El tiempo pasaba tan lento que el pelirrojo podía bufar cada segundo sin interrupción, y seguiría aburriéndose aún peor que antes.

Movió sus indecisos pies de un lado a otro, obligando al cuerpo a moverse de una esquina a la otra, esperando la hora perfecta para "atacar".

En diez minutos, la puerta principal de la escuela estaría abierta, cualquiera podía irse y cualquier otro podría entrar, sus ojitos se achicaron para ver a la persona que estaba caminando hacia él.

Saludando con el brazo en alto, Nathan se acercaba a paso rápido, sin tropezarse varias veces con sus propios pies, haciendo que Kevin reprima una sonrisa, pues estaba enojado con él... Pero, era tan tonto, que no podía estar enojado con él toda la vida.

ㅡ Llevo veinte minutos esperándote ㅡle dijo cuando estuvo frente a él, agarrándose de las dos correas de su mochila azul.

ㅡ Estabas enojado conmigo ㅡle recordóㅡ pensé que ya no vendrías, entonces le dije a Doble D que se quedara conmigo un tiempo hasta que la campana tocase.

ㅡ ¿Estuviste con él todo el tiempo? ㅡiba a chistar, hacer un ademán con la mano para que se largara, pero sinceramente tenía ésa típica curiosidad penetrándole la cabeza.

Había pasado ya un día de aquel suceso de la voz y los ronquidos, del conocimiento de ése "nuevo ser" y la existencia de alguien tan dulce, puro e inocente cómo el chico del gorro negro.

ㅡ Hace veinte minutos, según tú, sí ㅡdijo, sonriéndole de oreja a oreja, haciendo que el contrario metiera las manos en los bolsillos, esperando una continuación que jamás llegó.

ㅡ ¿Y?, ¿sólo éso?

ㅡ Bueno, técnicamente sí... ㅡrascó una de sus sienes, intentando recordarㅡ Me pidió que lo llevase a la biblioteca, porque no sabía dónde estaba, entonces lo acompañé... Y, bueno; veinte minutos después, estoy aquí ㅡexplicó, regresando sus manos a los bolsillos de su chaqueta oscura.

ㅡ ¡Te he estado esperando todo éste tiempo aquí solo! ㅡgritó, haciendo que el de cabellos azules diera un pequeño salto en su lugar.

Rió tan fuerte, qué sólo el chillido de la campana, marcando el final de clases, le había hecho acallar un poco. Cuando todo el mundo comenzó a salir de sus salones, para posarse en sus lugares a tomar libros y otras cosas, se dió cuenta de que estaba siendo arrastrado por el que reía escandalosamente.

ㅡ Vamos, vamos; si nos quedamos en el medio del pasillo empezarás a ponerte histérico y lo único que quiero es comer una hamburguesa felizmente en aquella cafetería... ㅡle recordó su mejor amigo, deteniéndose en su casillero.

ㅡ Púdrete... ㅡdijo, en un murmullo lo suficientemente alto y claro para que su amigo lo oyera, éste rió levemente.

ㅡ Lo sabía.

ㅡ Oh, hola, muchachos... ㅡel pelirrojo y el de cabellos azules voltearon a la izquierda, viendo al muchacho de gorro negroㅡ No sabía que tenía el placer de compartir casillero con ustedes dos ㅡles sonrió dulcemente.

El corazón de Kevin latió un poco más rápido en ése momento.

ㅡ ¡Doble D! ㅡgritó Nathanㅡ ¿Ése es tu casillero? ㅡdijo, algo asombrado, señalándole al lado de Kevin.

ㅡ Sí, lo es.

ㅡ Bueno, déjame decirte una cosa... ㅡcerró su casillero, pasando por detrás de Kevin para apoyarse en el casillero que estaba a la derecha de Doble D, mientras éste abría su casilleroㅡ Mi amigo, aquí presente, y yo; iremos a una cafetería por algo de almorzar antes del entrenamiento, ¿quieres venir con nosotros?

ㅡ Oh, me encantaría; gracias por la invitación ㅡle sonrió, cerrando su casillero con cuidado, volviéndolo a tocar para asegurarse de que estaba bien cerrado.

ㅡ ¡Genial! ㅡchilló.

Kevin cerró su casillero, tomó ru mochila y la acomodó un poco, bufándole al suelo.

El trío de nuevos amigos había estado caminando cómo por unos diez minutos, entre risas y palabras del peliazulado al de gorro negro, Kevin no había dicho nada en ningún momento del viaje.

Llegaron, hicieron sus pedidos y fueron a sentarse.

ㅡ Voy al baño ㅡanunció Nathanㅡ Sean buenos nuevos amigos y conversen un rato.

Cuando Nathan se fue, Kevin le echó un vistazo a Doble D, quién sólo movía sus manos de formas extrañas con una sonrisa, haciendo a Kevin alzar una ceja.

ㅡ ¿Qué estás haciendo?

ㅡ ¡Ah! ㅡdijo, sorprendido, bajando las manos de inmediatoㅡ P-Pensé que... Bueno, cómo no me hablabas...

ㅡ ¿Qué era mudo o algo así? ㅡpreguntó, sonando más rudo de lo que esperaba, aunque ni siquiera quería sonar así.

ㅡ L-Lo siento... ㅡdijo, agachando la cabeza.

ㅡ No lo sientas, debería ser yo el que tenga que disculparse... ㅡsuspiró y volvió a mirarle, seguía con la mirada bajaㅡ ¿Cómo te llamas?; porque no creo que "Doble D" sea tu nombre real.

ㅡ Mi nombre es Eddward Marion, un gusto ㅡdijo, extendiéndole la mano.

ㅡ Kevin ㅡestiró el brazo, tomando la mano del contrario para sacudirla un poco en un suave apretónㅡ Kevin Dorm ㅡexplicó.

ㅡ ¿Hace mucho tiempo que estás en Peach Creek, Kevin?

La suave voz de Doble D, ésa sonrisa y ése pqueño rubor en sus mejillas, le habían hecho querer hablar con él por más tiempo.

Simplemente quería escuchar su voz... Pero, al mismo tiempo, quería que Nathan no saliera del baño nunca.