Inicio de la cinta

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𝗡𝗮𝗿𝗿𝗮 𝗖𝗲𝗿𝗲𝘀

El club de jardinería es uno de los clubes más bellos que hay en mi opinión, todo el tiempo está lleno de flores y sus integrantes siempre tienen una sonrisa, es el club perfecto y como no iba a serlo si su líder es Saturno, el chico con el mejor sentido de la moda que he conocido. Saturno es de las pocas personas que me agradan en este asqueroso lugar, ha sido mi compañero de clase y ha sido amable conmigo cada vez que me habla; siempre busca la manera de ayudar a las personas, pone la felicidad de los demás por encima de la suya, y es por eso que no se esfuerza tanto en conseguir el corazón de Júpiter, sabe que Júpiter está interesado en mi querido Marte y no quiere interferir mucho en ellos, si Júpiter es feliz con Marte, Saturno estará feliz por él. Pero claramente yo no quiero que el cerebrito de la escuela sea feliz con mi amado Marte; por eso, ayudaré a Saturno a conquistar a Júpiter, si no puedo matarlo, es la opción más factible que me queda.

Me dirigía al club de jardinería para buscarlo, eran las cinco de la tarde, la hora en la que se hacían las actividades de los clubes. Saturno junto con los miembros de su club, estaban transplantando un pequeño árbol. Una de las integrantes notó mi presencia y le hizo una seña al líder, este de inmediato se giró para verme y se fue acercando a mí con una sonrisa.
— ¡Hola, Ceres! ¡Bienvenido al club de jardinería! Estamos muy felices por tu visita. — Tomó mi mano y la agitó levemente como forma de saludo, yo solo le sonreí. — ¿Qué puedo hacer por ti? — Soltó mi mano.
— Quería hablar contigo sobre algo personal, si lo puedo decir así. — Sin quitar la sonrisa de su rostro él asintió.
— Claro, dime. —
— Por pura curiosidad, ¿estás enamorado de Júpiter? — Fui directo, Saturno se sorprendió y con un leve sonrojo en sus mejillas asintió.
— Sí, estoy enamorado de él. — Dijo con firmeza.
— Entiendo... — Hice una pausa antes de proponerle lo que tenía en mente, él solo me miraba expectante. — ¿Qué opinas si te ayudo a enamorar a Júpiter? — Su expresión cambió a una de asombro, no esperaba para nada oír algo así.
— ¿En serio me ayudarías con algo así? — Afirmé.
— Saturno, eres alguien bastante agradable, y siempre estás buscando la forma de ayuda, y ya me has ayudado muchas veces, entonces, déjame devolverte el favor aunque sea de esta forma. — Evidentemente, no lo hacía por él, pero de alguna u otra forma tengo que convencerlo.
— No sé, él no parece muy interesado en mí... — Yo negué.
— No es demasiado tarde, podemos hacerlo, escucha, yo sé todo lo que le gusta a Júpiter y sé como es su chico soñado, si unimos todo eso él caerá rendido a tu pies. — Saturno dudó un poco, pero unos segundos después asintió.
— Está bien, hagámoslo. — Dijo con determinación.
— ¡Perfecto! Primero que nada cambiarás tu apariencia, debes recogerte un poco el cabello, cambiar un poco tu postura y si te es posible quítate los lentes. — Saturno escuchaba atentamente lo que le decía. — Cuando hayas mejorado tu apariencia, le diré que vaya a la fuente para que tú y él puedan hablar un poco, háblale de libros, ciencia, la naturaleza, jardinería, etcétera, a él le gusta todo eso, luego, le darás un regalo, no te preocupes yo los compraré y te los daré, ¿está bien? —
— Está bien, trataré de venir y hacer todo lo que me dijiste, espero que funcione... —
— Vas a ver que sí, otra cosa, también estudiaremos un poco, también le gusta los chicos inteligentes, entonces eso puede sumarte puntos. — El asintió. — Bueno, me voy, ya no te quito más tiempo. —
— Gracias, Ceres, esto significa mucho para mí. — Eso fue lo último que me dijo para luego ir hacia donde sus compañeros otra vez.
El primer paso ya estaba hecho, ahora ya era entrar de lleno al plan.
Cierto, se estarán preguntado cómo sé que es lo que le gusta a Júpiter, sencillo, lo he estado espiando, no hay mucha ciencia detrás, tuvo una conversación con algunos de sus amigos, surgió el tema y lo anoté, ahora todo eso lo usaré a favor de Saturno.

𝗧𝗼𝗱𝗼 𝗲𝘀𝘁𝗮́ 𝗰𝗮𝗹𝗰𝘂𝗹𝗮𝗱𝗼.

