𝗜𝗻𝗶𝗰𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗰𝗶𝗻𝘁𝗮

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𝗡𝗮𝗿𝗿𝗮 𝗖𝗲𝗿𝗲𝘀

Eliminar a una celebridad es complicado, siempre rodeado de personas, nunca un momento a solas.
¿Cómo lograré matarlo si nunca está solo?
Peor aún, ¿cómo llamaré su atención para que vaya la azotea y poder empujarlo?
Suena difícil, pero luego de unas semanas analizando a mi víctima sé cual es el siguiente paso que tengo que tomar. Sol siempre llega temprano al Instituto, no sé el por qué lo hace, tampoco es como que me interese. Todos los días está en un lugar diferente, a veces en la piscina, en la biblioteca, en el área del cerezo o en la azotea. ¿Qué coincidencia, no?

Hoy decidí llegar temprano también, quería probar suerte, tal vez hoy era uno de esos días donde iría al tercer piso.
Llegue a los casilleros, dejé mis cosas y comencé a buscarlo por los lugares donde solía irse, hasta que llegue a la terraza y vaya, parece que hoy sería mi día. Sol estaba ahí, estaba con su teléfono y tenía sus antebrazos apoyados en la barandilla. Me acerqué lentamente hacia él y le toque el hombro, Sol se dio la vuelta y me sonrió.
— Hola, Sol, un placer verte por aquí. — Dije fingiendo felicidad.
— Hola, ¿te conozco? — Me preguntó.
— No, soy de la clase dos, pero yo si te conozco a tí. — Sol rió.
— Bueno, ¿quién no me conoce? — Yo también reí. — Y... ¿Qué puedo hacer por ti? —
— ¡Qué bueno que preguntas! Verás, Sol, me enteré que a tí te gusta un chico llamado Marte. — Sol solo se sonrojó.
— Di-Digamos... ¿Qué pasa con él? — Preguntó, en su tono de voz note algo de vergüenza.
— Que él es mío, me pertenece, y yo voy hacer lo que sea para quitar del camino a las personas que amenazan nuestro amor. — Lo tome por los hombros, Sol me miró preocupado y algo asustado, no sabía lo que estaba pasando.
— ¿Lo-Lo que sea? ¿A qué te refieres con eso? — Estaba nervioso. Yo sonreí levemente.
— No sé... ¿Tal vez cómo empujarte del tercer piso? — Su cara cambio totalmente a sorpresa y antes de que hiciera algo como apartarse o golpearme para escapar, solté el agarre que tenía en sus hombres y con fuerza lo hice para atrás, el perdió el equilibrio y desapareció ante mi vista, un gritó y luego un fuerte golpe me hicieron entender que mi tarea ya estaba hecha. Me fui de ahí y me escondí en la biblioteca, tenía que pretender que nada pasó.

𝗡𝗮𝗿𝗿𝗮𝗱𝗼𝗿 𝗼𝗺𝗻𝗶𝘀𝗰𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲

Dos chicas estaban caminando alrededor del Instituto. Estaban conversando cosas triviales.
— Y es por eso que Mercurio está en la cárcel. — Dijo una de ellas.
— Que fuerte... ¿Piensas qué el pudo haber sido el asesino de Theia? — Preguntó la otra.
— No sabría decirte, pienso q- — La chica no pudo terminar su oración porque comenzó a gritar con fuerza, su amiga que la acompañaba miró horrorizada la escena.
Habían encontrado el cadáver de Sol, su cabeza estaba alrededor de un gran charco de sangre y en su mirada se podía ver la expresión de terror.
Las dos chicas salieron corriendo a buscar una maestra para decirle lo que habían encontrado.

La maestra de gimnasia se encontraba en la puerta del Instituto hablando con el detective que siempre iba todos los días a vigilar la entrada.
Las amigas llegaron donde ellos y aún con la falta de aire por correr le dijieron del terrible suceso, la profesora miró al detective y de inmediato lo dejó pasar. Fueron al lugar que habían dicho las chicas y efectivamente ahí estaba, sin dudarlo llamaron a la policía y se abrió la investigación.

