𝘗𝘢𝘳𝘵 𝘍𝘪𝘷𝘦: episode I
Abril, el mes de mi cumpleaños, el mes en que todas mis amigas me acosaban y no dejaban de preguntarme qué quería de regalo por hacerme un año más vieja. Si no fuera por ellas, no lo celebraría. Creo que cumplir veinticinco no es lo más espectacular del mundo.
Dicho esto, volvemos al acoso con un Bambam integrado, y si Bambam se integra, significa que también lo hacen Eunwoo, Yugyeom, Jungkook y Hoseok; ya de paso pueden venir Seokjin y YoonGi, vamos a celebrar mi inminente vejez.
— Dime que quieres por tu cumpleaños.
— Algo que se coma.
— No me vale, Joohyun, tiene que ser algo material.
— Bambam, me estoy meando, si no te sales de mi camino te patearé las pelotas y no podrás tener descendencia, tú eliges.— Bambam tragó saliva y se apartó del camino.
— Estoy de acuerdo con el plan— dijo Bae-Jun desde la cocina — Y no me refiero a lo de que quieras patearle las bolas a Bambam.
— Estás muy agresiva hoy— dijo JiEun pasando por mi lado a la vez que cerraba la puerta del cuarto de baño.
— ¿¡Tu crees?!— exclamé— ¡Me acabo de levantar, apenas queda medio mes para mi cumpleaños y ya me estás acosando con qué comprarme!— grité.
— ¡Nunca sabemos que comprarte!— gritó Bae-Jun fuera de la habitación en la que me encontraba. Acabé mis necesidades y me lavé las manos para salir del baño.
— ¡Quiero algo comestible y ver una película en casa en pijama!— grité haciendo que Bambam se sobresaltara al estar a lado de la puerta del baño.
— ¡Pareces una vieja de ochenta años, Joohyun!— me volvió a gritar Bae-Jun.
— ¡Me vale una mierda! ¡No quiero nada!
— ¿Un Lee DongWook?— preguntó BoAh haciendo acto de presencia al lado de su novio.
— Me gusta esa idea, BoAh, pero quiero el de verdad, no un cartón.
— Bambi, vamos a conseguirlo— le dijo la pelirroja al tailandés, éste asintió aceptando la idea de su novia.
— Seguro que Eunwoo mueve hilos para que lo podamos secuestrar— puse los ojos en blanco y fui a la cocina.
— ¿Qué llevas puesto?— preguntó Bae-Jun horrorizada.
Yo miré mi atuendo de vaqueros negros y jerséi blanco con extrañez.
— ¿Qué tiene de malo mi outfit del día?— me burlé de ella.
— Que tienes un gusto pésimo, por tu cumpleaños te compraré un par de vestidos — dijo eso último para sí misma, decidí pasar de ella y servirme un café para acabar de despertarme.
Cuando el líquido amargo tocó mi lengua y bajó por mi esófago puse mala cara y me morí del asco.
-¡Puaj!
— Mira que eres tonta— Yuri me arrebató la taza de la mano y le puso azúcar— Ahora si — Me dio la taza.
— Gracias— dije volviendo a probar el café, esta vez gustándome un poco por el dulzor del azúcar.
— Si ni siquiera te gusta el café, ¿Estás loca?— volvió a preguntar.
— Es que me hago vieja.
El punto uno del día era hablar con Hoseok para ver si me odiaba o si aceptaba volver a ser mi amigo después de lo mal que le traté, luego interceptar al escurridizo Jeon para también preguntarle si me odiaba, y finalmente irme a casa para ahogar mis penas de casi cumpleaños en una tarta que compre en el supermercado.
— ¡Hoseok!
El chico se giró un poco confuso de que alguien le hubiera llamado, pero cuando me vio tratar de llegar a él, me sonrió.
— Hola, Jojo— Su hermosa carita me iluminó completamente y por un momento casi olvido lo que iba a decir.
— Hola, Hobi— sonreí porque parecía que no me odiaba— Quería pedirte disculpas— Hoseok se confundió.
— ¿A qué te refieres?— preguntó.
— A cuando... ya sabes...— traté de decir.
¿Cómo podía decir, "acabar la relación de amistad porque te gustaba" sin sonar malamente?
