El tiempo pasaba demasiado rápido para mi gusto. En un abrir y cerrar de ojos, BoAh y Bambam habían decidido mudarse juntos después de casi seis años de relación, Yuri estaba muy bien en la empresa que la había cogido después de las prácticas, Bae-Jun acabó sentando cabeza con el chico de la fiesta y se iba a mudar con él; y JiEun se mudaba a Nueva Zelanda, así que, ¿Qué iba a hacer yo en aquel gigantesco apartamento totalmente sola?

Y por eso ahora, me mudé a un apartamento mucho más pequeño.

—Podéis dejar el sofá aquí, ya lo moveré yo.

Taehyung y Jungkook dejaron el sofá negro en el suelo de la entrada y soltaron suspiros de alivio para después estirar sus espaldas.

Jungkook se tiró encima del sofá mientras se hacía el dramático.

—Noona, tu pesado sofá casi nos mata, ¿¡A quién se le ocurre vivir en un segundo sin ascensor?!— me acerqué a él y le pegué en el estómago.

—¡No te quejes cuando deberías estar estudiando!— le reproché— Y si que hay ascensor, solo que el sofá no cabe.

—Tu eres más importante que el estudio, Noona— sonrió socarrón.

—Que te quede claro, a ti y a tu piercing nuevo del labio que si no te graduas, ese piercing será arrancado con unos alicates— le amenacé.

Jungkook puso los ojos en blanco y se burló de mí. Taehyung rio volviendo a entrar en el apartamento con un pequeño jarrón con flores de plástico en ella.

—Deja que Jungkook disfrute de su juventud— Jungkook le dio la razón a Taehyung y yo le miré mal.

—¿Y tú de que lado estás?— le señalé.

—Del tuyo, obviamente.

Jungkook comenzó a reír fuerte y acabó cayéndose de culo del sofá.

—Por tonto.

—¿Cuando empiezas las prácticas?— me preguntó Taehyung mirando como Jungkook había decidido quedarse en el suelo.

—Mm, Noona, prácticas remuneradas — dijo pícaro Jungkook desde el suelo. Su cara me dio un tanto de cringe, y sólo por eso le di una pequeña patada en el abdomen —¡Ay!

—Ni te quejes, que seguro ni te duele.

—¿Crees que te harán fija?— Taehyung me miró preocupado. Parecía afectarle mi futuro más a él que a mí.

—No lo sé, voy a empezar la semana de prueba—Jungkook se levantó del suelo y me dio un golpecito en el hombro.

—Seguro los impresionaste con tus diseños —dijo trabquilamente Jungkook.

—Sobrevaloras mi talento — el moreno me miró con asco y luego le lanzó a Taehyung una mirada de indignación.

—Eres tú la que menosprecia tu talento— escupió Jungkook.

—Yo iba al taller de arte a matar el tiempo, tú ibas a hacer arte — explicó Taehyung. Pero yo seguí sin ver arte en mi "arte".

—Lo qué digáis — me acerqué a lo que sería la cocina -totalmente vacía porque no he hecho la compra- y miré a Jungkook que no dejaba de teclear en su teléfono móvil con el ceño fruncido.

—Me marcho— dijo y Taehyung se sentó en el sofá.

—Yo creía que me ibas a invitar a comer — le dije con un tono de burla.

—Noona, la del trabajo remunerado aquí eres tú— el desgraciado se rio en mi cara y se marcho diciéndonos adiós a mí y a Taehyung.

Jungkook cerró la puerta tras de si y volví mi mirada a Taehyung, que se veía especialmente nervioso esta mañana.

—¿Estás bien? — le pregunté y me acerqué a dónde estaba. Él me hizo hueco en el sofá y me senté a su lado.

—Si... — dijo no muy convencido.

Crucé las piernas y apoyé mi codo el el respaldo del asiento para ponerme de lado y mirarle.

—Taehyung, somos amigos desde hace bastante tiempo, cuéntame que te pasa — dije dándole ánimos.

—Verás... — Taehyung soltó un sonoro suspiro, casi lastimero, y con voz tenue y nerviosa, habló: — ¿Querrías tener una cita conmigo? — lo dijo y rápido y trató de no mirarme.

Me quedé pasmada en el sitio, mirando el mismo punto invisible del parqué del salón. Sorprendida ante la pregunta de Taehyung, sorprendida porque nunca me habría esperado que él me pidiese una cita.

—Yo... — cuando dejé de procesar la información le miré, pero antes de seguir con la frase, la mirada trágica de Taehyung me asustó.

—¡No hace falta que contestes ahora! —exclamó — sólo quiero poner mis sentimientos en orden — vio mi cara confundida —¡Esto no cambia nada de nuestra amistad!

Me pareció tierno su nerviosismo.

—Vale — contesté, pero él no me escuchó porque seguía alterado.

—¡ Sólo es una cita entre dos amigos que no saben lo que sien...! — se calló al procesar lo que había dicho —¿Has dicho...? — me señaló atónito y con la mano temblorosa.

— Que está bien — le di una sonrisa tranquilizadora. —Me parece bien.

Taehyung sonrió aliviado de que aceptara, y es que yo también me sentía confundida respecto a Taehyung desde hacía unos meses atrás.

— Menos mal, no sabes lo bien que me siento ahora mismo de que hayas aceptado, porque llevamos unos meses con un tonteo que me deja bastante confundido, y ser tu amigo es una pasada, así que no quiero que nada se estropee por esto — Taehyung habló rápido y con voz jadeante, como si hubiese corrido una maratón.

—Que no te preocupes— apoyé mi cabeza en su hombro y miré la pared blanca del apartamento — Tranquilízate y ayúdame a poner el sofá contra esa pared —señalé el muro que teníamos delante.

Taehyung obedeció y tardamos unos segundos en poner el sofá en su sitio y de paso me ayudó a montar una pequeña mesa y un aparador para poner la televisión que Yuri y JiEun me dejaron quedarme.

—Ya está — puse mis manos en jarra y sonreí.

—Le falta color — Tae sonrió a mi lado, le miré mal.

—Me acabo de mudar, ya iremos de compras.

—Vayamos el sábado que viene — dijo — Para nuestra cita — sonrió, se veía más tranquilo ahora.

—Claro — Taehyung se alegró ante mi positiva y saltó hacía la puerta.

—¡Entonces vendré a recogerte por la mañana! —exclamó emocionado —¡Ponte bonita! —se puso las zapatillas, su comentario me hizo gracia y reí cuando abrió la puerta; hasta que se dio cuenta de lo que había dicho y me miró cauteloso — Aunque siempre estás bonita.

—Lo he pillado — dije — Me pondré más bonita —Taehyung se alegró como un niño pequeño.

— ¡Adiós Kang Joohyun! — dijo — ¡Nos vemos!

Y se marchó dejándome con muchas cajas y el corazón latiendo con fuerza. ¿Cómo podía ser así?

-DINOSAURIO