𝗔𝗖𝗧 𝗢𝗡𝗘 — 𝗣𝗔𝗦𝗧

𖤐 𝗦𝗘𝗔𝗦𝗢𝗡 𝗧𝗪𝗢 𖤐

Me despierto dando una gran bocanada de aire, a través del espejo que hay frente a mi cama, veo como mis ojos se tornan a un color rojo con destellos dorados.

¿Que me estaba pasando?

Un gran poder se almacenaba en mi cuerpo, luchando por salir. Necesitaba respuestas, y necesitaba encontrarlas ya.
De repente sentí un ardor en mis manos, las miré.
Literalmente, estaban hechando humo.
Un gran quejido de dolor que, estoy segura que se escuchó por toda la casa, se escapó de mi boca.

Tarde varios minutos en calmarme, cuando lo conseguí, mi móvil vibró. Era un mensaje de un número desconocido:

« 𝖯𝗋𝗈𝗇𝗍𝗈 𝗈𝖻𝗍𝖾𝗇𝖽𝗋𝖺́𝗌 𝗍𝗈𝖽𝖺𝗌 𝗍𝗎𝗌 𝗋𝖾𝗌𝗉𝗎𝖾𝗌𝗍𝖺𝗌．»

Fruncí el ceño. La puerta empezó a abrirse y rápidamente guarde el móvil bajo la almohada.

— ¿Ha pasado algo Alyssa? — Era Stefan.

— Solo dormí sin mi anillo y al despertar me dieron unos rayos de sol, no te preocupes — No se como logré sonreír.

— Está bien, recuerda no quitártelo.

Yo asentí y él salió de la habitación cerrando la puerta.

Baje al salón y vi a Damon observando la mordida de Rose, no se veía nada bien.

— Está mucho... mejor.

Para ser quien es Damon, que mal acababa de mentir por dios. Me giré y vi a Elena.

— ¿A que si Elena? Se ve genial.

Elena estaba perpleja. Creo que nunca había visto una mordida.

— No está muy mal.

Otra experta en mentiras.

— ¿Donde está Stefan? — Nos susurró Damon.

— Yo lo vi recién, no se donde estará ahora.

— Se ha ido. Debes hablar con él. Se ha empeñado en buscar a Isobel.

— No creo que le mole mucho la idea a Elijah — Apreté los labios.

— No intentes convencerme. Estoy con Stefan. ¿Puedes hacer de enfermera un ratito?

Gracias a dios le hablaba a Elena y no a mi.

— No es necesario — Negó Rose

— Si es necesario — Afirmó el pelinegro. — Elena es una buena chica, es innato, no puede resistirse.

Me agarró del brazo y me sacó de la habitación.

Elena nos alcanzó.

— Damon ¿Se va a morir?

— Probablemente.

—Elena, el mordisco provoca una infección y está empeorando.

— ¿Por qué?

— No tengo ni idea, Elena. No soy experto en el tema — La voz de Damon sonó más brusca de lo que pretendía.

Elena pareció darse cuenta de lo que significaba Rose para el.

— Lo siento.

— Todos morimos. Vamos y venimos. Cuanto antes se muera mejor. Esto es deprimente.

Damon ya había levantado el muro. Elena parecía sentirse aún peor, pero me vi obligada a dejarla allí cuando Damon abandonó la casa.

— ¿No crees que te has pasado de brusco? — Iba tras Damon, sus pasos eran grandes y iba más rápido que yo.

— Alyssa ¿Desde cuando ella te importa?

— Me importa desde que se que estás enamo-...

Damon paró en seco y me puso una mano en la boca. Estábamos muy cerca.

— No te atrevas a terminar esa frase.

Su mano bajó lentamente, estábamos a unos pocos centímetros por lo que podía notar su respiración.
Vi como el baja la vista a mis labios y luego la volvía a subir. Inconscientemente entreabrí los labios.
El se relamió los suyos.

De repente, le llegó un mensaje. Yo di un paso atrás. El saco el móvil.

— Es Alaric. ¿Vienes?

— Yo tengo... algo que hacer, luego te alcanzo.

El ambiente estaba algo tenso.

— Vale.

Si nos hubiéramos besado, no sería la primera vez, hace muchos años estuvimos liados bastante tiempo, pero nada más. No sentimos amor por el otro, solo atracción física. Acabamos quedando como amigos y bueno, lo demás es historia.

Damon se fue dirección no se donde, y yo sinceramente también empecé a andar sin dirección fija.

Estaba en el bosque. Mi respiración era acelerada, tenia las manos apretadas en puños, cambiaba desubicada.
Sentía como si algo estuviera tirando de mi, como si me estuvieran llamando.
Había momentos en los que sentía una conexión más fuerte, y cuando emprendía el camino hacia esta, se desvanecía.
Miraba a mi alrededor, todo me daba vueltas y la vista se me nublaba. Entre mi gran confusión, había momentos en los que veía una figura, cada vez que andaba hacia ella cambiaba de posición, más lejos, cerca, izquierda, derecha.

