𝘉𝘭𝘪𝘯𝘥𝘪𝘯𝘨 𝘓𝘪𝘨𝘩𝘵𝘴
La luna iluminaba las calles de Kanezaka, no había un solo ruido por todo el lugar, era una noche llena de paz, o al menos lo era hace veinte minutos pues Kiriko Kamori, la protectora del pueblo y líder de los Yōkai corría junto a su banda hacia un parque cercano.
¿La razón?
La mafia de los Hashimoto estaba causando molestias como lo hacían cada día, la amante de los zorros iba a gran velocidad por los techos dando grandes saltos y usando sus habilidades ninja.
Al llegar al lugar solo vieron a unos cuantos de esos enmascarados borrachos molestando a la gente, por lo cual no fueron difíciles de derrotar y provocar que huyeran, no sin antes amenazarlos.
— Estos sujetos no se cansan de molestar... Son irritantes. — La peliverde se quejó mientras se sentaba en el suelo a descansar.
— Y que lo digas... Estos no se cansan fácilmente. — Exclamó con enojo una de las amigas de la chica.
— Aunque... — Kiriko interrumpió. — ¿No sientes cómo si últimamente son cada vez menos frecuentes las molestias? Es decir, hasta hoy el último inconveniente que hicieron los Hashimoto fue la semana pasada. — Terminó, pues era cierto que no hubo ningún tipo de movimiento desde hace tres meses, lo que únicamente ocurría era que algún miembro de la banda molestase alguna chica jóven estando borracho, pero más allá de eso no ocurría nada de nada.
— Quizás al final se dieron cuenta de que no podían contra nosotros. — Agregó uno de los miembros de los Yōkai mientras tomaba un poco de agua. — Que mal... Ya no tengo agua... ¿Podemos ir a la tienda por un poco? — Ambas chicas le asistieron en respuesta y comenzaron su travesía a la tienda más cercana.
Llegaron a la tienda después de caminar unos minutos y afuera de esta había un hombre de unos treinta y cuantos años de edad bastante agitado.
— Oye ¿Estás bi-? — Kiriko fue interrumpida por el hombre que le gritó:
— Cállate perderé la cuenta. —
Así que la peliverde lo ignoró, estaba a punto de seguir su camino cuando aquel hombre la empujó entrando después de sus amigos, gracias a sus habilidades no cayó al suelo, pero estaba muy irritada, ella fue a reclamarle lo que había hecho, pero al entrar al lugar confetti cayó sobre ella.
— ¿Eh? — Fue lo que asimiló a decir cuando la dueña de la tienda se le acercó para comentarle que había ganado un viaje a Corea todo pagado, luego le entregó una barra de chocolate.
— ¡Muchas felicitaciones! — Después le tomó una foto, Kiriko estaba perpleja, habían pasado muchas cosas en poco tiempo, sus amigos la felicitaron e incitaron a que fuera a Corea de vacaciones, pues a su parecer ella había trabajado bastante en el asunto con la banda de criminales que atormentaba el vecindario.
— ¡Podrías tener la oportunidad de conocer a D.MON o King o incluso mejor a D.VA! ¡Que envidia! — Exclamó su amigo con una sonrisa, cosa que su otra amiga notó.
— Hiragii pareces más emocionado que Kiriko... ¿Y a ti qué te pasa, Kamori? — Preguntó su otra amiga, la peliverde en respuesta le hizo una mueca y se volteó a mirarla.
— Pues es gracioso que me preguntes Yukki, porque sinceramente... No conozco a ninguno de los que acabas de mencionar. — Rió incómoda mientras apartaba la mirada, todos los ahí presentes la miraron confundidos, sin embargo, el hombre que antes estaba afuera la agarró de los hombros y comenzó a gritarle que ella no era digna de ganar ese boleto dorado, Kiriko, que no tenía pensado ir, hizo que alzara la voz bastante molesta y le gritó.
— ¡Pues te los iba a dar a ti, porque parecías bastante triste pero ahora iré yo! — Las palabras de la chica hicieron sudar al hombre que rápidamente se tiró al suelo a pedir disculpas pero la líder de la banda lo ignoró.
Unos segundos después llegó la dueña y le dio unos papeles.
— Como ya aceptaste ir debes firmar esto. — La peliverde en ese momento se dio cuenta de lo que había dicho y aunque estaba por negarse a firmar, sus amigos le comentaron que fuera, serían como unas pequeñas vacaciones por lo que la amante de los zorros terminó aceptando.
𝄞
Han pasado ya tres días desde aquel suceso, el viaje estaba listo, saldría de Japón en aproximadamente tres horas, su equipaje estaba preparado.
La noche era bastante linda y tranquila, Kiriko aún no se sentía segura de dejar su hogar, confiaba en sus amigos, pero no quería dejar Kanezaka a su suerte, sin embargo, ya era tarde para arrepentimientos, el taxi ya estaba llegando al aeropuerto, no podía darse el lujo de regresar o de lo contrario tendría que pagar una cantidad exorbitante de dinero para cancelar todo, es decir, sin vuelta atrás, dos meses de vacaciones en Corea del Sur, genial... ¿No?
