Capítulo quince
-Cinco Hargreeves-
Estaba que me quedaba sin oxígeno.
Tenía a Adaliah sobre mi después de un año entero sin habernos dirigido la palabra.
Yo solo venia a intentar hablar con ella, creí que cuando me viera se iría sin siquiera permitirme el tratar de dirigirle la palabra.
Me equivoqué..
-¿En que piensas..? -escuché su delicada voz-
En lo mucho que me encantas..
-En lo bien que se siente esto -dije dejando descansar mi cabeza- no lo recordaba tan bueno
Golpeó mi mejilla sin ser brusca y reí.
El ambiente comenzó a tensarse, y no me refiero a nada más de nosotros. Sentí una gota sobre mi frente, pensé que quizá era sudor, pero cuando mire hacia el cielo me pude dar cuenta de que no era así.
Estaba empezando a llover.
¿Eso es bueno o malo?
-Oh mierda.. -dije y volví a tomarla de la cintura-
Adaliah se inclinó hacia mi y rozó nuestros labios mientras seguía con sus movimientos.
-Bésame, mi cielo.. te lo suplico... -gruñí al terminar de decirlo-
-¿Me lo suplicas? -preguntó en susurró-
Hice un sonido de aprobación.
-¿Cinco Hargreeves suplicando? -ahora había sonado irónica-
La tome de la nuca sin ser brusco y levanté medio cuerpo quedando a su altura.
-Bésame, Adaliah. -ordené y pegué nuestros labios en un beso necesitado por parte de ambos-
Abracé toda su cintura, mis brazos la abarcaban por completo, ahora me encontraba sentado. Ella descansó su frente en mi hombro y yo me encargué de besar el suyo con delicadeza. Quería deleitar todo su hermoso y suave cuerpo descotado.
Las gotas empezaron a caer sin ser dolorosas, se sentía una brisa fría pero eso no importaba porque entre nosotros había más que calor.
-Hargreeves.. -susurró en mi oído y sentí un escalofrío recorrerme por todos lados-
Se movía consecutivamente de enfrente hacia atrás y viceversa. Mi vista comenzaba a nublarse de tanto placer que sentía.
Mi chica se movía muy bien..
-Eso es cariño... sigue así.. -mi voz se entrecortaba-
Estaba exhausto..
Me tenía exhausto.
-¿Me extrañaste? -gruñí y ayudé con sus caderas-
Sentí como se contrajo al sentir la brisa fresca, así que la abracé con más fuerza pegándola por completo a mi. Ella se acurrucó en mi hombro y sentí sus manos acariciando mi cabello con suavidad. Dejé un beso en su mejilla y mis dedos se removían en su espalda descubierta.
-¿qué decías sobre odiarme? -ella rió exhausta-
Bueno al menos no había sido solo yo..
Se alejó del abrazo y acomodó un poco su ropa al igual que yo. Se recostó a mi lado boca arriba, ambos dejábamos sentir como nos caían las gotas de agua en el rostro.
-Que buen ambiente -admití- ¿estaba en tu lista de fantasías, querida? -volteé ligeramente mi rostro hacia ella, ella hizo lo mismo y rió mientras rodaba los ojos-
-Eso no puedes saberlo
-Claro que si, tengo derecho. Soy el único que te ha hecho cumplir tus fantasías.. -mi voz sonó mas ronca de lo habitual- ¿o me lo negarás?
No dijo nada así que recargué el rostro en mi mano posando mi codo sobre el césped. La mire con curiosidad.
-No claro que no te lo puedo negar.. -dijo rendida y sonreí orgulloso-
-Pues espero que así siga siendo, corazón..
-Bájale a tu egocentrismo, ¿de acuerdo? -se sentó y posteriormente yo también mientras colocaba mis brazos sobre mis rodillas las cuales estaban a la altura de mi barbilla-
¿Y ahora?
¿Ya regresamos a la normalidad?
¿No había significado nada?
¿Solo fue el momento?
Ninguno dijo nada, y es que honestamente de mi parte no quería arruinar este momento, no por ahora. Acaba de tener una buena tarde. Una tarde deliciosa e incomparable, al aire libre y con la lluvia sobre nosotros.
Jamás me lo había imaginado
Y menos para una "reconciliación"..