Hasta que de un momento a otro, esa figura se desvaneció. Y Justo cuando sentía que estaba a punto de desmayarme, alguien me mando un mensaje.

« 𝖵𝖾𝗇 𝗅𝗈 𝖺𝗇𝗍𝖾𝗌 𝗉𝗈𝗌𝗂𝖻𝗅𝖾． — 𝖤𝗅𝖾𝗇𝖺．»

No sé exactamente como, conseguí llegar a la mansión Salvatore.
Encontré a Elena en la entrada, aterrorizada y con una estaca en la mano. Al verme posicionada tras ella, se asustó.
Eso significaba que las alucinaciones de Rose ya habían empezado.

— ¿Donde está Rose?

— No lo sé — Estaba muy angustiada.

— No te preocupes Elena.

Ella dejó la estaca en la mesa y yo saqué mi móvil para llamar a Damon.

— ¿Que ha pasado Liz? — Preguntó Damon mientras nos acercábamos.

— Un vampiro. Por suerte, un agente encontró el cuerpo antes de que nadie lo viera.

Por una vez, las autoridades de Mystic Falls eran competentes.

— Deberías asegurar la zona — Aconsejé.

Liz miró a sus hombres, unos metros alejados.

— No sembréis el pánico, pero trasladad la fiesta al Grill.

Miré a Damon.

— Toma esto y dáselo a Elena — Le lancé una estaca que atrapó con facilidad. — Si Rose la confunde con Katherine, será mejor que esté protegida.

Escuché como Damon le daba la estaca. Ellos estaban por alejarse cuando yo escuché a una chica gritar.

— ¡Damon! — El se giró a mirarme. — Sígueme.

Llegamos hasta el aparcamiento, vimos un coche con la luna rota, un cuerpo le había caído encima.
Y Justo a la derecha estaba Rose, chupándole la sangre a una chica rubia aproximadamente de unos 20 años.

— ¡Rose para!

Esta se giró a mirar a Damon, su boca estaba cubierta de sangre, las venas eran muy notables bajo sus ojos.

Rose se abalanzó sobre Damon y cayeron al suelo, forcejearon hasta que Damon consiguió que él quedara arriba y Rose apoyada en la carretera.

— Rose, soy Damon. Tienes que escucharme.

La vampira empezó a relajarse y dejar de forcejear. Se asomó y vio dos cuerpos de los dos jóvenes tirados en el suelo. Si vida.

— ¿Lo hice yo? — Su voz era temblorosa. — Yo no quería... no quería hacerle daño a nadie — Comenzó a llorar.

— Lo sé, lo sé... — Damon le acariciaba la mejilla.

Rose se giró a mirar a Elena.

— Lo siento mucho Elena — Tenía la voz entrecortada por sus llantos.

— Venga, te llevo a casa.

— ¿A que casa Damon? — Cada vez lloraba más fuerte. — Hace mucho que no tengo un hogar.

Rose empezó a suplicar que paráramos su dolor, que finalizáramos con su vida. Yo lo habría hecho, no tenía problema, pero eso le correspondía a Damon. Y yo sabía que en el fondo, el no quería que ella muriera.
El pelinegro la agarró en brazos y mientras Rose lloraba en su hombro, la llevó a casa.

Yo me quedé mirando a Elena, como recogía la estaca del suelo. Debía estar pendiente de ella.

Había llevado a Elena a la mansión Salvatore de nuevo. El camino a casa había sido silencioso, ella miraba la estaca en sus manos, con restos de sangre. Yo repiqueteaba los dedos en el volante, dándole vueltas al mensaje anónimo que había recibido.
Una vez llegamos a casa, deje a Elena en el salón y me subí a la habitación. Empecé a dar vueltas por ella. A ver, recapitulemos:

Yo estoy perdiendo poder, vengo a Mystic Falls en busca de respuestas. Me encuentro con una réplica de Katherina Petrova. Después de meses de no encontrar nada, aparece Elijah, un original, más que interesado en la réplica. Ahh, y para colmo me dice que tenemos una conversación pendiente.

Klaus viene a por Elena. La maldición del sol y la luna.

De repente, mis ojos se pusieron rojos y me quedé quieta en mi lugar.

Recuerdos.

𝐅𝐋𝐀𝐒𝐇𝐁𝐀𝐂𝐊:

Era Klaus, gritando de dolor cuando sus huesos se rompían de forma macabra.

Sus ojos dorados.

Un lobo.

Elijah y Mikael atándole de manos y pies.

Madre leyendo una y otra vez la misma frase en su grimorio.

Klaus gritando. Removiéndose. Luchando por salir.

Padre obligandole a callar.

Elijah sacándome a la fuerza.

𝐅𝐈𝐍.

