su corazón.

Lo siento mucho.

Lo siento mucho, Joohyun, tú me perdonas, pero yo no podré hacer lo mismo.

Enamorarme de ti fue lo más increíble que hice en mi vida, pero dejarme llevar por mis pensamientos fue un error muy grande.

Te quiero como no tienes idea, por eso, estoy aprendiendo a amarme a mí mismo, a quererme con mis defectos y superar mis inseguridades, para ser algún día el chico que creías que era.

Gracias por aparecer.

Kim Namjoon, el boy toy número seis, el Dios del cliché."


Sonreí con tristeza y cambié los aretes que llevaba por los pendientes de Namjoon. No sabía que él se sentía de esa manera, y quizá pude hacer algo para mejorar eso.

Pero ya era tarde.

Cogí la última caja, esta un poco más grande que las anteriores, la abrí y sólo encontré una nota azul.


"Querida Joohyun,

¡Oh! ¡Vaya! ¿Qué ha ocurrido aquí? Al parecer me he dejado tu regalo en el taller de Taehyung. ¡Vaya hombre! Tendrás que ir a buscarlo.

Ponte el vestido, los zapatos y todo lo que te han regalado, aunque, obviamente, mi regalo es el mejor de todos.

Sé que no lo has visto aún, no me agobies, mujer.

¿Recuerdas lo que te dije cuando te sentiste mal porque Namjoon rompió mi partitura? Espero que estés asintiendo con la cabeza.

Dije que te podría escribir miles de dedicatorias bonitas solo porque eres tú, Kang Joohyun, la chica por la que escribo cosas cursis y me bajo los pantalones, por ti, me tiraría de un puente si me lo pidieras.

Si, así de profundo has cavado en mi corazón.

Perdona por no ser el mejor novio del mundo, a cambio, te regalo mis letras y mis melodías.

Tengo para tus próximos cincuenta cumpleaños, y son muy valiosas, así que cuando me haga el mejor compositor y productor del mundo, no las vendas, porque si no, no habrán más.

Te aprecio mucho, Kang Joohyun. Sigue sonriendo y haciéndome galletas, gracias.

Min YoonGi, el segundo boy toy, el chico con el corazón roto."


Sonreí impresionada por todos estos regalos, no era mi cumpleaños y tampoco Navidad, entonces, ¿Qué estaba pasando?

Al parecer solo lo averiguaría si bajaba al taller de Taehyung a por el regalo de YoonGi.

Me di prisa en vestirme, me puse el vestido de Seokjin y pinté mis labios con el pintalabios de Jimin. Agité las letras de mi pulsera y me puse los zapatos de Hoseok en la entrada. No me dejaba nada.

Bajé los escalones que me permitirían salir de casa, abrí la puerta del portal y salí a la calle. La noche refrescaba, así que mejor me daba prisa por saber que pasaba.

Entré en el taller a oscuras y vi debajo de una lamparita pequeña en la mesa de la entrada una carcasa con un CD dentro y un post-it rosa.


"Reprodúcelo en tu boda."

-YoonGi"


Dejé de sonreír y miré extrañada el trozo de papel.

— ¿Cómo que el día de mi boda, Min YoonGi? — me pregunté a mí misma.

— Ese post-it es una obligación — me sobresalté al escuchar a Taehyung, miles de lucecitas pequeñas decoraban el techo del establecimiento y un corazón de luces rojas navideñas resaltaba en la pared.

— ¿Qué está pasando, Taehyung? — él sonrió y se acercó a mí. El corazón me latía a mil por hora y sentía que vomitaría de la emoción en cualquier momento.

— Estás preciosa — evadió mi pregunta.

— No me des largas.

— ¿Te ha gustado mi pequeña sorpresa? — le enseñé la pulsera donde ahora también colgaba la inicial de su nombre.

— ¿Cómo lo has hecho? — inquirí, comenzó a llevarme a dónde estaban las luces.

— ¿Ignorarte todo el día? Fue muy difícil — ahora que le podía ver un poco mejor, iba vestido con un traje y se había peinado los rizos.

— Te odio, pensaba que había hecho algo malo y todos estabáis enfadados conmigo — hice un puchero.

— Lo siento por eso, Hoseok sufrió mucho, al igual que Bambam y BoAh, ellos querían verte desesperadamente — reí.

— Pobrecitos — dije.

— Pero no estamos aquí para hablar de ellos — me miró intensamente — Estamos aquí para hablar de nosotros.

— ¿Do nosotros?

Taehyung no dijo nada y simplemente sacó del bolsillo de su chaqueta una cajita roja y me miró. El corazón me latía desbocado y me sudaban las palmas de las manos, a esto se refería YoonGi con "mi boda".