Sabía que debía hablar con ella, pero no sabía cómo empezar, es decir, claro que ya sabía lo que le diría pero, en mis planes no estaba acostarme con ella antes de hablarlo.
-Me tengo que ir -se levantó y tomó su mochila. Chasquee los labios-
-Adah -la llame sin mover ni un solo músculo. Sabía que ella se había detenido y me estaba mirando- ¿No crees que tenemos que hablar?
-Buena manera de hablarlo -voltee a verla y me levanté-
-Si bueno, tú no te opusiste. No soy el único culpable -me acerqué y ella suspiró-
-Fue un error
Auch
-¿Un error? -solté molesto- Adah no me digas que le sigues siendo fiel a ese patán.
-Al único patán que conozco es a ti, y para tu mala suerte, no, ya no te soy fiel -se cruzo de brazos-
-¿Algún dia dejarás de decir tanta estupidez junta?
Que idiotez acabo de decir.
-¿Yo? -rió- tu mismo deberías tomar tu consejo, Hargreeves
-Mckenzie seamos maduros, ¿quieres? -noté como tragó duro y me veía algo impresionada- ¿por qué me miras así?
-Jamas creí escuchar a Cinco Hargreeves decir esas frases juntas en una misma oración.. "ser maduros" -chasqueo los labios- ¿crees poder?
Apreté la mandíbula.
Estaba siendo muy burlona...
-¿Qué mierda pasa contigo? Acabamos de tener sexo, estoy intentando hablar las cosas y me evitas, ¿qué más quieres?
-Yo no te pedí que habláramos las cosas
-Ah, entonces solo querías acostarte conmigo.
-¿Qué se siente? -se acercó con una postura dominante-
Conmigo no, linda..
Mi mano se enganchó en su cuello de manera firme y con algo de fuerza. Ella jadeó ante la acción inesperada.
-Conmigo no se juega, Adah.. creí que eso ya lo sabías
-¿Quién lo dice? -habló tratando de controlar mi fuerza pero no se lo permití-
-¿Así que quieres jugar? -asintió y mi lengua se apoyó en el interior de mi mejilla mientras sonreía un poco-
Me vuelve loco..
Mi fuerza fue disminuyendo y solté su cuello. Ella lo tomo y tosió ligeramente. Me burlé un poco.
-¿Aceptarás hablar o no? Podemos embriagarnos después si lo prefieres
-No quiero embriagarme, idiota
-Bueno, fumemos un poco. Adah, el ambiente es perfecto, quiero hablar contigo. -la mire sincero-
-Adaliah Mckenzie-
Solté un suspiro pesado mientras me sentaba a su lado viendo el gran campo verde que ahora estaba siendo empapado. Cinco estaba a mi lado, no quería hablar con él, no podía hablar con él
Si lo hacía.., caería de nuevo..
-¿Ya me dirigirás la palabra?
-¿Qué es lo que quieres de mi?
-No seas dramática. No quiero nada de ti..
-¿Entonces?
-Te quiero a ti.. por completo. Te necesito Adah, te necesito más de lo que me imagine, y esta vez estoy siendo sincero. No tolero la idea de verte paseando por los pasillos con ese imbécil, verte fuera de la escuela con él, saber que probablemente hasta han dormido juntos. Todo eso me está carcomiendo por dentro y honestamente no puedo controlarme, no quiero verte con él, no quiero que nadie más te tenga, no quiero que lo dejes entrar a tu corazón. No tolero la idea de pasar a tu lado y ni siquiera voltear a verte cuando se, sabes, ambos sabemos todo lo que hemos pasado juntos..
-Bueno no pareces haber estado dolido todo este tiempo, Kristal te apoyo mucho, ¿cierto?
Estuvo con ella
Y eso no me lo podía ocultar.
-Tú estuviste con Oliver, no puedes venir aquí y reclamarme que estuve con ella
-Pero yo no hablé mierda sobre Oliver y luego terminé con él
-Es diferente -excusó-
-¿Por qué lo es?
-¿Por qué estás siendo así? -se tapo la cara estresado-
-Porque no quiero..-me interrumpió-
-¿No quieres qué? ¿No quieres regresar conmigo?