𝗡𝗮𝗿𝗿𝗮 𝗖𝗲𝗿𝗲𝘀

Desde del descubrimiento del cuerpo de Sol, ese día se cancelaron las clases y todos fueron interrogados para saber si sabían algo, y evidentemente yo también.
El detective que también estaba ahí solo me miraba mientras hablaba con un oficial, no sabía que era lo que estaban conversando, pero sabía que yo era parte del tema por como me veía. El policía asintió en un momento de la conversación y se fue, ahora aquel sujeto se acercaba a mí.
— Ceres. — Me llamó el detective, su rostro tenía un semblante serio. — ¿Te puedo hacer unas preguntas? — Yo asentí en respuesta. — ¿Dónde estabas exactamente cuando ocurrieron los hechos, que fue alrededor de las siete con veinte? —
— En la biblioteca, terminando un trabajo. — Mentí. El detective comenzaba apuntar en su libreta.
— ¿Que relación tenías con Sol? —
— Ninguna, solo lo conocía porque era popular. — Podía notar en su cara que no se creía nada de lo que estaba diciendo.
— Sabes que él estaba enamorado de un chico llamado Marte ¿verdad? — Conque ahí querías llegar...
— Sí, ¿pero que tiene que ver eso? — El detective rió con ironía.
— Puedes burlar a otros, Ceres, pero no a mí. Sé que eres el responsable del asesinato de Theia, sé que tuviste algo que ver con el crimen de los dos chicos el mes pasado y sé que ahora tuviste algo que ver en esto, ¿por qué lo digo?, porque todos tienen algo en común, les gustaba ese chico y tú eres el único al que no le ha pasado nada, ¿no es extraño? — Yo lo mire por unos segundos, este tipejo me daba mucha lástima.
— Señor Detective, son puras coincidencias, yo deseo que se encuentre al responsable del asesinato de Theia y que se haga justicia en el caso de Mercurio con su sentencia por asesinato. Le diré que mejor no pierda su tiempo en mí, y haga de verdad su trabajo... ¿Esas son todas las preguntas? — No puedo describir la cara que tenía el detective en ese momento, podía jurar que estaba roja del enojo.
— Sí, esas son todas, puedes irte. — Tomé mi bolso y antes de irme el me dijo:
"Aún así, tengo un ojo sobre ti"
Que molesto.

Las semanas pasaron y al final la investigación concluyó que fue un accidente, aunque muchos no estuvieron de acuerdo con eso, al final la última palabra la tenía la policía. El Instituto para evitar otro accidente así decidió colocar una malla alta para evitar alguna tragedia parecida.

A pesar de todo eso, mi amado Marte ya estaba libre, no había ninguna amenaza a su alrededor. Quisiera decirle todo lo que siento, mas aún no estoy listo y eso me enoja, porque cada día que pasa alguien más puede venir y tratar de quitármelo. Como es de esperarse eso pasó, que bien...
La semana pasada llegó al Instituto un chico llamado Júpiter, era un estudiante de intercambio, sobresaliente por sus buenas notas y amplios conocimientos. Como si fuera una mala broma, se fijó en mi amado Marte y ahora cada que puede pasa tiempo con él, le pasa sus tareas, ¡e incluso le lleva una merienda todos los días!
Además tengo complicado eliminarlo con mis propias manos, el detective a puesto en mi contra a los del Consejo Estudiantil, entonces estoy siendo vigilado por todo sitio, esto se ha complicafo aún más, te maldigo con toda mis fuerzas detective. Entonces supongo que ya no puedo matar a nadie más, por lo que mis opciones están limitadas, pero eso no es un impedimento, yo confío en mis habilidades para quitar a la competencia de en medio.

En mis ratos vigilando a mi rival, me di cuenta de un detalle, hay un chico que al parecer está interesado en Júpiter, siempre está detrás de él y en cada oportunidad que tiene le habla un poco, aunque Júpiter no está muy interesado en él, podría ofrecerle mi ayuda y de esta manera él podría ganarse su corazón.

¡𝗣𝗮𝗿𝗲𝗰𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗺𝗲 𝘁𝗼𝗰𝗮𝗿𝗮́ 𝘀𝗲𝗿 𝗱𝗲 𝗖𝘂𝗽𝗶𝗱𝗼!

𝗙𝗶𝗻 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗰𝗶𝗻𝘁𝗮