SOFIA.

—¿Italia? —pregunto mi hermana mientras hablaba por teléfono. Desde hace unos meses, ella era quien me ayudaba con algunas organizaciones. Tenía demasiado trabajo y para mí sola era un desgaste, así que Pau, siempre estaba para ayudarme.

Me quedé mirándola con atención mientras tomaba un poco de agua, llegabas recién de haber ido a caminar en la mañana.

—Si, claro, sería un completo honor. —terminó por decir y me miro con una sonrisa.

Me dio curiosidad saber, esa sonrisa que ponía la conocía bastante bien significaba que era una buena noticia y que algo grande se venía.

—Sof, preparate. —me dijo apenas colgó el teléfono y se acercó para sentarse en el mesón de la cocina.

—¿Que cosa? —deje mi botella para lavar y busque algo en la nevera para comer antes del desayuno.

—Andrea Bocelli, esta por celebrar su aniversario y será algo grande. Estará en el teatro del silencio. —inició contandome mientras la escuchaba con atención.

—Si. Estoy al tanto de la noticia Pau. —respondi con calma.

—Que bueno, porque entonces sabrás que hará colaboraciones con varios artistas. —continuó. —ya sabes, algunos conocidos ¡incluso Sofía Vergara estará!

Asenti recostandome en el mesón frente a ella.

—Y Andrea, quiere que también estés ahí. —terminó de hablar y yo la mire con sorpresa.

—¿A mi? ¿Hablas en serio?

—¡Si! Su agente me llamó, quiere que cantes con él y no sólo eso. —tomó mi mano. — quiere que tú y su hijo Matteo, canten por primera la canción que ya llevan preparando.

Trate de aguantar un poco la emoción, que Andrea Bocelli me diera el honor de cantar a su lado era completamente inesperado, por supuesto que estaba ansiosa y aún más por el hecho de que luego de que su hijo Matteo me propuso componer y cantar algo juntos, convivi más con él y logramos congeniar con varias canciones.

—¡¿Que esperas?! ¡Hay que planear un viaje a Italia! —se levantó rápido de su asiento y me jalo para poder llevarme a la habitación.

Tenía razón, ahora teníamos que planear un vuelo y podríamos aprovechar para seguir con la tarea de grabar la última canción o como probablemente se haría llamar "el acto tres".

***

El avión aterrizaria pronto, estaba cansada y agradecía demasiado la hospitalidad de los Bocelli, habian insistido tanto en que nos quedaramos en su casa que al final no pudimos decir que no. Apenas aterrizamos nos recibió un taxi que ya traía reserva allí, el conductor parecía hablar inglés así que lo tome como una ventaja.

—Gracias. —dijimos apenas llegamos al lugar.

La casa se veía elegante por fuera, se veía bastante bella con las luces de noche al igual que el resto de la ciudad que lo rodeaba. Con ayuda del mismo conductor bajamos las maletas que traíamos y cuando menos nos dimos cuenta las puertas ya estaban abiertas.

Pau fue la primera en entrar, llevaba sus maletas y yo terminaba de bajar las mías que parecían ser un poco más pesadas por los trajes que traían. Estaba jalando la primera y entonces apareció, un brazo fuerte y largo que sin ningún problema bajo esa última maleta del baúl.

Retire mi cabello de mi rostro y sonrei al ver a Matteo frente a mi, la última vez que nos vimos había sido meses atrás así que volver a verlo se me hacía un poco nostálgico.

— Benvenuta signorina. — me dijo en un perfecto italiano con una sonrisa encantadora muy de él.

—Te diría lo mismo si supiera italiano. —me disculpe a lo que soltó una risa y cerró el baúl.

—Esta bien, aprenderás un poco mientras estas por aquí.

—Prometo que así será.

Se acercó y me dio un abrazo, era suave y delicado algo que siempre había notado desde que lo conocí, dejó un beso en mi mejilla que a diferencia de los que recibo normalmente era más suave como si temiera romperme con el solo toque.

— Per favore, portate tutto quello che c'è dentro nella stanza della signora, grazie. — de nuevo hablo en italiano, no entendía mucho a pesar de que algunas palabras se parecían al español.

Deduje que había pedido que nos ayudarán con todo porque al final dos hombres entraron todo el equipaje hasta la casa.

—Sofía. —llamó mi atención y yo lo mire de nuevo. — ¿vamos?

Me ofreció su brazo de manera elegante y me daba vergüenza decirle que no después de toda la amabilidad que había tenido. Entramos ambos a la casa que tenía un bonito aire de hospitalidad y una temperatura muy cálida para la fria noche que hacia allí.

—¿Donde esta Pau? —pregunte al ver que en la planta baja no había nadie.

—Debe estar en su habitación. —respondió con calma y me guio por las escaleras hacia arriba.

Caminamos por el lugar hasta llegar a una habitación con la puerta abierta, me asome un poco y encontré a Paulina, allí estaba ella desempacando sus maletas con notable cansancio.

—Deberías descansar. Mañana tenemos más tiempo en la mañana para que órdenes todo. —le dije mientras ella solo sonreia y se tiraba hacia la cama quitándose los zapatos.

—Esperaba que dijeras eso. —respondió luego.

—Descansa Pau. —me acerque para darle un abrazo y salir dejando la puerta cerrada.

—También deberías seguir ese consejo. —Matteo me hablo y sin que me diera cuenta tomó mi mano de manera cautelosa para llevarme por el pasillo de nuevo.

Suspire porque tenía razón. Caminamos un poco más y llegamos a la habitación que sería para mi, estaba ordenada de manera meticulosa, algo normal en los Bocelli. Entre y enseguida percibí un olor familiar, era dulce y a la vez suave, me gustaba bastante como olía y se sentía relajante.

Matteo entró por un momento para cerrar las cortinas y luego volvió para quedar frente a mi.

—Descansa Sofía, mañana mi padre desea desayunar con todos. Eso las incluye, estará feliz de verte de nuevo. —eso me hizo sonreír, yo también estimaba muchisimo a Andrea, era un compositor único.

—Ya es un honor que nos den hospedaje. —dije sinceramente. — de verdad, estamos muy agradecidas.

—No hay de que Sofía. Es lo menos que podemos hacer después de que aceptaran participar. Ahora si me disculpas, te dejaré dormir. —seguido de sus palabras llevo mi mano a sus labios dejando un beso en ella y soltandola con suavidad para salir de la habitación cerrando la puerta.

Yo estaba cansada, así que no perdi tiempo y me cambie para entrar bajo las cobijas y caer en un sueño profundo.

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