— Kang Joohyun, tengo un dilema — sonrió — No puedo decidir si te quiero más por la mañana o te quiero más por la noche. Quizá cuando la luz del día ilumina tu piel y abro los ojos para encontrarte dormida entre mis brazos, o quizá es por la noche, cuando llegas de trabajar y me das un besito, cuando nos acostamos y yo espero a que te duermas para poder dormir tranquilo. Te he dicho muchas cosas bonitas a lo largo de nuestra relación — rio nervioso — Y ahora que te tengo aquí delante, no me salen las palabras, me había aprendido un discurso y todo — explicó, entonces se aclaró la garganta y abrió la pequeña caja — Adoro los días en la playa, verte dibujar y disfrutar con tu trabajo, soñar despiertos con una familia y acurrucarnos en el sofá viendo películas ñoñas — sonreí con lágrimas en los ojos — Creo que podría vivir para siempre a tu lado, mirándote, queriéndote, y si no vivimos para siempre, espero que me entierres antes de enterrarte yo, porque no podría ser eterno sin ti — Se arrodilló en el suelo delante de mí y no pude controlar mis lágrimas — Me costó confesarte mis sentimientos, pedirte una cita al principio. Pensé que no querrías a alguien cuyo mejor amigo era un pomeranian peludo al que le gusta el bacon — reí — Pero me equivoque, fuiste mi amiga, casi a la fuerza, me dejaste entrar en tu vida, así que yo te envuelvo la mía y mi alma en este anillo de compromiso — sacó el anillo del estuche y me lo tendió en la mano — Kang Joohyun, ¿Quieres casarte conmigo?

Me arrodillé en el suelo con él y le abracé. En mi mente ya había dicho que si mil veces.

— Si que quiero, Kim Taehyung, claro que quiero. Te digo que si ahora y te diré que si en nuestra próxima vida.

Taehyung soltó unas cuantas lágrimas, me puso el anillo en el dedo y me besó con cariño.

— Te quiero — dijo apoyando su frente contra la mía.

— Pues yo te amo — contesté.

Di vueltas sobre mi misma en la habitación que compartía con Taehyung, Yuri, Bae-Jun, JiEun, BoAh, y claramente Bambam me miraban y me pedían que me calmara.

— ¿Puedes relajarte ya, Joohyun? — me pidió Bae-Jun.

— No puedo — contesté — ¿Qué creeis que pase? — pregunté al borde del pánico, ellos se miraron entre sí sin decir nada.

— Que Taehyung se siga queriendo casar contigo — JiEun se levantó de la cama y me abrazó por los hombros — Deja de preocuparte más.

— Exacto — Bae-Jun la siguió y también me abrazó — Salga lo que salga, Taehyung está demasiado enamorado de ti como para dejarte.

— Además trabaja con niños, no es como que te fuera a odiar de por vida — Yuri se levantó con el viejo Misifú en brazos y dio un paso hasta estar enfrente de nosotras — Ya han pasado los cinco minutos.

Asentí y me encaminé al interior del baño, pero la cobardía me invadió y me di la vuelta.

— No puedo mirarlo.

— Yo voy — BoAh se fue del lado de Bambam y entró al baño, a los segundos salió de este con los ojos muy abiertos y cara de susto.

— ¿Y bien? — preguntó Bambam, aunque por la cara de BoAh, era evidente lo que había salido.

— Positivo — murmuré poniéndome las manos en la cara.

No iba a llorar, no estaba triste, tampoco contenta, quedaban unos meses para mi boda con Taehyung y no sabía cómo sentirme ante esta noticia. Obviamente iba a aceptar esto como se tenía que aceptar, ahora solo tenía que contárselo a mi prometido.

— ¿Voy a ser tío? — Bambam sonrió emocionado y su carita me hizo sonreír también.

— Eso parece — el chico abrió sus brazos para abrazarme y acepté, y entonces, solo entonces, me permití soltar unas lágrimas.

— Vamos a ser tías — dijo JiEun sonriendo — No me lo creo.

— ¿Quién va a ser tía?

La sangre abandonó mi cuerpo, BoAh escondió la prueba de embarazo en su espalda y Misifú escapó de los brazos de Yuri para salir huyendo. Me separé de Bambam y vi a Taehyung parado en la puerta de la habitación confundido por lo que acababa de oír.

— ¿Qué has oído? — pregunté.

— Que Bamam y JiEun van a ser tíos — miró extrañado a Bae-Jun, esta le señaló y negó.

— A mí no me mires — dijo, entonces, Taehyung abrió los ojos y me miró.

— Estoy embarazada.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro