𝟎𝟎𝟔 - 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐣𝐨𝐝𝐢𝐝𝐨𝐬
𝗔𝗖𝗧 𝗢𝗡𝗘 — 𝗣𝗔𝗦𝗧
𖤐 𝗦𝗘𝗔𝗦𝗢𝗡 𝗧𝗪𝗢 𖤐
A la mañana siguiente Caroline y yo salimos juntas de su casa. Nos encontramos de frente a Tyler con un rostro no muy amigable.
Él nos miró a ambas.
— Tenemos que hablar.
— Ya, sobre lo de ayer... — Empezó Caroline a excusarse. — Lo he estado pensando, y no quiero darle más vueltas. Fue solo un beso pero... Matt sigue estando en mi vida y no podemos hacerlo.
La cara de Tyler seguía impasible.
— Vale.
Uy, ojalá mis ex se tomaran así de bien las cosas.
— Genial, arreglado.
Caroline tiró de mi y dejamos a Tyler parado frente su puerta.
— ¿Que le pasó a mi tío Mason?
Caroline y yo nos paramos en seco.
— ¿Que? — Preguntó Caroline.
Tyler se acercaba a ella.
— Está muerto y quiero saber que pasó.
— Tyler, yo no...
— Te lo diré yo, Alyssa y sus hermanos le mataron. Por que son los tres vampiros. Igual que tú.
Yo me tensé al instante. Definitivamente, Damon me va a matar.
Caroline negó con la cabeza.
— ¿Quien te lo ha dicho? Te lo puedo explicar...
— ¿Siempre has sabido que estaba muerto?
Otro paso hacia ella.
Yo empezaba a ponerme nerviosa, las manos me ardían.
— Por favor...
— ¿Lo sabías? — El chico elevó la voz.
Caroline asintió, estando a punto de llorar.
— Lo sient-...
No le dio tiempo a acabar por qué Tyler la estampó contra el coche.
No le dio tiempo a volver a tocarla ya que yo me adelanté, le di un puñetazo en la nariz y un empujón con fuerza vampírica para separarlo de Caroline. Él quedó en el suelo.
— Ni se te ocurra volver a tocarla lobito. No tendré problema en matarte al igual que lo hice con Mason.
Tyler se levantó y se fue corriendo, yo me giré hacia Caroline.
— Tus ojos...
Yo los cerré durante unos segundos, tratando de calmarme.
— Es una larga historia, ahora será mejor que te tranquilices.
Estaba de vuelta en la casa Salvatore, de nuevo, más discusiones.
— ¿Has traído a Jhon Gilbert? — Preguntó Damon incrédulo.
— Estaba buscando a Isobel y le encontré a él. Puede ayudarnos y estamos... desesperados — Se justificó el menor.
— ¿Desesperados Stefan? — Ahora la incrédula era yo. — Ese tío intentó freírme.
— Alyssa, el amigo de Bonnie está con Elijah lo que me hace pensar que no destruyó la piedra lunar. Y Elena confía ciegamente en que un trato que hizo con Elijah nos mantendrá a salvo.
— Elijah es un hombre de palabra.
No debí decir eso.
— ¿Te fías de él? Desde luego yo no. No se puede confiar en un original y te recuerdo que no podemos matarle por que no puede morir.
— Sigo esperando la parte de la solución — Damon se interpuso entre Stefan y yo.
— Sabe lo del sacrificio, se lo dijo Isobel. Dice que sabe cómo proteger a Elena.
Vi como Damon a mi lado tensaba la mandíbula.
— A ver, como se hace.
— No quiere decirlo. Al menos a mi.
Damon salió de la habitación, cabreado.
— Muy bien Stefan, de maldito lujo. Como si no tuviéramos suficientes problemas.
Damon me obligo a acompañarle a casa de Elena.
— ¿Está Jhon?
— No está aquí — Damon se adentró en la casa buscando. — Se ha ido esta mañana, apareció de pronto. Le ha dicho a Jenna que es mi padre y se ha largado.
— ¿Estas bien? — Preguntó Damon.
— Si... Jenna está flipando pero yo estoy bien.
— ¿Te ha dicho a que ha venido? — Inquiri.
— No, no sé. Stefan cree que dice la verdad y que quiere ayudarme — Le dio un trago a su café.
— ¿Vosotras le creéis? — Damon frunció el ceño.
— No le creó una palabra.
— Yo tampoco.
— ¿Y que vais a hacer Damon?
El pelinegro y yo nos miramos.
— Matarlo — Dijimos al unísono.
— Alyssa... — El tono de Elena era de advertencia.
— Que es broma mujer.
— O quizá va un poquito enserio — Añadió Damon.
— ¡Damon!
— No le haré daño Elena, no olvides que ahora soy un buen chico.
— ¿Que vas a hacer?
— Tendré una charla civilizada con tú padre.
Con su futuro suegro. Amos íbamos a salir de la casa cuando Elena habló:
— Voy con vosotros.
Elena agarró su chaqueta y salió detrás mía.
— Jhon amigo — Damon sonrió. — ¿Como estas?
Jhon estaba parado frente a una mesa en la que estaban Jenna y Alaric.
— Muy bien, me alegro de verte.
Apartamos a Jhon de la multitud.
— Jhon, Jhon, Jhon — Di una vuelta a su alrededor. — Hablas mucho y nunca dices nada.
—No me fio de vosotros. Un original puede controlar a un vampiro y, según Stefan por eso Katherine sigue en la tumba. Por que Elijah se lo ordenó.
— Por que no quedaba verbena en su organismo — Habló Damon. — Pero mis hermanos y yo estamos llenos.
— ¿Estáis bebiendo verbena?
— Un hábito adquirido — Levante las cejas.
Era mentira, yo no estaba tomando verbena, a mi no me podían obligar. Pero a Damon y Stefan si, por lo que, a mi a veces me tocaba hacer el paripe frente a Stefan.
Damon se acercó a su odio.
— No veo tu anillo mágico. Ósea que si sabes algo de Klaus empieza a contarlo o te mataré mientras duermes.
— ¿Está es tu forma de convencerme de que estamos en el mismo bando? Cuando sepa que puedo confiar en vosotros dos, entonces hablaremos — Jhon se fue, chocándole el hombro a Damon.
— Una charla exitosa Salvatore.
Recibí una llamada, Stefan.
— Dime Stefito, ¿tienes ganas de discutir?
— Jules tiene a Caroline. Dice que o entregamos a Tyler en 20 minutos o está muerta.
¿Desde cuando la vida de ese maldito adolescente vale tanto?
— Si tengo que entregar al lobo para salvar a Caroline, sabes que lo haré Stefan. No me pongas en duda.
— Tengo un plan, te paso ubicación.
Y colgó.
— ¿Pasa algo Alyssa?
— Quédate a hablar con tu futuro suegro, yo tengo algo que hacer.
Escuché como Elena hablaba con Stefan por teléfono. Pronto se enteraría Damon.
A toda velocidad salí del Grill.
Llegue con Stefan y Tyler a la ubicación enviada.
Stefan tenía a Tyler agarrado del brazo a diferencia de mi, que no lo tocaba. Mis manos estaban ardiendo y soy un maldito vampiro, hasta al estupido de Tyler le haría sospechar.
— ¿Donde está Caroline?
— Encerrada.
El tono de superioridad que tenía en su voz me generaban ganas de ir y arrancarle la cabeza.
— Suéltala y nosotros soltaremos a Tyler.
— No tenemos por que complicarlo aún más — Añadió Stefan a mi derecha. — No somos tus enemigos.
— Es un poco tarde para hondear la bandera blanca.
— Vete del pueblo y nadie más saldrá herido.
— No pienso irme sin Tyler.
Pues te arrancaré el cuello.
— Tyler decidirá.
Stefan y sus malditas palabras, joder.
— Mi hermano el pacifista — Hablé. — Ya que el se enteró primero, me dejare intentarlo a su forma. Pero como no funcione, pasará a ser a la nuestra — Damon apareció a mi lado entre la oscuridad. — Que es algo más sangrienta.
— Danos a Caroline — Habló Damon.
— Soltad a Tyler.
— Primero Caroline, si no, no será una pelea justa, te machacaremos.
— No estoy tan segura de eso.
Una manada de lobos apareció a nuestro alrededor.
Estábamos algo jodidos. Llevaban estacas, y fuego.
— Probaré otra vez, dadnos a Tyler.
Mis manos empezaron a echar más humo que nunca. Las moví, nerviosa.
— Venga, andando. Ve con ella — Damon dijo por lo bajo.
— Que dos de los tres mató a Mason — Preguntó un lobo.
— Creo que nos buscas a nosotros.
Damon y yo dimos un paso al frente.
— Quiero que esos sufran, sobretodo la chica.
¿Que mierda hice ahora? Ahh, cierto, amenace a Tyler esta mañana. Y para ellos parece que es un maldito dios.
Damon fue hacia Jules, esta se subió a la caravana de un salto y luego hizo un mortal hacia atrás, cayendo frente a Damon. Un tío trato de abalanzarse sobre él pero yo me adelanté y le arranqué el corazón.
Stefan tenía agarrado del cuello al lobo que llevaba el aparato que expulsaba fuego. Le partió el cuello y luego rompió el aparato.
Yo escuché como lanzaban una ballesta, giré mi cabeza hacia la derecha y vi como una mini estaca de madera se aproximaba a mi cara, la agarré en el aire por los pelos, aún que si me hubiera dado no me hubiera matado. La giré y se la lancé entre ceja y ceja.
Escuché a Stefan gritar. Un hombre le había atacado por la espalda y le había clavado una daga en el hombre.
Yo me aproxime hacia el, le arrebate la estaba y se la clavé en una pierna, antes de que cayera al suelo le agarre y le di un puñetazo en la nariz. Luego le arranqué el corazón y lo tiré al suelo.
— Stefan ¿Bien? — Me giré para mirarle.
— Si — Habló con dificultad.
De repente sentí una sensación muy familiar últimamente.
El vacío. Sentía como mi cuerpo se quedaba sin nada de poder. Caí de rodillas al suelo.
Un licántropo pareció darse cuenta ya que se abalanzó sobre mi.
Justo cuando estaba a punto de clavarme una estaca, cayó el suelo, gritando de dolor y agarrándose la cabeza.
— Ven, vamos.
Stefan hizo que pasara un brazo por sus hombros y me ayudó a levantarme.
Una vez pude andar sola, avancé un par de pasos y vi a un brujo, este me miró.
— Elijah le hizo una promesa a Elena. Estoy aquí para que se cumpla. Tenéis que iros.
Estaba frente a la puerta de Caroline.
— Me preocupas, Caroline.
Lo decía de verdad. Llevaba callada desde que la sacamos del bosque y aún es demasiado joven como para saber gestionar todo esto.
— Estoy bien, de verdad.
— Ven a dormir a mi casa. Podemos ver 𝖬𝖾𝖺𝗇 𝗀𝗂𝗋𝗅𝗌.
Es de sus pelis favoritas, me lo dijo el día que la conocí.
— Por supuesto que si.
Ella me abrazó. Duró más de lo esperado y cuando me di cuenta estaba llorando en mi hombro. Yo empecé a acariciarle el pelo y a tratar de que se calmara.
Iba a matar a la hija de puta que le había hecho esto.
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