𝘗𝘢𝘳𝘵 𝘚𝘦𝘷𝘦𝘯: episode XIV
Ya casi ha pasado un año desde que oficialmente Taehyung y yo nos hicimos pareja, tenía veintiocho años y las cosas ya no podían mejorar. Mi puesto de diseñadora me había abierto muchas puertas y Taehyung estaba encantadísimo con el taller de arte; también contrató a Jungkook a media jornada para enseñar a los adultos. Intentó ponerlo con niños, pero los niños hacían con él todo menos pintar.
Me despedí de mis compañeros y cogí mi bolso y el abrigo que llevaba puesto. Bajé con prisa por las escaleras despidiéndome de la gente que pasaba por mi lado; y cuando llegué a la entrada salí con mi identificación y sonreí al ver a Taehyung esperándome.
— Hola Kim Taehyung — deposité un pequeño beso en sus labios, él sonrió.
— Hola, Kang Joohyun — me saludó de vuelta — ¿Qué tal el día?
— Muy bien — me fijé en su mejilla — Tienes pintura azul en la cara — reí y froté con mi dedo para quitársela.
— ¿Ya?
— Ya, ¿A dónde vamos? — pregunté ilusionada.
— ¿Por qué crees que iremos a algún sitio? — me sonrió juguetón, le pinché en las costillas.
— ¡Porque siempre que vienes aquí tenemos una cita! — él rió dándome la razón.
— Es verdad — dijo y me agarró de la mano — Vamos a tomar un helado — anunció.
— ¿En noviembre? — pregunté.
— Si, en noviembre, no me cuestiones.
— ¿Entonces para hacer rabiar a Jungkook de que tenemos una cita con helado lo has dejado con los ancianos? — Taehyung asintió contento. Sus ricitos se movían a la par que su cabeza y lo hacían ver adorable.
— Él ha tratado de alborotar la paz de los niños de cinco años cuando ha entrado, así que como castigo le he dejado allí. — explicó comiendo helado.
— Te debe de odiar — negó.
— ¡Qué va!— dijo y me miró — Me adora, está obligado a adorarme — reí — Vivirá en nuestro sótano, tiene que pagar ahora por ello, va a vivir gratis de nosotros.
— ¿Entonces vas a dejar que viva con nosotros? — pregunté con diversión, ambos nos acercamos a una papelera y tiré allí la tarrina vacía de helado.
— Ahora no, quizá si en un futuro, bueno, le tendremos preparada una habitación especial para él, pero solo para cuando venga de visita — avisó y tiró también su tarrina — Paseemos — asentí y volví a agarrarle de la mano, él metió nuestras manos en su abrigo.
Era una noche fresquita y yo tenía las manos heladas.
— Espera — Taehyung soltó nuestras manos y se quitó la bufanda que llevaba. Me la puso y volvió a agarrar nuestras manos — Ya está — sonrió tiernamente — podemos seguir.
Sentí cómo mi cara ardía.
— Dios mío, Taehyung — me emocioné — ¡No puedes hacer esas cosas y esperar que mi corazón no explote! — me quejé, él sólo rio.
— Quiero ser, perfecto para ti, el tipo de novio que siempre has buscado — le miré seria, enternecida por sus palabras.
— Dios, Amor, no tienes que serlo — le agarré la carita con mis dos manos y le miré — Por mucho tiempo pensé que era difícil que alguien me amara — dije — Pero tu lo has hecho parecer muy fácil, porque me aceptas tal y cómo soy. Desde que somos amigos te has esforzado por cada detalle de nuestra relación, por hacerme sentir bien, querida — él me miró serio, consternado por mis palabras — Pero no me estás dando la oportunidad de hacer lo mismo contigo. Siempre hablas de que quieres hacerme feliz y de que quieres ser perfecto para mí — sonreí — Pero ya lo eres, lo eres desde que JongIn nos presentó, desde que estuvimos en el taller de arte, desde las salidas a la playa y desde aquel horrible día en el que ambos nos asustamos — sus ojitos brillaron expectantes sobre cómo iba a acabar — Te has esforzado más que yo en esta relación, así que ahora que amas mis defectos y me conoces a la perfección, déjame que sea yo la que ame tus defectos, la que te conozca profundamente y la que te haga feliz. Deja que me esfuerce por esta relación, porque Kim Taehyung — apreté un poco más su cara y le vi a punto de llorar — Tu eres lo que siempre he esperado encontrar.
Lentamente, Taehyung apartó mis manos de sus mejillas atónito por todo lo que había dicho, y cuando pensé que diría algo, soltó un suspiro lastimero y me abrazó con fuerza comenzando a llorar. Le di palmaditas en la espalda tratando de hacer que se calmara, yo no quería hacerle llorar, y si seguía así, la que iba a acabar llorando también iba a ser yo.
— Ya está — dije — Tranquilo.
— Kang Joohyun — dijo en mi hombro — Te amo, no sabes cuanto. Sonreí llena de calidez y le abracé más fuerte.
— Yo también te amo — respondí. Taehyung me separó de él sobresaltado y me miró fijamente aún con lágrimas cayéndole de los ojos.
— Vivamos juntos — dijo, me sorprendí de sobre manera — Puedes venirte a mi piso encima del taller, o yo me puedo ir a tu mini apartamento — rio nervioso — también podemos buscarnos algo para los dos — se mordió el labio sorbiendo por la nariz — Pero quiero estar contigo. Despertarme y ver tu carita, acostarme y que lo único que vea sea a ti, cocinarte cosas ricas — reí sintiendo las ganas de llorar — acurrucarme contigo en el sofá y ver películas ñoñas — sonrió — Ir a la playa y usarte de modelo para mis pinturas, y después, tener una familia. Sólo si quieres — y a este punto, ya estaba llorando.
— ¿Estás de broma? — pregunté — Claro que quiero, nada me haría más feliz ahora mismo y a largo plazo que vivir contigo — le abracé.
— Te quiero mucho, Kang Joohyun — dijo dándome un beso en la cabeza.
— Yo también te quiero mucho, Kim Taehyung.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro