
𝘗𝘢𝘳𝘵 𝘚𝘦𝘷𝘦𝘯: episode XI
La brisa fresca del mar me golpeó la cara con fuerza cuando salí del autobús. El viaje hasta aquí había sido largo y esperaba que no fuera en vano, todavía no tenía el carné de conducir y ya iba siendo hora de no tardar una hora en llegar a los sitios.
Fui a ver a los padres de Taehyung buscando a éste mismo, ellos me dedicaron una sonrisa y me dijeron que buscara en la playa. No le he dado tregua a mi cerebro para pensar correctamente lo que estaba a punto de hacer.
Durante mucho tiempo no había tomado las mejores decisiones, por ejemplo, dejarlo con Jeon Jungkook, rechazar a Min YoonGi y liarme con Kim Seokjin, dejar de hablar con Jung Hoseok, besar a Park Jimin, o enfrascarme tanto en una relación insana como la que tuve con Kim Namjoon.
Kim Taehyung no se iba a escapar tan fácilmente de mí.
Caminé por el paseo mientras miraba atentamente todas las rocas y hierbajos en los que creía que los rizos negros de Taehyung podrían estar esocndiéndose.
¿Por qué la playa, Kim Taehyung? ¿No podías quedarte en casa?
Y encontré su coche. Solté un suspiro y me alegré, de repente me puse nerviosa y las palmas de las manos me comenzaron a sudar, como si no supiera que iba a hacer ahora. Me quedé parada delante del coche negro y miré a mi alrededor, en los bares de alrededor y en la playa. Sonreí. Allí estaba, abrazándose a sí mismo y sentado sobre una toalla en la orilla, con su bolsa de piel donde guarda sus pinturas, tumbada a su lado; observando las olas y sintiendo el viento en cada una de las hebras de sus preciosos rizos. Sentí cómo si estuviera en un museo observando un cuadro clásico.
Me quité los botines y me adentré en la arena, el cielo estaba bonito y la luz del anochecer hacía el momento más preciado con sus rayos naranjas. Cada paso que daba me hacía sentir más ansiosa.
Bien Joohyun, has llegado hasta aquí porque te gusta Kim Taehyung, no la cagues.
— Hola Kim Taehyung — el mencionado se sobresaltó al oírme detrás de él y se agarró la camiseta en el pecho mientras maldecía por el susto que le había dado; cuando reparó en que era yo volvió a mirar hacia el mar sin decir nada. — ¿Me puedo sentar? — él sólo encogió los hombros dándome a elegir. Dejé los botines en la arena y extendí un poco la toalla para sentarme a su lado — ¿Estás enfadado? — él negó — ¿Decepcionado? — no dijo nada, pero siguió mirando el agua dejándome en claro que eso era cierto.
— Siento si te puse incómoda — habló tenuemente — Me sentí feliz por ti, y... Y no me controlé. — puse una mano en su brazo.
— Mírame — le ordené, pero negó — Taehyung — pedí, pero volvió a negar — Kim Taehyung, hazme caso — le agarré de la cara y le obligué a mirarme.
Sus ojos todavía tenían destellos tristes y tenía miedo de lo que podría pasar en estos momentos, pero por otro lado, sus labios brillaban y los míos rogaban por otro acercamiento.
— Joohyun... — murmuró.
— Calla y déjame hablar.
Agarré mejor su cara con mis dos manos y me incliné para besarle correctamente. Mi corazón bombardeó de alegría y mis manos picaron en contacto con la piel de Taehyung, mientras que mis labios cosquilleaban anhelando ese contacto.
Taehyung parecía sorprendido al principio, pero enseguida me cogió la muñeca izquierda con su mano derecha y sujetó mi nuca con su mano izquierda, temiendo que me separase de él.
— Joohyun — susurró contra mis labios.
— No me incomodaste — abrí los ojos — Solo me sentí sorprendida, no esperaba esa reacción por parte tuya, lo que menos quiero es que te alejes de mí.
— No debí haberme ido. — negué rozando su nariz con la mía.
— No debiste.
— ¿Has venido hasta aquí sólo para decirme que no quieres que me aleje de ti? — no ocultó su emoción y su sonrisa.
— No, he venido a devolverte el beso — sonreí, él sonrió todavía más en grande y me volvió a besar.
— Kang Joohyun, me alegra que estés aquí — le di un besito — ¿Pero cómo me has encontrado?
— Pensé que estarías en casa, así que fui a ver a tus padres.
—¿Enserio? — asentí.
— Me dijeron que estabas aquí, así que cogí un bus que tardó casi una hora en llegar, temía que no estuvieras para cuando llegara.
— ¿Qué me ha delatado? — rio.
— Tu coche, me sé la matrícula de memoria — confesé.
— Duras declaraciones, Kang Joohyun.
— Buen gusto en coches, Kim Taehyung — reímos y por fin me atreví a quitar mi mano de su cara, él también se separó. Volvimos nuestras miradas al frente y apoyé mi cabeza en su hombro.
— ¿Podemos volver a salir? — preguntó.
— ¿Cómo amigos o cómo pareja? — pregunté con gracia.
— Pues si me dejas, cómo pareja, Kang Joohyun.
— Entonces, Kim Taehyung — me separé de él y le miré — ¿Me permitiría tener otra cita con usted? — Tae soltó una pequeña carcajada.
— Claro que si, Kang Joohyun, te diría que sí hoy, mañana y aunque fueras una abuelita arrugada en tus ochenta.
— Tonto.
— Boba.
Y nos quedamos en silencio. Sintiendo la presencia del otro, escuchando las olas y respirando el aire salado del mar, observando cómo el sol intentaba esconderse tras las nubes.
— Quiero que esto funcione — dije — Realmente quiero que salga bien esto que vayamos a tener. Me esforzaré para que así sea.
Taehyung cogió mi mano.
— No necesitas esforzarte por ello, Kang Joohyun — dijo — Esto saldrá como tenga que salir.
El momento más feliz de mi vida.
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