— ¡Ah!— exclamó Hoseok— Cuando me gustabas y para no hacerme daño dejamos de hablar— dijo con total normalidad.
Este chico es extraño, con lo mal que suena esa frase y lo tranquilo que lo dice.
— Eso mismo.
— No te preocupes, sé que lo hacías por mi bien y que también no necesitabas a alguien más que gustara de tí— le miré— Sé que le gustas a Jungkook.
— No es muy seguro — dije cohibida.
— Lo es, es más que seguro, segurísimo.
— Hobi— me quejé e hice un puchero.
— Vale, ya— rio— no tienes que preocuparte de eso, ya pasó, me gustabas porque eras una buena amiga, fin de la historia.
— Gracias— sonreí.
— Siempre agradeces por cosas que no las merecen, para ya— dijo.
Ambos comenzamos a andar hacía dentro de la universidad, compartimos la primera clase y mi idea era sentarme con él.
— Vale, pararé— dije.
— ¡Oh, Jojo!— dijo Hobi mirándome con un poco de sorpresa— No me puedo quedar en esta clase, lo siento, tengo que organizar una clase de baile para los de primer año— asentí apenada— No te preocupes, te recogeré nada más salga— asentí— Pásatelo bien y recoge apuntes por mí.
— Sabes que no se me da bien recoger apuntes— dije con pesadez.
— Lo intentas- rio el chico— ¡Adiós!— se despidió.
Vi como se alejaba por el pasillo y entré a la clase, las tres primeras filas ya estaban cogidas, así que me senté en la cuarta fila totalmente sola.
JongIn me saludó desde su segunda fila con un movimiento de muñeca y una sonrisa, yo se la devolví de la misma manera y me senté en mi sitio. Saqué mis cosas y me preparé para la clase cuando se hicieron presentes unos murmullos nada disimulados en la clase, cuando quise identificar la causa de estos, Park Jimin me miraba con intensidad desde la puerta, evité su mirada y me hundí en la silla tratando de pasar desapercibida, unos segundos después, Jimin apareció a mi lado con una sonrisa burlona.
— ¿Tratas de desaparecer?— preguntó y se sentó en el asiento libre de mi lado.
— No te puedes sentar aquí— le dije— Ya va alguien.
— Si, tu amigo Jung Hoseok no vendrá, os oí hablar antes — apoyó los codos en la mesa y me miró.
— Entonces eres un entrometido— dije, él hizo una mueca divertida y se inclinó más hacía mí.
— ¿Ya no estás con tu novio el barman?— susurró demasiado cerca de mi.
— No era mi novio— dije.
— ¿Enserio?— se hizo el sorprendido— ¿Entonces hay una vacante? Me encantaría ser el siguiente— sonrió provocativo. Lo miré con desagrado.
Hace tiempo sabía que Park Jimin no era trigo limpio y que siempre me molestaba para hacerse más cercano a mí de una manera que no me gustaba.
Jimin tenía fama de picaflor y yo no quería ser una más entre sus sábanas.
— Déjame en paz, Jimin— dije quitando mi atención de él.
— Me encanta como suena mi nombre desde tus labios— le miré atónita ante ese atrevimiento.
— Suficiente— sentencié, frunciendo el ceño, me estaba molestando.
— Ahora deberías decir mi apellido, y entonces— abrió sus brazos— Seré todo tuyo — sonrió jugetón.
— Vete ya, por favor— pedí.
— Vamos Joohyun, sólo déjame entrar en ese círculo tan íntimo que tenéis tú, Hoseok, Jungkook y el barman ese, no me importa ser uno de tus boy toy.
¿Boy toy?
¿Qué es eso y por qué Jimin quiere ser uno?
— ¿De qué hablas?— pregunté.
— Vaya, el profesor— dijo y miró al frente— Será mejor que atiendas, tienes que coger apuntes para Hobi— sonrió.
Quité mi mirada de él, consternada ante la unión de Jungkook, Hoseok y Seokjin con una especie de grupo llamado Boy Toys que me incluía a mí de gratis. No entendía nada y eso me fastidiaba, quería saber de qué hablaba Park Jimin.
Tengo que hablarlo con las chicas.
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