𝘗𝘢𝘳𝘵 𝘍𝘪𝘷𝘦: episode IV
Para cuando llegó el lunes, los rumores de que Park Jimin era un boy toy se esparcieron por toda la universidad como una plaga. Cuando caminé por los pasillos acompañada de Yuri y Bae-Jun me sentí pequeñita ante las miradas oscuras de todos los compañeros.
Alguna gente me juzgaba, otra me felicitaba y otra me miraba con asco. Diferentes rumores paseaban por la boca de la gente, y ninguno de ellos decía completamente la verdad.
Unos decían que Jimin y yo nos habíamos acostado detrás de unos arbustos, totalmente asqueroso; otros decían que Jimin estaba enamorado de mí desde que salí con Jungkook y que sólo me lié con él para poner celoso al segundo; otros acababan diciendo que yo le insistí mucho a Jimin y que por eso estuvo conmigo; luego estaban los rumores más fuertes que incluyen fetiches y escenas poco apropiadas en las que también involucraron a Jungkook o a Hoseok.
— No hagas caso de los rumores— me susurró Bae-Jun — Jimin quería ser un boy toy y lo ha conseguido.
Ese era el problema. Involucrarme con él hacía que la gente rumoreara sobre mí, y odio ser el centro de atención.
— Psst.
Presentía que algo malo iba a ocurrir.
— Psst.
Había algo en mi interior que me lo decía
— Joohyun— miré a JiEun.
— Dime.
— Park Jimin trata de llamar tu atención desde el baño de hombres— me señaló.
Efectivamente Park Jimin asomaba su cabeza por la puerta y me hacía gestos con la mano para que fuera con él.
— Voy a ver que quiere- le dije a las chicas, estas asintieron y me vieron marchar.
Por suerte, la gente comenzaba a marcharse a sus clases y dejaba de mirarme como si les fuera a comer vivos.
Cuando llegué a la puerta Jimin estiró mi brazo para meterme con él en la estancia, cerró de golpe la puerta y me acorraló en esta.
— ¿Qué está...— le pregunta quedó suspendida en el aire cuando Jimin decidió que era oportuno aplastar su boca contra la mía— Jimin...— traté de decir apartándole, pero él hacía todavía más fuerza para mantenerse pegado a mi — Jimin...— Pero no conseguía apartarle, Jimin movía su boca con hambre y yo no sabía qué hacer— Para— dije moviendo la cabeza a un lado. Jimin gruñó y dio un golpe a la puerta al lado de mi cabeza.
— Joder, Joohyun, lo haces todo muy complicado— se alejó de mí con brusquedad, se agarró del pelo molesto, dio una vuelta a sí mismo y se volvió a acercar a mi con un poco más de suavidad— Sólo déjate llevar— me miró suplicante.
— ¿Qué dices?— susurré y negué para poder apartarle.
Jimin había puesto ambos brazos a los lados de mi cintura y me volvió a atrapar entre él y la puerta. Él negó varias veces.
— De verdad que nunca te das cuenta— dijo.
— Jimin— dije.
— Me atraes muchísimo— dijo.
— Jimin, se supone que no había sentimientos de por medio— fruncí el ceño y él sonrió.
— Y no los había, al menos hasta la fiesta. Pareces un imán de personas— una de sus manos viajó a mi cara y me acarició con dulzura la mejilla— Desde ese día no he dejado de pensar en ti y en lo que me hiciste sentir— puso su mano en su corazón— cuando te marchaste me hiciste daño— volvió a acercar su cara a la mía— Podemos repetir.
— Jimin, no— dije.
— Vamos, preciosa— sentí su aliento contra mi boca, pero una voz le cortó el rollo.
— Te ha dicho que no.
Jungkoook salió de uno de los cubículos y miró mal a Jimin, éste sonrió eufórico.
— ¡Jungkookie!— exclamó— ¡El primer boy toy! Él que no supera que su Noona le dejara— se puso serio y se alejó de mí.
