𝙾𝚝𝚝𝚘
FEBRERO 2017
Cuando estas con una persona con la que te sientes a gusto, querida o amada, el tiempo pasa de manera distinta. Si habéis quedado un día por la mañana cuando te quieres dar cuenta es de noche y tienes que volver a casa. El tiempo juega con nuestro deseo de hacer la tarde o la velada más larga, en un abrir y cerrar de ojos han pasado horas.
O cuando eres pequeño y te vas de campamento, te lo estás pasando tan bien que no eres consciente de que quizás te quedan dos días para volver a casa. Eso le pasaba a Elina, cuando quiso darse cuenta estaba llegando marzo y llevaba casi 9 meses saliendo con Marco.
En esos 8 meses, su relación había estado llena de cosas bonitas, citas para comer, citas de estudio donde los dos compartían una mesa donde estaban los distintos apuntes, unos coloridos con letra perfectamente legible, otros monocromáticos con algún color azul para resaltar. Incluso Remo e Iris habían conocido al chico.
Diciembre 2016
Elina estaba preparándose para la cena que iban a tener en casa con su novio y sus padres. Elina se había puesto un vestido negro y sus tacones blancos bajos. Aunque en casa ya lo conocían, era como una cena más oficial.
Elina recibió un mensaje de que su novio estaba en la puerta y luego oyó el timbre, con una sonrisa la chica bajo corriendo y abrió junto a su padre.
-Hola señor Rossetti, le he traído esto, es de nuestras viñas -Elina sonrió.
-Oh, gracias... pasa chico, Iris cariño, el muchacho ha llegado
-Ya voy -Su madre se asomó y se acercó al chico- Bienvenido Marco
-Gracias...
-Arai, nuestro invitado esta aquí baja -desde el pasillo superior se oyeron como salían unos pasos y poco después pudo ver a la hija pequeña del matrimonio con unos vaqueros y un jersey amarillo.
-Hola, ¿Qué vamos a cenar?
-Tu madre preparo algo especial por nuestro invitado.
Al sentarse en la mesa, para cenar comenzó una agradable charla entre los 5, Elina les contaba un proyecto de fotografía en el que estaba trabajando. Se trataba de imágenes de ella misma que describieran las palabras o situaciones que le habían mandado. Se expondrían en menos de una semana.
-Elina nos ha dicho que quieres ser medico ¿Cómo llevas el curso?
-Bien, la verdad que es muy interesante y he hecho compañeros rápido
-¿Qué rama quieres hacer?
-Oncología, mi padre falleció de cancer... quiero ayudar a investigar y a encontrar una cura...
-Eso es muy dulce... Me gusta
-Elina quiere dedicarse a la escenografía, aunque su padre cree que acabara siendo maestra en una academia de ballet
-¡Ella tiene talento! Se la van a rifar -Elina sonrió, su padre era su mayor fan desde que participaba en algún recital de final de curso y daba pequeños saltitos. Ahora cuando la veía bailar se emocionaba muchísimo, Elina tenía verdadero talento.
-Si, que es verdad -Arai sonrió.
-Arai llevará un grandioso restaurante, será una chef o una crítica gastronómica, ellas pueden ser lo que quieran lo van a conseguir...
Al acabar de cenar, Elina había cogido el bajo de su padre y rasgaba un par de acordes.
-No sabia que tocabas el bajo
-Solo sé tocar un par de acordes, me enseñó mi padre
-Genial -ríe y se sienta a su lado mientras le quita el bajo y la besa lentamente mientras la sienta en su regazo.
La velada había ido de maravilla, la bestia se había enmascarado de querubín con la familia de su novia. Que pena que a partir de aquel momento, todo fuera de mal en peor.
***
Elina no se dio cuenta de cómo Marco influía en su vida, y no de manera positiva. Lo primero fue el estilo de vestir de Elina. Elina era una chica que le gustaba vestirse con faldas, vestidos, pantalones cortos... le gustaba ir mona. Y a Marco le gustaba ella estaba siempre preciosa, pero no le gustaba la atención que los chicos sobre su novia, sobre su chica.
Elina se estaba preparando para celebrar el cumpleaños de Marco, llevaba una falda de cuadros rojas y un jersey de cuello alto acompañado de unas botas negras altas. Iris le abrió la puerta a su yerno y le dejo pasar, él subió y toco a la puerta.
Elina abrió y le sonrió a la figura de su novio, fue cuando este reparó en la ropa de su novia. Aunque iba muy guapa, esa falda iba a hacer que todos los chicos la miraran con lujuria y eso lo enfadaba muchísimo.
