Las olimpiadas de matemáticas.

Lanzó un suspiro al aire mientras empezaba a llenar sus papeles de números, a las dos horas lo había terminado y se los había dado al profesor.

ㅡ Buen trabajo, Eddward; espero verte en las olimpiadas ㅡle sonrió éste.

ㅡ Muchas gracias, profesor Bline, espero poder ser uno de los participantes éste año.

ㅡ ¿Quieres decir que no harás ningún otra competición?

ㅡ No podría haberlo dicho mejor ㅡel profesor rió y a Doble D se le escapó una sonrisita orgullosaㅡ Estuve participando en el resto de las competiciones en lo que fue del año. Ahora estoy ampliamente listo para las olimpiadas de matemáticas.

ㅡ Pensé que escogerías literatura ㅡdijo, mientras empezaba a corregir su trabajo.

ㅡ Sí, pero luego de ver los problemas de gramática y ortografía, descubrí que podía hacer lo mismo en matemáticas y sería más entretenido. Mis amigos me inclinaron más por los números, así que asumí la responsabilidad con las matemáticas éste año. Tal vez el próximo año practique más para el tema de literatura.

ㅡ Tiene una voz y una elocuencia magnífica, señor Marion ㅡhabló, levantando los ojos de los números y más allá de sus lentes para verloㅡ No lo dude, luego del partido de fútbol americano, podrá ver en la gran pizarra su nombre para las olimpiadas.

ㅡ De verdad espero que así sea, un poco de nuevos aires mientras estoy en la secundaria me ayudaría muchísimo ㅡambos rieron, se despidieron y así salió del salón.

Sabía, tenía entendido por su profesor que estaría en las olimpiadas, así que no se preocupó mucho. El tema era sobre el qué pasaría después, no muchos de sus compañeros de grupo habían escogido matemáticas, y los pocos que lo habían hecho no se habían presentado a la evaluación principal de hoy, exceptuando a uno que llegó un poco tarde.

La mayoría de sus compañeros habían elegido plenamente y con muchísima seguridad el ajedrez, o las cartas, o tal vez la literatura. Muchos de los que estaban en su curso, dentro de su salón de clases, eran parte del grupo de porristas, del de balocesto, del de fútbol americano y los típicos chicos que se preparaban muchísimo antes de septiembre para las ferias de ciencias. Además del presidente de la clase, el vice presidente y dos personas más.

No se sentía excluído ni mucho menos, pero deseaba estar con sus amigos. Ed estaba en un año menor que él por las consecuencias de su personalidad y el hecho de que no es muy inteligente, y Eddy estaba atrasado un año por entrar mal a clases. Pero ni Eddy ni Ed estaban juntos en la misma sala, a pesar de estar en el mismo año.

Se separaban en carreras, y aunque las de Eddy y Ed fueran un poco más cortas; la de Doble D le traería muchas alegrías a su manera. Quería ser un buen escritor, o un gran matemático, cualquier cosa que se le presentara frente a él.

ㅡ ¡Hey, cabeza de calcetín! ㅡgritó Eddy, mientras le saludaba con la mano en alto y arrastraba a Ed consigoㅡ ¡Aún faltan dos horas para las resoluciones de tus olimpiaditas, ¿quieres ir a ver el partido con nosotros?!

ㅡ Sería una gran idea, Eddy. Gracias por tomarme en cuenta ㅡle sonrió, mientras dejaba sus últimos libros en su casillero, junto a su morral azul oscuroㅡ ¿Pasaremos por un aperitivo primero?

ㅡ ¿Botanas? ㅡpreguntó Ed, cómo si por dos segundos se hubiese perdido y ahora volvió en sí mismo.

ㅡ Sí, botanas ㅡrepitió el de gorro, haciendo una mueca a la palabra, pero rió de todas formas.

ㅡ Rapidín, rapidín ㅡanunció Eddy, aplaudiendo para apurar a sus amigosㅡ El partido va a empezar en veinte minutos y nosotros aquí dando vueltas...

Sí, tal vez ver el partido de fútbol americano, en el cuál Kevin era el capitán y Nazz la capitana del equipo de porristas, no sería buena idea por los pequeños ataques a su corazoncito que aquello le daba; pero a su vez, el partido lo mantendría ocupado haciendo cálculos y divirtiéndose un poco viendo a sus antiguos amigos; Nathan y Kevin, corretearse por ahí con un balón.

Nathan seguro estará feliz de verlo. Pero, ¿qué hay de Kevin?