Mis ojos se abrieron como platos. Eso es lo que yo no sabía.
Klaus es un hombre lobo. Esther le hechizó para retener esa parte de él. Mikael siempre odió a Klaus, ¿Por que querría tener un hijo bastardo más fuerte que él?

Pero aún había algo que no me cuadraba. En mis recuerdos faltaban... partes. Era como si hubieran agarrado partes aleatorias y las juntaran.

— Alyssa.

Una voz me sacó de mi trance, me giré bruscamente y vi a Damon apoyado en el marco de la puerta.

— ¿Que pasa?

— Vamos a entregársela a Liz Forbes.

— Damon...

— He dicho que vamos a entregársela.

Era una estupidez discutir con él, así que simplemente asentí.
Cargamos el cuerpo de Rose en el maletero del coche y fuimos al bosque.
A los pocos minutos llegó Liz. Ella se bajó del coche y se acercó a nosotros.

— Aquí está — Hablé yo mientras Damon abría el maletero del coche.

— ¿Como la habéis encontrado? — Su tono era de incredulidad.

— No importa. Lo que importa es que esta muerta — El pelinegro le restó importancia.

— No, desde luego. Una vez más habéis protegido al pueblo.

— Nosotros nos encargaremos de enterrar el cuerpo — Hablé llamando la atención de la Seriff.

Damon le echó un último vistazo al maletero y luego lo cerró.

Liz abandonó el bosque. Damon y yo ya habíamos encontrado un sitio para enterrar a Rose.
Ambos estábamos cavando.

— Alyssa.

— Dime.

— ¿Cómo vas con tu... pequeño problema?

Se notaba que no quería estar en silencio.

— Si con pequeño problema te refieres a que me estoy muriendo, no, no voy nada bien.

— ¿No has encontrado nada?

— Nada de nada.

No se si el descubrir que Klaus es mitad lobo cuenta como descubrir algo, pues no tengo ni idea de si ellos ya lo saben. Tampoco pensaba decirlo, a pesar de que eso no tenía nada que ver con mi problema, algo me decía que debía mantenerme callada.

— Quizá si hablas con Bonnie...

— Damon, la bruja Bennet apenas tiene... ¿17 años? — Fruncí el ceño, no sabía si era su edad. — Y acaba de descubrir que es una bruja. No conoce a absolutamente a ninguna bruja antigua y, llámame pesimista, pero no creo que ella tenga ningún tipo de respuesta.

— Pesimista.

— Lo sé — Le guiñe un ojo y el carcajeó.

Él estaba por decir algo pero a mi me llegó un mensaje, era Caroline.

— Dice que quiere que vaya a su casa — Dije mirando el móvil y luego a él.

— Ve, yo acabo esto.

Di unos pasos hacia él.

— ¿Seguro?

— Si, no hay problema.

Se que a Damon no le gustaba el contacto físico, pero algo me decía que necesitaba un abrazo. Y eso hice, se lo di. Durante unos segundos él quedó quieto pero luego me lo devolvió.

— Cualquier cosa que necesites, llámame — Me separé y el asintió.

Yo deje la pala apoyada en un árbol y fui a casa de Caroline.

Ya había llegado a casa de la rubia, había pasado por una tienda a comprar unas cuantas cosas para darle una sorpresa.
Estaba a punto de tocar el timbre cuando Caroline abrió.

— Pasa.

Me agarró del brazo y tiró de mi hasta dentro de la casa.

— ¿Está tú madre? — Susurré.

— No, ¿Cuando está?

Le tenia cariño a Liz, pero la odiaba cada vez que Caroline me contaba que la había dejado de lado, que siempre trabajaba o que nunca le prestaba atención. La mayoría de las veces solo le hablaba para regañarla. Y eso me ponía enferma, Caroline era una chica completamente maravillosa y llena de luz, me molestaba en gran manera que estuviera metida en toda esta mierda.

Llegamos a su habitación y nos sentamos en la cama. Yo puse la bolsa que llevaba en la mano sobre esta.

— Sorpresa.

Caroline no tardó ni un segundo en rebuscar en la bolsa.

— Son todos mis dulces favoritos.

— Y.... — Rebusqué y del fondo de la bolsa saqué un par de bolsas de sangre. — Las robé de la casa Salvatore.

— ¡Te amo, te amo, te amo! — Dio un salto y me abrazó, yo riendo le devolví el abrazo.

Estuvimos hablando toda la noche, ella me contó que Matt la había besado y horas después Tyler, que había rechazado a los dos pero no sabía que hacer. Yo le conté todo lo que había pasado con hoy con Rose y algunos chismes más que corrían por el triángulo amoroso de Elena y los hermanos Salvatore.

Sin ninguna duda, Caroline era mi favorita.

Este es mi capítulo favorito hasta el momento( por Caroline obvio JAJAAJAK ) espero que lo disfruten 💕 (Y yo espero pronto poder escribir más seguido y así pronto aparezca nuestro querido hibrido JAKSJAJ)

¿Opiniones? Leo todo siempre ❤️