-¿No crees que... es falda es muy corta?
-No... ¿Lo es?
-Creo que todos van a mirarte y eso...
-Pero que más da...
-No sé gatita, odio que te miren eres mí novia...
-Bueno me podré unos vaqueros... -Elina se cambió y Marco sonrió ante la imagen de Elina con los vaqueros negros, era como se vestía normalmente para ir al instituto.
Tras aquel evento, Elina pensaba dos veces que ponerse para salir con Marco, quería contentarlo y que estuviera de buen humor. Poco a poco, se encontró vistiendo camisetas anchas y mayas para ir a cualquier sitio como si así pudiera pasar desapercibida de los ojos de todos.
Su madre fue la primera en darse cuenta de aquello, pero no comentó nada pensando que quizás aquella era la moda del momento.
-¿Pensé que te ibas a poner el vestido con el top para quedar con tus amigas?
-¿No voy bien así?
-Sí, pero... no es tu estilo, no es lo que sueles usar...
-Es que... he decidido vestirme un poco oversized, me gusta estoy cómoda y puedo ir sin sujetador por la vida
-Oh... ¿Nadie se ha metido con tu estilo?
-No lo cambiaría por que alguien no le guste... Eso sería idiota -Elina debería escucharse más y hacer caso de lo que ella misma le decía a su madre.
Al salir de casa, se encontró con Martino que la abrazó con suavidad y la acompañó hasta las demás chicas que estaban en una esquina. Giulia estaba fumando un cigarrillo y alzó su mano para saludar a su amiga. Eva frunció sus cejas al ver a la chica.
-Oh... Hola Elina ¿pensé que íbamos al... Cat café? ¿Y que iba a ser como una cita, ya sabes arreglarnos?
-Sí ese es el plan, ¿no os gusta como voy? -Elina se miró con preocupación, así no llamaba la atención deberían estar contentas, ¿no?
-Tú no te vistes así
-Sí que lo hago
-No, Elina tu eres... Esto no eres tú -Elina frunció el ceño.
-Bueno vamos a ir al café o no... Porque luego iba a salir con Marco
-Tía, entendemos que marco es tu novio, pero has cancelado nuestros planes tres veces...
Elina se cruzó de brazos y empezaron a andar hasta el café, allí se sentó con los chicos y fue cuando Elina miró la carta con interés. Entonces fue cuando Vittoria rompió el silencio tan incomodo que había entre sus amigos.
-¿Cómo es que has decidido cambiar tu estilo?
-Bueno... No sé -Elina bebió un poco de su café.
-Tiene que haber algún motivo, Elina, alguien se ha metido con tu estilo... -Eva cogió su mano y la acarició.
-Bueno, Marco sugirió...
-¿Qué sugirió ese idiota?
-No sugirió, si no que me dijo que con las faldas y los vestidos...
-Elina estas preciosas con ellos
-Ese es el problema que así llamó la atención de los chicos
-¿Y eso es malo?
-Sí, soy su novia...
-Elina, eres su novia sí, pero creo si él quiere cambiarte no tiene sentido que salgas con él -Giulia la miró con el ceño fruncido.
Elina se enfadó, sus amigas deberían apoyarla, no ponerse en su contra, ella estaba haciendo feliz a su novio de ese modo, por que ellas no lo veían de ese modo. Ellas estaban celosas de la bonita relación que tenía con Marco, él le avisó que eso iba a pasar y de que entonces debería plantarles cara porque ellas buscaban separarlos.
-Lo que os pasa es que estáis celosas...
-¿Pero qué dices Elina?
-Marco me dijo que esto pasaría
-Marco... Elina, te esta alejando de nosotras es que no puedes verlo
-Deberías meteros en vuestras relaciones, ah no que no tenéis una pareja, como no tenéis os metéis en la mía.
Elina se levantó enfadada y se fue dejando allí a sus amigas confundida de su actitud, al llegar a casa se sentó en su sofá y sacó su móvil llamando a su novio.
-¿Sabes qué me ha pasado hoy?
-¿Qué?
-Las chicas dijeron que me estabas cambiando
-Yo te dije que eso pasaría...
-Lo sé...
Quien le iba a avisar a Elina que sus amigas sí que tenían razón, quien iba a ser quien la avisará de que estaba encerrada en la jaula y que ahora debía ser ella quien consiguiera salir por si misma. Alguien debía rasgar su venda y ayudarla, pero desafortunadamente, debía ser ella y me temó que ahora estaba demasiado embriagada por la ambrosía que era el falso amor que le profesaba Marco.
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