El partido de fútbol americano estaba a dos minutos de comenzar, y dentro de los vestuarios, todos estaban volviéndose locos.

ㅡ Rolf atacará por el norte, y el chico Nath atacará por el este ㅡdijo Rolf, mirando a Kevinㅡ Haremos puntos más rápido de lo que canta un gallo.

ㅡ Rolf tiene razón ㅡdijo Nathan, mirando a su mejor amigoㅡ Deberíamos atacar por dos lugares distintos.

ㅡ Estaré a sus espaldas con Jojo y Mike ㅡmusitó Matt.

ㅡ Me encargaré del frente ㅡasintió el pelirrojoㅡ Bueno... Debemos irnos ya.

ㅡ ¡A la carga! ㅡgritó Nathan, recibiendo gritos del resto.

Para concentrarse, Kevin cerraba los ojos y se imaginaba egocéntricamente frente a millones de personas alentándole con fuerza... Pero, algo estaba cambiando.

Cerraba los ojos, mientras su casco se ajustaba a su cabeza, mientras sentía cómo todo estaba cambiando a su alrededor; ya oía menos, pero lo suficiente.

Cuando bajó sus brazos, justo antes de abrir sus ojos, oyó en su cabeza su nombre.

Una voz suave, dulce, tan melódica que no podía evitar oírla. Sus puños se relajaron, sus hombros bajaron, su mandíbula ya no estaba tensa... Sólo eran él y la voz.

"No me lo perdería por nada"

"Estaré alentándote en tu gran juego hoy..."

"Buenos días, Kevin... ¿Cómo estás hoy?"

"¡Deja de reírte, jamás he usado una cafetera!"

"¿Y si vamos a comer juntos, más tarde?"

"Por favor, deja de besarme, ve a entrenar..."

A todos los recuerdos de aquella suave voz, les sonrió con suavidad, y cuando creyó que aquello último le había traído un sonrojo interminable, oyó, en un eco; "Buena suerte, Capitán Kev".

Si estaba sonrojado antes, estaba aún peor ahora.

Movió su cabeza de lado a lado, lanzó un suspiro al aire y abrió los ojos. Si ganaba hoy, ganaría por ésa suave voz que le saca sonrisas a escondidas.

「 • • • 」

ㅡ ¡Y el numero diez se la pasa al número veinte, el veinte se la pasa al capitán, el capítan acierta!, ¡otro punto para los Cobblers de Peach Creek! ㅡgritó el locutor.

ㅡ ¡Tienes suerte hoy, capitán! ㅡgritó uno de los jugadores contrarios al pelirrojo, con cierto sarcasmo en sus palabras.

ㅡ ¡Lo mismo opino de ti, Shield! ㅡgritó, corriendo de espaldas, de forma burlesca.

Se pusieron en posición para la anteúltima ronda, los Cobblers de Peach Creek ganaban por sólo dos simples puntos arriba. Kevin suspiró antes de dar las indicaciones, el sudor corría por su frente y se deslizaba a sus ojos, sentía que estaba a punto de darse su último suspiro.

Matt estaba cubriéndole la espalda, Rolf a su izquierda y, cómo siempre, Nathan a su derecha. Miró al resto de sus jugadores, tomándose su tiempo, y volvió su vista al "psst" que venía de su lado.

ㅡ ¿Qué demonios quieres? ㅡdijo, con los dientes apretados, mirando a Nathan.

ㅡ ¿Ya viste a las gradas? ㅡdijo, intentando contener su emoción, su voz sonaba graciosaㅡ En la esquina derecha, arriba de todo, son cómo dos ángeles ㅡmurmuró, poniendo una mano sobre su pecho, indicando algo parecido a un paro cardíaco.

Preguntándose de qué estaba hablando su amigo, movió sus ojos a las gradas, hasta la derecha, y los subió hasta la esquina. Dos personas paradas, provenientes de Peach Creek, llevaban dos camisetas y el rostro maquillado.

Un segundo, ¿no son Phillip y Doble D?

Phillip tiene el signo Pi en una de sus mejillas, y en la otra tiene el número veintitrés; adornando su torso, una camiseta blanca con naranja y azul, teniendo el numero veintitrés en el medio de la camiseta.

Doble D, en cambio, tiene la misma camiseta blanca con naranja y azul, sólo que lleva el número uno en todo el centro del pecho. Algo curioso y que hizo a Kevin sonreír, el hecho es que la camiseta que consiguió para Eddward, le quedaba muchísimo más grande de lo que pensaba.

Una risita escapó de sus labios, se levantó, con las manos en el balón, levantó éste con una mano y con la otra señaló a Doble D, quién se ruborizó bajo las líneas negras que los dedos de Phillip habían hecho en sus mejillas.

ㅡ ¡Tú puedes, Capitán Kev! ㅡgritó, con sus manos a los lados de sus mejillas, alentándolo.

¿Me hará falta decirles que el corazón de Doble D se aceleraró mientras el pelirrojo metía ocho puntos contíguos en su honor?