El vuelo no fue tan largo, pero si agotador, Kamori llegó finalmente al hotel donde se hospedaría dos meses completos, pero para su mala suerte, el lugar estaba repleto de gente, parece que en el edificio había un evento muy esperado o algo así, no entendía muy bien que ocurría, decidió acercarse a observar que estaba pasando.
Después de caminar entre bastantes personas miró lo que estaba ocurriendo, unos chicos de más o menos su edad, con una cámara en frente, rápidamente los reconoció, Hiragii estuvo estos dos días mostrándole quienes eran sin descanso alguno y no paraba de decirle:
"Si te encuentras con alguno pídele un autógrafo para mí".
Ellos eran King, Casino, Overlord, D.MON y D.VA, estaban rodeados de gente mientras les respondían preguntas a sus admiradores.
— Y ese es el secreto de porque soy tan genial. — Dijo la chica castaña respondiendo a la pregunta de un fan, sus compañeros solo voltearon los ojos en respuesta. — De todas formas... ¿Alguna pregunta más antes de qué revelemos nuestra sorpresa? — Añadió ignorando el gesto de sus amigos.
Kamori se quedó observando la situación, tenía sentido que la gente estuviera tan emocionada, eran los protectores de su ciudad.
— ¡Yo tengo una pregunta para ti D.VA! — Se escuchó al fondo un chico rubio bastante atractivo, cuando logró captar la atención de la chica se acercó. — Bella Hana Song... ¿No le gustaría tener una cita con un chico guapo y adinerado como yo? — Vaya genuinamente es un idiota, pensó Kiriko, que se quedó mirando la situación, ya que a ella le encanta el "drama".
— Lo siento, no estoy interesada en tener pareja. — Contestó de manera bastante educada, aunque con solo mirarla sabías que quería insultarlo.
— Pero esta es una oportunidad única ¿Sabes cuántas chicas se mueren por mí? — No sé cansaba de molestar, pero pasó la raya cuando la agarró de la cintura y la acercó a él, los chicos de el escuadrón Mekka le pidieron amablemente que la soltara pero este hacía oídos sordos.
La situación molestaba a Kiriko, la razón, la recepcionista del hotel estaba viendo el drama y no podía pedir su habitación para irse a dormir, en un acto de ira, se acercó al chico.
— Hey idiota... Te ha dicho que la sueltes ¿Entiendes o hay qué explicartelo? — La gente del lugar miraba sorprendida la acción de la peliverde, es decir, aquel hombre lucía bastante musculoso y venía acompañado de dos guardaespaldas.
— Escucha, esta conversación no es de tu incumbencia vete y piérdete. — La amante de los zorros miró a Hana que parecía bastante incómoda por el agarre del chico en su cintura pero no tenía la fuerza para soltarse, podría golpearlo pero eso sería un problema luego.
— Mira, entiendo lo que ocurre, ella es muy guapa y tú quieres salir con ella, pero te dijo que no. ¿Podrías soltarla? — Dijo con un tono un poco más amable.
— Te dije que te fueras, chicos alejen a esta metida. — La paciencia de Kiriko se acabó.
— Bien, como sea... — Kamori se dio la vuelta y le dio la espalda al chico que sonreía victorioso, hasta que recibió un golpe en la cara que lo tiró al suelo.
Los guardaespaldas se acercaron a Kamori pero por algún motivo solo tomaron al chico y se lo llevaron inconsciente.
— Ugh... Que idiota... — Susurró la peliverde con sus brazos cruzados, para luego voltear a ver a Hana. — ¿Estás bien? — Preguntó mirando a la chica.
— Sí, muchas gracias por ayudarme y evitarme un problema, pero parece que tú tendrás uno. — Habló ligeramente preocupada la coreana.
— No te preocupes, veré que hago. — Ambas rieron.
— De acuerdo, lamento interrumpir la conversación pero tenemos que dar la sorpresa e irnos. — Interrumpió Casino.
— ¡Oh cierto! La sorpresa... Sobre eso, pues haremos un pequeño sorteo y el ganador o ganadora podrá pasar una semana completa con nosotros en nuestra base! — Exclamó alegremente la castaña. La gente comenzó a gritar de la emoción, era el sueño de muchos y se estaba haciendo realidad, al menos para una persona, algo es algo.
Explicaron las reglas del sorteo, escribías en un papel tu nombre y tu número telefónico y con eso ya estabas participando, era completamente al azar entonces todos tenían las mismas oportunidades de ganar.
Kiriko pensó que sería divertido participar, así que en un papel escribió todo lo que se pedía y lo entregó, luego de eso por fin pudo irse a dormir.
𝗠𝗮𝗻̃𝗮𝗻𝗮 𝘀𝗲𝗿𝗮́ 𝗼𝘁𝗿𝗼 𝗱𝗶́𝗮 𝗯𝗮𝘀𝘁𝗮𝗻𝘁𝗲 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗿𝗲𝘀𝗮𝗻𝘁𝗲.
Historia hecha por: JP2727
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