El sábado llegó con rapidez, Elina y Arai estaban esperando en la entrada de la residencia de los David, a que Damiano, Elisa y Jacopo salieran para ir a la piazza donde se celebraba el evento. Irían andando ya que les quedaba relativamente cerca.
-Mis amigas nos esperan allí -Elina cogió la mano de Arai y comenzaron a andar los cinco- Martino ha dicho que estarán en las escaleras del inicio... así que nos reunimos allí
-Leo me ha escrito y ya está allí con Marco ¿Le digo que se ponga en las escaleras? -Damiano miró a su hermano que sonrió y asintió.

Elisa iba con Elina hablando, ambas se habían interesado por la misma rama de estudios. Elisa iba aconsejando a la chica y Elina iba escuchando atentamente.
-Arai ¿Tú sabes que quieres hacer ya cuando acabes la Scuola?
-Quiero hacer algo que tenga que ver con la cocina
-Eso es genial -Elina le sonrío a su hermana, ella apoyaba a su hermana, en lo que ella quisiera hacer en un futuro.

Elina se giró cuando oyó una voz gritarle desde lo lejos.
-ELINA ESPERA -Eva corría hacia la chica.
Los 5 pararon y esperaron a la irlandesa, que cuando llegó a su lado jadeó con fuerza.
-Por dios, necesitamos hacer ejercicio...
-Perdona amiga pero yo hago ballet
-si pero te ahogas cuando subimos a casa de Vittoria
-la hija de su madre vive en un quinto sin ascensor hasta Jacopo se queda sin aire
-Porque en el tercero dices que ya no subes más y te subo
-¿Me estás llamando gorda?
-Pues parece que un poquito sí... -dijo Damiano.
-Que feo eso... -Ella lo miró con el ceño fruncido- yo pensaba que éramos mejores amigos... Te voy a cambiar por Damiano

Damiano le sonrió a Elina y cogió su otra mano libre. Eva cogió la mano de Arai, los 4 echaron a correr un poco para llegar a la piazza.
Elina se paró en las escaleras y respiró agitadamente.
-Hemos corrido 20m Elina... -Damiano murmuró mirando a la chica que estaba apoyada en Eva.
-¡Que sí! Qué me ahogo
-ponla a bailar una hora que te aguanta dos la zorra -dijo Eva y Elina le sonrió.

Arai asintió de acuerdo, Elina podía bailar sin descanso, ella y la música eran una, era mágico verla bailar, podía expresar tantas cosas con unos simples movimientos que dejaban muy sorprendida a la menor.
A los pies de la escalera estaban Marco, un chico y una chica que no conocía. El chico se giró y agitó su mano a Jacopo, era un chico alto con pelo negro y unos ojos muy bonitos, tenía una sonrisa cálida. A su lado había una chica morena con unas gafas de sol que alzó la mano para saludar a Elisa. Pero ni rastro de sus amigos, ni de los mellizos Fertano ni de Vittoria.

-¡Vienna! ¿Cuando has vuelto?
-¡La semana pasada! Quería daros una sorpresa -Elisa se abrazó a la chica y le sonrió ampliamente.
-Hola Marco

Elina buscaba entre los cientos de adolescentes a su grupo, por lo menos a Martino que era al que podía visualizar rápido, pero no como estaba en el punto acordado la chica suspiró cansada.

-¿Lo ves?
-No... ¿Te coge el teléfono?
-No...
-Siempre hace lo mismo... no sé por qué me sorprendo -Elina estaba concentrada buscando entre el gentío que no se dio cuenta de que detrás de ella estaba uno de los amigos de Poppo.

Marco se acercó hasta Elina sabiendo que estaba distraída buscando a su amigo y le susurró al oído, asustandola en el acto.
-Hola preciosa
-¡Ay no me asustes! -Elina se giró y lo empujó suavemente.
-Perdona ¿A quien buscas?
-A Martino... -Marco la alzó haciendo que chillara, aunque ciertamente era efectivo por qué ahora veía más que antes- ¡Hey Bájame!
-¡Llamalo!
-MARTINOOOOO

Leo miró a la chica que parecía buscar a alguien con una pequeña sonrisa, era gracioso. Seguramente en la plaza habría por lo menos unos 20 Martino. Para que justo fuera el suyo, el que respondiera a su llamado.
-MARTINOOOOOO -Elina vió como un par de cabezas giraban como si de suricatas se tratarán. Eva dijo que lo tenía al teléfono mientras la chica comenzaba de nuevo a gritar el nombre del único chico de su grupo- MAAAAR ah pues dejó de gritar... que ya me miran raro

Jacopo río y cuando tocó el suelo cogió su mano para presentarle a Leo y a Vienna.
-Elina no sé si te acuerdas de Leo Grillo, estuvo en mi fiesta de cumpleaños -Elina asintió intentando recordar.
-Eso creo...
-Es un placer volverte a ver Elina... -Elina le sonrió y se giró a Vienna, la chica era preciosa.