-¿Regresar? Tú y yo jamás estuvimos juntos
-Regresa a mi.. Mckenzie -nuestras miradas se encontraron y sentí su mano en mi muslo. Lo acariciaba lentamente sobre mi pantalón- por favor, regresa a mi.. permíteme tenerte a mi lado de nuevo, permítete disfrutarme todo lo que quieras, te voy a pertenecer, seré tuyo siempre y cuando tú seas mía..
Sentí un escalofrío recorrerme por completo, se sentía más el cómo se contrajo mi estómago, estaba que temblaba de lo bien que se había escuchado al decir eso.
"Te voy a pertenecer"
"Seré tuyo"
Joder, claro que quiero..
-Cinco... no me hagas esto -de-ladee un poco mi rostro con un semblante de súplica y él sonrió con cierta burla-
-¿Hacerte qué? Cariño.. yo solo te estoy pidiendo regresar a mi ¿tanto te cuesta decir que si? ¿No puedes dejar tu orgullo a un lado y besarme para callarme? Porque Justo ahora me estás viendo con cara de querer golpearme -reí un poco-
Siempre tan intuitivo..
-¿Qué hay de tu chica?
-Tú eres mi chica
Sonreí inconscientemente..
-Me refiero a tu pareja -recordé-
-¿Qué con ella? No somos nada serio Adah. Pero, ¿qué hay de el idiota de Oliver?
-Seguimos juntos -susurré y escuché casi como rechinaban sus dientes-
-Pues ya no más, ¿cierto? Mckenzie, toda la escuela está hablando sobre cómo se acosto con una de las porristas, ¿me vas a decir que no les crees?
-Yo.., no lo sé, se lo pregunté y él..-interrumpió-
-Lo negó, ningún imbécil con novia le va a admitir la infidelidad, no seas ingenua, bonita..
-¿Por qué debería de sentirme diferente? Contigo era igual
-Pero tú y yo no éramos pareja -recordó- y no mientas Liah, yo jamás me acosté con alguien más. Solo contigo
-¿Qué hay de este tiempo que no estuve contigo?
-Jamas pasó nada entre ella y yo -dijo rápidamente-
-No te creo -rodé los ojos- era tu ex novia, era evidente que iba a pasar algo, más bien, qué pasó algo
-Pues no pasó nada, ¿de acuerdo? Sin embargo Justo ahora estoy tratando de controlarme porque sé perfectamente que entre tú y ese imbécil si pasó algo, y te juro que hice de todo para no pensar en esa idea mientras te tenia debajo de mi, de lo contrario mi dulce Adah.. no me hubieras podido controlar y ahora ni siquiera pudieras ni entablar una palabra
Quedé muda.
-Bueno que más da..
-¿Qué más da? -bufó en medio de la pregunta-
-Si, que más da, no te pude sacar de mi cabeza cuando eso pasó -dije con la mirada en el pasto pero sentí la suya sobre mi-
Su mirada era capaz de desnudarte sin siquiera intentarlo.
Me hacía sentir tan pequeña ante él.
Y el brillo que transmitían me hacían querer besarlo por un buen rato.
-Me alegra mucho oír eso, al menos estás siendo sincera -acarició mi mejilla y me tomó del mentón para luego hacer que lo viera- Adaliah...
-Ya no sigas Cinco..
-De acuerdo -fruncí el ceño y antes de dejarme preguntar porque dejó de hablar sus labios se estamparon con los míos-
Formando así, nuevamente un beso apasionado y delicioso.
Adoraba el sentir como acariciaba mi mejilla y parte del cuello cuando me besaba, su lengua se adentró a mi cavidad bucal y sin duda admitía que extrañaba sus besos..
Se separó del beso, sin pensarlo acarició mi diminuto cabello, luego de eso sin esperar tanto sentí sus brazos en mi espalda, su rostro en la curvatura de mi cuello y su pecho contra el mío.
Me estaba abrazando.
Con algo de confusión pero con las ganas más fuertes, lo abracé y me acurruque en él.
Sentía este abrazo el más duradero y sobre todo el más sincero que nos habíamos dado.
Sentí sus labios en mi mejilla y yo acaricié su sedoso cabello con delicadeza.
-Te extrañe Liah..
-También te extrañe, Cinco..
Todo se escuchaba muy sincero...
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