— No sé qué te pasa, Jimin, pero...— el mencionado le cortó.
— ¿No te cansas de perseguir a tu Noona?— preguntó— De ir siempre detrás suya como un puto perrito faldero y rescatándola de cualquier situación esperando que vuelva contigo. Eres todo un hombrecito.
Jungkook apretó la mandíbula enfurecido y me miró intentando relajarse.
— Mejor nos relajamos por aquí un poco— dijo finalmente y se intentó acercar a Jimin.
— Oh, no— Jimin le señaló— De aquí no se va nadie, bueno si, tú— entonces se giró a verme— ¿Nunca te ha extrañado que Jungkookie apareciese en los sitios en los que estabas? Por ejemplo el bar de tu ex novio el barman— hizo énfasis en el "ex".
— No me importa— dije con el ceño fruncido.
— Jungkookie siempre busca sacarte de algún apuro para demostrarte que es el indicado, pero nunca lo consigue porque... — rio— Porque tú también eres tonta de remate un rato— me ofendí— Nunca te das cuenta de las cosas— se acercó a mí y acunó mi cara con sus diminutas y suaves manos— Todos revoloteamos a tu alrededor como putos depredadores, Joohyun. Para ellos eres como un puto trofeo.
— Eso no es así— dijo Jungkook enfadado.
— Pero para mí eres diferente, de verdad, te lo aseguro— Jimin me miró fijamente a los ojos, yo intenté hacer contacto visual con Jungkook.
No sabía cómo sentirme al respecto, cierto era que Jungkook siempre aparecía en cualquier lado, apareció cuando discutí con YoonGi, en el bar de Seokjin, en la fiesta... Pero nunca me lo había cuestionado hasta ahora.
— No le hagas caso— dijo Jungkook.
— Claro— Jimin rio sarcástico— No le hagas caso al fuckboy de Park Jimin, mejor hazle caso al niño de Jeon Jungkook que no sabe aceptar un NO por respuesta. Si ella supiera las cosas que yo sé se te acabaría el chollo— Jungkook le miró enfurecido.
— No sabes de qué coño hablas, Park Jimin— escupió Jungkook— No tienes ni idea sobre mí o sobre Joohyun, no sabes nada.
— Al contrario, sé mucho— contraatacó Jimin— Las paredes escuchan, ¿Sabes que tú queridísimo Jungkookie trató de hacer que JongIn se alejara de ti porque estaba celoso? ¿O qué después de la fiesta vino a mí y...— Jungkook cortó la oración de Jimin al propinarle un puñetazo en la boca con bastante fuerza.
— ¡Cállate!— exclamó enfadado.
Jimin se tocó el labio partido y miró a Jungkook con desprecio mientras yo trataba de fusionarme con la puerta y salir de aquella situación.
— Vas a lamentar hacer eso— Jimin se puso derecho y se abalanzó contra Jungkook dispuesto a devolverle el golpe.
Jimin logró hacerle daño a Jungkook y Jungkook volvió a hacer lo mismo, ambos hombres se daban de golpes y yo no sabía qué hacer.
Podía gritar, pero si gritaba podía llamar la atención de espectadores no deseados. También me podía meter en medio de la pelea, pero a lo mejor uno de esos puñetazos acaba en mí.
¿Y si me voy? No, soy demasiado blandita como para dejarlos allí.
— ¡Ya basta!— exclamé metiéndome entre ellos dos— ¡Dejad de pensar como dos putos neandertales!— los dos chicos me miraron con los ojos bien abiertos y bajaron las manos— ¡Tú!— señalé a Jimin— ¡Deja de hacer eso que haces! ¡Me incomoda mucho! ¡Me lie contigo porque en ese momento me pareció buena idea liarme contigo! ¡Pero no pasa de eso! — ahora señalé a Jungkook— ¡Y tú! — siento lo que te voy a decir, Jungkookie — ¡Supera esa relación! ¡Supera nuestra relación! ¡ Pensando en ella y en lo que podríamos haber sido te haces más daño! ¡Se acabó porque se acabó y punto, no estabas listo y yo era insegura, fin! ¡Me importa una mierda lo que hayas hecho! ¿¡Vale?! ¡Me importa una mierda!