Al día siguiente Saturno vino con los cambios que le dije, no se veía mal, de seguro a Júpiter le gustará, luego fuimos a la biblioteca y le ayudé a estudiar un poco, le dije como tenía que llevar la conversación, le di el regalo que había comprado y finalmente lo lleve a la fuente donde tendría que esperar a que viniera Júpiter.

Convencer aquel grandote no fue difícil, le comenté que alguien quería hablar con él por la fuente y fue sin preguntar demasiado. Cuando llegó, él y Saturno comenzaron a platicar, yo me senté en un lugar donde podía verlos, pero no podía escucharlos, solo espero que a Saturno le vaya bien y de una buena primera impresión.

𝗬 𝘃𝗮𝘆𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗮𝘀𝗶́ 𝗳𝘂𝗲.

La conversación que tenía planeada no se suponía que tenía que durar tanto, pero esos dos hablaron hasta que la campana nos llamó a todos a clases.
Saturno se me acercó con una gran sonrisa en su rostro y me abrazó, le correspondí un poco incómodo, no estoy acostumbrado al afecto. Lo aparté lentamente, Saturno no podía dejar de sonreír.
— ¿Qué tal te fue? — Pregunté.
— ¡Me fue de maravilla! — Dijo animado. — Jamás pensé que fuéramos similares. Todos los consejos que me diste me sirvieron mucho, ¡incluso hoy me invitó a almorzar con él y sus amigos! — Gritó aún más emocionado.
— Eso es genial, espero que te vaya bien. — Le dije sin más, la verdad esperaba que sí. Si conviven más, hay más oportunidades de que se enamore más rápido de su pretendiente y eso obviamente es lo que me interesa, que ya no esté interesado en mi querido Marte.
— Gracias, te contaré todo. — Yo asentí en respuesta.
— Antes de ir a clases, Saturno, quiero que sepas que haremos esto todos los días, es importante que seas constante, de esa forma te ganarás su corazón más rápido. — Saturno me dijo que estaba bien y sin nada más que decir nos fuimos a nuestro salón de clases.

Las semanas pasaron y tal como le dije todos los días Júpiter y Saturno se encontraban en la fuente, incluso Júpiter cada vez que me veía ya sabía lo que le iba a decir:
"'Alguien' te espera en la fuente"
Se veía feliz cada vez que iba hablar con Saturno, sus pláticas duraban cada vez más y pasaban más tiempo juntos, es tan así, que Júpiter dejó el club de ciencias para unirse al de jardinería, todo para pasar más tiempo con el líder de dicho club.
Para mí, estaba más que perfecto, la amenaza cada día bajaba más, ya no pasaba tiempo con Marte y eso me alegraba, aún así, hasta que Júpiter no le confiese sus sentimientos a Saturno, no puedo bajar la guardia.

𝗘𝘀 𝘀𝗼𝗹𝗼 𝗱𝗮𝗿𝗹𝗲 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 𝗮𝗹 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼.

Era un viernes por la tarde, andaba rondando por la escuela en busca de mi divino amado, cuando de pronto, pasando por las taquillas me encontré a Júpiter dejando una nota en un casillero, se veía nervioso, cuando se cercioró que la nota estaba ahí dentro salió a paso rápido de allí. Me acerqué al casillero al que le había dejado la nota y me percaté que era el de Saturno.
"¿Será algo importante?" Pensé de inmediato.
Sin pensarlo mucho, busquéa Saturno solo para decirle que dejaron una nota en su locker, él estaba un poco confundido, pero fue a revisar. Lo empecé a seguir porque quería saber que estaba pasando, no voy a mentir, estaba ansioso, tal vez Júpiter se cansó de él y ya no quería verlo, si eso pasaba, estaba perdido.

Saturno se dirigió al árbol de cerezo donde a lo lejos se veía a Júpiter, él se acercó poco a poco hacia Júpiter. Yo me escondí cerca de ahí, los podía ver y escuchar, pero ellos a mí no.
— ¡Saturno, viniste! — Le habló Júpiter. — Pensaba que te ibas a tardar un poco más. —
— Yo estaba en mi club, pero me avisaron que alguien había dejado una nota en mi casillero. — Júpiter se sonrojó un poco, tal vez avergonzado de que lo hayan visto hacer aquello. — Pero eso no importa, en tu nota decía que querías hablar conmigo. ¿Qué ocurre? ¿Está todo bien? — Le pude notar cierta preocupación en su tono de voz.
Júpiter dio un suspiro profundo y comenzó a hablar.
— Saturno, yo... Verás, estas últimas semanas han sido las más maravillosas que he vivido, no sólo he hecho nuevos amigos, si no también te conocí a ti; eres alguien tan maravilloso que animas el día de cualquier persona con solo mirarte, eres demasiado amable y bastante divertido, jamás pensé que encontraría a una persona con los mismos gustos o intereses. — Hizo una pausa para acomodar un poco sus pensamientos, se estaba llendo un poco por las ramas. — Lo que te quiero decir es que me he enamorado de ti y me gustaría saber si tú sientes algo por mí. — "Que cursi..." Pensé.
Aunque me provocó náuseas lo que había escuchado, la verdad, también estaba celoso. No saben cuánto deseo ser ellos dos, vivir ese momento con mi amado Marte, decirle lo mucho que lo amo y que es mi mundo. Sin embargo, ese momento no era el mío, aún no era mi momento.
Hubo unos segundos de silencio luego de aquella pregunta, luego Saturno lentamente tomó las mejillas de Júpiter y le dio un beso. Ambos estaban sonrojados y cuando se separaron tenían una sonrisa tonta en sus labios.
— Creo que ya sabes mi respuesta. — Dijo Saturno para inmediatamente después abrazar a Júpiter, abrazó que obviamente fue bien recibido.
No se quedaron mucho tiempo más ahí y los dos tortolitos se fueron tomados de la mano.
Bueno, al fin había eliminado a mi rival de mi camino, ahora mi amado estaba seguro. No les mentiré, ver esa confesión me hizo querer confesarle mi amor a Marte, no obstante, no lo hice, hay demasiadas sospechas sobre mí, ahora que el club estudiantil está en mi contra no puedo cometer ningún error, si me confieso ya, hay muchas probabilidades de que me rechace por todo lo que está a mi alrededor. Tengo que ser paciente, todo saldrá de maravilla si me apego al plan y nuestra confesión de amor será la más romántica que nadie en el mundo haya visto. Por mientras espero a que ese día llegue, lo único que puedo hacer es espiarlo, eso siempre lo podré hacer, solo era buscar en donde se encontraba.

Encontrarlo no fue difícil, estaba justamente sentado en la fuente con una bella sonrisa. Me acerqué para verlo mejor, aquella belleza debe ser admirada desde un mejor punto de vista, el solo verlo me hace sentir tan alegre, produce en mí un sentimiento que jamás pensé que sentiría, sin embargo, mi momento de felicidad no duró mucho. Cuando me acerqué un poco más noté que estaba hablando con un chico que lo estaba pintando en un lienzo un poco grande, su plática era entre risas y aquel pintor de vez en cuando se le coloraban las mejillas, de inmediato reconocí quien era el "pintor misterioso", era Urano, líder del club de artes, al parecer había convencido a mi querido Marte a posar como su modelo. En ese momento lo único que cruzó por mi cabeza fue:
"¿¡Otro chico ya!? ¡Si me acabo de deshacer del anterior!"
Esto ya está dejando de ser gracioso, no lo pueden ver solo porque ya le caen como buitres, es tan molesto. Pero no puedo quedarme aquí parado viendo como se hablan, necesito quitarlo de mi camino y ya tengo un plan, claro que tengo un plan... Le haré su vida imposible, nunca más volverá a estar en paz, el acoso que recibirá será tan grande que haré que se largue.

𝗛𝗮𝗿𝗲́ 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝘂𝗻𝗰𝗮 𝗺𝗮́𝘀 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗮 𝗽𝗶𝘀𝗮𝗿 𝗲𝘀𝘁𝗲 𝗹𝘂𝗴𝗮𝗿.

Fin de la cinta

Notas de la autora: ヾ(❀╹◡╹)ﾉﾞ

¹ Este es el capítulo más largo que he escrito (2200 palabras. D:), y es porque es mi eliminación favorita. :3
La eliminación por Matchmaking es la más sana y dulce, todos son felices y nadie muere, por eso me encanta, y además de ser mi eliminación favorita, la pareja que se mostró aquí también es mi favorita JAJAJA.
Espero que este capítulo les haya gustado como a mí me a gustado escribirlo.

² Para dejarles en claro una cosita, a partir de Júpiter las eliminaciones que vienen son "pacíficas".
¿Qué quiero decir?
Que a partir de aquí ya nadie se va a morir para que lo tengan presente y no se preocupen por los otros personajes que vienen.

³ Cuando termine la historia y saque su final canon, haré una parte de datos sobre este AU, además de sacar los otros finales que tengo planeados y una "parte dos" que hablará del día a día de Marte y Ceres luego del final canon.
Sin nada más que decir.
¡Nos leemos luego! ♡