La primera nevada quedó en el pasado y el verano se abrió paso en nuestras vidas trayendo consigo este momento. Nos graduamos. O al menos una gran parte del grupo.

Namjoon ya se había marchado hacía tres meses y Taehyung fue mi pareja en la pequeña fiesta que se celebró después de la graduación, Park Jimin se emborrachó y Jungkook se coló en la fiesta para luego ser echado por alguno de los profesores. Bae-Jun se echó novio en dos semanas, Yuri fue con Hoseok y JiEun llevó a JongIn.

Bailamos toda esa noche y volvimos a casa cansados. Dormimos en el suelo de la casa de Seokjin cuando decidimos que sería buena idea continuar la fiesta en su club; lo que claramente fue una mala idea cuando Jimin vomitó todo lo que tenía en el estómago y lo tuvimos que tumbar en el sofá de Seokjin.

Actualmente, todos vamos a tomar caminos diferentes sin salir de Seúl, de por sí, BoAh se va a mudar con nosotras y Yuri ha encontrado trabajo en la empresa en la que hizo prácticas, por lo que se mudará a un pequeño piso más cercano de esta.

Hoseok está de aprendiz en una empresa para ser bailarín, Jimin no sabe qué hacer con su vida, por lo que seguramente haga un máster ahora que puede y Taehyung da clases de arte.

—¿Sabes qué vas a hacer?— casi no escucho la voz de Taehyung con el sonido de las olas.

—Seguramente buscar trabajo con mi curriculum y mis proyectos de la carrera— le miré.

Habíamos venido a la playa para descansar del ruido infernal de Seúl y dibujar tranquilamente, pero el sol y la tranquilidad nos dijeron que lo mejor era ponerse el bañador y tumbarse para dormir.

Taehyung se había metido al agua y después de un rato volvió a sentarse en las toallas conmigo, por lo que tenía el pelo húmedo y todavía chorreaba agua.

—Mejor nos mudamos aquí y yo te mantengo con mi cara bonita— hizo una mueca y me reí, había vuelto al castaño, y curiosamente estaba más guapo que antes.

—No creo que podamos vivir sólo de tu bonita cara— le sonreí —¿Qué me propones? ¿Te vas a prostituir?— reí y él se hizo el ofendido.

—Puedo ser la inspiración de un gran artista— hizo una pose aún sentado y escondí mi cara entre mis brazos para reír un poco más fuerte. Entonces sentí cómo una mano helada y mojada se posaba en mis costillas y recreaba la forma de aquel tatuaje que me había hecho años atrás cuando aún salía con Jungkook.

—¡Kim Taehyung!— exclamé levantándome y tocando la parte mojada de mi espalda, él sólo se fue a un lado para reír —¡Estás helado!

—¡Es porque tú llevas mucho tiempo en el sol!— exclamó— No sabía que tenías un tatuaje— dijo y me miró con una sonrisa perversa.

Le miré a los ojos y adiviné sus intenciones.

—Tócame otra vez y te ato piedras al cuello y te ahogo en el agua— le amenacé poniéndome de pie en la toalla.

—No sufras querida Kang Joohyun— él también se levantó—Me quieres demasiado como para matarme de esa manera tan cruel— me miró perverso.

—Lo digo en serio Kim Taehyung— él trató de acercarse, pero traté de pararlo poniendo una mano en su pecho.

—Vamos Kang Joohyun, un pequeño chapuzón no te hará daño.

Traté de escapar de él en cuanto su intención fue tratar de cogerme, pero no lo conseguí, Taehyung me cogió en volandas y la piel se me erizó al entrar en contacto con su piel fría. Le grité que me bajara al suelo, pero él solo reía entrando todavía más al mar.

—¡Kim Taehyung!— exclamé cuando el agua tocaba mis piernas y le llegaba por la cintura a él.

—¿Quieres que te suelte, Kang Joohyun? Pues te suelto— paniquee.

—¡Espera! No-

Me soltó. El muy cabrón me tiró a traición al mar helado. Un escalofrío me recorrió el cuerpo y tragué agua salada. Salí a la superficie tosiendo con asco y oí la escandalosa risa de Taehyung.

—¿Ves, Kang Joohyun? Te hacía falta un pequeño chapuzón.

—Te voy a matar Kim Taehyung— dije cuando pude abrir los ojos y dejar de toser.

Y nuestro día acabó cuando pude vengarme de Taehyung. Nos quedamos en la playa hasta el anochecer y cenamos en un restaurante del paseo.

Me dormí en el coche de camino a casa y cuando Taehyung me despertó estábamos en casa de sus padres, me dijo que me podría quedar allí.

—No quiero molestar— dije medio dormida.

—Nunca molestas, Kang Joohyun— me sonrió tiernamente— Dúchate, yo te presto ropa.

Y así fue, me prestó unos bóxers que utilicé de pantalón corto y una camiseta de manga corta que me venía de vestido. Él salió después de la ducha y se tumbó conmigo en su cama después de encender el ventilador de techo.

—Buenas noches, Kang Joohyun— dijo abrazándome.

—Buenas noches, Kim Taehyung— contesté sintiéndome a gusto con su calidez.

Sabía que luego nos acabaríamos separando por el calor, pero estar así con Taehyung era reconfortante. Él con su brazo detrás de mi cabeza y su otra mano descansando en mi cintura, y yo encogida en su cuerpo mientras le abrazaba, como si la simple existencia de este ser fuera un sueño y pudiera desaparecer en cuanto abriera los ojos.

Kim Taehyung apareció de la nada cuando estuve pérdida y decidió ser mi amigo.

Él era en definitiva mi serendipia.