Les miré enfurecida una vez más y por fin salí del baño. El pasillo estaba desierto y daba gracias a ello. Caminé con rapidez a no sé cuál lugar, sólo quería alejarme lo máximo posible de ese baño.
— ¡Joohyun!— cerré los ojos con molestia al escuchar a Jungkook llamarme— ¡Noona!— Al ver que no paraba corrió hacía mí y me paró poniéndose enfrente de mí.
— ¿Qué quieres?— dije de mala gana y sin mirarme.
— Lo siento— dijo, apreté la mandíbula molesta— Siento mucho lo que te he hecho, lo que nos he hecho— le miré, tenía la ceja partida y un poco de sangre en la nariz.
— Vamos a curarte— le dije.
— Hazme caso, por favor— me dijo con súplica, yo le cogí de la muñeca y le arrastré al gimnasio donde sabía que habría un botiquín de primeros auxilios.
— ¿Qué quieres que te diga?
Lo bueno del paseo que me había dado enfadada es que estaba cerca del gimnasio.
— Algo, lo que sea— abrí la puerta del gimnasio vi que no había nadie y le obligué a entrar conmigo.
— Algo— busqué el botiquín hasta dar con él colgado al lado de un extintor de emergencia, me acerqué a él y lo cogí.
— No me refería a esa respuesta— le miré.
— Siéntate— ordené y él se sentó en un banco cercano.
— Noona...— murmuró, abrí el botiquín y agarré desinfectante y un pedacito de algodón.
— Esto va a escocer— sin ninguna delicadeza apreté el algodón contra su herida de la ceja, Jungkook soltó un aullido de dolor.
— ¡Noona!— exclamó alejando su cabeza de mí.
— Disculpa— dije con preocupación fingida— ¿Te duele?— pregunté enfadada, él me miró arrepentido.
— No más que tú tratándome así.
Mordí mi labio inferior con fuerza y conté hasta diez en mi mente mientras respiraba pausadamente para relajarme.
— Vale— le dije— No pasa nada— volví a poner el algodón en su ceja pero con delicadeza- No tenías que haberte peleado con él.
— ¡Esque...!— le corté.
— No quiero excusas— espeté— Os habéis comportado como unos críos y no me ha gustado nada.
— Lo siento— le miré.
— Vuelve a disculparte otra vez y te estampo el botiquín en la cara— le vi sonreír.
— No te pega el ser agresiva, Noona— dijo.
— Es que me ha molestado mucho todo— le dije— No vuelvas a hacerlo.
— Vale— Jungkook cerró los ojos mientras le curaba la ceja y le limpiaba la sangre seca que había debajo de su nariz. Agarré una pomada y la deposité suavemente en su pómulo al verlo enrojecido.
— Te va a salir una fea moradura— le informé— Acabé de aplicar la crema hasta por el puente de su nariz— ¿Mejor?— le pregunté.
— ¿Pasa algo si te pido un beso?— abrió los ojos y su pregunta me pilló desprevenida.
— Si y no— le dije— Si que pasa porque no estaría bien— expliqué— Y no pasa nada porque eres muy tentativo y yo también tengo ganas— confesé.
— Entonces bésame.
Jungkook cerró los ojos y yo me acerqué lentamente a él, rocé mis labios con los suyos y él los entreabrió un poco. Le besé y enseguida me separé sin darme tiempo a saborear el momento.
— Suficiente— dije.
— ¿Ese ha sido tu beso de despedida?— abrió los ojos lentamente y con tristeza. Asentí.
— Eso es todo, Jungkookie— le acaricié la cabeza.
— Entonces intentaré mantenerlo en mis recuerdos para siempre.
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