-Ella es Vienna, estaba visitando a su familia en América, volvió hace poco.
-Es un placer conocerte -Elina la abrazó y luego oyó a alguien gritar su nombre, ese alguien era Martino.
-ELINA
-AQUÍ -Elina se vio arrastrada por un cuerpo y la hizo reír con fuerza.
-Aquí estás -Arai sonrió a los amigos de su hermana y se vio abrazada por Vittoria.

***

La piazza estaba dividida en dos, Arai estaba cerca de Elina, al lado de Martino, enfrentado a Damiano, Jacopo y Marco.
Leo estaba al lado de Elina, contagiado por la emoción de la italiana, río al ver como una de sus amigas la miraba desafiante.

-¡Bienvenidos! Estamos a pocos minutos de empezar, hemos organizado está pequeña fiesta con motivo de celebrar qué se han acabado las clases, que empieza ¡el verano de nuestra vida!

Realmente sería el verano de su vida, a Elina le faltaba un año para cumplir 18 y poder decir que era legal. Pero ella tenía el presentimiento de que sí que sería el verano de su vida y no sabía por qué motivo, pero tenía ganas de averiguarlo.

-Preparaos, armaros con el puñado de polvo de color... ¡EL VERANO ES NUESTRO! Preparados Listos... -el silencio se hizo en la piazza, todos esperaban expectantes a que diera la salida.

-Voy a por ti Gatita -Marco señaló a Elina y está sonrió divertida sabiendo que aquello era un coqueteo.

-YA -Elina no pudo reaccionar cuando el polvo estalló en su cara, la chica río con fuerza y se tapó la cara antes de tirarle a él su puñado.

Jacopo le lanzó un poco más haciendo que la chica riera y Leo la ayudará a contraatacar.
Martino y Arai estaban riendo a carcajadas mientras los colores se iban fundiendo en el aire. Los tonos rosas, amarillos, naranjas, azules se mezclaban así como las risas y los gritos de alegría de los italianos.
Marco se acercó a la chica sonriendo, Elina le parecía tan inocente, le encantaba. Tenía un aura de chica buena y eso lo volvía loco. Se lo había dicho a Jacopo, la chica le gustaba muchísimo.

-Elina...
-¿Si? -Elina lo miró, estaba todo manchado de colores incluso sus rizos tenían tonalidades. Elina se vio sorprendida por otro impacto de colores de parte de Vittoria que le sonreía.
-Elina... -Elina volvió sus ojos a Marco que agarró sus manos y la besó lentamente.

La chica sonrió ampliamente, mentiría si dijera que no había soñado con este momento. Los labios de Marco dejaban un poco de regusto mentolado de los cigarrillos que consumía.
Elina estaba experimentando su segundo beso y no podía ser en una mejor situación.

Marco se separó y le sonrió, Elina sonrió tontamente y se abrazó a él mientras Jacopo y Leo los llenaban de colores.
-Tengamos una cita
-¿Ahora?
-No... mañana si estás libre...
-Oh... ¡Vale! Si no tengo nada que hacer... -La voz del chico que hacía de animador los interrumpió anunciando el final de la "guerra".

-ÚLTIMO MINUTO DE POLVOS DE COLORES... DEMOS LA BIENVENIDA AL VERANO

Elina sonrió y gritó eufóricamente mientras Jacopo la alzaba, Arai se subió en la espalda y ambas sonrieron mientras se unían en un abrazo. Eran libres, era verano debían vivirlo al máximo.
Y tal y como le parecía a Elina, ese sí parecía ser el verano de su vida, no uno cualquiera, este iba a ser especial por qué Marco la había besado y Marco quería una cita con ella, podría ser aquello que por fin se interesaba por ella.